Partida Rol por web

- Bill, ¿por qué hemos traído aquí a los bandidos en vez de llevarlos a las celdas? Sé que allí no hay mucho espacio, pero no veo el problema en que duerman apretados. ¿Por qué traerlos a la iglesia?

Sin perder de vista al sheriff mientras me contesta las preguntas, se agacha para revisar las ataduras, reforzando los nudos que le parezcan más sueltos. Revisa los cuerpos de los bandidos y les quita cualquier arma que puedan llevar escondida, pistolas, cuchillos e incluso cerillas, que la iglesia es de madera. También separa toda la munición que puedan llevar, puesto que en el pueblo hay escasez de todo tipo de abastecimientos.

Sale de la capilla tras darle a los hombres del sheriff lo que ha requisado a los bandidos y se dirige a hablar con Ted separándose del sheriff y del resto del grupo.

- ¿Soy el único al que esto le huele a chamusquina? ¿Por qué Bill envía a sus tres hombres a una estación de tren, dejando a los bandidos prácticamente desprotegidos? ¿Para qué les ha encerrado en la iglesia, donde está el único objeto de valor que queda en el pueblo? ¿Y por qué se empeña en no perseguir al bandido que falta? Creo que nos la están jugando. No me importa el dinero de la recompensa, lo único que necesito es un nuevo rifle de caza y un caballo de reserva, pero aquí hay algo que no está bien.

- Creo que no deberías hacer la guardia sólo, pero también pienso que tendríamos que perseguir a ese Jake y de paso vigilar qué hacen los hombres del sheriff. Además no me gusta la idea de dejarle solo haciendo una guardia con todos los bandidos. ¿Qué opinas? ¿Alguna idea?

En el momento que os separáis, Bill avanza hacia vosotros, pero no logra escuchar sobre lo que habláis.

- Chicos, es hora de hacer guardia. Ted, tu haz guardia en la puerta principal, yo vigilare a los cabrones.

Tras escuchar las palabras de Bill, Jeff se mueve, parece un poco asqueado, y se sienta en uno de los bancos, para descansar. Mientras lo hace, de vez en cuando abre un ojo, pues, no se fia de Bill, y no sabe lo que podrá pasar...

Ted, comienza a vigilar y parece estar bastante despierto. Bill, se encuentra encima del campanario, vigilando con un rifle Winchestern.

En ese momento, escucháis unos ruidos dentro de la iglesia. Os giráis y divisáis como los forasteros comienzan a despertar...

Comenzáis a abrir los ojos lentamente... Os duele la cabeza, y no tenéis ni idea de donde estáis, Lo único que veis, es gris, aparentemente, veis borroso y la cabeza os da vueltas, mareados. Entonces, comenzáis a ver con mas claridad y acabáis abriendo los ojos totalmente y podéis divisar una iglesia, donde estáis.

La capilla, es cuadrada y esta hecha de madera. Todo el edificio esta hecho de madera y un poco de piedra. Esta totalmente pintada de blanco, por dentro, y por afuera. Dentro, esta llena de bancos y en un lado, un altar y detrás del altar, una cruz que medirá casi dos metros, hecha de oro y con incrustaciones de otras joyas, conocida como la cruz de Santa Clara, el orgullo del pueblo.

En un momento, os dais cuenta de la situación. Estáis atados, haciendo un circulo, de pies y manos. Parece que lo que paso en la cantina, no era un mal sueño. Parece que entonces, todo se esta acabando para vosotros...

Entonces, cuando recuperáis la vista, podéis ver a dos personas que visteis en la cantina y estan armados con rifles. En un pilar apoyado, hay varias armas, y si os fijais, son vuestras armas.

En ese momento, Ted suelta un pequeño gruñido y se gira mirando al grupo.

- EH! Ahí afuera esta el otro bandido – Grita Bill desde encima del campnario. En ese momento, los forasteros sonrien para sus adentros “ Aun queda uno “ pueden pensar alguno de ellos. Quizas, esa sea su salvación.

