Partida Rol por web

Ted no tenía nada más que preguntar, por lo que pasa por detrás de Barry con el ceño fruncido y sale al exterior. Otra vez el viento gélido le azotaba en su cara, y se dirige sin pararse hacia el coche de Roger, quien estaba ya montándose en el vehículo. Ahora habría que pensar en ir yendo al Green Room... 

Barry parece meditar las palabras del tipejo aquel con cuidado. De pronto mientras sus ojos parecen relajarse, lanza un puño contra la pared.

Sabes, espero que sea verdad, y espero de veras encontrar a esos tipejos hoy mismo.

Mira hacia la calle, como si ya hubiera acabado, pero luego vuelve a mirar al tipo y pone la cara muy cerca de el.

Yo que tu hermano, saldria de la ciudad, al menos un par de semanas.

Luego sale con paso decidido hacia la calle, necesita entrar en el coche y decirle a sus hermanos lo que piensa. Todo aquello huele a mierda, y es un olor que no le gusta nada.

Roger sale primero de aquel edificio, abstraído, sin prestar atención siquiera a sus hermanos mientras continua su camino hacia el coche. Una vez llega a este y pos la manos sobre el picaporte de la puerta del conductor, ve como Ted sale del edificio tras él, caminado hasta el coche, seguido por Barry, quien sale unos pocos segundos después de él.

Los tres se reúnen en entorno al vehículo, estacionado en aquella casi desierta calle en la cual la nieva parece cubrirlo todo, mientras todavía algunos copos de nieve aislados siguen cayendo desde el cielo.

Todavía faltan unas horas para que anochezca, aunque el día se a mantenido igual de oscuro desde el mismo amanecer.

Hay algo que no me cuadra.

Es lo primero que dice segun llega al coche. Todo este tema, el par de tipos que querian cargarse a su hermano. Aquello no tenia sentido. Es como si el mundo se hubiera vuelto loco de repente.

Un par de tipos que querian ver muerto a Terry. Eso no tiene sentido. Terry no tenia enemigos, era un tipo integro. Mas integro que los tres juntos. No se juntaba con chusma de ese tipo. Y segun parece, ya tenian planeado ir a por el.

Meneo la cabeza y se mentio en el coche, que estaba tan frio como la calle. Aunque el aquel momento su mente hervia en ideas, intentando encontrar algun sentido a todo lo que pasaba de repente.

Dentro del coche, se sentia desperanzado. Unos imbeciles habian liquidado a su hermano, y aun no sabia porque.

Creo que alguien tubo que ordenar que liquidaran a Terry, es la unica opcion que veo...

Dejo la frase inconclusa, su mente no dejaba de dar vueltas. Ir a por un negrata en un apartamente, era una cosa, ir a por un par de asesinos era un cuento completamente distinto. No sabia como iban a salir las cosas, pero estaba claro que dentro de unas horas, si no jugaban bien sus cartas, alguno mas de la familia podia ir al hoyo.

A mí tampoco me cuadra, Barry... a mí tampoco... -dice asintiendo. Entra también al coche y se sienta pesadamente en el asiento.

Escucha a su hermano, con la vista perdida hacia delante, y en verdad pensaba que podría tener razón, que el asesinato de Terry hubiera sido en realidad por encargo, y Barry le conocía mejor que nadie para decir eso. Pero... ¿por qué? No tenía sentido... ¿Alguien creía que Terry se interponía en su camino?

Después del derroche de adrenalina ahora se sentía mucho más cansado y hastiado de todo lo que les estaba pasando ese día ¿cómo habían llegado a este punto? Ahora iban probablemente a tomarse la justicia por su mano y buscar venganza con los que le habían hecho eso a su hermano... ¿qué tenían ellos para poder intimidar a esos dos tipos, a esos dos sicarios, Zed y Jerome, o por lo menos conseguir no salir con los pies por delante del Green Room? No podían entrar entrar así como así, pero tenía unas ganas terribles de entrar y matarlos a los dos, aunque fuera con sus propias manos. En estos momentos lo veía todo rojo, pero había que pensar bien que hacer, había que pensarlo bien...

-¿Cómo lo hacemos?-dice con voz neutra y tranquila, todavía con la vista perdida

Arranca el coche mientras sus hermanos hablan. Cuando su hermano Ted pregunta que hacer, él solo frunce el ceño y guarda silencio unos segundos, mirandole con seriedad, casi dolor en la mirada.

