Partida Rol por web

Shizuka-sensei no se despierta a pesar de tus intentos, pero ahora ya no importa. Kiyomaro, que aun estaba cerca del cadaver, no puede reaccionar cuando este se incorpora y le lanza un mordisco al cuello. El mordisco arranca la carne y hace brotar la sangre a borbotones. El desdichado Kiyomaro se acerca tambaleandose a ti con una mano en la herida en un inutil intento de detener la hemorragia. Pero el intento es en vano. Kiyomaro cae muerto a tus pies, entre un charco de sangre, y la luz se apaga lentamente en sus ojos.

Pero puedes observar que en el dolor y en miedo de su rostro hay un atisbo de felicidad. Al fin y al cabo, tu eres lo ultimo que ha visto en este mundo.

Al ver el que el cadáver se levanta, me quedo boquiabierta, alucinada por haber fallado en mi veredicto, y me vuelvo hacia él, para preguntarle. Pero ni siquiera me da tiempo a girarme del todo, cuando se lanza sobre Kiyomaro y lo mata de un mordisco.

Incrédula, empiezo a chillar por el asco, el miedo, y otros sentimientos que me apelmazan en un sólo segundo.

Un par de lágrimas se deslizan por mis mejillas al ver cómo Kiyomaro muere...al fin y al cabo, fue muy simpático y dulce conmigo, y es el único chico de mi edad que se sentía un interés en mí.

Al verle la cara al chico que había creído muerto, me doy cuenta de que no tiene un aspecto muy normal, parece...¡un demonio!

Mientras continúo con mis chillidos del asco, cojo cualquier cosa que me sirva para defenderme, mientras llamo a voces a la jefa.

Mientras Kiyomaro muere, el otro alumno que esta en la enfermeria, coje una barra que sirve para los goteros y, mientras pide disculpas, comienza a golpear al monstruo que ha acabdo con la vida de Kiyomaro.

Finalmente, tus gritos despiertan a Shizuka-sensei, que se levanta con cara adormilada y la sensacion de no saber donde esta. Lo unico que acierta a hacer es balbucear: ¿que es lo que pasa?

Finalmente, ocurre algo que pone la guinda a este fatidico momento: Kiyomaro comienza a moverse, al igual que el primer afectado. Lentamente comienza a incorporarse, y te agarra de un tobillo al tiempo que gira hacia ti sus ojos en blanco, con la mandibula desencajada y lenzando dentelladas como un perro rabioso.

-Shizuka-sensei, el chico...¡antes estaba muerto, y ahora ha matado a Kiyomaro, mira!

Le señalo con una mano temblorosa el lugar del accidente, cuando veo que Kiyomaro se levanta...de una manera bien tétrica, como el otro estudiante. Con una nueva fuente de gritos pugnando por salir de mi boca, me alejo todo lo posible de lo que antes era Kiyomaro, y, viendo que la jefa no está por la labor, la abarro del brazo y tiro de ella para alejarla de él.

Pero...tengo la pierna enganchada por Kiyomaro. Maldiciendo en voz baja, agarro algún objeto contundente que pueda servir de la enfermería, y le aporreo en la cabeza a Kiyomaro, mientras se me escapa un  sollozo que intento reprimir. Al fin y al cabo, me educaron para poder aguantar el tipo en cualquier situación...pero creo que está justificado algo de miedo en esta, que se sale de todo lo normal. 

Aunque golpeas a Kiyomaro con todas tus fuerzas, este ni siquiera detiene su avance ante tus golpes, como si no los sintiera. Shizuka-sensei esta tan asustada que apenas acierta a retroceder para ponerse a salvo. El otro chico, al darse cuenta de tu situacion, se acerca para ayudarte y le golpea en la espalda con todas sus fuerzas a la vez que suleta un potente grito. Pero su intentona solo sirve para que el mosntruo se de cuenta de su presencia, y se gire hacia el con la mandibula abierta. Tras un brutal mordisco en la cara, el otro estudiante cae al suelo entre alaridos y con el rostro mutilado, para al poco tiempo quedarse inmovil. Ya sin obstaculos, Kiyomaro te mira y se aproxima con la boca chorreando sangre, y lo unico que puedes hacer es cerrar los ojos ante el ataque que se avecina...

Un ataque que nunca llega. Un golpe sordo te hace abrir los ojos a tiempo para ver como Kiyomaro cae al suelo con el craneo destrozado. Cuando buscas con la mirada a tu salvados, observas como Saeko Busujima, la capitana del equipo de kendo, golpea con su boken manchado de sangre al otro joven, que ya se estaba levantando convertido en uno de esos seres. Despues de un fuerte golpe en el estomago, lo remata con un golpe en la parte superior del craneo, que provoca un crujido espantoso.

Pasado el peligro, Saeko se acerca a ti. ¿Estas bien? ¿Te han hecho daño?

-No...- con voz temblorosa, le intento responder lo más profesionalmente posible - No me ha herido, pero...¿qué son?¿Por qué cuando el alumno estaba muerto, ha saltado y volvía a caminar?¡No lo entiendo! Además, cuando ha mordido a Kiyomaro, él...¡se ha transformado en otro demonio igual!

Me acerco a la jefa para ver si está bien, aunque según creo, ni siquiera se han acercado a ella.

-Shizuka-sensei, ¿estás bien? Creo que deberíamos llamar a la policía, para que investiguen que ha pasado con este chico...no es para nada normal.

Estoy tan asustada por haber estado a punto de morir o algo peor... que ni siquiera acierto a darle las gracias a la chica que me ha salvado. Cuando me percato de ello, me doy la vuelta con una media sonrisa de disculpa.

-Eh...gracias, Busujima-san, me has salvado la vida.

Recuerdo su cara...gracias a ella, la enfermera suele estar llena de gente a la que ha apalizado en los entrenamientos de kendo. A ella, en cambio, no la he visto venir nunca.

No hay de que-dice mientras afectuosamente pone una mano en tu hombro. Sin embargo, no tengo respuesta a tus preguntas. No se que son, no de donde han salido. Si estoy aqui es porque oi tus gritos y vine a ayudar. Y menos mal que lo he hecho. Asi no hemos tenido que lamentar mas victimas. Ahora lo prioritario es encontrar un lugar seguro, por si hay mas de esos seres.

-¿Más?¿En serio crees que puede haber más? Es horrible...

Sin añadir nada más, cojo mi kit de primeros auxilios, y miro a la jefa para ver si ya reacciona, o tengo que ayudarla un poco más convincentemente.

Sin duda hay mas de ellos. ¿Acaso no los oyes, arrastrandose por los pasillos? Saeko tiene razon, hay mas de esos seres fuera. Un momento... Otro ruido se escucha, el de una persona. Un grito de horror. Hay alguien fuera. Debo ayudarla. Tu quedate aqui. Armada con su boken, Saeko sale de la enfermeria, apartando a un grupo de esos seres que se acercaban a la puerta, y la cierra a su paso.