Partida Rol por web

Sayaka seguía tratando de ocultarse, pero esa ropa no le permitía mucho eso. Entonces, vio cómo esos chicos parecían ir tras una de las chicas del otro equipo y respiró aliviada. Al menos ella no acaparaba la atención.

Sora salió y representó a su equipo y lo hizo de manera magistral. Se veía sorprendida de ver la tranquilidad con la que había bebido todo esto. Escuchó las palabras de Kobayashi y miró las mejillas coloradas de Sora. Lo había tolerado bastante bien, pero igual se veía algo afectado.

Tomó otra de esas botellas mágicas y se la dio - Buen trabajo - le sonrió simpática y esperó a que los jueces (o lo que sea que estuviera haciendo Azazel-sensei) dieran su veredicto.

Al ver los resultados, la chica con la cola de gato saltó emocionada.

- ¡Y el ganador indiscutible es Sora Reyner! ¡Con esto, el equipo de los demonios obtienen su primera victoria! ¿Podrán los seres mágicos igualarles y tomar la delantera? ¡No te despegues de esta transmisión! - ¿Cuál transmisión?

Los licores que antes estaban dispuestos en la mesa se desvanecieron, al igual que la chica gato, lo que daba a entender que la competencia terminaba, aunque los efectos del alcohol permanecían en los anteriores concursantes.

Aquel espacio parecía hacerse borroso y vibrar a toda velocidad, cambiando, ajustándose para el próximo evento.

Cuando todo volvió a la normalidad seguían todos en el campo de juego, vestidos de igual forma con los uniformes deportivos. Adelante de ustedes había una gran pasarela; al lado de esta estaban sentadas tres personas detrás de una mesa que reconocieron al instante. De derecha a izquierda, el primero que estaba sentado era Shinta, en el medio se encontraba Azazel y, al lado del ángel caído, había un joven rubio que no había aparecido hasta el momento. Delante de los tres había una gran mesa y, a su vez, una serie de botones para que pudiesen votar.

—Esto... Bienvenidos a todos, este es el concurso de bikinis —se escuchó una gran ovación varonil ante las palabras del ángel caído—. Por acá tienen los vestuarios —el ángel caído apuntó con ambos brazos hasta los laterales de la pasarela. Allí se encontraban unas cortinas que formaban un círculo, impidiendo que alguien pudiese ver qué había dentro de ellas—, al lado de ellos los bikinis que pueden escoger —y, efectivamente, tendidos en unas cuantas hileras, muchos bikinis de distintos estilos, se encontraban colgados en ganchos.

—A mi lado tengo a-...

- ¡HOLA OTRA VEZ! JAJAJAJA. HOY TENEMOS UN TERCER PUESTO EN EL PALCO PARA ALGUIEN PREFERENCIAL. LO AMAN, LO QUIEREN. ¡ES KOICHI AYASE! JAJAJAJA - una pancarta gigante caía de algún lugar del cielo para mostrarles el rostro gigante de un chico rubio que sólo algunos podrían reconocer. Además, en el micrófono escuchan un fuerte golpe seco.

- ¡Ouch! Eso duele, Daidouji-sensei. Hola a todos y ¡hola chicos! Se ven sensacionales. Sobre todo tú, Shiro-San - se escuchó a alguien carraspear al fondo y la voz del chico sonó nuevamente -. Claro, sí. Tienes razón. Tendrán que elegir a una participante de su equipo para esta prueba. Ella deberá usar uno de los bikinis y modelar. Votaremos y la concursante con más votos gana. Por otra parte, ¡yo tomaré fotos de todo lo ocurrido y se lo enviaré a los chicos! Digo, con motivos estrictamente profesionales para la edición y arreglo de las fotos. ¡Que la más hermosa gane! -. 

Azazel miró a Shinta, luego a Koichi. Su mirada no desprendía absolutamente nada más que puro aburrimiento. Tiró el micrófono frente a él al suelo, rompiéndolo en un seco chasquido contra la grama. Sacó de debajo de la mesa un pack de latas de cerveza y empezó a tomárselas, una por una.

De las bocinas un fuerte sonido indicó el comienzo de la competencia.

- ¡CORRAN A ESCOGER SUS BIKINIS! ¡LA COMPETENCIA OFICIALMENTE COMIENZA!

