Partida Rol por web

- Si le metes un tiro en la rodilla para asegurarte de que no vulva a jugar en su vida, te regalo un cargador - 

Era un buen trato mas teniendo en cuenta que solo tendrias que mentir para ello, por otra parte quedare con el cuerpo de alguien como el seria muy sencillo y practico a la hora de cometer cualquier crimen.

-trato hecho - le dije tendiendole la mano para estrecharla y cerrar el trato.

"mi plan está saliendo tal y como esperaba" Aguardaba su apretón de manos para ir al siguiente punto de acción de la noche, aún me quedaban un par de cosas que hacer.

El tipo coge el dinero y te da el arma sin ningun problema, tienes claro que el arma funciona de verdad y ademas puedes notar como asimilas parte del adn del hombre que pasa a formar ahora parte de tu cuerpo, sabes que podras tansformarte en el cuando quieras.

Tenia lo que quería, así que bueno, era cuestión de andar un poco, tenía un largo camino hasta la guarida y la noche era joven.

Con la pistola escondida tenía claro cual era mi siguiente paso, simplemente andar, tarde o temprano encontraría una pequeña tienda abierta cerca de alguna callejuela, alguna gasolinera, vamos, algún sitio donde probar mis nuevas habilidades, pero sobretodo donde conseguir algo de dinero.

Mi segundo objetivo, aunque no por este orden, era buscar alguna mujer, y aunque a estas horas era difícial algún niño o niña. Sabía que era capaz de copiar personas, así que me interesaba poder transformarme en diferentes personas de diferenes edades y estilos.

Encontrar una tienda era bastante sencillo habia super mercados por todas partes y tiendas absurdas de ropa de todo tipo sin tener que buscar demasiado, por otra parte para encontrar una gasolinera si que habia que irse un poco mas lejos, pero en cambio era bastante sencillo encontrar pequeñas tiendas de comestibles cerca de las salidas del metro, cualquiera de esos lugares era bueno para atracarlo, pero el que mas te llama la atención sin duda era una pequeña tienda de ropa cara que hacia esquina en una calle, no era muy grande pero si tenia cosa bastante lujosas para mujeres.

Aquella tienda de ropa cara parecía perfecta, además no iba a entretenerme demasiado, el plan era claro, quitarme la camisa y esconderla en un callejón junto a mi bolsa, entrar en la tienda a punta de pistola, coger lo que pueda de dinero y salir pitando hacia el callejón donde cambiaré de forma rápidamente y saldré tan tranquilo.

La idea estaba en mi cabeza, ahora tocaba llevarla a cabo. Finalmente decidí no quitarme la camisa, ya que tenía otras de repuesto en la blosa para cambiarmela. Escondí mi mochila en unos cubos de basura en un callejón, preparaé mi arma en la entrepierna, como en las pelis, y me concentré para cambiar de forma y convertirme en aquel macarra que había conocido un rato antes.

El cambio de cuerpo fue un poco lento y mas extraño de lo que habias imaginado, tu cuerpo se redimensiono como hacia siempre, pero esa era la parte facil y a la que ya parecias estar acostumbrado el problema vino despues cuando las emociones de la persona en la que te habias transformado atacaron tu mente, te sentias enfadado con el mundo con ganas de golpear a alguien, no podias dejar de pensar que todo era cupa de los negros y los hispanos, de todos aquellos que no eran blancos al 100% una lacra del mundo que te habia dejado jodido, querias venganza y sobre todo querias dejar de estar cabreado con el mundo.

era dificil controlarte en ese estado, basicamente odiabas todo lo existente y estabas tan furioso que abrias matado a alguien que se encontrase cerca de ti.

Entré en la tienda sin dudarlo.

-A ver hijos de puta, todo el mundo quieto que hoy le voy a volar la cabeza al primero que se ponga chulo. Esto es muy fácil, quiero dos cosas, primero la pasta de la caja en una bolsa, y segundo darle una paliza al primer emigrante de mierda que haya aquí dentro - digo mientras saco la pistola apuntando a la persona que estaba tras el mostrador.

