Partida Rol por web

Nahuel entró al comendor de la mano de alex, su torso estaba desnudo y sus pantalones y zapatillas mojados, observó a los presentes y soltó la mano de la niña  -¿Qué quieres comer?- le preguntó -Yo la verdad que no sé cocinar, estuve en el centro desde que era más pequeño que tu así que nunca aprendí- se encogió de hombros -Creo que tomaré algo de la máquina aquella- terminó y avanzó para ver que había y pedir algo que le gustase

Miré la comida con aprensión cuando Bora me la ofreció.

—Eh... Bueno... —Dudé bastante, pero al final cogí un bocado. Por un poquito no pasaría nada, ¿no? Me lo llevé a la boca y... ¡picaba! —¡Pica! —exclamé, y por poco no lo escupí—. Entonces... podemos coger lo que queramos, ¿no? —De ninguna manera iba a seguir probando eso—. ¿Hay pizza? —¡Me encantaba cuando era pequeña! Fui derecha a la cocina en busca de pizza.

Al parecer, solo podíamos ver la tele en coreano... Pues vaya... Me habría hecho ilusión ver la tele como en los viejos tiempos.

Mientras yo me zampaba mi deliciosa pizza, Alex se preparaba unos sándwiches de nocilla de pinta deliciosa. Ya los probaría yo otro día. Estábamos pasando todos un buen rato hasta que Nacho sacó un tema que no sentó bien a Alex... A mí nunca me cayó bien Elí, pero aun así me daba pena que se hubiese quedado.

—Tranquila, Alex. Ya lo has oído: Seguro que está bien. —comenté intentando arreglarlo—. A él siempre le gustó ese sitio. Y además tiene allí a sus papás... —Pero eso no fue suficiente para tranquilizarla. Se fue corriendo. Tras perforar a Nacho con la mirada, salí corriendo tras ella—. ¡Alex, espera!

-Entiendo-, dijo simplemente y evitando preguntar qué era exactamente lo que se dijo, y aunque pudiese tener sus propias ideas no las compartiría. Por otro lado podría ir el también a por Alex pero siendo sinceros no sabía ni por dónde empezar además de tener a Arturo y Eileen, -Bien, pues mientras tu le llevas comida, Arturo y Eileen hacen lo suyo, yo me quedaré, quien sabe, a lo mejor decide volver, además... quiero comer algo-, luego se quedó callado un momento, y decidió hacer un comentario para bajar la... ¿tensión?, -Y si se pasa por aquí le diré que hay comida y un Baltazar en su cuarto-.

Entro en el lugar, buscando algo de comida. Parece que Eileen y la niña insoportable no están, pero si Bal. Creo que quería comentarme algo. Nuevo discurso paternalista, es un pedazo de pan pero me da miedo que se aprovechen de él, es demasiado fácil.

Arturo disfrutó los fideos, un poco picante, pero le recordaron la comida de su hogar, muchas gracias Bora, estaban muy ricos, luego fue a la cocina para hacerse un sandwich, siguió a Alex y fue a sentarse con ella, y Baltazar, tras la pregunta de Nacho, Arturo bajo la mirada, luego las palabras de Eileen hacen que apriete los puños y diga en voz baja, sus padres murieron, debí saber que tendría miedo.

Eileen salió corriendo y el niño no pudo detenerla, unos minutos después entro Nahuel con Alex, Arturo corrió donde estaba su amiga y la abrazo, Baltazar y Eileen están preocupados por ti, Baltazar está en su habitación y tiene comida para ti, y Eileen salió a buscarte, han sido unos días difíciles, por lo que me iré a descansar a mi cuarto, luego voltea a ver a Nahuel, gracias por traerla.

Al ver entrar a Dheera me acerco a ella y la llamo para conversar en privado para luego retirarme del lugar.

Hola ¿Ya decidiste si te vas a quedar o no? Yo me quedo, con algo de suerte marcaré una diferencia y si no, al menos podré encargarme que sujetos como O'Connor paguen.

Por cierto, no sé que planes tengas luego, pero si necesitas hablar con alguien sobre todo lo que ha pasado hoy, la puerta de mi habitación está abierta, siempre podremos ver una película en el ordenador. - digo con amabilidad mientras intento recuperar un poco el buen humor que Nacho me había quitado.

Alex se había quedado sin habla al ver como se formaban las alas de Nahuel. Eran como las de un ángel oscuro, como las que daban nombre a su grupo. Sus ojos se abrieron como platos y se cogió al chico para empezar a volar sobre las copas de los árboles. Sentía el viento azotando en su rostro y revolviendo su cabello y sonrió, emocionada. 

Le miró a los ojos al escuchar su promesa y le dio un efusivo beso en la mejilla. - Está super guay, es muchísimo más chulo que superman... - Le dijo y soltó una pequeña risa. 

Bajaron de nuevo al suelo y Nahuel le confió que aquello era un secreto y no quería que lo supiera mucha gente. Por un momento la pequeña dudó, no le gustaba guardarle secretos a Balt, pero... No sabía por qué, sintió que quería hacerlo. Alargó su mano con el dedo meñique extendido, para entrelazarlo con el de él y así cerrar el trato. - Te lo prometo - . Le dijo, con la mirada clavada en la de él.