Todavía no se lo podía creer, todo en general. Mamoru estuvo todo el tiempo con la boca abierta sin dar crédito a todo lo que ocurría a su alrededor. Esta actitud siguió hasta el final de la primera prueba donde la fuerte peste a alcohol de Jaycee le hizo aterrizar los pies en la tierra.

—¿En serio? ¿Esto es real?

—Vaya, ¡¡por fin los estas entendiendo!!.

—Oye no me molestes Dawn, no ha sido un buen día.

—¿Y cuando lo es?

Mamoru se sentó en el piso mientras se sumía en la depresión, mientras hacia rayas en la tierra la Dragona en su mente le ánimo.

—Vamos no te deprimas, no es que todo se fuese a acabar (bueno realmente si) pero miralos, parece que nadie se lo este tomando en serio.

Alzó la vista y poner mas atención se le quedó la quijada en el piso, todo un estadio lleno de personas de lo más pintorescas, chicas-gato y demás.

—Es cierto, no parecen tomárselo en serio.

—Asi es, relajate, y tomalo con calma (pero no deberías, podríamos dejar de existir).

Dicho así tomó un largo suspiro, dispuesto a seguir las actividades del festival. Esta vez tocaba un concurso de modelaje en Bikini. Dawn inclinó la cabeza curiosa y dijo

—....¿y si yo.....?

—¡¡¡NI LO PIENSES, este también es mi cuerpo!!!.—nego tajantemente a su alte ego.

Bikinis, chicas, Katherine cerca... La perdida cabeza del dragón intentaba asimilar los datos hasta que escuchó la palabra fotografías... Si bien aún estaba borracho, sus ojos rojos brillaron con una intensidad considerable. Portales de invocación se abrieron alrededor de Koichi y el propio jaycee corrió (más porque no era capaz de parar que por otra cosa) frente al invitado - fuuuuuuu - golpeándole directamente con su aliento cuando uno de sus llamados le freenó en seco impidiendo que chocara frontalmente.

Las invocaciones rodearon al chico y Yamamoto comenzó a hablar - V-oh a pe'ditte amáaabemente que toaf as rotor que hagaf a Katherine me laf vendaf a... Mi... Care'te inclu-brrr-ido, feamofff ami-goff ¿fale? -

Una de las personas invocadas siguió hablando para facilitar la comprensión y un contrato de exclusividad - en otras palabras, señor: si se filtra una foto de la muchacha mueres, si vendes a alguien que no sea él alguna, mueres, si te quedas una copia, mueres... Solo puedo aconsejarle que aprovechando que esta borracho le estafes una buena cantidad... Para que pague por llamarnos por estas chorradas...

Los círculos de invocación aparecieron y las armas de los sujetos apuntaban a Koichi, pero aunque el rubio se veía bastante asustado, el musculoso y enérgico profesor de gimnasia se puso de pie y tocó las armas de los sujetos con un suave gesto. Al hacer esto, las armas se volvieron burbujas que ascendieron con lentitud encima de todos los presentes y luego se dirigieron como proyectiles hacia los cuerpos de las chicas allí presentes.

- JAJAJA ¡LES ADVERTIMOS QUE ERA INÚTIL TRATAR DE USAR SUS PODERES PORQUE NO FUNCIONAN! JAJAJAJA - mientras tanto, las burbujas iban estallando una a una en los cuerpos de las chicas, humedeciendo sus vestimentas, pero no solo eso. Las consumían como si de ácido se tratara lentamente.

Del público inexistente podían escucharse los gritos de la audiencia femenina mientras las chicas se cubrían como mejor podían.

- ¡YO DE USTEDES ME APURABA EN CAMBIARME A ESOS BIKINIS! JAJAJAJAJA - dijo mientras empujaba a Jaycee hacia donde estaba el resto de su equipo, aunque su fuerza era abrumadora. Con ese leve empujón, el chico cayó clavado en el suelo.

- ¡RECUERDA LAS REGLAS LA PRÓXIMA VEZ! JAJAJA -.

La joven sacerdotisa estaba cada vez más harta de la situación tan hilarante en la que estaban. ¿Ahora resultaba que debían salir en bikini para ganar? ¿¡Qué clase de pervertido llevaba a cabo esto?! Y no pudo evitar mirar con odio a Azazel, sabiendo que él disfrutaría de esta contienda mucho más que cualquiera de los presentes por ser un pervertido de lo más... aunque miró de reojo a Yari; él estaba a la par de ese ángel caído. 

