Partida Rol por web

Nacho finalmente se relajó un poco cuando la chica siguió mostrándose amigable. Quizás aquella reacción hubiera sido una reacción propia del estrés que habían estado atravesando recientemente. De hecho ella no daba signos de siquiera recordarla. Pues entonces al menos de momento el también la dejaría de lado.

_Sí, sí, sé que es una broma. No pensé que fueras a matarme. Sobre querer hacerlo, ya es más discutible-se permitió esbozar una sonrisa-. Y está muy bien ese poder. Espero que lo consigas, aunque te lleve un tiempo conseguirlo.

Luego casi disfrutó de la confusión (o al menos él pensaba que era una confusión) de David.

_Pues en realidad no, no has llegado ni siquiera a lo que creían tus profesores -dijo con tono pícaro-. Creo que el escudo con patas sería Ilia. Y sobre tu poder, si quieres puedes intentarlo en el viaje a Texas. Pienso dormir de lo lindo.

Cuando Nacho saco de su error a David me encogí de hombros.

—Técnicamente lo soy. Aunque un escudo que a veces no funciona al cubrir a otros.—Respondí antes de volver a dirigirme a Bora.—Si, destruir es fácil, eso lo sé, un par de explosivos y todo cae abajo, pero pensé que allí hay gente como nosotros que esta siendo usada. Pensé que cuando hablábamos sobre clausurar también incluía salvarlos…

Cuando se dio por finalizada la reunión no parecía que estuviera más segura que al inicio. Prepararía la maleta, aunque llevábamos poco tiempo allí y no había mucho que preparar.

El viaje había sido bastante largo y agotador. No habían tenido problemas con las armas ya que Bora tal y como había dicho transporto las bolsas que las llevaban directamente a la bodega del avión, en incluso a la hora de bajarse de allí en EEUU hizo lo mismo pero en el interior del vehículo en el que iban a estar.

Bueno… ya estamos aquí… parece que hace bastante calor chicos. Ummm lo primero es lo primero, vamos a ir a nuestro piso franco y os cuento.

Lo que Bora llamaba piso franco era apenas un cuchitril, un apartamento en uno de los barrios mas problemáticos de la ciudad, la chica parecía moverse por allí con tranquilidad

Esta bastante bien eh… me recuerda al sitio donde me crie… bueno… a ver… ummm os prometí que os contaría un poco mas del plan aquí…

Sonríe y mira a todos mientras abre la nevera y comprueba como hay una botella de lecha bastante pasada

Quien de vosotros quiere hacerse pasar por narcotraficante… ah y Illia creo que el papel de traficante de armas te quedaria perfecto...

Nacho no estaba acostumbrado a esos viajes, y en los últimos tiempos había tenido más de los que le habrían gustado. La compañía había sido grata pero el cansancio había afectado su humor, y si bien Bora le caía muy bien, no le agradaba que siguiera con tantas vueltas.

_Pues si fuera un adicto, diría que David, que solo basta escucharlo hablar -sonrió ante su propia ocurrencia. Eso lo predispuso mejor para decir lo que seguía-. ¿Por qué no cuentas todo el plan y vemos cómo mejor repartirnos, Bora? Que no entiendo qué tiene que ver un narcotraficante con lo que vinimos a hacer aquí. De todos modos, supongo que yo podría hacer de narcotraficante si fuera necesario. Supongo que con mis poderes podría arreglar las cosas si se generaran sospechas o algo por el estilo.

Bora suspira profundamente y asiente:

Vaaale, solo quería darle misterio. Pero os contare el plan completo.

Decía mientras abre una estantería, en esta ocasión había una bolsa de patatas que abre y prueba, tras poner mala cara empieza a comerse las patatas mientras habla:

Bueno… pues resulta que la empresa que queremos investigar es una de esas empresas que tiene doble personalidad por así decirlo, por un lado es una contratista del gobierno y por otro vende armas a narcotraficantes, señores de la guerra… y toda clase de gente por el mundo.

Sonríe levemente y finalmente parece que decide tirar las patatas al suelo:

Y hoy hay una… reunión en la que van a subastar una de sus armas mas nuevas y van a acudir toda clase de gente no especialmente respetable para pujar por ese nueva arma… y esa es nuestra entrada

Durante el viaje, Bora demostró nuevamente lo guay que era, resolviendo ella sola el problema de colar las armas. Por lo demás, el viaje fue muy largo… Demasiado. Al llegar a Texas yo solo tenía ganas de tumbarme y descansar, aunque hubiese estado tantas horas sentada.

