Partida Rol por web

Los aldeanos ya empezaron a tomar en la primer noche. En los preparativos se emocionaron y se fueron a desmadre. La juerga de preparacion duro hasta altas horas de la madrugada. Al otro dia despertaron con resaca y con la noticia de que los Hombres Lobo habian regresado.

En el ayuntamiento, muerto, encontraron a John Catchum que resulto ser el Barbero.

A John Catchum lo enterraron en el sotano de su mansion y luego prendieron fuego la casa.

Y como hace una decada, empieza el debate para mandar a la horca al hombre lobo responsable de esta muerte.

Y entre la gente presente se escucha:

- Han vuelto los lobos! A darles caceria!... -

- ¿Pos' que?... ¿Que es esto? -

Mucho no me importaba el viudo forastero. Busco con la mirada a la Doctora que no tuve demasiadas oportunidades de hablar con ella en el ayuntamiento, aparte me preocupa que este bien.

Me acerco y la saludo.

- Que juerga la de anoche, que resaca... ¿Tu estas bien Olivia?... -

-Cago'n la leche, ¿cápasao? - Dijo un resacoso Harry con la voz ronca. -¿Y ese tío era barbero? ¿Y cómo que se hizo esa pedazo mansión? En algo andaría metido, pero vamos... que está la cosa muy mala, ¿no? Esto hay que investigarlo o algo.

- Los aldeanos ven como el fuego consume la mansion. Pero no ha terminado todo aqui. Los lobos habian regresado y se debia encontrar al culpable. Empiezan las deliberaciones frente a la mansion en llamas. Ese mismo dia habia que descubrir un culpable para ser condenado al atardecer. Y cada aldeano de 18 años o mayor debia emitir su voto en en el consejo del pueblo. En este pueblo las responsabilidades empezaban de pequeños. -

La noche de los preparativos estuvo muy divertida, casi como si de la propia fiesta se tratara, y hubiera sido un gran recuerdo para todos, si al día siguiente John Catchum, no hubiera aparecido muerto.

Cuando me desperté esa mañana la gente parecía alterada, todos andaban de un lado para otro, preocupados, y mirando desconfiadamente a todo aquél con el que se le cruzaban, fue entonces cuando escuché la noticia. Me quedé blanca como la nieve, sin reaccionar, y tan sólo un “no puede ser” se escapó de mi garganta, y aunque no conocía mucho a John ya era forastero y apenas nadie lo conocía, sí que me impactó la noticia, y me asustó, estaba aterrada. Sentí un escalofrío por todo el cuerpo y un dolor fuerte en el pecho.

Todos fuimos a su entierro, y apenas crucé unas pocas palabras con nadie, mi cabeza estaba en otro lado, rememoraba aquella noche buscando una respuesta. ¿Quién había sido? El culpable estaba entre nosotros, quizás a mi lado, y podía ser cualquiera.  Me abracé a mí misma instintivamente, como para protegerme. Que Dios nos ayude.

Había que actuar, no podíamos dejar que el culpable se fuera de rositas como si nada. Piensa Sarah piensa, que pasó aquella noche. Una imagen me vino a la cabeza, John Catchum había estado tonteando con Martin Moore aquella noche, se le había insinuado y había tocado su pierna.  Y el viejo leñador no parecía ser tan liberar como nuestro difunto amigo forastero, quizás eso había hecho encender su chispa y atacarle por aquella desfachatez.

John tonteó con Martin Moore en los preparativos, lo vi insinuarse y tocarle la pierna,  y sé que a nuestro amigo el leñador le gustan las mujeres y no tanto los “liberales” ni pude aguantarme mi opinión y finalmente la dije.

Victor se había despertado con un dolor de cabeza considerable. Había pasado la noche intentando juntar valor para entrar a alguna de las solteras del pueblo pero para cuando lo había conseguido su lado fiestero tomó control de su cerebro y simplemente siguió bebiendo con el grupo. Y con la mañana llegaron las noticias, el forastero había sido devorado. 
No habían llegado a intimar y, sinceramente, la desaparición del barbero le traía sin cuidado a un imberbe como Víctor. Pero cuando escuchó de voz de otro de los vecinos que su casa, con todos sus enseres, había desaparecido pasto de llamas provocadas, una lágrima se deslizó por su mejilla. 

- ¿Cómo? ¿Que han quemado su casa? - Victor se llevó las manos a la cabeza - ¿Estamos locos? ¿SABEIS LA CANTIDAD DE CAMISAS DE FRANELA QUE TENÍA ESE HOMBRE? ¡Y teníamos la misma talla!. 

En este pueblo no piensan más allá del presente, siempre reaccionando a lo loco... ¡Qué desperdicio!.