Malditos pervertidos.

Al escuchar que debían ser tres por bando, volteó a ver con quiénes estaba y supo que mínimo ella y Sayaka debían ser partícipes; tal vez si la ojiambarina explotara su belleza podrían ganar, pero algo le decía que no aguantaría mucho en un escenario siendo objeto de miradas dado que los evitaba a toda costa. Luego pensó en un tercer candidato y al ver que podría ser Kobayashi se mordió un labio, no quería arriesgar a su amiga a mostrase en ese tipo de prendas y se le acercó adoptando una pose bastante protectora.

-Ni se te ocurra participar, solo sé una espectadora-había hecho la promesa de protegerla, sin saber que la narradora influenciaba con sus poderes de Diosa para que pensara así y no la rompería, así que se decidió a ser la primera de su grupo en modelar; pero en eso el tipo borracho mágico provocó al gritón y esas burbujas comenzaron a desintegrar su ropa.

*Censura-chan*!!!!!!!!!!!

Rápidamente agarró varias capas de toallas sacadas de la nada para cubrir a su amiga y corrió a los bastidores. No pudo evitar ponerse roja por esta situación y volteó a ver a Mukuro, Reyner y... al detenerse en Yari, sus mejillas se colorearon más y caminó más rápido por no poder sostenerle la mirada-. Tonta, tonta, tonta...-susurraba hasta que se perdió entre tanto bikini para ver cuál escoger y ponérselo, cerrando la cortina tras de sí con recelo y cuidando que no se viese nada.

Y así, pasados unos minutos... Shiori salió vistiendo un bikini de dos piezas, revelando una figura delgada con una cintura acentuada que resaltaba sus caderas y recordaba a un reloj de arena; sus brazos y piernas estaban tonificados, indicando que realizaba ejercicio y se encontraba en buena forma, de piel blanca y cuidada sin cicatrices notorios y su largo cabello negro estaba sujetado en una coleta alta y le llegaba hasta sus muslos. Su andar era notoriamente nervioso, pero no parecía flaquear a cada paso que daba... se aferraba a su fuerza de voluntad y ayudaba bastante que llevase puestos unos lentes negros que le permitían ocultar parte de su rubor.

El sujetador de su bikini era rojo carmesí, el cual resaltaba bastante debido al tono de tu tez y cubría bastante, adecuado para el tamaño de su copa; los sujetadores eran bastantes delgados y se cruzaban por su cuello para finalizar en su nuca en un moño firme, dejando sus hombros desnudos y torneados; y además, se ceñía bastante bien sin llegar a ser apretado. Por otro lado, la parte inferior consistía en una tanga del mismo color intenso de rojo que se ataba a las caderas un poco hacia arriba, también en un moño de cada lado y no le quedaba pequeño, ocultando de muy buena manera su pelvis y parte trasera.

Cuando llegó al final de la pasarela, se quitó los lentes negros con una mano y con la otra desenredó su cabello mientras movía su cabeza a un lado, haciendo que aquellos movimientos de sincronizaran en un arrebato impulsivo de reto y salvajismo. Su abundante cabellera oscura ondeó por varios segundos llegando hasta las pantorrillas y sus ojos negros, inexpresivos y fríos que contrastaban con el rubor de las mejillas evocaban a una tsundere que intentaba controlar sus nervios. Para finalizar dio media vuelta y caminó colocándose los lentes y sujetándose el cabello de nuevo y terminó para dirigirse con sus compañeros. Por fortuna, tomo otra una toalla sacada de la nada para cubrirse y cuando llegó al lado de su hermano apretó sus manos.

-Si le dices a alguien de esto te mato.

Apenas Shiori bajó de la pasarela los jurados se acercaron entre ellos en pro de tomar una decisión. Al cabo de unos segundos Azazel aclaró su garganta, sacando un micrófono nuevo de debajo de la mesa y mirando a Shiori con una mirada afilada.

