Partida Rol por web

-Si sigues haciéndome esos piropos, pensaré que estás pillado por mí.

Entra en la cocina y los elfos domésticos se giran hacia ella y se acercan mientras le saludan. Parecen cómodos con su presencia y no se asustan al ver a Alex... ya estaban informados de su llegada. Le indica a Alex con la mano que entre y que no sea tímido.

-Ellos son Cloty - señala a una elfa pequeña y con nariz respingona - y Timber - señala a un elfo que viste un trapo a modo de taparrabos - Él es Alex, de quien os había hablado antes - dice mirando a los dos elfos y señalando a su compañero.

Ojalá eso fuese cierto. La vida sería más fácil.

Una lástima que Alex tuviese la cabeza llena de demasiados pájaros cantando melodías diferentes como para centrarse en una sola. Ciertamente eso le dispersaba demasiado, y le obligaba a vivir en muchos mundos sin una casa fija.

- Hola, chicos- respondió en tono cordial, haciendo un esfuerzo por sonreír, lo cual era una tarea difícil viendo su deplorable estado-. Encantado.

Se quedó mirando a Clare, sin saber muy bien cómo y desde dónde abordar el tema.

- ¿Qué saben?- preguntó, pues no quería repetir cosas ni meter la pata. Convencer a un elfo doméstico para que se rebelase contra el régimen no era una tarea fácil, pero seguro que se le acababa ocurriendo algún discursito. Lástima que no necesariamente funcionase. Alex no estaba acostumbrado a esas calidades de vida. Cosas de la Sangre Limpia.

Se sienta en una silla frente al fuego.

-Bueno... lo saben todo... ellos son elfos libres, de cuando Dumbledore aun vivía. Ahora no reciben ningún sueldo, pero como los profesores no lo saben, tampoco están atados al director o a alguien del profesorado. Los elfos más ancianos a esas horas están dormidos.

Cloty se acerca a ellos con una bandeja con dos tazas de té recién preparado.

-Ellos podrían ayudarnos a pasarnos mensajes... son los que hacen la comida, los que hacen las camas, encienden el fuego y todas esas cosas...

- Genial- dijo Alex, sentándose sobre una encimera vacía e intentando procesar la información.

Vale.

Cabeceó un par de veces, asintiendo mientras se mordisqueaba el labio, hasta que sacó sus propias conclusiones.

- Entonces el problema es convencer a los demás elfos, ¿no?- preguntó, sin llegar a entender por qué habían ido allí cuando sólo había elfos convencidos, si la idea era convencerlos-. Si Cloty y Timber pueden salir del castillo podrían llegar a ser de gran ayuda llegado el momento, pero por ahora son de por si unos infiltrados estupendos- hasta el momento había hablado en general, para si, pero miró a los elfos-. ¿Habéis hablado con Chris? ¿Hacéis algo por ahora?- relacionado con la Orden, entiéndase-. Habría que empezar averiguando por qué no hemos visto este curso aún a el que no debe ser nombrado.

Clothy abraza la bandeja de té cuando ha dejado una taza al lado de Alex y otra al lado de Clare y mira a ambos.

-Clothy sabe cosas... hace tiempo que los elfos no ven al Señor Tenebroso en el castillo.

Clothy se asusta un poco al pronunciar el "nombre", pero Timber se acerca para calmarla y se no tenga miedo. Aunque sean elfos libres, el Señor oscuro impone respeto. Clare coge la taza de té y bebe un poco mientras le dedica una mirada tranquilizadora a los dos elfos.

-Alguien lo vio el año pasado? Salvo para el banquete... claro...

Alex se encogió de hombros, aunque adquirió cierto rostro adusto.

- No- se limitó a decir, elucubrando-. Sin él por aquí todo será mucho más fácil, o dicho de otra forma...- remotamente- factible. Necesitamos saber qué sucede con el Señor Tenebroso. Sé que el Ollivander- Spencer- ha hecho un comentario al respecto- en el lago, hablando con Alex, bien lo dejó caer-, pero no me fío ni de mi sombra. Vosotros tenéis acceso adonde nadie tiene. Y en concreto vosotros dos la libertad para hablar.

Alzó la mano, conciliador, relajando el semblante.