- Es cierto lo que dice la modista. En la fiesta quedó claro que el forastero le daba a los dos palos y el leñador parece que le rechazó. ¿Eres homófobo Martin? ¿O Homóvoro quizás? Creo que nos debes una explicación...

Toma aire con la boca abierta debido, entre otras cosas, a problemas respiratorios y a su extrema obesidad, y empieza a hablar:

No... Lo acuzéiz tan pjonto... - habla con dificultad - Antez incluzo de que haya tenido tiempo de ezplicarze...

Dejazle contá qué hizo y juzgá a partí de ahí.

Suelta el aire que todavía le quedaba en los pulmones de golpe e inspira produciendo un desagradable sonido.

Podéiz condicioná la opinión de loz demáz tal y como hablábaiz de ér, y ezo podría hacé que el verdadero culpable... - expira e inspira de nuevo - No zalga caztigado... Contémonoz todoz nueztra verzión primero.

Los preparativos habían sido maravillosos, de hecho hasta había logrado tomar una foto, antes de terminar mareada claro, que nos mostraba a todos felices y contentos, una foto que llegado el momento convertiría en un cuadro para que todos pudiesen ver a la aldea en uno de sus eventos más alegres, la idea era maravillosa y pensaba contársela al padre Forrester o a Sarah cuanto antes.

No hubo modo, porque a la mañana al despertar supe que algo malo había ocurrido... la inquietud de los aldeanos en la calle, esa abierta desconfianza y luego... el núcleo de lo que había pasado.

-Oh dios mio -mis labios dejaron escapar las palabras, muerta de terror-Esto no puede ser -me abrace a mi misma mirándolo todo sin saber que pensar, un muerto... 

John Catchum, muerto... por los lobos, confundida miré a todo el mundo mientras el fuego lo devoraba todo y mis ojos veían horrorizados los que ocurría, junte mis manos y me acerque a Sarah llena de temor, no veía aún al padre Forrester, a fin de pedir consejo solo quedaba Sarah.

De lado miré a Martín Moore, recordando el día anterior pero entonces oí lo dicho por Victor y sentí horror, ¡Qué un hombre había muerto por todos los cielos! y lo dije.

-Por favor, ha muerto un hombre -dije, sintiendo el pesar, nadie lloraría a aquel hombre, ya no.

Entonces Pruslas hablo, llamando a la calma y le observe con los ojos abiertos, calma... si, por el momento calma, que debía hallarse una respuesta para todo aquello que pasaba allí, miré a todos preguntandome quién empezaría a contar que había hecho la noche pasada. 

Martin despertó ya bien entrado el mediodía con una resaca terrible. Había bebido y reido con los demás, disfrutando de una noche agradable.

Aunque recordaba poco más que la vuelta a su casa, todo aquello estaba bien hasta que escuchó algo que le dejó petrificado: ``los hombres lobo habían vuelto´´.

Habían matado al recién llegado, John Catchum, uno de los pocos que había resalzado la calidad de la madera vendida por Martin. Y aunque se le insinuara abiertamente, no merecía aquel destino, aquello no podía quedar así. Debía ser vengado.

Martin se reunió con los demás aldeanos en círculo, como hacía casi ya una década, para resolver quién de los presentes era el culpable. No sabíamos si había 1,2 o más hombres lobo, la única cosa cierta es que eran miembros de la comunidad.

Sarah habló primero y fue la única que expuso su voto, sorprendentemente, el voto fue hacía Martin.

Todos le miraron, la argumentación de Sarah fue que John posó su mano sobre mi pierna, una prueba bastante escasa para que fuera yo quién debiera morir.

Dí un paso adelante, sin miedo alguno, delante de todos.

- Soy Martin Moore, la gran mayoría me conocéis como el leñador, yo conocía al hombre que ha muerto hoy y para nada, hubiera deseado su muerte. Él se me insinuó en la fiesta, es cierto, pero no por ello merece la muerte que ha sufrido. Me sorprende que sea yo quién haya de pagar por su asesinato, no hay ninguna evidencia que así lo atestigüe.

Soy inocente de su asesinato.

Pero conozco la costumbre y hemos de elegir al que creemos que puede ser un hombre lobo. Mi voto es para Sarah, puesto que ella me ha elegido sin una argumentación de peso, yo haré lo mismo con ella.

Mi voto es para Sarah Price, la modista.

Martin dió un paso atras y con los brazos cruzados, espero la decisión de sus vecinos.

El padre Forrester había tenido una noche pesada, beber cuando se es abstemio deja que la resaca sea mucho más fuerte, por ello posiblemente se había levantado sintiendo que le martilleaban la cabeza.

De ahí también que tras pasar sus deberes naturales en la iglesia, se enterará un poco tarde del regreso de los lobos.