—Los nervios te dieron algunos puntos extras, Hino-san —¿por qué hablaba con tanto formalismo y seriedad?— La carencia de oppais fue suplida por la belleza innata de las tsunderes y el bikini que elegiste muestra lo justo para ser sexy, sin embargo, pudo haber sido más sexy —Azazel sostuvo el micrófono con una mano, mientras con la otra empezaba a hacer algunas florituras en el aire—. Admito que la timidez de la juventud es tierna, pero yo prefiero más lo candente. Si quieres hacer que algo sea contundente —se levantó de golpe de su asiento, señalando a Shiori— debes ser contundente —cerró su puño con dramatismo y con un tono más emocionado prosiguió—. Vas por buen camino. El camino de los bikinis y el ecchi está delante de ti, solo debes... —y apretó aún más su puño— capturarlo —se sentó luego de su dramática intervención y presionó el botón en su mesa. Los dos jueces al lado de él hicieron lo mismo y, al poco tiempo, en las pantallas del estadio apareció la siguiente tabla:

—Que suba el siguiente participante, por favor —dijo Azazel, poniendo el micrófono sobre la mesa dirigiéndole una intensa mirada a los equipos. Esa no era cualquier mirada, era la mirada de un conocedor... de oppais.

La chica miró alrededor a su equipo y se dio cuenta que solo eran tres mujeres: Shiori, Kobayashi y ella. Sin duda, tendría que participar o uno de los chicos tendría que ponerse un bikini. Eso sin duda les bajaría puntos y aunque moría del temor por mostrarse en bikini, quería poder ayudar a sus amigos.

Solo tengo que interpretar mi papel... Eso es todo... Lo he hecho antes... Lo puedo hacer ahora...

La chica estaba tratando de tomar valor cuando comenzó a escuchar sonidos de ¡Pop! sobre sí. Miró cómo su ropa se desintegraba con cada burbuja y no pudo evitar dejar escapar un gritico de vergüenza. Corrió tan rápido como pudo, aunque de su ropa quedaba poco y se metió a los vestidores buscando un traje que ponerse. Se demoró bastante porque todo parecía muy revelador y, a la final, decidió quedarse con uno que le parecía menos vulgar. Aunque...

Respiró profundo y salió corriendo la cortina. Llevaba un traje de baño negro mate que resaltaba su traslúcida piel, además que agitó su cabello con suavidad para darle un efecto más dramático a su salida. Caminó con la frente en alto e ignorando al público lo más posible, aunque sabía que se desmayaría al terminar su recorrido. Su traje podía considerarse un enterizo, pero no realmente. Pasaba por sus hombros con una línea delgada que pasaba justo por sus pechos cubriendo lo importante, pero dejando las curvas que estos formaban al aire. Esta misma línea continuaba con su recorrido a través de la zona inguinal y pasaba lo mismo con su espalda, cubriendo lo más importante. Sayaka caminó mostrando sus blancas piernas y su cadera de sirena dando uno que otro giro mientras sonreía débilmente. Cuando se vio cerca de la llegada, subió sus manos para hacer un gesto de llevar su cabello atrás con ambas manos, suspiró y se bajó de la pasarela.

Volvió con su equipo y se hizo al lado de Kobayashi, pero sentía sus piernas temblar. Y lo peor de todo es que era posible que tuviera que quedarse con ese bikini por más tiempo. Se sostuvo de su amiga porque no sabía si podía quedarse en pie por su cuenta.

Tras la participación de Sayaka, parte del público quedó en silencio y con los ojos abiertos como platos. Se escuchó que el chico rubio que hacía de jurado tragaba saliva para recuperar la compostura. Los aplausos tardaron pero llegaron mientras un grito del profesor de gimnasia se hacía sentir. ¿Era realmente un grito o era su tono normal de hablar?

- IMPRESIONANTE ACTUACIÓN. QUÉ DESPLIEGUE DE INOCENCIA, QUÉ SENSUALIDAD, QUÉ BUENA ELECCIÓN DE TRAJE. RESALTA SU PIEL Y SE MEZCLA CON EL NEGRO DE SU CABELLO JAJAJAJA. LÁSTIMA QUE SE VIERA TAN NERVIOSA JAJAJA.

Pausa un momento y las luces se van de repente. Un único reflector aparece iluminándolo mientras este toma el micrófono con una pose dramática.

- SIGUE ASÍ, ENFRENTA TUS TEMORES Y LLEGARÁS A LA GLORIA - lloraba mares mientras la luz volvía a la normalidad y los jueces dejaban ver sus calificaciones. Azazel mostró su calificación con decisión, pero Koichi se tardó un poco más, tal vez tratando de no traicionar a su querida Shiro.