No me sentía realmente en una deuda mayor con el señor Pfixz, así que me retire rápidamente, al llegar al comedor veo con incomodidad que Max no ha llegado, puedo ver a Nahuel, pero sin el chico, realmente no me siento con la suficiente confianza para acercarme, después de vomitar, no tengo muchas ganas de comer, pero también mi cuerpo me pide comida, decido ir por lo más fácil aun si no es muy conveniente, saco un pan dulce de la máquina expendedora, me detengo un momento cerca del grupo de ángeles oscuros, sin embargo al final me dejo intimidar, llevo demasiado alejándome de todos como para saber lo que debería hacer, solo me retiro a descansar.

La respuesta inicial de David sorprendió a Nacho. Él había utilizado un tono amable y le parecía importante interesarse por los niños para expresarles su apoyo, que supieran que no estaban solos. Incluso miró de forma desaprobatoria a David cuando hizo su comentario.

Solo unos segundos más tarde Nacho ya dudaba del tono utilizado, dado que parecía que no había solo David quien tomara a mal su pregunta. Aún así siguió pensando que sin el comentario inicial de David, quizás el resto lo habría tomado distinto. Como fuera, lo hecho estaba hecho.

Lo que siguió fue muy rápido. Baltazar volvía a hacer de las suyas, los chicos se iban, Carlos llegaba y preguntaba qué ocurría. Le tenía bastante afecto al muchacho, con quien si bien no eran íntimos amigos, llevaba una buena relación.

_Creo que metí la pata, Carlos. Pregunté a los niños cómo iban llevando lo de Elí, y se ve que a Alex le cayó mal. No tuve mala intención, al contrario, quería que se sintieran contenidos, pero se ve que no era momento para hablarlo. Por cierto, qué bueno verte por aquí.

Tras ello fue hasta la cocina y tomó una cerveza que tenía el nombre de Lee. La abrió y la puso delante de Bora.

_Aquí tienes, que la disfrutes -le respondió con otra sonrisa-.

Al darse vuelta vio que Nahuel entraba, empapado. Junto a él, estaba Alex. Sabía que podía ser para peor, pero Nacho no lo dudó. Se acercó a ellos y le habló a la niña con vos calma y sincera.

_Disculpa, Alex, no quise hacerte sentir mal. Al contrario, quería que supieran que no están solos, y que estoy aquí si necesitan hablar. Espero que me puedas perdonar.

Se alejó de ella, dado que no quería ser invasivo ni hacerla sentir mal de nuevo. En todo caso si ella quería decirle algo, podía acercarse a él. Lo que sí hizo fue hablar con Nahuel.

_¿Te bañas vestido o has estado en el lago? -dijo en todo de broma-. Supongo que lo segundo. ¿Qué tal está eso? Y si te gusta la comida picante, deja lo de la máquina y prueba aquello -señaló los platos que rodeaban a Bora-. O esos bocaditos que se hizo David también son un manjar.

Regresé al comedor, abatida. Había sido muy estúpida. ¡Claro que no iba a alcanzarla! ¡Podía teletransportarse! Ojalá no le hubiese pasado nada. De todas formas, tampoco podría haberse ido muy lejos.

Entré con la cabeza agachada, preocupada, pero cuando la levanté, ahí estaba Alex.

—¡Alex! ¿A dónde te habías ido?

Ya duchado y aseado, Megamax entra al comedor con una sonrisa, alzando la mano a modo de saludo... Holaaaaaaaa

Se prepara una buena ración de comida, así como para dos personas o una como él, según se vea de forma que casi no cabe todo en una sola bandeja y tarareando una alegre melodía se sienta en la misma mesa que Nahuel. Creo que este sitio me está gustando cada vez más jejejejejeje Y con ganas, aunque manteniendo los buenos modales, comienzo a dar cuenta de las viandas con fruición...

Al entrar en el comedor, Arturo se lanzó a sus brazos y le abrazó muy fuerte. Le dijo que Eileen había salido a buscarla y que Balt la esperaba en su dormitorio. Alex puso cara de confusión y se mordió el labio, avergonzada por su actitud. Antes de llegar a decirle nada, Arturo salió del comedor.

La pequeña miró a Nahuel y negó con la cabeza, señalando hacia la puerta. - Balt me ha llevado la comida... Y... Y tengo que buscar a Eileen... - Le dijo, excusándose, pero antes de dar media vuelta, el chico de los pelos largos se le acercó para pedirle disculpas. Le miró sin terminar de comprender. Para la niña, el que se había portado de forma tonta y estúpida era Elí. 

- Elí decidió quedarse. Cada uno tiene su decisión y yo no soy ama de las decisiones de otros... Tengo que aceptar lo que hizo - . Le dijo, intentando parafrasear las palabras que le había dicho Nahuel. Su mirada le buscó y una pequeña sonrisa asomó a sus labios. Sonrisa que se desvaneció al ver que en la sala también estaba Dheera. Arrugó ligeramente el ceño y apartó la mirada. No la había visto antes y no tenía muchas ganas de quedarse allí. 

Una voz a su espalda le hizo darse la vuelta. ¡Eileen había vuelto! 

- ¡Eileen! ¡No sabía dónde te habías ido! - Exclamó, como si la que hubiera desaparecido de repente fuera ella. La abrazó y volvió a mirarla, torciendo sus labios en una pequeña mueca. - Perdona por desaparecer así. Me... Me agobié mucho al pensar en Elí y me fui al lago - Buscó con la mirada a Nahuel y le señaló mientras seguía contándole a su amiga. - Él estaba allí y me ha acompañado de vuelta. ¿Sabes? Ya no me da miedo... - Esto último lo dijo bajando mucho la voz.