Partida Rol por web

¿Cuerpos? ¿Qué cuerpos? Michael estaba un poco estupefacto... El tal James parecía haberse adaptado muy facilmente y rapidamente a la vida como "soldado a sueldo" de la Compañía... Michael había aceptado por sus habilidades y por quitarse el tatuaje... pero de ahí a plantearse matar a gente así como así...

Aunque si eran gente con habilidades, y venían con malas intenciones, probablemente no dudarían en matarles. Michael se dijo que tenía mucho que aprender de James, no le temblaría el pulso a la hora de usar un arma.

- Los cuerpos seran incinerados, no se preocupe por ello, entiendo sus problemas respecto a eso y creanme que yo desearia tener que matar tan poco como ustedes-

El hombre parece completamente horrorizado e incapaz de pensar pero niega todo el tiempo con la caebza, no parece saber nada.

-Vale, vamos a hacer las cosas más sencillas...llevanos ante tu superior, el jefazo de este sitio- Digo amenazante mientras el dedo me comienza a arder -Y tapate la herida bien con la camisa-

 Asentí conforme:

 - Entiendo, señor, si me disculpa, me voy a mi puesto.

 Si no me dice nada más, marcho a preparar y ayudar en la defensa.

- Sabemos que entraran por la parte de la fabrica de papel, asique esperen en la oficina de direccion y cuando entren intenten acabar con ellos de la mejor forma posible-

- Fenix no me parece una idea muy sensata- desde luego llevar a un tipo asi por la fabrica era una incoherencia- Sabemos donde esta el despacho del jefe, pues vayamos hacia el, el director sabra algo seguro, es mejor evitar que el pueda gritar o algo, si dan la alamarma podriamos estar en peligro-

-Perdona, tienes razón...es que, soy lo único que tiene en el mundo y...- Sin terminar la frase pego mi mano en el lateral del hombre hasta conseguir que se desmaye del dolor...aunque no estaba muerto -Vamos al despacho del jefe entonces- Digo asqueado por lo que me había visto obligado a hacer.

 - Entendido, ¿Elle estará con nosotros?. Si vienen a por todas, necesitaremos pararlos con todo lo que tengamos... Y ella es todo un peso pesado, por lo que he visto.

-L tiene razón- dijo Sirhan. El tipo lloraba incontrolablemente, seria un constante peligro para ellos. Justo cuando ve que Fenix enciende su mano y la acerca al sujeto,Sirhan dice-. Espera- pero es demaciado tarde, el olor a carne quemada inunda el cuarto y el trabajador pone los ojos en blanco y cae al suelo inerte-. Iba a probar poder- dijo encogiendose de hombros-. Vamos, sin ser vistos. Sospecharian si nos ven sin él.

No sabía exactamente como funcionaba el poder de Lobo, así que mejor evitarlo si podía afectarnos a los demás. Asentí a su razonamiento y puse camino al despacho del presidente de la empresa concuidado de que los trabajadores no nos vieran.

-Claro que voy, sin mi estariais perdidos-

 Le dediqué una sonrisa divertida y amistosa a la chica:

 - Me alegro oír eso, sin ti yo duraría menos que un caramelo en la puerta de un colegio. Vamos al tajo, entonces.

 Sin decir nada más, me encamino a la puerta, con la intención de salir y dirigirme a la oficina de dirección.

Llegais hasta el puesto donde teneis que esperar, no entrais por al puerta principal si no por un asceson secreto, algo que desde luego no os sorprende nada.

Sigo a James y Elle sin dudarlo. Por el camino pregunto:

- Elle, ¿tienes algún arma o algo que podamos usar aparte de nuestras habilidades? -

No todos podíamos atacar a distancia tan bien como ella...

no os es dificil encontrar la puerta del directo de la empresa, esta en la parte inferior en una zona por la que ya habeis pasado

Cuando llegamos a nuestro puesto de defensa busco con la mirada algún sitio desde donde pueda esconderme y cubrir a mis compañeros. No tengo ni idea de las habilidades de los atacantes, pero si hay suerte y alcanzo a tocar a uno, dejará de ser un problema... así que busco algún sitio donde pueda esconderme y tratar de pillar por sorpresa a quien quiera que entre.

- Ten- digo dandole una de nuestras armas- Es una pistola electrica, deja paralizado a quien toque, nos servira para ganar tiempo, si los reducimos podemos encerrarlos sin matarles-

Cuando llegamos toco a la puerta despacio para intentar disimular mi nerviosismo, tenía que rescatarla aunque me costara la vida, eso lo tenía claro.