Partida Rol por web

El duelo moral se había llevado a cabo y una parte había salido vencedora.  -En cuanto termine con de atenderlo a él volveré a intentar sanar tu brazo- le dijo en un tono apagado a Nacho y caminó lentamente hacia Irwing, tocó sus sienes y liberó su poder para que hiciera lo que debía hacer.  Para volver con Nacho segundos más tardes -Hice cuanto pude, no sé si será suficiente.  Déjame ver ese brazo trataré de curarlo un poco más.-  Entonces se detuvo  -¡Quienes esten heridos y quieran recibir tratamiento viajen conmigo.  Iré en el helicóptero de Pfixz e intentaré sanarlos mientras nos vamos de aquí!-  Luego se concentró en el brazo de Nacho intentando que este sanase un poco más.

_Gracias. Y... has hecho bien -completó, haciendo referencia a la curación de Irwing-.

El mismo Nacho ya había intentado hacerlo antes, pero sus conocimientos de medicina eran limitados y definitivamente no tenía el útil poder de Nahuel.

_Vamos chicos, vengan también.

Trajeron a los que quedaban, Ciara entre ellas. Una bala humana se estrello contra ella, era mía... o bueno, tan bala como podía ser sosteniendo al crio a la vez sin hacerles daño -Me alegro de que estés bien... - aunque no dejaba de preguntarme que había gato encerrado en todo esto. Habían sobrevivido todos los que quería Bal. Por una parte me alegraba, por otro... había gato encerrado. Si quedaba sólo una decima parte, ¿por qué todos estaban vivos? Tenía un mal presentimiento. ¿La alternativa? Quedarme. Un juego muy interesante, en cierta forma, buscar a un grupo con vínculos intactos. Todos éramos rehenes de todos. ¿Era parte de su plan? 

Daba igual, ya tenía claro que tenía que irme, la duda era si en un helicóptero o en otro. Charles y Bal habían decidido ir al de Mei. Era meterse en la boca del lobo, pero asimismo el sitio más seguro. Además, no iba a dejar que se quedase solo el tipo de los ideales, ahora mismo necesitaba a alguien que pensase por él si se ponían las cosas feas, porque estaba claro que se iban a poner. Y donde fuesen los bebes era el sitio que iban a defender. Además si moría la doctora posiblemente se pudriría conmigo, era el mejor escenario.

- Ci, Eileen, Kyra, ¿venís?

Jane agradecio el interes de sus amigos, Ciara, Nacho, baltazar y  jason... Bueno, se encogio de hombros, aun era ayudada por otros compañeros, duele bastante, aunque Nahuel me ha curado parcialmente junto con Ciara.

Jane tenia parte de la camiseta ensangrentada por su propia sangre, habia recibido un disparo en la espalda llegando al comedor...por suerte tenian ayuda medica....

Mira a Ciara, donde quieres subir?

Observaba a cada uno de los presentes, sintiendo alivio al ver llegar a algunos y sin sentir indiferencia por nadie, cuantos más viajaran con ellos mejor, era un gozo extraño, no obstante permaneció junto al cuerpo de Irwing, a la espera que alguien le ayudara. No obstante no solo no le ayudó nadie, sino que pasaban junto a él incluso se jactaban de su desgracia. Clint sabía que era un chico problemático, pero acaso no lo eran todos ellos.

Clint tenía muy presentes las palabras de Gina, pero aún así, no podía dejar a alguien atrás.... no podía. Y menos aún si iban a salvar a Fern Gonzalez de morir en esta isla, ¿Como no iban a salvar a Irwing? Clint se inclinó para limpiar el vómito de Nahuel - Te pasas Nahuel, ¡Ha sido a propósito! - Le observó con rabia, no conocía de nada a Irwing, pero si había algo más feo que dejar a alguien morir, era vomitarle encima para que muriera en su propio vómito. ¿Qué podía hacer? Era flojo y débil, si Nahuel le daba un puñetazo le sacaría todos los dientes.

