Partida Rol por web

La aproximación es brusca. Los sensores tienen interferencias por culpa de las erupciones solares. Una luz de alarma indica que hay un fallo en la derivación de potencia del compartimento de carga, y uno de los aerofrenos ha saltado de sus anclajes. Despegar de nuevo va a ser toda una experiencia...

Con un golpe seco, la nave toma tierra en una de las 3 plataformas de la base. A vuestro alrededor, las cúpulas geodésicas agrupadas y unidas por pasillos están ocultas por la dura sombra del cráter. Ninguna luz: Ni siquiera las luces de posición en lo alto de las antenas, ni las señales de aterrizaje.

En el panel de control, el transpondedor de la nave desconocida os da una señal, a doscientos metros a vuestra izquierda, tras un grupo de almacenes prefabricados. Al frente, pasadas las pistas de aterrizaje, lo que parece el complejo principal de la base, un grupo de 6 cúpulas agrupadas. A la derecha, una estación de captación solar, aunque no habéis visto ningún satélite al aproximaros.

Las luces del panel de mando se van iluminando de verde una a una, excepto la de la derivación de carga.

Harrison va pulsando botoncitos y palancas para dejar la nave en estado de espera.

-Vamos a tener que solucionar ese problema eléctrico de la zona de carga si queremos que esta tostadora vuelva a levantar el vuelo.- comenta.- De todas maneras- dice mientras pega unos golpecitos al indicador de combustible.- dudo que tengamos suficiente combustible como para salir de la atmósfera. Espero que esta base tenga los tanques de abastecimiento llenos, aunque tendremos que poner en marcha el sistema de bombeo...

La señal de la baliza sigue parpadeando en la pantalla de comunicaciones.

-Pero lo primero es lo primero, deberíamos ir a explorar esa baliza.

Bueno, parece que está todo claro, sólo espero que no haya más criaturas potencialmente mortales ahi fuera....

-cogiendo armas-

Revisamos la baliza y buscamos combustible, necesitamos algo mas?  deberiamos comprobar la despensa.....y el botiquín, nunca se sabe las cosas utiles que podemos encontrar por ahí y que quizás nos vengan bien. Espero que tengamos suficientes trajes...

Harrison se levanta del asiento del piloto.

-¿Como van esos trajes? ¿Se han dañado durante la jarana? No estoy seguro de que el sistema de soporte de vida de la base esté funcionando...

Se acerca a Nickole y revisa con ella que los trajes no estén dañados.

-La base parece un despliegue estandar PB-102, no creo que tengamos problemas para movernos, excepto si en algún módulo se han cerrado las puertas estancas.

El corpulento cuarto tripulante rebusca en los armarios hasta dar con el de los trajes. Revisa uno, sacando piezas pesadas que parecen casi una armadura.

- Es una armadura - Coge el casco, abultado y con un extraño visor con cámaras acopladas. - Esto es... un casco de combate Cgr-29. Estos trajes son militares. Trajes de combate Cero-G... la hostia puta...

Saca todas las piezas: Cuatro trajes Cgr-29 completos, de diferentes tallas. No parecen en mal estado.

- Ahora habrá que ir probandoselos...

Nickole coge el traje de su talla y comprueba que sabe cómo va y cómo funcionan el visor y demás, una vez hecho, se pone el traje-armadura sobre la ropa. comprobando que se puede mover cómodamente con él.

miremos el lado positivo, con estos trajes estaremos prparados para lo que se nos aparezca ahi fuera. Vamos?

Harrison, si el sistema de soporte de vida de la base no funciona sabrias repararlo? no me siento muy tranquila si no puedo respirar a gusto sin ayuda....

Aunque había afirmado sin dudarlo el modelo de la base (simplemente lo sabía), la mente de Harrison todavía estaba nublada, no recordaba el nombre de sus padres, ni donde había estudiado. Pero cuando el tipo duro sacó los trajes recordó parte de la instrucción. No le había hecho ninguna gracia tener que aprender a usar aquellos trajes militares. Ahora, sin embargo, parecía que eran la única manera de salir de la nave, era imposible saber la calidad del aire, si es que había alguno, con los sensores de la nave dañados.

Cogió las piezas de su armadura y miró a la chica.

-¿La verdad? No tengo ni idea de si sabré, tendremos que esperar a que esté delante del panel de control para ver si se algo de mecánica de bases...

Se quitó la chaqueta y comenzó a ponerse la piezas de la armadura y a encajarlas sin pensar, casi instintivamente.

Los pesados trajes se sellan con un siseo. El oxígeno de los generadores tiene un regusto metálico que os seca la garganta. En cuanto salís de la nave, comprendéis por qué los trajes pesan tanto: El asteroide apenas tiene gravedad suficiente para manteneos pegados a él. Un fuerte golpe podría lanzaros fuera de la órbita, de no ser poque los trajes parecen haber sido compensados previamente.