El barrio en el que estaba el piso era muy feo y sucio. No me gustó nada. Y era un apartamento, no una casa como en la que yo vivía cuando era más pequeña. Me sentí bastante decepcionada. Nada más llegar arriba, dejé la maleta en un rincón y me dejé caer en una silla, escuchando lo que decía Bora.

—¿Narcotraficante? ¿Eso qué son, gente que vende cosas? ¡Yo a lo mejor podría hacerlo! Solo hay que convencer a los clientes para que compren lo que sea, ¿no?

Al poco, Bora procedió a explicarse algo mejor.

—¿Una subasta? Pues nunca he estado en ninguna. —Recordaba haber visto alguna en alguna peli. Me hacía bastante ilusión ir a alguna de verdad—. Pues, si al final tú haces de narcotraficante, yo podría usar una ilusión para parecerme más a ti y hacerme pasar por tu hermana o algo —propuse, imaginándome con el pelo rubio.

Al ver que Bora abría la bolsa de patatas, me levanté y me acerqué a ella extendiendo la mano.

—¿Puedo coger una, porfa?

Aunque un avión era mucho mas llevadero que el helicóptero que les sacó de la isla, David se sintió igualmente inquieto todo el viaje, sin moverse de su asiente en el pasillo para no poder mirar por la ventanilla.

Cuando por fin llegaron al piso resultó ser un cuchitril, tampoco esperaba un piso franco a lo ames Bond y mientras fueron fugitivos, Carla y el habían estado en sitios así.

—Si fueras un adicto a lo mejor así tendrías algo de gracia—. Respondió a Nacho.

Entonces Bora contó su plan, el cual parecía algo endeble, teniendo en cuenta que eran unos críos y debían parecer narcotraficantes.

—Tendremos que conseguir ropa al menos, porque con estas pintas pasamos por traficantes de chucherías como mucho—. Entonces miró a Eileen. —Por eso sí que podrías hacerte pasar.

Nacho se estaba haciendo un mapa mental en su cabeza. Estaba tan concentrado en él que ni siquiera decidió seguirle las bromas a David.

_¿Deberíamos comprar un arma? ¿Y luego? ¿Y no hay problema en que ingresen menores a la subasta? ¿Y nuestros fondos tienen algún límite? Porque si no, yo podría estar atento a posibles competidores para intentar convencerlos de desistir. Y sí, lo siento, sé que son muchas preguntas, pero necesito entender de qué va esto.

Mis ojos se abrieron levemente por la sorpresa del papel que Bora pensaba que interpretaría bien.

—Vaya… me habían llamado muchas cosas pero narcotraficante es la primera vez.—Dije un tanto aturdida hasta que finalmente explico el motivo.

Durante un rato me quede pensativa. Aquel papel podía ser el más peligroso y a la vez el más seguro, así que no tenía claro si era el mejor puesto para mí. Finalmente me encogí de hombros.

—No tengo claro que debería hacer, pero si crees que puedo hacerlo no tengo problema si los demás están de acuerdo.—Mire al resto durante un momento pensando en las preguntas de Nacho.—¿Pero tenemos que hacer algo en la propia subasta? ¿No es solo la forma de entrar?

Bora le da las patatas a Eileen mientras dice:

Están rancias… vamos a tener que comprar unas nuevas. Un narcotraficante… ummm es una persona mala que vende drogas… esas cosas malas que la gente toma y que después se vuelven medio tontos y medio zombis

Decía mientras parecía imitar con sus gestos a un zombi. Tras su no especialmente inspirada imitación dice:

Esa es una idea genial, puedes parecer la hija o la hermana pequeña de alguno, seguro que así pasas desapercibida sin problemas.

Sonríe a la niña y mira a David con una leve sonrisa:

Jeje… no te preocupes, eso es fácil… solo hay que ir a cualquier tienda de camino

Luego mira a Nacho y vuelve a sonreír mientras dice:

Ya tenemos armas que podemos llevar y vamos a llevar, esto es EEUU lo raro seria no llevar armas. Ademas que entren niños o no les da igual, no es que los que van a la subasta les importen demasiado las leyes… acuérdate que somos tipos muy malos, traficantes de armas y de droga… porque uno tiene que hacerse pasar por traficante de armas y el otro de droga… son los pases por así decirlo que he podido conseguir, pero allí habrá también asesinos, millonarios, caciques… vamos… escoria del mundo.