Dentro de la tienda no hay mas que mujeres como clientas y son todas blancas así que tu segunda pretension es imposible algo con lo que se supone que ya cuentas, aun asi todos en la tienda se alarman y retroceden asustados, el dependiente no tarda en levantar las manos y alejarse de la caja dejandote hacer lo que te de la gana, hay gritos de algunas mujeres desesperadas pero nada exagerado.

-Venga cabronazo aparta - le digo al dependiente. Cogí todo el dinero que había, también me fijé si había alguna chocolatina y me la metí en el bolsillo. - Creo que está todo, ahora me voy a parar a comerme esta chocolatina en la puerta, como oiga sirenas de policia entro y os rebiento los sesos a todos. - Salí pitando leches de allí, obviamente no me paré en la puerta, sino que me dirigí al callejón donde había escondido mi mochila, para acto seguido concentrarme en mi cuerpo, en Dani, quería volver a cambiar de forma para alejarme de allí dando un cómodo paseo sin levantar sospecha.

Sales de la tienda con el dinero sin problema ninguno y te metes en el callejon, pero no es tan facil como parece y tratas de concentrarte pero tu cuerpo no reacciona, estas demasiado cabreado demasiado embargado por el odio y el cabreo como para poder fijar una imagen de ti mismo, los instintos de ese cuerpo te poseen y no logras desacerte de ellos.

"maldita sea, necesito una buena pelea" pienso mientras trato de concentrarme en Dani. Ante la falta de transformación decido coger mi mochila y salir corriendo de allí en busca de algún escondrijo mientras espero que el ejercicio físico pueda devolverme a mi forma natural. Sigo pensando en cómo era, en mi pelo, mi ropa, mis pensamientos, trato de alejar de mi al macarra en el que me había convertido.

Sales corriendo tan rapido como puedes, apremiado por el sonido de una sirena de policia que empieza a sonar en la lejania, no puedes hacer nada solo correr asustado y rezar por que no te cojan, tu mente trata de centrarse y de recordar quien eres exactamente pero no puedes por mas que lo intentas, estas nervioso y llevado por los pensamientos y las emociones de un cuerpo que no es el tuyo, pero extrañamente si puedes pensar en otras personas y sobre todo en tu gata, no es mucho pero el recuerdo de tu gata ayuda a serenarte lo suficiente como para calmarte y escondido como puedes tras un contenerdor empezar a cambiar.

Te cuesta pero logras transformarte en ti mismo.

Me pongo de nuevo la camisa y salgo andando en dirección contraria para dar un rodeo y dirigirme poco a poco hacia la guarida. Creo que es hora de reunirme con Ashley, y como aún ando lago lejos decido buscar un taxi que me acerque a aquella zona.

Llegar hasta alli es bastante simple una vez tomas un taxi y por suerte no te sale exageradamente caro, el problema ahora una vez en la estacion del metro es recordar el camino exacto hacia la guarida, sabes que hay que tomar un tunel y meterse con cuidado en una zona de trenes hasta ir a parar a una zona antigua, pero la cuestion es encontrar el lugar.

Me extraña ese mensaje de Ashley, así que me paro un momento a mirar por facebook con mi movil a ver que encuentro. Antes le mando un mensaje.

Facebook ese portal magico donde puedes encontrarte con todos tus amigos de forma virtual, buscar gente conocida de tu infancia y mil cosas mas.

Por desgracia en este mundo todo puede ser usado como un arma y Facebook no podia ser menos, hay fotos de tu hazaña de la noche anterior incluso videos colgados y mil cosas mas, comentarios satiricos gente celebrando la actuacion y sobre todo una chica destrozada, no estaba en la fiesta en ese momento y por decirle a todo el mundo que es un montaje la toman por loca o drogadicta su novia la dejado publicamente y es el centro de mira de todos los estudiantes, en apenas unas horas has destrozado la vida de una pobre chica inocente que no habia echo mas que estar en una fiesta viendo como su novio borracho tonteaba con otras.

Me dirijo hacia la guarida buscando el lugar correcto mientras mando un mensaje con el móvil.

Venga, date prisa en volver que tengo más cosas que contarte. Yo ya estoy casi.

"Vaya, yo pensando que la habían cargado, pues eso no es nada, cuando le cuente que he atracado una tienda..." - pensé mientras me fijaba en el lugar de entrada de la guarida.