Partida Rol por web

Si es verdad Rick... ya es hora de marchar...

Gracias por todo Doctor Franklin... le pido que me llame cualquier novedad o dato que llegue a sus oidos...

Vayamos a ver al sargento entonces...

Doctor una cosa mas... cuando me entregaran el cuerpo para enterrarlo en santa sepultura?... John piensa en el velatorio del tio por un momento... Rapidamente vuelve a pensar en el asesino de su tio y se pone furioso...

-Sí, veamos. Examinado el cuerpo, no veo motivo para hacer una autopsia. Está clara la causa de la muerte. Mañana mismo podrían disponer del cuerpo. Mi recomendación es que anuncien el funeral mañana, en el primer oficio de la misa para que lo puedan celebrar en el primer oficio de la tarde, a las 15:00. Si quiere me puedo encargar yo de hablar con la funeraria, que usted ya tiene bastante. Váyase a dormir y deje que me ocupe de todo-.

En la quietud de la noche, se oye el ruido de un motor de coche. Oís como se detiene. Debe estar muy cerca.

Llegáis al Depósito de Cadáveres. Aparcáis el Ford justo delante. A estas horas de la noche no se oye ni un alma y casi todas las casas tienen las luces apagadas. El fulgor que sale del depósito, le da un aspecto fantasmal.

Mientras los dos doctores atienden los detalles del entierro Rick se enfrasca en su libreta... Entonces el ruido de un vehículo deteniéndose le llama la atención. Rick se acerca a la ventana para oír mejor...

Perfecto Doctor Franklin me parece bien... muchas gracias por su atencion... Entonces a las 15 hs... Le agradeceria que se encargara de todo Doctor... yo igualmente lo llamare mañana... de todas maneras nos vemos mañana entonces...

Si iremos a descansar... a sido un dia realmente muy triste...

Al escuchar el ruido del motor John piensa en sus amigos... seran ellos... se pregunta mirando a Rick

-Vamos, terminemos aquí cuanto antes –digo bajándome. –Este lugar me provoca escalofríos y me estrangula la voz.

Avanzo hacia el recinto.

Te detienes un momento junto a la ventana para escuchar y percibes un murmullo que reconoces como la voz de Jupiter Dixon "-Vamos, terminemos aquí cuanto antes. Este lugar me provoca escalofríos y me estrangula la voz."

Percy bajó del vehículo, pero esperó apoyado en él a que Júpiter avisara a los otros. A él también le estaban dando escalofríos, y no solamente por el clima. Aún con el maquillaje mal lavado en los bordes de su rostro y cuello, el espíritu de la fiesta y el juego se desvanecían rápidamente para dar pie a sentimientos más deprimentes y lúgubres. En su mente liviana, la aventura se asemejaba más y más a algo feo y peligroso. Todo ello, durante el viaje, había terminado por calar hasta lo más hondo, y ahora estaba serio y pálido.

Quiso quitarle importancia con una sonrisa. Vale. La voz salió más aguda de lo normal. Espero aquí, colega. Diles que se den prisa.

Rick se despide del forense -Creo que nuestros amigos ya han vuelto. Muchas gracias doctor, nos vamos ya.- Rick se dirige a la salida...

Os encontráis todos a la salida del depósito de cadáveres. Es noche cerrada y la única luz que os llega es la luz amarilla y ténue que proyectan las escasas farolas que hay en la calle.

El reencuentro con nuestros compañeros en la morgue es lúgubre. Quizás porque antes no teníamos muy asumida la realidad o porque dos son demasiadas veces para venir a este sitio en un día, parece que el ánimo es más de funeral. Cuando Rick sale por la puerta me acerco a hablar con el. - No hemos tenido mucha suerte con la casa, la policía no nos dejó entrar. ¿Cómo ha ido todo dentro?

Rick mira a los amigos de Doc. Está visiblemente pálido, aunque el color está volviendo a sus mejillas, y tiene la frente perlada de sudor -Mejor no queráis saberlo, no sé qué clase de ser depravado es el responsable pero merece morir lentamente... ¿Tenéis el diario? Quiero echarle un vistazo.-

-Habíamos planeado pasarnos por el Chaston para relajarnos –respondo-, pero si habéis quedado tan traumatizados… Bueno, sí, qué diablos, no se me ocurre mejor sitio que un bar para pasar un mal trago. ¿Qué dice, profesor Scott?

Si, pensamos que ahí podríamos examinar juntos el diario, comentar los que nos parezca que tiene importancia... el sargento nos dará un informe completo de lo que investiguen en la casa, aunque... bueno. Mejor leemos el diario ¿no?

Percy estaba algo nervioso, pero parecía decidido a trasnochar, si hacía falta. Qué narices, sus exámenes ya iban como el culo de mal.

John saluda a sus amigos... Todo esto es muy raro...

Si seguramente el diario tiene algun rastro de todo lo que a pasado...

John asiente a Jupiter... 

Me parece bien amigos vayamos a tomar algo y analizar esto un poco mejor... quiero llegar al final de esto... mi tio fue torturado... lo encontraron amordazado... y luego lo estrangularon hasta la muerte... 

Saben algo del desaparecido Dawson?... vayamos marchando hacia Chaston

-El sargento Pickman dijo que ya estaban buscando a Dawson –le informo mientras me apretujo en el automóvil. -¿Pilla su casa de paso?

Y:

-Lamento las circunstancias del deceso. ¿A qué se dedicaba su tío?

Rick se abanica con el sombrero un momento como recuperando el aliento y se acerca al coche, sube y arranca -Vosotros diréis por donde...-

Contestando a Jupiter John cuenta...

Mi tio era historiador de religión comparativa en la Universidad de Miskatonick. Especialista en la cultura y la religión de la India, pasaba largas temporadas viajando a la India y otros lugares de la zona, por lo que lo veia esporádicamente. La ultima vez debió de ser hace unos tres o cuatro años...

creo que sera una larga noche... dice mientras mira por la ventana... y comienza a indicar a Rick... dobla aqui en la esquina Rick.... y continua guiandolo hasta llegar al Chaston  

La noche se cernía sobre todos ellos. La noche, que habitualmente era tiempo de alegría y desenfreno, por primera vez hacía mella en el alma del bueno de Percy, con heladas garras de miedo.

Torturado hasta morir, para desvelar quién sabe qué secretos. Palpó el incómodo diario en su pecho, donde estaba guardado.

Toma, viejo amigo. Guárdalo tú. No hemos leído todavía ni una palabra. Se lo entregó a John, estirándose desde el asiento trasero hasta dejarlo en sus rodillas.