Pero al saberlo su actitud se tensó, ¡lobos! Aquello no era bueno, y como no era bueno abandono la iglesia, tras dejar a salvo al otro sacerdote, yendo en dirección a donde sabía se habían dado los sucesos, las llamas aún vivían cuando llego y sus ojos pasaron por cada aldeano presente, capaz de tomar la decisión y de ser parte de los monstruos que habían devorado al viudo.

Le recordó, recordando con las palabras de los aldeanos lo ocurrido la noche anterior, sus ojos se fijaron un segundo en la buena Sarah, quién había empezado a hablar, en la joven que estaba al lado de la mujer aterrada, en apariencia, en Pruslas que sabiamente recomendaba calma y cabeza fría, en Timi, McDermott y victor.

En aquel momento decidió ponerse a hablar.

-Hijos míos, llamo a la calma, si pensamos a prisa no habrá manera de hallar al o los culpables –expreso, conocedor ahora de la identidad de Jon, el barbero – todos conocemos nuestro deber y es encontrar a los lobos antes que estos se ceben en nosotros –su mirada era sabia en cierto modo, y también levemente dura, como quién se prepara para la batalla – ayer estábamos todos en los preparativos, pero hoy uno de nosotros ha muerto, por sucesos que ocurrieran ayer, Martin Moore es sospechoso de lo ocurrido, es verdad... además de su actitud con respecto a Sarah –unía los cabos para entenderlo todo, el buen hombre, viendo a su pesar con cierta desconfianza la ligereza con que Timi se tomara el asunto y también el alocado terrateniente allí presente, por no mencionar las palabras de Victor, allí habían cosas terribles. . 

–sin embargo no descartemos la sangre fría con que algunos se han tomado la noticia - susurro pensativo, viendo a Timi y luego a Victor, Belle tenía razón, era demasiada sangre fría para no pensar en otros sospechosos -por mi parte, viendo las cosas, no adelantare conclusiones... sin embargo me permito comentar de Timi, el cual asume esta muerte con particular ligereza para ser tan joven, no solo por la muerte sino porque aquí hay lobos y eso debe tomarse en cuenta -comento, preocupado,antes de fijar sus ojos en Martin de vuelta, con cierta sospecha, era cierto, a sus ojos había aún tres sospechosos, pero debía estudiar bien las circunstancias.. 

- ¿John Catchum? ¿El barbero? - Margaret aun no concebía la noticia y la cabeza la estaba matando. Horas antes había despertado con el barullo de la calle. El mundo le daba vueltas, pero la curiosidad por aquella inusual actividad al día siguiente de la fiesta venció al dolor de cabeza. Un vez vestida había ido al ayuntamiento donde se enteró de lo ocurrido.

- ¿Hombres lobo? ¿Otra vez? - "Tengo un libro sobre ello" recordó mientras pretendía emprender el camino de vuelta hacia su casa, pero alguien la detuvo, recordándole la votación. escucho consternada las acusaciones que se hacían uno y otros. No podía creer las palabras de Timi y Victor, peor se tranquilizó al oír a Pruslas.

¿En serio vamos a matarnos entre nosotros? ¿No es suficiente con una muerte? - Se llevó las manos a la cabeza. Aun la resaca le afectaba y no podía pensar bien. - Pruslas... tu estuviste con John... Debiste haber visto algo... -Sugiere, aunque con poca esperanzas de que el pobre Pruslas hubiese visto algo.

Cuando me levanto, me noto el cuerpo pesado y la claridad del sol, castigándome los ojos y aumentando el dolor de cabeza.

Normalmente no suelo beber tanto, pero en aras de integrarme en la comunidad, ayer por la noche me dejé llevar. Demasiado. Con cierto miedo a la que pueda encontrarme, me doy la vuelta lentamente en la cama, para darme cuenta de que estoy a solas y exhalo un suspiro de alivio, apoyando una mano en la frente. Lo último que necesito ahora mismo es otro incidente...

Tras una ducha y un contundente desayuno capaz de resucitar a un muerto, me preparo para otra jornada laboral, cuando la noticia llega a mis oídos.

John ha sido asesinado esta noche. Parpadeo confusa, intentando conciliar este tranquilo y pacífico pueblo con un crimen de tal magnitud. Y lo que voy descubriendo de camino hacia el ayuntamiento me va poniendo los pelos como escarpias. ¿En serio? ¿Hombres lobo? ¿Linchamientos? Pero... Pero, ¿dónde demonios me he metido?

Cuando llego, se encuentran reunidos varios de los otros miembros del consejo que nos encontramos anoche. Y escuca de nuevo incrédula alguna de las intervenciones.