- Tengo hambre. - murmura rompiendo el silencio mientrsa volvia a mirar a la carretera con una media sonrisa - Comamos algo. - continua por decir volviendo a iniciar la busqueda de aquella hamburgueseria - Después ya veremos como hacemos tiempo, hasta que llegue la hora de ir a ver a esos tipos. - termina con un hilo de molestia en su voz, mientras conduce.

Ted seguía con la vista perdida en el infinito, mirando hacia delante inexpresivo. No responde al comentario de Roger. No era mala idea ir a la hamburguesería, por lo que le deja hacer, que les condujera hacia donde quisiera, aunque de repente se le habían quitado del todo las ganas de comer. Continúa hablando, más bien pensando en voz alta:

-No podemos entrar así por las buenas en el local sin nada más ¿o sí?- su mirada vuelve al plano de la realidad al girar por la primera bocacalle, y ladea la cabeza hacia su hermano que iba conduciendo- ¿No tenías una Colt, Roger? Y en la casa... ¿no había también algo más? No me digas Barry que te deshiciste de la escopeta de papá...

Era evidente que el menor de los tres estaba pensando en entrar directamente con toda la artillería y precauciones posibles a por esos Zed y Jerome, sin importar qué pasara... No se iban a salir de rositas esos dos...

El auto se aleja de aquel vecindario, dejando atrás el edificio de aquel tipo que les a dado la información necesaria para encontrar a los atacantes de Terry, mientras Ted, Roger y Barry meditan sobre el próximo paso a dar.

Falta una hora para anochecer, aproximadamente, los días son mas cortos en esa época del año, y el “Green Room” no abre hasta pasadas las 21:00hs, aunque aquel tipo de lugares no suele recibir gente hasta medianoche.

Luego de alejarse del vecindario y llegar a una zona comercial, después de conducir durante unos minutos, se detienen frente a una casa de comidas, siguiendo el consejo de Roger, en búsqueda de algo de comer, y de pasar el tiempo hasta la noche.

El lugar es bastante corriente, una casa de comidas como cualquier otra. Esta casi vacío, tan solo hay una pareja de mediana edad en una de las mesas de la esquina, y un par de sujetos en la barra, prestando toda su atención a su comida, mientras en un televisor viejo se puede ver el noticiero, en el cual pasan el resumen deportivo.

Se sientan en una de las mesas cerca de la ventana, y a los pocos segundos se acerca una de las camareras, una mujer rubio, de unos cuarenta años, quien les toma el pedido e inmediatamente se oculta tras la cocina.

Fuera, a través de las ventanas empañadas, se puede ver como algunos copos de nieve siguen cayendo sobre la ciudad, ahora mas numerosos que antes, mientras el cielo lentamente comienza a oscurecer.

La camarera se acerca y deja el pedido de cada uno en la mesa, mientras en la TV ahora un sujeto da el parte del clima.

Es cierto que necesitamos un plan.

Esas fueron las palabras de Barry para romper el hielo. No queria entrar en plan pistolero, aquellas cosas no solian salir bien.

Quizas podamos hacerles salir del club, y tratar con ellos en un callejon. No me gusta la idea de meterme en un local lleno de tipejos, y que todos tengan un buen blanco.

Guardo silencio mientras consideraba el tema de las armas. No estaba seguro de donde habia sacado Roger aquel revolver, pero no queria saberlo en aquel momento.

Y lo de la escopeta olvidalo, esta fichada, si la usamos seguiran el rastro hasta mi casa, y a haber que les explico yo a la poli si vienen haciendo preguntas. No la escopeta no es una opcion. Pero un buen bate de Baseboll si.

Sugiero que les hagamos cantar. Que nos digan porque, y si no los molemos a palos...

Se lo penso solo un segundo.

..., no mejor los molemos a palos de todas maneras. Pueden que solo sean un par de tipos chungos, pero se han cargado a mi hermano.

Tras estas palabras un silencio pesado y opresor se volvio a cernir sobre la mesa.

Mientras escuchaba a Barry, negaba repetidamente con la cabeza con gesto serio, en especial ante la oposición a llevar con ellos la escopeta. Echa el aire por nariz antes de hablar, disgustado al ver que su hermano tenía una opinión un poco distinta respecto a los recursos a usar, y eso podía marcar la diferencia entre salir vivos  de allí o no:

-Vale, les sacamos e intentamos hacerles cantar, eso está muy bien, pero... -baja la voz para que no le escuchara la gente de local, aunque realmente no había casi nadie dentro, y acerca un poco el cuerpo a su hermano- ellos están armados, están armados Barry, y asesinaron a Terry a balazos -dice enfatizando con sus manos. -Con unos bates de béisbol no podremos hacer gran cosa, por lo menos no si sólo usamos los bates. Roger y yo vimos cómo mataban a Terry con sus pistolas sin pensárselo...- hace una pausa desviando la mirada antes de continuar.