Con ayuda y mucho esfuerzo Clint lo subió al helicóptero de Terry - Lo van a tirar.... tendría que ir con él

Pues yo voy con Gina, en el chupihelicóptero

No listo, tú vienes conmigo

El helicóptero de Terry va casi lleno, además de eso se trata ¿te acuerdas? De no elegir. Me voy con Han y Gina - Miró de reojo a Illia, creyó ver en sus palabras que había dicho que no le gustaban demasiado los métodos del Asia Team, pero tampoco creía que le gustaran los DarkAngels, por lo que era posible que fuera en cualquiera de los dos helicópteros.

El humo de sombras a su alrededor estaba casi extinto, pero el daño de Ororo ahora suyo no le permitía relajarse del todo, cuando vio llegar a todos los del comedor se sintió un poco mejor también pero no podía evitar esa sensación de culpa por no poder salvar a más. ¿En qué helicóptero ir? La respuesta la tenía bastante clara, no quería ver a la doctora; no tras reconocer abiertamente que al llegar a los 20 años les mataban y que los medicamentos que le habían estado suministrando eran la preparación para ese momento.

- iré con el señor Terry - se alegraba infinitamente de que aquel buen hombre estuviera bien, en su lucha con el psicópata que ahora buscaba explotar la isla temió que sus hijas se quedarán huérfanas de padre, algún día quería conocerlas y si algo le pasaba a él no sabría cómo mirarlas a la cara.

El pequeño no pudo contener un par de lágrimas que rodaron por sus mejillas al ver que todos ya habían llegado, su pequeña familia, al fin estaban todos a salvo, se limpia las lágrimas, no era momento para eso, además él tenía que ser un chico rudo, fue a darle un abrazo a Jason, me alegra que lo lograrán, decidió pasarle uno de los botiquines a Nahuel, así podrían ayudar a más personas y sería una pena desperdiciarlos, voltea a ver a Eli, Alex, y Eileen, ¿en cuál helicóptero deberíamos ir?, el pequeño Arturo no quería separarse de su familia, por lo que tenían que decidir rápido antes de que se llenara.

           Tras la valerosa y desinteresada ayuda de Puleun, Ororo pudo recuperar pronto su salud, a pesar del par de disparos de bala recibidos, aunque ella trato de negarse débil y adolorida dicha ayuda por no querer ocasionarle ese daño a la valerosa chica.

           Así que tan pronto fue la mulata transportada con el valioso poder de Bora hasta el hangar y pudo reponerse en silencio de los mareos y nauseas sonrió por ver a algunos amigos y muchos camaradas de encierro aún vivos, de los que no había visto antes sobre todo Ororo saludo o abrazó a Ilia, Kyra, Baltzar y Klint antes de buscar con la mirada hacia donde se dirigían la mayoría de los Dark Angels y Puleun, con quien se sentía sumamente agradecida  y un poco en deuda 

         De tal manera que como ellos Ororo subió en silencio al helicóptero que conduciría el señor Terry, a quien le sonreiría si pudiera pasar cerca de él, no sin antes ayudarle a Clint con Irwing, aunque no supiera exactamente lo que le sucedió, ni lo ubicara muy bien entre los chicos del encierro dentro de esa isla de pesadilla para todos, esperando que en el mismo vehículo subiese alguien que pudiese ayudar a traducir sus señas para comunicarse con el resto

En un instante estaba en la cocina y al siguiente en los hangares aunque la teleportación no pareció afectarle mucho y el olor del mar mezclado con el aceite y combustible de los aparatos le resultó maravilloso, olía a libertad...

Al legar veo a Nahuel buscándome con la mirada y levanto el pulgar de mi mano derecha en mudo mensaje de "estoy bien" y le guiño un ojo.

A mi alrededor van apareciendo más compañeros y siguiendo las instrucciones de Mei se van distribuyendo entre los dos helicópteros. Me deshago de todas las armas que llevaba encima del soldado al que le quité el uniforme y las deposito en el suelo, a fin de cuentas formaban parte del disfraz sin ningún tipo de acritud. También aprovecho para quitarme el casco y el pasamontañas, su utilidad ya terminó.

Sonriente voy ayudando a mis compañeros a recuperarse del mareo del teletransporte y los ayudo a llegar al helicóptero, especialmente a aquellos que se mueven con dificultades o están heridos sin perder de vista en qué helicóptero se sube Ciara, intentando que tampoco se note demasiado. A lo mejor algún día podía hablar con ella tranquilamente... Algún día...