Después mira a Illia y dice:

De momento lo que queremos es ver cual es esa famosa arma que según parece puede cambiar el mundo y depende de como sea ese arma ya veremos que hacemos… ojala baste con solo comprarla… en cuanto al dinero no os preocupéis, tenemos todo el dinero del mundo a nuestra disposición gracias a Gina

Termina diciendo con una amplia sonrisa

—¿Traficante de chucherías? ¡Suena guay! —respondí a David, sonriendo.

Al probar las patatas, hice una mueca de disgusto. Habían perdido todo el sabor. No quise probar más.

—Y, si se vuelven medio tontos, ¿por qué compran esas cosas? —pregunté algo confundida. A veces los adultos hacían cosas muy raras.

Viendo que Bora aprobaba mi plan, yo sonreí, contenta y orgullosa. —Mejor hermana, ¿no? Mi padre es mucho más mayor que ellos.

Dicho eso, cerré los ojos, me concentré, y enseguida mi apariencia cambió por completo:

—¿Qué os parece? ¿Me parezco a Nacho? —pregunté sonriente.

Al oír más detalles sobre la clase de gente que iba a haber por allí, me dio un poquito de miedo. Iba a haber gente muy mala. Sonaba peligroso. Sería mejor que no me separase de los demás.

—¿No sabéis nada de esa arma? ¿Qué puede ser, una pistola que destruya todo a lo que dispara? ¿O que tenga balas teledirigidas?

No se entendía nada, pero había que reconocer que Bora era divertida. Le parecía un poco desorganizada para una misión de esa importancia, pero al menos iban a pasar un lindo rato. Nacho sonrió a su vez por su respuesta.

_Noo, no decía que tuviéramos que comprar armas para llevar. No sabía si era necesario que compráramos armas allí. Respecto AL arma, no creo que baste con comprarla, porque luego se pueden hacer otras. Creo que lo mejor es que David sea el narcotraficante, así yo puedo ocuparme de intentar encontrar pistas en las cabezas de los vendedores del arma. ¿Qué crees?

Miró luego a Eileen un rato, analizando distintos rasgos que recordaba de él mismo.

_¡Pues creo que lo has hecho bastante bien, eh! De todos modos no creo que debas ir así. Te agotaría sostener la ilusión tanto tiempo, y si fallara sería un problema.

Se notó hambriento en ese momento, pero ni siquiera intentó lo de las patatas.

_Patatas... o helado. ¿Qué les parece?

David asintió sorprendido al ver el dominio que había conseguido la chiquilla de su poder en tan poco tiempo.

—Pues sí que podría colar, se nota que has entrenado con tus poderes, buen trabajo.

Entonces se giró hacia Nacho y Bora.

—A ver, tampoco podemos hacer muchos planes hasta que sepamos que es el arma. Si es una especie de rayo de la muerte fabricado en un laboratorio, pues si, habrá que desmantelar también el laboratorio. Pero si es alguna especie de artefacto extraño, que se yo, algo venido del espacio, bastaría por ponerla a buen recaudo.

Se quedó un momento callado mientras escuchaba la voz en su interior, para después asentir.

—Pues también es verdad, el arma podría incluso ser alguien con poderes especiales, la verdad es que las variables son muchas.

Después se fue hacia la puerta de la habitación y se giró para dirigirse a todos mientras hacia gestos exagerados que acompañaban sus palabras.

—Vayamos a buscar algo bueno para comer, que estamos en Texas, aquí tiene que haber chuletones como Eileen de grandes. Y también ropa fashion que ponernos, que ahora soy narcotraficante, no puedo ir por ahí con estas pintas y el estómago rugiendo.

Bora sonríe ante las ocurrencias de la pequeña y dice:

La verdad… porque son tontos, por eso deciden seguir comprando esas cosas… ademas, las drogas tienen unas cosas que hacen que quieras estar comprandolas siempre sin parar

Al ver como usa su habilidad sonríe ampliamente y aplaude:

Vaya… lo has hecho súper bien, seguro que podrías engañar hasta a la hermana de Nacho de verdad… espera, ¿Nacho tiene hermana? Uy no le he preguntado… Oye Nacho… se parece a tu hermana ¿no? Si tienes… si no tienes se parece a una posible hermana tuya, ¿verdad?

Alza los hombros cuando preguntan sobre el arma y dice:

No tenemos ni idea… y eso es lo raro, no hemos podido averiguar absolutamente nada de esa famosa arma, así que por eso es tan peligrosa… yo tengo la teoría que puede ser alguna clase de virus o algo así que va a poner del revés todo de nuevo

Al escuchar la propuesta de Nacho da un salto y dice:

Helados con patatas… aquí se comen mucho seguro.