En ese momento, se escucha un disparo del rifle.

- ¡YA ESTA! ¡Ha caído! - Grita Bill – El tipo esta muerto. Cuando lo escucháis, algunos bandidos no pueden soportarlo y comienzan a maldecir por lo baje.

Entonces, Ted se gira mientras sigue haciendo guardia, y podeis observar como hace unos gestos raros con la cara...

- ¡JEFF! ¡VEN AQUí! - Grita Ted. En ese momento, Jeff se mueve corriendo y se pone al lado de la ventana, observando lo que ocurre (Continua...)

Comenzáis a ver unos ojos amarillos desde la oscuridad. Después, veis una mancha de sangre en el suelo y cuando la figura sale de la oscuridad, podeis divisar al forastero, que anda tras haber recibido un disparo en los pulmones.

La gente comienza a salir afuera alertados por el disparo y el grito de Bill, y divisan al forastero. Alguno de ellos se acercan para intentar placar al forastero, y en ese momento, el forastero placa a uno de ellos y lo tira al suelo. Lo único que podéis ver después, son los ciudadanos corriendo alejándose y gritando, y uno de ellos, con valentía, le suelta un golpe al forastero lanzando de encima al que placaba. Podéis ver entonces, que el vecino del suelo, esta lleno de sangre y de bocados, totalmente sangre, y se levanta lentamente, poniéndose en pie, y con los ojos amarillos. En ese momento, comienzan a morder a otros vecinos.

Los forasteros estáis quietos, mirando a Jeff y Ted, asomados en la ventana, y como ponen gestos raros con la cara. Mientras tanto, el dueño de los establos esta durmiendo, en uno de los bancos.

- ¿Qué pasa? - Dice uno de los bandidos, intentando saber que pasa.

A que viene esto?.

Que estais haciendo?.

Acaso no teneis prision en el pueblo.

Me despierto anonadado, mirando a mi alrededor. Bill... ese hijo de puta... Intento zafarme de mis ataduras de cualquier modo mientras Kid está hablando.

- ¿Qué coño os pensáis que estáis haciendo, eh? -pregunto con voz queda, pero llena de odio.

Empiezo a reirme a carcajadas.

- LLEVARNOS LA CRUUUUUZ, JAJAJAJA, ¿HAS VISTO EL TAMAÑO DE ESA COSA? NO CREÍ QUE FUERAS TAN ESTÚPIDO JAKE, JAJAJAJAAAAAAA.

De repente dejo de reirme en seco y pongo cara seria, para comenzar a proferir amenazas...

- O me soltais... u os juro que os mato uno a uno, ¡a todos vosotros! ¡Vendré desde el infierno recarnado en mi pútrido cuerpo para devoraros los sesos! Andaré por ahí, sin rumbo, mientras grito "BRAIIIINS" (cerebros).

SOLTARNOS CABRONES. ¡No hemos hecho nada! Solo somos un grupo de parroquianos que van de aquí para allá hablando sobre la palabra de Dios... pss... JAJAJA PALABRA DE DIOS, UNOS COJONES.

El griterío me devuelve a la realidad. Abro los ojos, bostezando suavemente, y miro a los presos.

- ¡Eh, vosotros! Callaos de una vez. No gritéis, o tendré que apretar el gatillo. Os aseguró que no dudaré en hacerlo, los de vuestra calaña, sanguijuelas que le quitan a las humildes personas de los pueblos donde paran, sus bienes, no son de mi agrado. Siempre he sido partidario de que si quieres algo, tienes que esforzarte. Y robarlo, no es la solución - Otro bostezo invade mi actitud. Cojo uno de los rifles y apunto a uno de los tres. Apostillo bien el arma, y sitúo un dedo sobre el gatillo. Miro a ver si está cargada. - Os digo todo esto, porque la vida no me ha enseñado tampoco otra cosa. Lo que sí está claro, es que unos forajidos, buscados por la ley, no pasarán por Santa Clara sin se ajusticiados.