No quiero una respuesta ahora, ni os la voy exigir más adelante- mentira. En cuanto alguien corriese peligro vital mataría vientos si hacía falta por la información que le fuese precisa-. Pero bien estará saber lo que sabéis. No podemos hacer progresos por el bien común sin información. Y vosotros- les señaló con el dedo, inquisidor- bien podéis saberlo, o averiguarlo. Si necesitáis algo mi puerta está abierta, pero ciertamente creo que sois más capaces de lo que queráis que ambos juntos.

Bien peligroso era ponerse serio con un elfo doméstico, pero también era cierto que su colectivo no se caracterizaba por tener una gran autoestima. Aquello podía derivar en algo muy bueno o algo muy malo, desde luego, pero a Alex se le había revuelto el corazón al ver el comportamiento de ambos. Se veía reflejado en Timber.

Cloty y Timber asientes con la cabeza mientras se mantienen juntos. Clare tuerce el gesto cuando Alex menciona a Spencer... no tiene ganas ni de que se entere de los planes que se están tramando entre los muros del castillo. Ese prepotente engreído seguro que no tiene lo que hay que tener para involucrarse en algo así... 

-Espero que Ollivander no se acerque a nosotros... no creo que pudiese estar en el mismo sitio que él... no se como Scarlet le soporta...

Le da otro sorbo al té, intentando pensar en que hacer después...

- Yo tampoco- confesó Alex, manteniendo las manos abiertas pero entrelazadas, pese al impulso visceral-. Todo aclarado, entonces- dijo el chico saliéndose por la tangente-. Me alegra que estéis de nuestro lado- concluyó para los elfos, pues no sabía muy bien qué más decirles que no fuese redundante o palos de ciegos, ya que aún no tenían un plan ni un buen séquito en la Orden-. Clare- comenzó de nuevo, ahora mirándola a ella-. ¿Algo más que debamos saber?

Porque, salvando eso y lo siguiente, ya estaba hablado todo lo que Alex podía hablar con lo que sabía.

- Vendría bien saber cómo mantener el contacto con los elfos- dijo el chico, algo cortado de pronto-. La realidad es que no sé demasiado sobre el tema. No es algo que en casa hayan mencionado. Tabú.

Una familia de Sangre Limpia, acomodada dentro de lo normal y la media, sin lujos ni sirvientes. Alex nunca había prestado mucha atención a asuntos tan tristes como los elfos domésticos, y no sabía hasta qué punto quién ni cómo podía llamar a un elfo libre.

-Cloty siempre hace mi cama, así que le dejo una notita doblada de una forma especial entre las sábanas. Ellos pueden aparecerse en cualquier parte del castillo, son los únicos. Así que creo que podrán entregar mensajes fácilmente.

Se acaba la taza de té y la deja en la mesa ya que sabe que los elfos no consentirán que la lave o que se la entregue en mano... se pone en pie y mira el reloj para saber la hora. Parece que han tardado mas de lo planeando en llegar hasta allí y es que parece que hoy el pasillo ha estado bastante transitado.

-Será mejor que nos vayamos... es tarde y como nos pillen, ya verás... que mi prefecto es el "señor Serpens"

- Conforme, salvo por Serpens. Le faltan dos veranos- apuntó con una sonrisa, pues el chaval parecía ser si cabe más infantil que Alex, lo cual ya era decir.

De hecho, Alex cuadró una ligera reverencia de torso para arriba, a los elfos.

- Cloty, Timber, un placer. Suerte, y gracias- les profirió.

Alex se encaminó hasta la puerta, cediendo el paso con la mano a Clare.

- Las teñidas primero- repitió, ensanchando la sonrisa.

Nada más dar unos pasos fuera de la cocina y que ésta cierre su puerta se escuchan unos pasos por el pasillo demasiado cerca como para poder comenzar a correr sin que nadie les oiga. Clare mira hacia uno de los extremos del pasillo sin darle tiempo a mirar el mapa para ver quien es. Tira de Alex para esconderse tras una armadura que no es que esconda mucho, pero al menos evita que les vea de buenas a primeras.

Alex contuvo el aliento, paralizado en la noche con su túnica negra. Desesperado, miró a Clare de forma glaciar, para bajar justo después la vista al mapa. Tenía que ver quién demonios era, y hacia donde iba. Si se les acercaba... Alex tendría que acabar saliendo a pagar el pato por los dos, a no ser que se le ocurriese algún brillante plan con los conjuros. A eso se dedicaba Alex, ¿no?