- ¿QUIÉN SERÁ EL PRÓXIMO EN DELEITARNOS CON SU ACTUACIÓN? JAJAJA -.

—Oye, Yari-kun, ¿has visto acaso lo mismo que yo? —preguntó Samuru a su sirviente, pinchándolo en las costillas con un codo—  Esto es realmente increíble —aún con el apretón de manos de su hermana, Samuru cotilleaba con Yari como si Shiori no estuviese al lado de él.

—Por supuesto que lo he visto —contestó Yari, algo ruborizado—. Probablemente haya visto más de lo que debería.

—El viejo Rivezim da bastante pena, pero por alguna extraña razón siento ganas de darle las gracias.

Y hablando de Rivezim, ¿dónde se encontraba en esos momentos?

—Definitivamente tienes una buena figura —dijo el viejo a Sayaka, asintiendo críticamente con una mano bajo el mentón. Estaba mirando de forma bastante descarada a la pelinegra—. Dime, ¿no te gustaría dar a luz a un nuevo lucifer? Aunque no lo parezca aún tengo madera para hacer bebés —se llevó ambas manos a la cadera y empezó... a hacer una especie de estiramiento hacia adelante y hacia atrás—. A pesar de estar un poco oxidado sigo en buena forma.

Kobayashi se abrazó a Sayaka con recelo, dirigiendo una mortal mirada al viejo pervertido, quien tampoco tenía reparos en mirar a la pequeña con descaro. Por suerte, Kobayashi ya se había puesto algo encima.

—Eres realmente repugnante —dijo Kobayashi, con un tono más gélido que el mismo hielo. Por primera vez su expresión estoica parecía encajar con una emoción que en verdad sentía—. Eres una especie de lolicon cósmico, no tienes vergüenza. Eres el verdadero enemigo de las mujeres.

—Ya no tengo ganas de darle las gracias.

—Puedo entender las razones detrás de su proposición, pero realmente es repugnante. ¿Cuántos años le lleva? ¿Unos dos mil, quizá?

Rivezim se puso rojo de la rabia por todas las acusaciones que se le hacían. Apretando sus puños hizo un puchero, mirando a todos los de su equipo.

—¿Qué ustedes creen que hacen? ¡Soy su líder! ¿No es así?

—¿Ves? ¿Acaba de conjugar mal la oración? ¿Cómo se las arregló para ser lucifer?

—Lucifer-sama —Yari levantó una mano, incapaz de ocultar una risita burlona—. Creo que se ha equivocado.

—¡No lo he hecho! —replicó el peliblanco en medio de una rabieta— Ustedes son demonios, ¿no es así? "¿Qué ustedes demonios creen que hacen?"

—Aún así está mal —dijo Samuru, encogiéndose de hombros.

—Lo está —concordó Yari, asintiendo.

—Además de depravado es estúpido.

—¡Por un demonio yo! ¡Váyanse a mi casa al infierno!

En medio de la vergonzosa pelea de los demonios uno de los micrófonos hizo estática entre los jurados. Sonaron un par de golpecitos antes de que se escuchara un aburrido tono de voz por parte de Azazel.

—Esto... Se agradece al equipo DxD pasar a su siguiente concursante rápido —Azazel miró en su muñeca un reloj inexistente, mientras suspiraba—. No he venido a este lugar a ver peleas. Quiero ver chicas en bikini. Así que, por favor, decidan quien es su siguiente concursante. 

La pelea en el bando DxD continuó. Sin embargo, eso no importaba a Azazel. La insinuación del ángel caído era clara: Esperaba que Kobayashi saliese al frente, al fin y al cabo era ella la última chica con la que contaba el equipo. Sin embargo, Kobayashi estaba ignorando deliberadamente esa insinuación, lo que obligó a Azazel ser un poco más directo.

—Por favor, que la kitsune pase al frente. No tenemos todo el día.

Una vez más Kobayashi ignoró a Azazel.

—Si la kitsune no pasa al frente uno de los chicos deberá subir a la pasarela en representación del equipo. Tienen diez segundos para decidirse.

... Kobayashi no tenía intenciones de desfilar.

—Bien, como quieran —Azazel se encogió de hombros y chasqueó los dedos. En ese mismo instante una rápida ráfaga de energía desgarró toda la ropa de Samuru, sin hacerle daño físico.