-Sea como sea, ¿cómo les hacemos salir entonces? ¿tenéis alguna idea?

Se recuesta en la silla esperando la respuesta de alguno de los dos. Levanta la vista, para prestar un poco de atención a lo que decían en la televisión.
 

Permanecia en silencio, con el ceño fruncido y la mirada perdida; no habia dicho nada en todo el trayecto y a excepción de cuando había pedido su comida, tampoco habia dicho nada en el restaurante.

Recoge su hamburguesa y la muerde con apetito, deleitandose con el sabor de la carne a la brasa, el tomate, la lechuga, los pepinillos, la cebolla y aquella apetecible mezcla de salsas de ketchup, mostaza y mahonesa.

Vale Ted, y luego que. Tu plan es solo cepillarte a esos tipos, pero y luego. Te has parado a pensar lo que pasara luego. Te los cargas, venganza cumplida, y luego te enchironan, y te pegas el resto de tu puta vida pudriendote en la carcel.

Nego con la cabeza, señal inequivoca de que las cosas no estaban saliendo como el queria. Sentia la perdida de su hermano, mas que sus otros hermanos. El seguia viendose cada dia con el. Seguia escuchando el sonido de su risa en su cabeza.

No podia permitirse el lujo de dejar que mataran a nadie mas, pero tampoco podia dejar que alguno de sus alocados hermanos pasaran el resto de sus dias en una puñetera carcel, con tipos abriendoles el culo por aburrimiento o tabaco.

Los desarmamos, y luego si quieres les sacamos una confesion a hostias, pero no vamos a hacer nada que nos ponga una diana en la cabeza en cuanto las cosas se pongan feas.

Barry solía ser optimista, estaba en su alma, pero Ted sabía que las cosas podían no salir como querían y que se podían poner realmente muy feas. Ya le había pasado una vez, y quería estar ante todo preparado para ello.

-No, nonononono, a ver... -niega vehementemente con la cabeza y, con los brazos apoyados sobre la mesa, levanta las palmas de las manos -Joder, lo único que quiero es que salgamos vivos de allí, y estando ellos armados como están no creo para nada que vaya a ser tan fácil quitarles lo que lleven así como así, les resultaría más fácil a ellos llenarnos de plomo, y con eso tenemos que contar... - Habla tranquilamente en voz baja, sin alterarse en ningún momento. Hace una pausa antes de continuar, mirando a la hamburguesa con queso que todavía no había tocado,para volver a mirar a Barry a los ojos directamente - ¿Quieres que salgamos todos bien de allí y no le pase nada a ningún otro Foster más? Pues los bates ofrecen una posibilidad muy pequeña para eso... No he dicho que quiera matarlos allí mismo, lo que sí que quiero es que no nos maten ellos... -Vuelve a hacer otra breve pausa -De todas formas, si seguimos adelante con esto, la diana la tendremos sobre nuestros culos de igual manera, si no de los maderos sí de los tíos a los que demos la paliza. Pero vaya, que no sé por qué me sorprende, mi opinión nunca ha contado mucho... ¿Roger? -dice finalmente mirando a su otro hermano, quien todavía no había abierto la boca respecto del tema.

Masticaba en silencio, mirando a su hermano a los ojos con parsimonia; degustando la hamburguesa, distinguiendo cada sabor. Disfrutando de la comida. Escuchaba a sus hermanos discutir sobre las acciones a llevar cuando entrasen en aquel garito. Estaba de acuerdo con Barry. Y tambien con Ted. Asi que cuando su hermano menor le preguntó, se limitó a seguir masticando hasta tragar aquel bocado.

- Entraré yo solo. - sentencia con una media sonrisa recogiendo su coca-cola con vainilla - Hablaré con ellos, les diré que quiero comprar un arma sin marcar y quedaré con ellos en el callejón de detras. - continua explicando tras dar un trago de la bebida - Donde estareis vosotros escondidos, - señala a ambos hermanos - los desarmaremos, les daremos de palos hasta que confiesen y lo dejen por escrito; - suspira limpiandose una mancha de ketchup en su dedo indice - y los llevamos a comisaria. - termina de decir volviendo a recoger la hamburguesa y dando un buen bocado.

Muchas veces Roger era el impulsibo, y Ted el cabezota. Y ante lo dificil de afrontar lo que les estaba pasando  con cabeza, tenia que reconocer, que Roger habia pillado perfectamente lo que necesitaban todos.

Perfecto.

Fue lo unico que contesto, luego empezo a comer con ganas. Tras unos segundos miro a Ted.