Volviendo al mundo real sigo atareado, ayudando a Ororo, a Irwing, que a pesar de no me caía bien lo cierto es que no me gustaba verlo en ese estado...

Cuando veo a Andrés entre los chicos me acerco a él con unas rápidas zancadas y le apoyo una mano en su hombro. ¡¡¡Andrés!!! ¿cómo te fue, conseguiste llegar?

Cuando ya esté todo el mundo embarcado soy el último en subir al helicóptero del señor Pfizx y sin ningún tipo de pena le digo adiós a la isla, hasta nuca más bien o eso esperaba...

Alex estaba tensa, mirando fijamente a los ojos de Mei, mientras esperaba a que le respondiera. Sintió como alguien se acercaba por su espalda, pero no apartó su atención de la líder de aquellas mujeres. Mantenía apretados los puñitos a ambos lados de su cuerpo y su corazón latía a mil por hora. Ella se agachó y le dijo que venían, que Yoo iba a curar a los heridos y entonces Bora los traería. Se dio la vuelta cuando ella se lo señaló y sintió como si un enorme peso se desprendiera de sus hombros. Allí estaban Jason y Ciara... Y todos los que se habían quedado en el comedor. 

Antes de poder reaccionar, una bala humana pasó cerca suyo y vio que se trataba de Dheera que corría a los brazos de Ciara. Una mueca de disgusto se formó en los labios de Alex y saludó desde donde se encontraba a los recién llegados. No tenía ganas de estar cerca de aquella niña. Hasta ese momento la había ignorado deliberadamente, pero ahora no había podido evitar fijarse en ella. 

Se quitó el chaleco antibalas y se acercó a donde habían ido dejando las armas, para soltarlo allí mismo. Aquello era incomodísimo y ya no habían guardias disparándola. Las aspas del helicóptero se pusieron en movimiento y el aire no tardó en revolver el pelo de la pequeña. Se subió la capucha de la sudadera y metió las manos en sus bolsillos. 

Escuchó como Baltazar la llamaba para ir en el helicóptero de Mei. Empezó a acercarse, cuando vio que Dheera subía con uno de los bebés. Se detuvo y arrugó el ceño mientras negaba con la cabeza y señalaba hacia el otro helicóptero. 

- Vamos en ese, porfi... - Le pidió, clavando sus ojos azules en los de él, suplicantes. Se volvió al escuchar la voz de Arturo y una pequeña sonrisa aleteó en sus labios. - Vamos en el del señor Pitx. Será más divertido... - 

-No hay nada que sentir -añadió la irlandesa antes del viaje con Bora.

Ciara mostró un cambio de color en la piel del rostro cuando apareció mediante el teletransporte. Tenía una cara azulada que volvió a cambiar a una pálida al poco rato. Las náuseas que había comentado eran una realidad. El inmediato malestar en la garganta, junto al intento de huida de la comida del estómago y sumado a una cabeza que daba vueltas para conseguir una orientación correcta sin mareos, estuvieron a punto de causar un estropicio cuando fue abrazada por los amigos que ya estaban en el hangar. 

-¡Me alegra veros! -comentó en general, yendo veloz a continuación, tras hablar, hasta un lado para vomitar.

Cuando se repuso, en cuestión de menos de un segundo por la falta de tiempo existente, pensó en qué helicóptero ir al recibir la pregunta de Jane y la de Dheera. Había mucha gente en el pilotado por Pfixz o con la intención de viajar en él, por lo que comenzó a ir hacia el de las rescatadoras. Si ambos medios de transporte iban al mismo destino, sólo era cuestión de separarse lo que esperaba fuera un breve periodo de tiempo.

-Pues iremos en el de Gina, si os parece bien a ti y a los demás -contestó a su amiga -En el otro ya va mucha gente y no creo que convenga cargar a uno de los aparatos más que al otro. Es mejor ir más o menos los mismos, o eso opino.

Antes de montar en el vehículo, lanzó una sonrisa a los que iban en el otro. 

David estaba en la puerta preparado para salir a esperar a los demás ya que no sabían nada de ellos, ni si estaban vivos o no. Pero entonces un segundo grupo de internos se teletransportó al hangar, vio a aquellos de los que se habían separado hacia un momento y también a aquellos que habían ido a buscar, al menos a la mayoría. No pudo evitar mirar con pena a Denzel, ya que todo su afán había sido buscar a sus amigas y no vio a Tiana por ningún lado.