—Es tu turno de ser una top model. No decepciones a tu equipo —Azazel se levantó de su asiento y presionó el botón de la mesa antes de retirarse. En los grandes monitores apareció el votó de Azazel; era un gran 1.

—Creo que ya no podré casarme —Samuru, más pálido que cualquier otra cosa, se dirigió a los vestidores luego de agarrar lo primero que encontró a la mano.

—Ya no existe dignidad para mí. Padre, madre, lo siento, los he decepcionado —se escuchó decir dentro de los vestidores. Un par de minutos después se vio salir a Samuru con una media sonrisa. ¡Sus ojos estaban muertos, muertos en verdad! Llevaba en el rostro la mirada de una persona que ya no tenía alma, el cuerpo se movía automáticamente por sí solo.

El pelinegro subió a la tarima e hizo el ademán de saludar al público. Era realmente vergonzoso, demasiado. Era tanta la pena que daba que ni Yari ni Kobayashi podían mirar. Incluso Rivezim parecía acongojado por ello, estaba al borde de las lágrimas.

Samuru vestía un bikini de dos piezas. La pieza de arriba era de color anaranjada. La de abajo era una tanga con falda, de color azul. Está de más decir que... no era lo que mejor le lucía a Samuru. Además, le quedaba pequeño.

El demonio caminó como un muerto en vida hacia el final de la pasarela, y de vuelta. Una vez bajó de la pasarela se metió en los vestidores y ahí se quedó, junto a su soledad... y su dignidad perdida.

El silencio rodeó la estancia y solo se pudo escuchar a un hombre tosiendo y a un bebé llorar. Nadie parecía capaz de decir nada después de la actuación de esos personajes. Todo el entusiasmo que se había despertado en el público tras la actuación de Sayaka se había ido con la actuación de Samuru. Casi parecía que la gente no decía nada para no herir los sentimientos del joven demonio.

El viento soplaba y una misteriosa bola de heno pasó rodando por el campo de juego. ¿De dónde había salido?

Alguien tosió al micrófono y luego una dubitativa voz resonó - Bu-bueno, creo que es... - tose - valiente de tu parte salir. Solo cámbiate - Koichi se dio un fuerte golpe en la cabeza contra la mesa de los jurados y mostraba su votación. Le dio un 2 al chico por tal vez actitud mientras Shinta sonreía como siempre.

- Po-por favor, las guerreras mágicas y los dragones... A pasarela... - parecía aliviado de haber terminado su intervención.

Sayaka se abrazó a Kobayashi aún más fuertemente cuando escuchó las lascivas palabras del anciano. Querías gritar, pero si traer a ese grupo de matones había causado lo de las burbujas, no podía imaginarse lo que su grito causaría.

Miró al anciano con la cara colorada y se escondió tras Kobayashi. Agradeció que los dos chicos y Kobayashi comenzaran a burlarse de él y se olvidara de ella, pero no se esperaba la reacción de Azazel. Al ver que las ropas de Samuru se deshicieron, las mejillas de la chica se colorearon por completo. Retiró la mirada y al ver cómo el chico pasaba por la pasarela, Sayaka sintió bastante pesadumbre. El chico realmente la estaba pasando mal.

Escuchó al chico rubio con algo de preocupación y fue a los vestidores ignorando por un momento que sus pechos podían brincar mientras corría o lo inapropiado de su vestido y se acercó a Samuru.

- Oye, puedes ponerte esto. No está tan mal - sacó una toalla en forma de bata de alguna parte de su vestido. Quién sabe de dónde.

- Sé que no es lo mismo, pero entiendo cómo te sientes... Estar así... - y se miró de pies a cabeza - es algo similar para mí - le sonrió simpática y le ofreció aquello al joven, esperando subirle un poco los ánimos.

- Lo que te hizo Azazel-sensei fue cruel -.

- Así que planeabas divertirte sin mí, ¿verdad? - una voz que solo algunos podrían reconocer se hizo sentir en la estancia. No era sino la mismísima Scarlet Bat, chica mala de pies a cabeza.

Shiro dio un paso al frente con rostro enojado y le dijo - ¿Qué haces aquí? -.

- Solo divertirme, al igual que aquel venerable anciano - se rió mirando a Rivezim.