Se te enfria, come.

Ted se lleva una mano a la sien, pensando en lo que acababa de proponer su hermano. Entrar sólo al sitio podía ser arriesgado, pero incluso entrar por separado para prevenir que las cosas no se pusieran feas dentro podía serlo más, varios tipos desconocidos entrando casi a la vez cada uno por su lado levantarían sospechas entre los asiduos. Y esos dos eran asiduos según les habían dicho...

Tras bufar lentamente por la nariz, recostándose de nuevo en su asiento, agarra su hamburguesa con resignación

-Si tenemos que hacernos con algo nos va a ser complicado a esta hora, tendremos que buscar algún 24 horas... o pasar primero por casa -dice sin mucho ánimo de remarcar esas últimas palabras.

Finalmente, mastica la hamburguesa sin mucha gana...

Luego de debatir durante un rato sobre el paso a dar a continuación, y como afrontarlo, se hace un silencio en la mesa. Todos parecen haber dicho lo que tenían que decir, al menos por el momento, y ya no les queda hacer otra cosa mas que esperar y terminar de comer.

El lugar se mantiene mas o menos lleno, sin mucho movimiento. Algunas personas pasan, comen algo, y siguen su camino, mientras Barry, Roger y Ted se toman su tiempo para comer las hamburguesas que les han servido, aunque los tres parecen mas concentrados en sus pensamientos que en la comida, la cual parecen consumir tan solo por compromiso.

Fuera el cielo se va oscureciendo. Cada vez se ve menos movimiento en la calle, a medida que la noche cae. El cielo sigue cubierto, aun amenazando con mas nevadas, y unos copos de nieves caen lentamente sobre la ciudad.

La noche cae completamente. Son las 20:30hs ya. Han terminado de comer hace rato, pero sin embargo permanecen aun en el lugar en silencio. Cada uno tiene una taza de café en frente, aunque aun siquiera lo han probado, tienen que consumir algo si no quieren que comiencen a mirarlos de manera poco amistosa. Pese a que el lugar se encuentra casi vacío, las caras de Barry, Roger y Ted no son de las que inspiran demasiada confianza, no al menos ese dia.

Los tres quedan sin decir nada más durante un buen rato. Bastantes emociones habían pasado desde ayer, y todo apuntaba a que en la jornada aún tenía mucho que ocurrir. Ted, huraño y pensativo, miraba por la ventana cómo empezaban a caer poco a poco algunos copos, con la taza de café aún medio caliente en su mano, pero sin empezar. 

Meditando sobre la conversación, pensaba en que era absurdo discutir más por lo de las armas a usar. Lo que necesitaban en este momento era unidad, estar de acuerdo y seguros en lo que iban a hacer. Su ultimo comentario parecía haber caído en saco roto, y se decide a romper por fin de nuevo el pesado silencio:

-Bien, intentemos lo que ha dicho Roger. Pasamos primero por casa para coger lo que necesitemos, ya me da igual la escopeta o no, no voy a insistir más en eso, tú decides Barry. Pero no quiero quedarme aquí un minuto más, nos tenemos que preparar...

Tras decir estas palabras pega un trago largo al café que sostenía, hasta terminarlo entero, volviendo a dejar sin movimientos bruscos la taza otra vez sobre la mesa.

Barry se quedo mirando a su hermano pequeño. No sabía que quería preparar, aunque reconocía que no estaba de más pensar en posibles contingencias.

No obstante no dijo nada. Se quedo en silencio y empezó a apurar su café. No como su hermano, sino a pequeños sorbos. Con una buena cadencia. En solo un par de minutos habría acabado con el café.

Barry mientras bebe y ve la expresión de Ted, que como siempre está impaciente por comerse el mundo, no puede evitar sentirse como siempre, como cuando aun eran chavales.

Así que sonríe a su hermano. No se para a pensar si esa sonrisa se la tomara a mal, como solía suceder. No pensaba en burlarse, es que simplemente le hacía gracia como se comportaba.

Por muy grande que se hiciera, era el pequeño. Y eso no podía discutirse.

La taza de café descansaba vacía sobre la mesa mientras, el cigarrillo humeaba en su mano, que descansaba en el borde de la mesa. - Bueno, vamos a casa y ya veremos que hacer. - explica a su hermano con tono calmado - A lo mejor aun está mi viejo puño americano en el desván. - sonrie con nostalgia - Si es así, puedes usarlo hermanito. - termina llevandose el cigarrillo a los labios y sujetandolo allí, mientras saca un fardo de billetes y paga la cuenta antes de levantarse y caminar hacia el exterior.