Al parecer viajar de esa manera causaba grandes náuseas y Nahuel se aseguró de vomitar sobre Irwing, David pensaba decirle algo, pero entonces en pandillero se decidió a curarle. Más de uno quería dejarle en tierra y el que se suponía que era el más malo de los malos fue quien se puso a curarle, no tenía nada en contra de Nahuel e incluso le hacía gracia a veces, pero en aquel momento empezó a respetarle realmente. Irwing era un hijo de puta y no es que no se mereciese que lo dejaran, pero ellos debían tener unos límites si querían ser mejores que sus captores y Nahuel parecían comprenderlo.

—Os ayudaré a subir a este al helicóptero, yo iré en el otro, hay quien necesita atención médica más que yo.

No le apetecía una mierda montar en el mismo vehículo que Gina, pero la mayoría empezó a moverse hacia el otro helicóptero y apenas quedaba sitio, pero al menos Ciara iría en él y eso lo haría más ameno.

—Pues parece que nos vamos a poder ir de fiesta antes de lo que creíamos—. Dijo acercándose sonriente a Ciara y Jane. —Prometo invitar a la primera copa.

Denzel sintio como todas sus entrañas se revolvían cuando Bora uso su poder.

Por un momento pensó que su estomago se vaciaría allí mismo, pero por suerte poco a poco fue recuperando la compostura.

Echo un vistazo a los que se encontraban allí, y al ver a Ilia los ojos se le llenaron de lagrimas.

-Ilia, estas aquí.

Dijo mientras se acercaba a ella con una gran sonrisa, su vista estaba nublada por las lagrimas, pero al verla pudo sentir un gran alivio notando como se quitaba un gran peso de encima.

-Fui a buscaros en cuanto empezó todo, a ti y a Tiana, pero las cosas se fueron complicando cada vez mas, aun asi no perdi la esperanza, me alegro que estes aquí, aunque eso signifique…

Denzel recordó las palabras de Mei y guardo silencio, como si decirlo lo hiciese real.

Negó con la cabeza mientras se frotaba las lágrimas de los ojos.

-Es igual, esto aún no acabado, tenemos que irnos mientras aun podamos.

El joven miro ambos helicópteros y luego a su amiga albina.

-Si te parece bien, subamos en el de Mei, el otro parece que se está llenando bastante, además les dije que les echaría una mano con los bebes.

Al escuchar las palabras de Alex, dejo escapar un suspiro y accedo a cambiar de helicóptero, pese a que tenía mis dudas sobre ello.

Está bien Alex aunque estaremos algo apretados allí, pero si es lo que quieres. - respondo mientras subo al otro helicóptero.

Por más decente que fuera Pfixz, no dejaba de ser un guardia y eso no me inspiraba confianza.

Ayudando a Jane para que soporte mejor el teleport con su herida, ya mas recuperada que parece soportar ese viaje. La alegría es parcial, aunque muchos hemos llegado al hangar otro grupo mucho mas numeroso está muerto o simplemente no pudo llegar. Desactivo mis rasgos felinos una vez a salvo en el hangar entregando como me piden el arma y toda la munición que me lleve. ¿Puedo llevarme el chaleco por lo menos?, el chaleco me a recordar todo por lo que hemos luchado hoy, los compañeros caídos y que dejamos atrás, además que un chaleco no va suponer ningún riesgo para la seguridad del helicóptero. Si me permiten que me lo lleve me lo dejo puesto, de lo contrario lo entrego con el arma y la munición.

Abrazando feliz a los compañeros supervivientes cercanos sonrío, Baltazar te dije que no nos puede pasar nada, no hay enemigo que pueda con nosotros. Baltazar es un chico que pese a venir de un origen pijo tiene un carácter fuerte, puede llegar muy lejos si se mantiene en esa línea.

Alex, Arturo, Eileen y Elí os venís con Terry. Haciendo un gesto a los cuatro les indico para que vengan, me hace feliz que Terry se reencuentre con sus hijas, ese hombre es de lo poco salvable de este podrido lugar en cuanto a las autoridades.

