Partida Rol por web

La risotada de Mitius se corta de golpe. Sus ojos se abren como escudillas de sopa caliente, pues ve cómo los seis diminutos cristales de los colgantes de sus —por ahora— compañeros se iluminan.

Vuestros colgantes resplandecen débilmente, como si cada uno de sus cristales tuviese dentro una pequeña llama blanca. Meiar, quien parece reaccionar ante cada detalle como un conejo nervioso, os hace notar que las luces laten al unísono.

Buena parte del paisaje se desvanece, incluyendo el sol de mediodía, dando paso a una visión más solemne y, definitivamente, más atractiva para vuestras aspiraciones e intereses que un campo interminable.*

La imponencia de la construcción, con sus enormes sillares y titánicas columnas, os hace sentir pequeños de inmediato. Un reconocimiento del perímetro, sugerido por el siempre alerta Rognar (y desoído por el siempre en su mundo Mitius, quien se queda en su sitio frotándose las manos y murmurando una serie de números sin orden aparente), revela una sola entrada, bloqueada por una gran puerta de reja doble. En medio de esta hay una placa del tamaño de una cama.

Me acerco a Sivil- Recuerda, que el libro se lo llevó el semignomo fumeta como recuerdo. El bárbaro parece fuerte, siempre viene bien tener guardaespaldas, y la elfa... bueno, va en el lote, aunque cuando pueda la asesinare. Probablemente sea a base de golpes con bolsas de naranjas, pero no estoy seguro

Vaya, ¡un castillo megachuli! -mi rostro parece iluminado, al parecer algo inteligente a mi parecer ha pasado por mi mente- ¿Alguno tiene intención de llamar a la puerta? No pretendereis que lo haga yo ¿NO? aunque claro, vistas las opciones, un drow, que son bien recibidos en todos los lados, un bárbaro babeante y analfabeto y una elfa miedosa. Pues no pienso llamar. Eah...

¡¡¡MIRAD, UN MONO DE TRES CABEZAS!!!

No es un castillo cualquiera, es la escuela!!! grita emocionada para acto seguido, olvidado el temor que le producen los dos extraños por su tremenda curiosidad, acercarse a la puerta para leer, si puede, lo que pone en la placa.

Mientras se acerca no para de repetir en voz alta totalmente emocionada La encontramos, Rognar... al fin voy a poder cumplir mi promesa!!

La placa es de acero, pero tiene adherida a ella una lámina de mármol que simula un pergamino, y sobre la que hay grabada la siguiente inscripción:

Miro con detenimiento la placa, a ver que puedo encontrar. Seguro que es mágica y sacaría un buen pelizco por venderla. Trendé que estudiarlo

Al ver sus sospechas confirmadas vuelve entusiasmada hasta Rognar Es cierto, jefe* ahì està!!! pero no sé dònde tenemos que apuntarnos... lo que està claro es que nos van a poner pruebas antes de llegar al claustro, pero seguro que podremos superarlas!! Que ilusiòn, la encontramos, no sé còmo pero ahì està, justo delante de nosotros. A que son maravillosos estos collares? al final no nos hizo falta la pociòn Mientras habla a toda velocidad, como sucede cada vez que se emociona, no para de dar saltitos y palmas de alegrìa

Miro bien la puerta.
Tiene algun tipo de pestillo?
Al ser una reja que vemos del interior?

Tal vez haya que escribirlo en el pergamino de marmol, o incluso con decirlo en voz alta delante de la puerta valga. Me vuelvo hacia Mitius.-Creo que la pocion me afecto en exceso, no recordaba al gnomo.Tenemos que encontrarlo, no me gusta que me engañen ni me traten como un tonto.Me acerco a la puerta, desconfiado y frotandome la barbilla.-¿Y bien,que hacemos ahora?

Aunque no serías capaz de pronunciarlo a la primera, el nombre de Fficust Masverlingel no te resulta extraño, ni mucho menos. Tan célebre para los magos como infame para los hechiceros, se trata de un hechicero elfo que defendió la igualdad en la magia arcana, sin distinción entre talento innato (hechicería) o adquirido (estudios mágicos). Su respeto por quienes suplían la carencia de magia en la sangre a base de meticuloso estudio le llevó a fundar una serie de escuelas de enseñanza mágica libre.

En la actualidad, se desconoce su paradero. Probablemente fuera asesinado por algún fanático defensor de la hechicería o se haya muerto de viejo, pues según tus cálculos debería tener ahora unos 370 años.

En el submundo no has tenido ocasión de estudiar mucho acerca de la historia de la magia en la superficie, pero el nombre de Fficust Masverlingel no te resulta del todo extraño. Recuerdas vagamente que era un elfo que ocasionó una revolución en la magia, profundizando las diferencias entre hechiceros y magos.

Ante el examen superficial de Rognar, la puerta no parece estar cerrada, bloqueada ni atrancada. A través de la reja, iluminado por unas luces suaves que parecen provenir de los flancos, se ve un recibidor cuadrado de piedra idéntica a la de la entrada. En la pared de enfrente hay un arco en descenso, lo que parece indicar la existencia de unas escaleras de bajada.

Todo está en calma.

Pues entonces entremos hasta el recibidor Doy un pequeño empujon a la puerta para ver si se abre.

Sientes un cosquilleo que nace en la palma de la mano y te recorre el cuerpo. Aunque no es doloroso, la sensación de que te están espiando por dentro se te antoja muy desagradable. Desde que saliste del régimen dictatorial de tu ciudad, aprecias la intimidad más que cualquier otra posesión.

La puerta se ilumina con un débil latido luminoso cuando Sivil la toca. Al punto, se oye el descorrer de un pasador y una puerta, perfectamente disimulada en los sillares, se abre en la parte interior de la reja. Una mujer de altura media y vestida con un traje bastante atrevido, tan negro como su cabellera, se asoma y os mira con desdén.

No tenemos letrinas, así que...

Se fija en vuestros colgantes y suspira cansinamente.

No me lo puedo creer, ¿otra vez? Lo siento, la escuela está cerrada. Abandonada, más bien. Ahora sed buenos chicos y no os paséis tocando la puertecita de las narices todo el día, ¿estamos?

No puede ser que esté cerrada... sinò por qué nos iban a dar los colgantes?... pregunta algo decepcionada pero sin terminar de creerselo. Si, como dices, està abandonada no te importarà que al menos demos un paseo por el edificio para ver como era, no?

EJEM -digo en voz alta para llamar la atención de mis estúpidos (sobre todo el bárbaro) compañeros- Claro, como Mitius es el mejor y le tenemos envidia le ignoramos completamente, ¿ES ESO NO?. Muy bien. Entonces no os diré nada sobre Fficust Masverlingel. Ojalá os pudrais por envidiosos. -Tras esto, miro a la atractiva recepcionista con cara de psicópata- ¿Cómo que no hay letrinas? entonces eso significa... ¿tendremos que hacernos nuestras necesidades encima como el bárbaro? ¡¡YA ME ESTÁ DICIENDO, SEÑORITA -Putita Barata- DÓNDE ESTÁ EL BAÑO!!... Y de paso la Dichosa Orden.