Algunas horas pasaron y los chicos pudieron comprar comida y ropa, ya todos tenían el aspecto que quería haber tomado, a fin de cuentas como dijo Bora el disponer de mucho dinero gracias a las habilidades de Gina era toda una ventaja. Bora se había comprado simplemente un traja de chaqueta de color negro y había comprado un par de cartucheras para poner un par de pistolas, pero ademas llevaba unos cuantos cuchillos disimulados en las botas que llevaba.

Bueno… parece que ya estamos todos preparados… así que recapitulemos todos un momento… entonces, ¿quien es el narcotraficante y quien el contrabandista de armas?

¡A todos les encantó mi ilusión! Aunque a Nacho no le quedaba claro que pudiese mantener esa apariencia mucho rato.

—¡Eh! ¡Puedo mantener la ilusión durante bastante tiempo! Además, puedo esperar a cuando ya estemos allí. —Todo el mundo me subestimaba. Pero yo iba a enseñarles lo que era capaz de hacer—. Umm… ¡Helado! ¡Me encantan los helados!

Al oír el comentario de David, me giré hacia éste, dolida.

—¿Cómo que grandes como yo? —Me palpé la barriga, preocupada—. Yo no estoy gorda, ¿no? —Por unos momentos, tuve una expresión triste en la cara.

Por otro lado, Bora continuó explicando parte del plan.

—Entonces, ¿vamos a ir a una fiesta de tontos? Entonces, seguro que podemos engañarlos sin problemas. —Tras sus comentarios sobre la hermana de Nacho, me acerqué a él y rodeé uno de sus brazos con el mío, apoyándome en su costado—. ¡Pues ahora sí tiene una!

El tema de que no tuviesen ni idea de qué era esa arma me parecía muy extraño. Aunque también hacía que todo fuese más intrigante. Le daba un poquito de emoción.

A la hora de comprar la ropa, viendo que Bora se ponía bastante elegante, yo me decidí también por un conjunto bonito, y abrigado:

—Pero, entonces… ¿cuál es el plan? ¿Entramos, fingimos, y robamos el arma si podemos? ¿Cómo escapamos? —Miré a Bora y entonces me di cuenta de lo obvia que era la respuesta a eso último—. ¿Yo puedo llevar armas? ¿Puedo llevar una pistola o un cuchillo? —pregunté, poniendo ojitos.

David se sorprendió un poco ante la preguntade la pequeña.

—No, no estás gorda, lo decía porque un filete de este tamaño—. Extendió los brazos hasta abarcar mas o menos la altura de Eileen. —Es un pedazo de filete.

El chico aprovechó para comer todo lo que pudo y más, para él esa era una de las grandes ventajas de tener a Carla dentro, un metabolismo acelerado que le permitía comer todo lo que quisiera sin engordar.

Entonces apareció por la puerta justo en el momento que Bora lanzaba su pregunta, se apoyó en el marco de la puerta haciendo posturitas de modelo, con su nuevo peinado y la ropa que había escogido para disfrazarse.

—¿Quién a pedido un atractivo narcotraficante?

Todos se habían puesto muy elegantes. La verdad es que Nacho privilegiaba la comodidad por sobre la elegancia, de modo que se compró ese tipo de ropa deportiva que de algún modo queda elegante para no desentonar demasiado con el resto. Para comer unas ricas hamburguesas. ¡No les habían dado hamburguesas con papas fritas como ésas en el centro! Las había extrañado. Y por supuesto su helado de postre.

Confirmó que el compartir tiempo con Bora justificaba ir a la misión y no se arrepentía de su elección. Se echó una carcajada sincera cuando la chica comenzó a enredarse con el tema de su familia.

_No Bora, no tengo hermanas, ni hermanos. Así que Eileen será mi primera hermana y más parecida a una hermana mía que una real hermana mía.

En ese momento su sonrisa desapareció repentinamente. No parecía molesto ni nada parecido, solo pensativo. Tras unos segundos compartió su pensamiento.

_En realidad no lo sé. Tras lo mío, supongo que mis padres no habrán querido otros hijos, pero ni siquiera sé qué fue de ellos, o si estarán vivos siquiera. Así que... no sé si tengo hermanos, no creo...

Inmediatamente cayó en la cuenta de que podía estar arruinando el momento y se forzó a sonreír nuevamente.

_Así que eres una espléndida primera hermana, Eileen. Que por cierto no dudo que puedas mantenerla. Solo digo que no deberías desgastarte de más por si necesitamos todo tu poder en algún otro momento, ¿entiendes?