Caminando con los míos que eligen el helicóptero de Terry, al pasar junto a Puleun le guiño el ojo divertido, te debo una manzana esta vez yo a ti... siempre que me han herido a mi los guardias ella ha tratado de curarme y al contrario que muchos de nosotros es una persona que no está acostumbrada a que le hagan daño o sufrir dentro de este lugar, hay que cuidar a las personas buenas que se preocupan por los demás sin pedir nada a cambio y por suerte conozco a mas de las que imaginé nunca.

—No sé. Dicen que el tío de seguridad quiere explotar la isla. ¡Está loco! —respondí a Arturo. Realmente no sabía mucho más—. Pero… ¡no podemos irnos sin ellos! —exclamé, mirando a Alex y a Arturo. ¿Es que se habían olvidado de que éramos como una familia?

David Cheng opinaba igual que ellos, y se puso en la entrada para evitar que me fuese. Yo lo miré con tristeza. Era un chico muy majo, pero no me gustaba que me impidiese hacer lo que yo quería.

Por suerte, Jason y los demás aparecieron enseguida, lo que dio fin a toda esa discusión. Inmediatamente, fui corriendo a abrazarlo con fuerza.

—¡Jason! ¡Menos mal! ¡Creía que querían dejarte atrás! —exclamé, aliviada.

Justo después, las chicas nos dijeron que fuésemos subiendo a los helicópteros. Dheera me ofreció subir al de Mei, y yo asentí. Pero Alex me pidió ir en el otro—. Pero… ¿no va mucha gente ya en el otro? —pregunté, sin darme cuenta de que quería evitar a Dheera. Entonces Jason nos mandó subir en el de Pfixz, lo que acababa toda discusión—. Pss… Vale…

No me gustaba tener que ir con el capitán, uno de los que permitía que nos pegasen. Pero no había tiempo para discusiones. Así que subí junto a ellos.

Al ver como Ciara se subía en el otro helicóptero, Alex frunció un poco el ceño, enfurruñada. Le hubiera gustado que fuera con ellas, pero no dijo nada, no tenían tiempo de discutir y, al menos en su helicóptero iban Eileen, Jason y Balt...

Se sentó junto a Eileen y miró por la ventanilla del otro lado, observando el hangar y las instalaciones. Sus ojos se habían abierto como platos y sentía su corazón latir con fuerza. Iba a irse de la isla, por fin... Después de tanto tiempo... Mientras miraba por la ventanilla se mordió el labio con fuerza para evitar que las lágrimas se desbordaran. Ya se había desahogado con Balt y no quería convertirse en una niña llorona, pero aquella escapada se había llevado muchísimas víctimas. Pensó en todas las niñas que habían encontrado muertas al bajar de su pabellón, en los chicos que caían por culpa de los francotiradores... Muchos de ellos nunca habían hecho nada, sólo cumplían con lo que les mandaban y habían tenido miedo, al igual que ella... Deslizó su mirada hasta detenerla en el otro helicóptero. ¿Por qué habían hecho aquello si no podían llevarse a todos los niños? Sentía una mezcla de sentimientos en su interior. Desde que había empezado la fuga todo había sido una cuenta atrás. No había podido detenerse casi ni a pensar. Y ahora que se encontraba en aquel helicóptero, saboreando lo que creía que sería la libertad, su mente no paraba de regresar a los últimos acontecimientos. Veía nuevamente a Xue y a todas esas niñas... Y sentía una mezcla de rabia, dolor y esperanza...

Tragó saliva y volvió a mirar dentro del helicóptero. Vio a Jason, Ororo, Nahuel... Lo habían conseguido y sabía que en parte era gracias a ellos. Intentó sonreírles, aunque más que una sonrisa sus labios esbozaron una pequeña mueca. Después su mirada se cruzó con la de Balt y le sacó la lengua, intentando aparentar que estaba bien y emocionada. En ese momento fue consciente de que Arturo todavía no había subido. - ¿Arturo y Elí venían al final con nosotros? - Le preguntó a Eileen mientras se levantaba y se asomaba. - ¡Arturooooo! ¡Eliiiií! ¡Corred... Venidddddd! - Llamó a sus amigos haciendo gestos con la mano para que se acercaran. - ¡Correeeeeddd...! - Eran un buen puñado allí dentro, pero ellos cabrían.