- ¿De verdad vais a condenar a muerte a alguien hoy? - sigo siendo todavía incapaz de aceptarlo - Es... es...

Cálmate Olivia. Busca algo en lo que centrar tu atención, algo que pueda ser de ayuda. El cadáver. Mientras termino de entrar, se me acerca de nuevo Timi, el hijo de lechero.

- Ahora no tengo tiempo para tus flirteos. - le digo con un tono de voz más seco de la habitual - John ha muerto, maldita sea.

Y me acerco a examinar el cadáver. La casa fue quemada pero, pero quizás pueda encontrar algo, alguna pista, algo que ayude a encontrar el verdadero culpable y evitar esta caza de brujas.

Niega con la cabeza, y por un momento se puede notar algo de vergüenza en su cara.

No... Al pocjo rato de traer la bebida perdí todo zentido de la vizta... Lo ziento mucho, el vino me puede...

No zoy capaz de gecogdag nada de la fiezta apagte del zabó del vino...

-Maldita sea, ¿otra vez los hombres *lobo? Creía que era un cuento de viejas... Oye, bonita -dijo mientras guiñaba un ojo a Sarah Price.- Tú has sido la primera que ha empezado a lanzar acusaciones a lo loco, ¿cómo sabemos que no tienes tú algo que ver en todo esto y por algún motivo quieres cargarle el muerto a alguien?

Cuando Belle se acercó a mí, agarré sus manos buscando consuelo, ella parecía tan afectada como yo y sentía que podía confiar en ella. No le dije nada, solo la miré afectuosamente.

Martin reaccionó a mis acusaciones, pero no trató de defenderse, en su lugar lo que hizo fue atacarme, no parecía preocupado por lo que acechaba al pueblo, sino que sólo quería vengarse de mis palabras, y su única razón para votar por mí fue por despecho.  Estaba más preocupado en su rencor que en la amenaza real del pueblo, por qué sería? Eso le daba más fuerza a mis argumentos. Y sabía que quizás había sido un poco impulsiva, quizás debería haber dicho las cosas más sutilmente, pero el miedo había conseguido controlarme; pero desde luego, seguía pensando lo mismo, Moore era muy sospechoso.

Me parece genial eso de que se vote por despecho, estás preocupado de verdad por lo que sucede en este pueblo? Le pregunté, muy seria y afectada, a Martin. Yo tengo mis razones para pensar en Martin, fue él el que estuvo en la fiesta con John y el que tuvo un roce con John; y seamos sinceros, un tío que se pasa todo el día solo en un bosque? En serio?  No parece estar muy interesado ni las personas ni en socializar, me parece un sociópata. El tipo de persona que podría matar a sangre fría sin sentir nada. y creo que no he votado a lo loco o sin tener una razón seria, creo mis dudas son razonables.

Cuando entró el padre Forrester, entendí lo quería decir con que algunos se lo habían tomado con demasiada sangre fría o a broma, pero para mí el principal sospechoso seguía siendo Moore.

Y después de la acusación de nuestro amigo el pijo a mi persona, suspiré, más asustada que antes, pero con firmeza. por qué ahora parecía yo la culpable? Entiendo la confusión de los forasteros, pero todos los de este pueblo sabemos cómo van las cosas, si sabes algo o piensas que alguien puede ser el culpable debes decirlo. Y no sólo porque sean las normas de este pueblo, sino que también creo que es esencial para esclarecer el caso, que querías que hiciera? Que me lo callara y que continuara como si nada?! Alguien nos está matando, señores!!! Vamos a estar callados divagando todo el día??? Yo sólo he tenido la mala suerte de ser la primera pringada que decía las cosas claras tal y como las pensaba.  Ya por eso soy culpable??? No deberíamos pensar en razones reales y lógicas para votar por alguien, o todas las votaciones van a ser por despecho o capricho?  

Nunca jamás en la vida había hablado tanto y tan claro, pero me crispaba la poca seriedad con la que se lo tomaban algunos.

De repente empezaron las acusaciones y Sarah que empezo votando, ahora tenia dos votos y vi su reaccion. En ese momento me di cuenta que era inocente, solo estaba asustada y confundida.

- Bueno, no creo que Sarah sea culpable (espero que Olivia no se ponga celosa), ella esta asustada. Esperemos a ver que dicen todos. Eddy, tu que casi no tomas alcohol. ¿Viste algo anoche? -

Propuso Timi y agrego.

- Sarah tiene razon, no votemos por votar, votemos bien. Igual no se nada del leñador porque anoche estuve charlando con Olivia toda la noche, como amigos, aparte nunca me hable con el forastero, si estuviera vivo seguro seria mi primer sospecha porque nadie lo conocia mucho. -