- Vete de aquí o te echaré - sacó su flauta de alguna parte del bikini que había conseguido y justo después de emitir la primera nota, una nube de humo la cubrió, revelando lo que sería la nueva apariencia de Shiro.

La ¿peliblanca? trató de cubrir con su cabello su torso descubierto, pero al parecer su cabello se rehusaba a cubrirle, haciendo de su apariencia una bastante... reveladora.

- ¡Nyaaaa! - la chica quería gritar, pero fue todo lo que salió de su boca. Miró extrañada -. ¿Qué me pasa, nya?

- ¿Recuerdas las reglas? Usar tus poderes es inútil, Shiro-neko - se rió de la chica y le lamió una oreja -. Vaya, serás mi mascota permanente cuando todo acabe.

- ¡Nyaaaa! - dijo la chica mientras movía sus manos para alejar a Scarlet.

La joven pelinegra se quedó pasmada al ver que Azazel había causado eso a su hermano. La ira comenzó a hacerse notar en su mirada y en el temblor de su cuerpo, odiando como nunca lo había hecho al ángel caído y esperando que toda la competencia terminara. No importaba si su mundo sería destruido o no, haría pagar a aquél tipejo por lo que le hizo a Samuru. 

Sin embargo, Sayaka había actuado primero y eso bastó para que aquella demoniza terminase de caerle bien. Shiori se acercó a su hermano y aprovechando que llevaba su bata puesta, lo abrazó (además que ella llevaba una toalla encima) y aunque la diferencia de estatura no era mucha, el chico sí le sacaba unos buenos centímetros.

-Trata de estar bien, ya pasó-revolvió su cabello, dejando a un lado su porte frío y demostrando que sí se preocupaba por Samuru-. Gracias, Umimori-san-volteó a ver a la ojiambarina y continuó tratando de dar apoyo moral a su hermano mayor, valiéndole todo lo ocurrido con los guerreros y dragones. 

Para estas alturas de la competencia, Katherine ya llevaba puesto un traje de baño lista para actuar (aunque no quisiera) porque no quería ir a los vestidores mientras todos le veían y esperaba haber pasado desapercibida. Se estaba cubriendo con una toalla y cuidaba de no usar sus poderes indebidamente, las consecuencias las había visto con Jaycee y sus burbujas y su amiga asumiendo ser una neko. Esto era muy turbio.

Sin embargo, la escena del chico que le había coqueteado y cómo las otras dos intentaban animarle le tentó el corazón, pues no se imaginaba el horror que conllevaba haber pasado por esa humillación tan terrible. Se agachó sacando de una mochila que apareció de la nada un termo y caminó hacia el lado de los demonios. Al llegar tendió el termo a la de anteojos esperando que lo tomase.

-Esto... gracias por lo de la botella de agua para mi novio... Aquí hay té verde calentito, espero que eso ayude a que él se recupere un poco-entonces la susodicha tomó el recipiente y así Katherine se regresó para detenerse en la pasarela. Miró a sus amigos y en cuanto se subió...

... tiró la toalla que la cubría con un movimiento rápido y ágil revelando su traje, el cual era de una pieza de color verde oscuro que resaltaba aún más su piel pálida. Tal como si se tratase de una exposición escolar, no tenía nervios por no haber sido la primera ni la última, por lo que fuera de todo pronóstico  no caminaba con sus emociones desbordadas pero tampoco emocionada, sino un contoneo neutral. El cuello era un corte V pronunciado que demostraba parte de las curvas de su pecho y unas pequeñas curvas a los lados revelaban su cintura. 

La inglesa continuó caminando y al llegar al final de la pasarela, dio media vuelta con un movimiento rápido de sus piernas girando sobre sí revelando que su espalda estaba totalmente descubierta y se amarraba con un hilo del mismo verde. Su marcha fue precisa y al finalizar tomó con cierta gracia ensayada su toalla  y rápidamente se cubrió. Al bajar se le pudo ver roja como un tomate caminando hacia su grupo casi corriendo a una gran velocidad.

-Acabé, acabé, acabé, acabé....-se repitió una y otra vez para relajarse... además de avergonzada porque su mantra mental fue imaginar que caminaba así para Jaycee. Agradecía que nadie leyese mentes. 

Azazel miraba la escena con gran atención desde su asien-... ¿¡Cuándo había vuelto a la mesa de jurados!?

