Partida Rol por web

Morgana deja el sofre en el suelo y lo golpea con fuerza con el talón.

Elnora no llega a introducirse en el agujero cuando vuelve sobre sus pasos. La magia que detecta, a pesar de que no le ha hecho daño, no le ha inspirado confianza.

Saltáis sin problemas el agujero y avanzáis. Llegáis a una habitación amplia. Podéis ver dos puertas, una al fondo a la izquierda y otra enfrente, a vuestra derecha. Pero hay algo que también os llama la atención, y es la presencia de un cofre en una esquina, a vuestra izquierda también.

El cofre se termina rompiendo. En su interior se encuentran dos rollos de pergamino y 600 po.

Entráis por la única puerta que os queda y accedéis a una nueva sala. Más amplia que la anterior, pero con un inconveniente: Os encontráis con dos grandes criaturas enigmáticas con grandes alas y cuerpos de león de un color tostado y un rostro de varón humanoide.

Y, tras esas criaturas, dos puertas, cada una custodia una.

Bienvenidos repiten las dos criaturas a la vez. A la siguiente sala queréis pasar. Pero un acertijo antes debéis averiguar.

Golpean el suelo con una zarpa y, ante vosotros, una trampilla se abre. En su interior, hay un papiro en el que pone:

Una de estas dos puertas conduce a la vida, la otra a una muerte segura. Cada una de estas bestias custodia una. Pero una siempre miente, la otra siempre dice la verdad.

Para saber qué puerta conduce a la vida sin jugaros la vida, una pregunta sólo podréis hacer.

Esperan a que terminéis de leer para añadir.

Si acertáis, os dejaremos pasar sin ningún daño.

El cofre se abre como si se lo hubieras pedido por favor. En su interior hay 600 po y dos rollos de pergamino. Pero no os da tiempo a alegraros por este hallazgo.

La pared comienza a resquebrajarse hasta que se hace un gran agujero. A través de él, aparece un insecto grande, un escarabajo con una especie de cornamenta

Morgana se rasca la cabeza.

- ¿Que puerta me diria tu compañera que es la que conduce a una muerte segura? -pregunta Morgana

Etelimas miró sorprendido y con renovado interés a Morgana. Quizá aquella mujer no fuese solo músculo como había parecido hasta ahora.

Luego miró a las criaturas. ¿Respetarían su palabra?

Enya permaneció a la espera de si Morgana tendría razón o no, preparada por si la respuesta no fuera la acertada.

A Sarita no le dio tiempo a recoger lo que había en el cofre. Un enorme escarabajo salía de la pared, Así que se apartó un poco y lanzó su flecha 

Al parecer el cofre se abrió sin muchos problemas y una leve sonrisa asomó por debajo de la capucha de Kalehid. De repente la pared empezó a resquebrajarse formando un agujero en la pared de donde aparece un escarabajo. Maldita sea. pensó Kalehid mientras apretaba con fuerza la empuñadura de la arma.

-Acabemos con el rápido y sigamos. -dijo mientras hacía un movimiento con la mano libre para que sus súbditos atacasen.

Los ojos de Kalalo se abrieron de par en par al ver la pequeña fortuna que habia dentro del cofre. Eso alcanzaria para varios dias de juegar en la tarberna mas proxima.

Sin embargo no todo serian tan facil, un enorme bicho hizo su teatral aparicion destrozando una pared. El guerrero supo que no debia acercarse mucho a semejante insepto, asi que saco su arco largo y puso la mayor distancia posible entre él y la criatura. Rapidamente voló la primera flecha.

Sin pensarlo, Valanthien se acerca al cofre para observarlo. Quería intentar descubrir si había algo que pudiera hacerles mal antes de tocarlo.

Elnora avanzó junto a los otros viajeros sin prestar demasiada atención hasta que llegaron de nuevo a una encrucijada. Maldita sea, quién contruyó este lugar y para qué, cómo nos ha traído aquí y por qué no hizo un único camino recto.

Absorta en sus pensamientos no se percató de la presencia del cofre hasta que Valanthien se acercó al mismo. Apártate si no quieres sufrir ningún daño.

Harta de tantas complicaciones esperó a que el viajero se apartara y en tres rápidos movimientos lanzó tres rayos desde sus manos, uno al cofre y otro a cada puerta.

Adélaïde acaricio a Cólera y le felicito por su salto, después lo guió de forma que no molestaba a Elnora mientras lanzaba rayos. 

El cofre saltó en pedazos tras el rayo de Elnora. Allí, entre los escombros, aparecieron 600 po y dos rollos de pergaminos.

Y, de pronto, la pared comienza a resquebrajarse hasta que se hace un gran agujero. A través de él, aparece un insecto grande, un escarabajo con una especie de cornamenta.

Ambas esfinges se levantaron. Una de ellas habló

Esta es la puerta que conduce a la muerta segura y la esfinge que estaba en la otra puerta se apartó para que pudierais pasar.

Pero, antes de que pudierais hacer nada, una de las esfinges se puso a rugiros.

Ella es la que miente dijo la esfinge que se había apartado y se tumbó para dejaros pasar por la puerta que conducía a un camino seguro.

Sarita fue la primera en reaccinar. Dando un paso atrás, sacó una flecha y disparó. La saeta voló hasta la criatura, pero rebotó en su piel sin hacerle daño.

Kalehid ordenó a sus esqueletos y zombies que se lanzaran a por el escarabajo, al tiempo que Kalalo sacaba su arco y su flecha y disparaba, clavándose entre la dura piel del ser.

Los esqueletos obedecen a su amo y disparan sus flechas, que no hacen ningún tipo de daño. El escarabajo, enfadado, se gira hacia Kalalo y se lanza a morderle.

Los zombies avanzan y golpean a la criatura, consiguiendo dos de ellas provocarle heridas que empiezan a sangrar

Sarita volvió a sacar dos flechas y a disparar al escarabajo gigante

Sin esperar ninguna orden los seguidores de Kalehid volvieron a cargar contra la criatura. Los esqueletos tensaron sus arcos para disparar una nueva ráfaga de flechas y los zombies se abalanzaron con sus mazas en alto mientras que el clérigo miraba la escena con una leve sonrisa de entretenimiento y diversión.

La coraza del animal era un poco mas dura de lo esperado, ademas el bicho se fue contra el logrando causarle daño.

El guerrero asimilo la herida y recargo el arco, apuntando a la cabeza del bicho. 

- Eso no es lo que te he preguntado. ¿Acaso no respetas tus propias reglas?