Y la oportunidad ante la pregunta de David no se podía desaprovechar.

_¡Aquí lo pedimos! ¿Tú eres el del delivery? ¿Dónde está el ATRACTIVO narcotraficante? Vamos, entrégalo -dijo riendo-. Y yo ni sé de qué voy, pero voy.

—En realidad creo que vamos a una fiesta de las personas que engañan a esos tontos.—Respondí a Eileen con una pequeña sonrisa en los labios ante las ocurrencias de la pequeña.

Me había mantenido en silencio mientras pensaba que era lo que íbamos a hacer, no ataque con muchas ganas el tentempié de patatas y helado, quizá fuese por los nervios pero notaba como tenía el estómago revuelto.

No fue hasta que el tema empezó a poner algo más triste por los comentarios de Nacho que no reaccione.

—No le des muchas vueltas Nacho. —Dije calmada. — No es raro pensar en la familia pero preguntarse que ha sido de ellos no sirve de mucho. Además, si querías tener una hermanita creo que ella da el pego completamente.

Como ropas no sabías que elegir y habia recurrido a pedir consejo a Bora. En un primer momento había elegido un elegante traje oscuro más parecido al destinado para una oficinista que para una traficante de armas, modelo que había acabado cambiando con los consejos de la asiática. Cuando apareció David con aquellas nuevas ropas y peinados me quede mirando algo aturdida por lo bien que daba el pego.

— Creo que la próxima vez que quiera hacerme pasar por algo ya sé a quién preguntar. —Dije sin aun apartar la mirada al menos hasta que Eileen pregunto por las armas.—Supongo que eso es un punto, ¿Aunque sea para aparentar deberíamos llevar armas?

Algo en mi cabeza decía que sería raro que una traficante de armas o su compañía no llevara ni una sola arma.

David se bajó las gafas de sol hasta la punta de la nariz para mirar sonriente a Nacho por encima de ellas.

—Está claro de que vas tú, del medio tonto que prueba las drogas.

Entonces se giró hacia Ilia.

—Claro que sí, tu pregúntame a mí, que el estilo me viene de serie. En cuanto a lo de las armas, pues supongo que nos registrarán a la entrada y nos las quitarán, pero para disimular habría que llevar alguna.

Luego empezó a hablar consigo mismo.

—_{Es verdad ¿Cómo se llamaba esa peli?}

—_{Si era de James Bond.}

—_{Eso es, GoldenEye.}

—No tendremos una pistola de oro por ahí, que con eso si que damos el pego—. Dijo mirando a Bora.

El grupo se monto en un todo terreno, de esos realmente grandes que gustaban tanto a los norte americanos, mientras iban de camino Bora dice a Eileen:

De momento vamos a una fiesta en donde se va a vender y hacer la presentación de ese arma… si podemos comprarla la compramos, sino, la robamos… y si hace falta destruimos la forma de hacer mas de esas armas

Mirando a todos durante unos momentos dice:

Por cierto estáis todos muy guapos eh… parece que nos sienta bien ser malas personas jajaja

El coche se dirige al exterior de la ciudad, tras un buen rato llegan a una zona que casi parece una base militar con guardias de seguridad privada armados con armas automaticas, los hombres vestidos completamente de negro revisan el coche y al ver que no hay nada les dejan pasar. Bora que era una conductora bastante agresiva y descuidada aparca en la puerta de un gran edificio:

Bueno… ya estamos aquí… tomad, estas dos invitaciones… el señor o señora Cortez es nuestro pequeño gran narcotraficante y el apellido de nuestro traficante de armas es Ivanov… así que ya sabéis…

Bora es la primera en salir y caminar hacia la puerta, allí había un hombre en traje acompañado por dos guardias con ropas negras y capucha, ademas de por supuesto armas automáticas. El hombre parece sonreír al ver a Bora y dice:

Vaya… señorita Kim es un placer verle…

Bora sonríe ampliamente y habla con confianza:

Hey James ¿que tal estas? Vaya, te han puesto aquí a recoger las armas eh… toma… cuidamelas eh

Bora deja dos pistolas y el hombre alza una ceja y dice:

Bora… los cuchillos también… que nos conocemos

Bora sonríe y dice:

Claro… jeje, ya sabes como soy… bueno, ¿nos vemos dentro?

El hombre asiente y Bora entra en el edificio mientras le hombre mira al grupo y dice:

Buenas tardes… me permiten ver sus invitaciones...