En el mapa del merodeador aparece el nombre de una persona que no conocen. No recuerdan a nadie con el nombre de la persona que casi está sobre ellos... a lo mejor es una alumna de otra casa o algo por el estilo... o quien sabe si es una profesora nueva con tan mala leche como las profesoras que tienen en ese colegio... no tiene el nombre de Fiore, pero si está allí es que debe de ser tan malvada como ella.

Mientras no pusiese Lord Voldemort o el nombre de algún prefecto o profesor, le daba igual. Muy improbable era que fuese algún adulto con permiso para estar en Hogwarts y deambular por ahí sin sentarse en la mesa de los profesores, aunque nunca se sabía.

_{^{- Travesura realizada}}- murmuró el chico tan bajo como dio de si su garganta, intentando que ni Clare lo escuchase.

Acto seguido dobló el papel apresuradamente como pudo e instó a la rubia a que lo guardase. Alex, únicamente para ganar tiempo, salió al pasillo. Si no tenían posibilidades de seguir ahí sin que les viesen... más valía que al principio sólo viesen a uno.

Pegó la mano a la varita, cual pistola muggle, aunque intentó que no se notase.

Se queda parada ver a un alumno en ese lugar. Es que no sabe que a esas horas no está permitido pasear por el castillo. Se acerca un poco... además, no parece ser muy listo ya que se ha quedado en medio del pasillo en lugar de intentar esconderse.

-Qué hace un alumno en este lugar? Deberías estar durmiendo.

No parece muy amenazadora, pero tampoco se puede fiar uno de las apariencias.

- No podía conciliar el sueño- dijo Alex, relajando los hombros y abandonando la cercanía de la varita mágica-. Los nervios del primer día. Estaba adelantando un trabajo de historia de la magia y me ha entrado hambre, así que intenté acercarme a las cocinas- se encogió de hombros, componiendo una mueca de compromiso-. Cerradas. Claramente el verano pasa factura. No me parecía correcto esconderme, así que...

-Hmm... - le mira de forma sospechosa pero tras una mirada sonríe y le pone la mano en el hombro - sí... esta vez me lo creeré, pero la próxima vez no sacies tu "hambre" en este pasillo por la noche...

Le guiña un ojo y sigue su camino. De momento parece que no va a decir nada... aunque... ¿eso significa que pueden estar tranquilos? quien sabe... 

El pasillo se queda tranquilo y no parece que nadie más esté presente.

Alex esbozó una sonrisa de humilde agradecimiento y asintió, esperando a que se marchase. Completado aquello se volvió al escondite de Clare, asegurándose de que no parecía haber nadie más en la zona, y le tendió una mano a la chica.

- ¿Quién es tu papi?- dijo el chico con una sonrisa de lo más mordaz, saltando de alegría por la increíble suerte.

Mil cosas que pudieran haber salido mal y ahí estaba, entero y solo en menos de un minuto. Ni intentándolo.

El camino de retorno al punto de encuentro parece despejado y llegan al hall del castillo sin ninguna dificultad añadida salvo la necesidad de caminar en silencio para evitar que alguien les oiga. Que tengan el mapa no significa que puedan ser descuidados.

Al llegar al hall, Clare se despide de Alex y le deja el mapa ya que su camino es más largo. Clare solo tiene que ir por el pasillo que hay junto al pasillo de las cocinas para bajar a las mazmorras y llegar a su sala común, en cambio, Alex tiene que cruzar medio castillo. 

Con un gesto de la mano y una sonrisa, Clare se despide de Alex y se pone en marcha desapareciendo por el pasillo.

INCURSIÓN Nº2: VIAJE AL DESPACHO DEL BASILISCO

Ya es lunes, la hora de estudio que muchos usan para descansar y hacer otras cosas, como pasear por el lago o jugar a los naipes explosivos en la sala común de su Casa. Pero hay gente que tiene otros planes en mente, otros planes quizá menos seguros de lo que deberían ser. 

A esa hora es difícil encontrar un lugar sin gente en la que reunirse para llevar a cabo el plan que se han planteado, pero seguro que alguna clase vacía y en desuso si que encuentran.