Una vez Katherine terminó de desfilar, Azazel sacó un micrófono de su bolsillo y se levantó de su asiento con gran excitación.

—¡Apoteósico! —un extraño brillo estaba encendido en sus ojos— La juventud realmente tiene talento, aunque faltan más pechos. ¿Por qué nadie tiene las oppais de Gabriel? —parecía un poco entristecido por el hecho de los pechos, pero la chispa que lo movía no tardó en volver para darle energías— Hace falta más firmeza —prosiguió Azazel, dando un golpe seco a la mesa con un puño cerrado—. Eres hermosa, ¡debes confiar en tu belleza! ¡Katherine, apostaré por ti, jovencita! ¡Espero que en unos años tengas las oppais de Gabriel!

Azazel presionó el botón frente a él con gran pasión. Los jurados al lado de él hicieron lo mismo.

En las grandes pantallas apareció el siguiente cuadro:

Azazel terminó por sentarse, cruzándose de brazos, asintiendo con una extraña determinación.

—¡Siguiente!

Shiro se encontró a sí misma con que era su turno y ella aún luchaba con sus instintos gatunos de ir persiguiendo las luces que adornaban el estadio, además de la necesidad de lamer sus manos. Cuando se anunció que era la siguiente, salió corriendo a los vestuarios para buscar algo que se pudiera acomodar a su apariencia actual.

Al salir, descubría que llevaba su larga cabellera blanca suelta y había hecho una selección bastante acorde con su situación. Escogió un bikini negro que resaltaba lo inmaculado de su piel y lo fino de sus rasgos, con suaves encajes blancos en los bordes como si de los bigotes de un gato se trataran, mientras. Además, la parte superior tenía un agujero entre sus pechos con la forma de la cabeza de un gato que dejaba visible solo una parte de sus pechos, cubriendo lo importante. La pieza inferior iba amarrada a los costados con unos cordones que finalizaban en unos adornos en forma de patas de gato y un liguero en su pierna derecha que tenía dos triángulos negros que simulaban las orejas de un gato. Su cola gatuna estaba expuesta y esta la mecía emocionada por salir. La atención parecía gustarle a Shiro-neko, quien caminaba con elegancia, la cual la chica ya poseía, pero ahora se sumaba su gracia gatuna. También llevaba una delgada gargantilla con un cascabel que sonaba cuando ella se giraba.

Caminó por la pasarela con pose recta y contoneando su cola con un encanto natural. Siguió avanzando y sacudió su cabello mientras sus orejas se movían al compás del viento. Al llegar a la última parte de la pasarela, hizo una pose de gato y remató con un  - Nyan... - mientras bajaba de la pasarela y volvía con sus compañeros. Los miró con una sonrisa felina y preguntó - ¿Qué tal lo hice, nyan? - mientras movía su cola emocionada.

La ovación de hombres impresionados no se hizo esperar mientras el despliegue de sensualidad y picardía de Shiro-neko tomaba lugar y la siempre enérgica voz de Shinta resonó casi con poca asistencia del micrófono.

- ¡IMPRESIONANTE ACTUACIÓN DEL GRUPO DE LAS GUERRERAS MÁGICAS! ¡QUÉ DESCARO! ¡QUÉ PASIÓN! ¡TODO UN DESPLIEGUE DE ELEGANCIA Y PICARDÍA COMBINADOS! JAJAJAJAJA. ¡POR ESO SON MIS ESTUDIANTES! JAJAJAJA - entonces Koichi se fue para atrás propulsado por dos chorros de sangre que salían de su nariz. Cayó al suelo mientras veía angelitos con forma de Shiro-neko dar vueltas en su cabeza. Una enfermera apareció de la nada y le hizo reanimación. El chico volvió a recomponerse y se puso dos papeles en sus fosas nasales para que absorbieran el posible sangrado.

- ¡CREO QUE HA LLEGADO EL MOMENTO DE REVELAR LA PUNTUACIÓN! JAJAJAJA - y entonces, los jueces mostraron sus puntuaciones, aunque Koichi parecía haber tenido que cancelar la suya por no ser permitida.

- ¿QUÉ CHICO VALIENTE SALDRÁ EN REPRESENTACIÓN DE LAS GUERRERAS Y LOS DRAGONES? NO SE DESCONECTEN QUE PRONTO TENDREMOS LA CONCLUSIÓN JAJAJAJA -.