Lanzo un ojo a mis otros compañeros. - Chicos, estos degenerados empiezan a desperezarse y exigir. - Exclamo desde mi posición.

Jeff coge su rifle y mira por la ventana en cuanto Ted le llama.

- Pero ¿qué coño? - apunta a algo por la ventana, pero no llega a disparar. - Bill, hay demasiada gente y no tengo un tiro limpio, ¡cárgate a ese cabrón de una vez! ¡Mathew, cierra la puerta trasera y todas las ventanas! ¡Que no entre nadie salvo que le dejemos pasar por la puerta principal!

Al oir las palabras de James, se da la vuelta.

- Cerrad la puta boca - grita a los bandidos atados - Tú - añade señalando a James con el rifle - ese tal Jake parece que ya está cumpliendo tus amenazas. ¿De qué coño va esto? Contesta o te vuelo la cabeza aquí mismo. Este lugar es sagrado para vosotros, pero yo no tengo problemas en esparcir tu cerebro por el altar.

 Ted aparta la mirada de la ventana con un tono hosco en su rostro.

 - Atrincherad las puertas y ventanas. Las cosas se ponen feas.- Dice a la par que se dirige hacia la puerta de acceso y empieza a atrancar la puerta con la ayuda de los bancos.

 - Y vosotros.- Mirando fugazmente a los bandidos.- Cerrad el pico si no quereís que os lo cierra a patadas. Es el último aviso.- El tono de voz en sus últimas palabras es bajo y gélido.

Iros todos a la mierda. ¿Quereis que me calle?.¿Que os den?. ¿Creeis que prefiero la horca a un tiro?.

Me importa una mierda lo que penseis, este pueblo esta camino de Mexico y no teneis una misera moneda, asi que de que os preocupais. Nosotros ibamos a cruzar la frontera, pero eso era hasta que nos golpeasteis. Mas vale que nos solteis rapido porque de lo contrario a lo mejor cambiamos de opinion y Santa Clara se convierte en pueblo fantasma.

Asiento a Jeff, dirigéndome a la puerta trasera. Me pongo en pie y paso cerca de los bandidos, pero no lo suficiente como para que puedan tirarme al suelo o cualquier cosa parecida. Con paso rápido me acerco a la puerta trasera, y con un candelabro, la bloqueo, para que nadie pueda entrar. Acto seguido, intento hacer lo mismo con las ventanas. Las bloqueo con lo que pueda. Unas tablas de madera, unas cuerdas, o unas chapas metálicas.

Tras verificar que está todo muy bien asegurado, vuelvo con mis compañeros. En el preciso momento en que Kid estaba hablando. Le coloco la escopeta en la sien.

- ¿Seguro que quieres morir?¿Tú que vienes a amenazar a la gente de mi pueblo? ¿Tú que dices que vas a arrasar nuestra casa? - Coloco el dedo sobre el gatillo, a medida que la escopeta empieza a ejercer presión sobre su sombrero. - No dudaré en apretar el gatillo si realmente no tienes miedo a morir - Digo con una serenidad absoluta.

¿Quien ha amenazado a tu gente, sois vosotros los que nos habeis envenenado malnacidos.?.

Y a que coño viene cerrar las puertas y ventanas?.

Escucho las palabras de Jeff y mi semblante se pone muy serio.

- Yo de ti no hablaría de más, sucio piel roja... Vosotros arrancais cabelleras a vuestros enemigos, pero yo arranco las cabezas a los tuyos, así que no me hinches los cojones.

Y esto de lugar sagrado para mi tiene poco, a mi pareccer es como el coño de tu madre, que se lo folla cualquiera, sea humano o no. Así que como te pille, te enteras.

Le miro fijamente, con la cara más fea que ha podido ver en su puta vida, para luego empezar a descojonarme en su cara.