Puse una mano en el hombro de Sirrah y miré a Lion...-Volvamos.- Tomaría mi propio camino.
Estais en texas y teneis que volver a Nueva York, como lo haceis?
Sirhan mira a su alrededor, el fuerte sol tejano le da en la cabeza, recordandole donde esta y lo dificil que será volver. No tiene tanto dinero, de hecho no tiene dinero. Asi que se pueden olvidar de tomar un avion o lo que sea.
-Una vez terminado el "rescate- dijo arrugango el ceño-. ¿Como pensabamos volver? Petrelli debe estar viendo.
Era un pensamiento desagradable, sobre todo viendo las intenciones de Fenix, pero otra opcion no habia, a menos que pretendiera que murieran alli.
-Sino, debemos robar un auto o conseguir dinero.
-Creo...que Petrelli quería librarse de nosotros-Murmuro para mí mismo-Quiere a María...y tanto Lion como yo somos un obstáculo para tenerla totalmente bajo su control...- Estaba seguro de que Lion no me escuchana...pero Lobo sí, María no estaba a salvo ni con unos ni con otros...y Carla...
Las palabras de Fenix no le gustaron nada, si eso era asi, ¿para que iba a revivir a su difunta esposa? ¿Por qué devolversela si de todos modos iba a matarlo? Se resfregó los ojos como si asi encontrara la respuesta a todo eso.
-Trenes de carga- dijo con tristeza-. Podemos subirnos uno que vaya a Nueva York, los vagabundos hacen eso generalmente.
No queria creer lo que le dijo Fenix, temia que si eso era verdad, la vida de su esposa terminaria con la suya.
- Y que tal si le llamamos por telefono, para algo nos dio la targeta de su compañia, le llamamos le decimos que queremos volver y listo-
-Llamaló- Digo simplemente...una vez llegara tendría que hablar con María...le iba a decir TODA la verdad...si no se quería venir, me vendría yo sólo.
Saco mi telefono y empiezo a llamarle, espero con suerte que me responda- Señor Petrelli- silencio de combersacion- Pues paseme con el digale que soy Lion Sans- silencio otra vez- Si vale esperare unos minutos- pongo la mano en el telefono- odio a la secretarias- espero unos segundos- Si señor, vera emos tenido unos problemas y ahora no podemos regresar-
-Dimeló a mi...me paso el día hablando con ellas antes de ir al trabajo...-Murmuro esperando que venga Petrelli.
- ¡No lo dira enserio!- digo algo alterado por sus palabras- Pero tenemos que volver ya no podemos...- me quedo callado mientras escucho lo que me dice- De acuerdo se lo dire al resto- cuelgo el telefono.
- Me a dicho que podemos esperar unas hras y mandara a alguien a buscarnos o cargar a al empresa un coche de alquiler y partir hacia alli, peroque esta demasiado ocupado como para venir a por nosotros-
-Lo sabía...hijo de puta- Murmuro -Vamos al aeropuerto, pagaré unos billetes y nos vamos en avión...-
¿Falta mucho para seguir, por favor?.
que tu compañero diga algo, estoy esperandole a el.
pero bueno es fin de semana y carnabales de seguro esta disfrutandolo.
- Sí, el tal Arthur parece que les ha manipulado. A mí el nombre no me suena de nada. ¿Tiene algo que ver con ustedes, con la Compañía? ¿Un exempleado descontento quizá? - preguntó Michael.
Tenía unas ganas horribles de que alguien le echara un vistazo a sus heridas
- Vamos a la enfermeria- digo dandome media vuelta esperqando que me sigan- Vereis Arthur petrelli era uno de los fundadores de la compañia, pero hasta hace muy poco se le creia muerto, por algunarazon sobrevivio y ahora quiere hacerse con todo, planea algo peligroso y mi mision es impedirselo a toda costa-
Mientras le seguía, le pregunté:
- ¿Y cual es su poder?. Si debemos de enfrentarnos a él, no vienen mal conocerlo. ¿Y que es lo que planea?.
- No sólo cuál es su poder... ¿Tiene a más gente con habilidades trabajando para él? - el encuentro con los asaltantes no dejaba un buen recuerdo en la mente de Michael.
- Hasta donde yo se, lee la mente, pero me han dicho que ahora posee muchas mas facultades, asique tiene que haber conseguido la forma de poder tener mas habilidades, y si tiene a mucha gente con habilidades trabajando con el casi todo criminales-
- ¿Hay alguna forma de obtener más habilidades? ¿Podríamos nosotros conseguirlo? - Michael estaba sorprendido. Si eso era cierto se abría ante él un enorme abanico de posibilidades.