A la izquierda se alinean unos barracones de almacenamiento estandar: Grandes cajas cuadradas con enganches para clavarlos al suelo que parecen garras de alguna extraña griatura robótica. Se apilan unos sobre otros, cubiertos por el cableado de la estación. En lo alto, podéis ver los restos dañados de una antena de comunicaciones. Tras ellos se encuentra la señal del transpondedor de emergencia que recibísteis, podéis verlo claramente en los Visores Inteligentes de los cascos, que proyectan un entramado de líneas y una serie de códigos justo frente a vuestros ojos.

Al otro lado de la pista de aterrizaje, sobre una plataforma de andamios que sirven para nivelar el abrupto fondo del cráter, se alza el cuerpo central del Complejo: Seis cúpulas geodésicas estandar, agrupadas y unidas por cortas pasarelas cerradas. Lo que parece ser una compuerta presurizada acoplada a una de las cúpulas hace las veces de entrada principal. Sobre la cúpula central, un grupo de antenas y balizas deberían lanzar su intemitente señal de posición. Sin embargo, todo permanece apagado, oculto bajo la sombra del borde del cráter.

A la derecha, en la zona iluminada por el inmisericorde sol, se extienden varios campos de Captación Solar, rodeando una Estación de Microonda. Los paneles brillantes agrupados en círculo y el grupo de antenas que se alzan hacia el cielo hacen que recuerde a una extraña flor metálica, creciendo en medio de ninguna parte. Diversas bobinas de almacenamiento y transformadores se alzan juntos al pie de un afloramiento rocoso, en la zona de sombra más cercana al Captador Solar.

El suelo está cubierto de cables, conducciones y líneas de comunicación. Donde no se han instalado tarimas y pasarelas, parece como si el satélite hubiese sido invadido por decenas de miles de extrañas serpientes de piel plástica. Los caminos que se encuentran a la sombra del cráter deberían estar marcados con postes luminosos, pero no es así: Los postes están, pero no hay luz. Tampoco se ven luces en las salas comunes del edificio central, ni señales de ningún tipo.

La estación parece abandonada. Muerta.

Los comunicadores se encienden con un click y seguidamente se escucha algo de estática hasta que Harrison comienza a hablar.

-Señores, señorita, bienvenidos a la estación de investigación 36.

Dicho esto enciende el arma que le ha pasado Jake y espera a que todos los indicadores se pongan verdes. Después se queda mirando a Jake, a la espera de su estrategia táctica. Parece que él es el que sabe de esto...

Nickole decide responder y comprobar que su comunicador funciona en ambas direcciones.

- Bueno, y ahora qué?

El comunicador chasquea con ruidos y estática.

- Vamos a comprobar esa señal de auxilio. Harrison, Nickole, por la derecha - Señala en dirección a un grupo de alamacenes de color gris. - James y yo iremos por el otro lado. Informad de cualquier cosa, y tened cuidado.

Con cuidado, se adelanta hacia la cobertura más cercana, con el rifle preparado.

- ¡Si, mama! - La voz de James resuena demasiado alta en los auriculares de los cascos. - ¿Cuando lleguemos me puedo comprar un helado? Porfaaaaaaaaaaa...

Sin preocuparse lo más mínimo por las precauciones, James camina detrás de Jake como si estuviese en un desfile, el rifle al hombro y paso militar.

Harrison asiente con falsa seguridad y empieza a caminar hacia la parte derecha de los barracones.

La pantalla de control del comunicador, en su antebrazo, le muestra la posición relativa de la baliza, que sigue emitiendo su señal periódicamente.

Cuando llegan a los barracones Harrison se pega a la pared y va aproximándose hacia la esquina que le separa del origen de la señal.

Nickole asiente ante las órdenes, y acompaña a Harrison.

Parece que barbitas sabe lo que hace, déjémosle ir delante

-Gracias a dios que no nos ha tocado ir con ese psicopata...

se calla y se concentra, a saber lo que se pueden encontrar...

- Espero que no esteis hablando mal de nosotros o que si lo haceis, mantengais cerrado el microfono, por que no me gusta que hablen mal de mi a mis espaldas y esas cosas. - Dice Jake mientras toqueteaba los botonicos del traje espacial de Gravedad-Zero, que estaban sobre su antebrazo.

- ¿Alguien ve algo? ¿Siente algo? Yo no se vosotros, pero esto me pone un poco los vellos de la nuca, y por que no decirlo, los de mi nariz, un poco de punta. -

Jake era un tio resuelto, algunos podrian llamarlo "loco", otros, simplemente "especial". ¿Pero no era acaso la genialidad una especie de locura? 

Bah. Malditas leyes galacticas y malditos sean los pollos con alas de metal plateado.

Malditos pollos.

- Bah, ¿y a quien le importa? - dice James con su carismático estilo habitual.

Menuda mierda de sitio, empiezo a tener hambre - piensa en voz alta, y acto seguido añade - ¡Hey, nena, tus braguitas resultaban bien apetecibles! Ñam Ñam.

James suelta una desquiciante y sonora risa burlona.

viendo el animoso debate que ha abierto, Nickole responde a la conversación, meintras sigue atenta a lo que hacen

- Jake, si lo he dicho con el micro abierto, no lo digo a vuestras espaldas y no, no va por tí, va por James al que de paso aviso, acércate a menos de diez metros de mis bragas y meteré tu cabeza en tu propio culo!!!

-Harrison, ves algo?