Las palabras de O'Connor, junto con las de Mei causan gran confusión en mi mente, ¿todo lo que estoy haciendo es inútil?, aun si detengo a este infeliz la isla será bombardeada, aun si Mei salva de las explosiones a todos en el hospital, ¿qué va a pasar después?, no quedaría nada en la isla, estarían atrapados en una roca estéril sin ningún recurso, no puedo evitar mantenerme en conflicto, salvarme o hacer lo que creo correcto, tal vez jamás pueda perdonarme, pero quiero, volver a ver a Melissa, ¿engendro?, sabe no soy el más listo, mis decisiones no siempre son las mejores, pero ahora puedo verlo claro, el engendro es usted, lleno de ira y temor, alimentándonos a todos con sus debilidades, viéndonos como usted es en realidad, tratando de creerse mejor que los demás, disfrute su muerte, mientras piensa para sí mismo que ha logrado con ello proteger al mundo de basura que abusaría de su poder para humillar y someter a otros como usted ha hecho todo este tiempo, mientras hablo aprovechó para dirigirme discretamente a la puerta, al menos sabemos que un engendro si morirá, le lanzo su pistola para distraerlo, y salir corriendo y/o volando a mi máxima capacidad, tratando de llegar al hangar, puedo sentir como una lágrima de arrepentimiento se desliza por mi mejilla.

Mi mirada no tardo en apartarse de la chica que creía muerta para fijarse en las nuevas personas que habían llegado. Pase la vista de uno a otro emocionada al ver rostros conocidos. Tanto Denzel como Ciara estaban allí. Sonreí de pasada Ciara, como un mudo agradecimiento de que estuviera allí antes de dirigirme a mi compañero de biblioteca.

—¡Denzel!—Exclame mientras me acercaba a él y le abrazaba para un segundo más tarde dar un paso atrás cohibida.— No sabía por dónde empezar a buscar así que pensé que lo más rápido seria encontraros aquí. ¿Pudiste encon...?—Se me notaba nerviosa, pero no llegue a terminar la frase.

Desde hacía un rato, cuando nos habíamos encontrado con Elí, un pequeño demonio en mi interior había comenzado a sembrar la duda. Negué con la cabeza antes de que Denzel pudiera responder nada.

— Seguramente se encuentre con Marina. Nunca llegue a saber si Tiana quería salir de aquí...— Exprese mientras apartaba la mirada de Denzel hacia el suelo por lo que estaba diciendo.

Si no había conseguido encontrarla solo había un sitio mas donde podría haber estado. Tiana tenía bastante relación con la madre de Elí, pues era la profesora de ciencias. Suficiente relación como para haberla buscado a ella en primer lugar. Por desgracia si lo que había dicho Elí era cierto...
Elevé el rostro intentando que no se notara como mi interior se rompía poco a poco mientras asumía la perdida de mi amiga.

—Si, tenemos que salir de aquí pero...—Hable distraida mientras mi mirada se desviaba hacia Irwing justo cuando Nahuel empezaba a curarle. Nunca me había acabado de gustar lo que Nahuel hacía en el centro, pero en aquel momento tuve que tragarme todos los reproches en contra suya que había dado en alguna que otra conversación con Ciara.

Solucionado aquel tema empecé a observar cómo iban llenándose ambos helicópteros y quien entraba en cada uno de ellos. No tenía mucha relación con la mayoría de las personas del centro así que en cuanto vio como tanto Ciara como uno de los Clint entraba en el helicóptero de Mei, no dude en asentir a Denzel. Además, no había olvidado lo que me había dicho Mei. Mi objetivo estaba en su helicoptero.

—Vamos.—Dije a Denzel mientras iba hacia el helicóptero de Gina y empezaba a montarme. En cuanto estuve en el interior mi mirada busco a la doctora y posteriormente a Mei. Sin ninguna palabra hacia ella tome uno de los asientos junto a Denzel.

Entonces el pequeño Arturo, al escuchar las palabras de Eileen dice, sabía que O´Connor estaba loco, pero nunca pensé que fuera a explotar la isla con todos los demás. Cuando termina de ayudar a acomodar a los bebes dice, voy con ustedes, vamos Elí mientras va hacia el helicóptero de Pfixz.