Partida Rol por web

Normandía, día 184 de misión.

Un rato después de que el capitán saliese por la puerta, el sistema de comunicación se enciende.

-Aquí Tom Holm, por favor, acudan todos a la sala de reuniones, sin excepción, Madre ha dado un informe, lleven al niño también para mantenerlo vigilado. - Avisa la voz del capitán con el toque robotizado que se produce por la forma de comunicarse.

Un rato después, todos los miembros de la tripulación de la nave llegan a una sala bastante grande con casi treinta asientos colocados de forma circular.

Espero a que llegue toda la tripulación a la sala de reuniones, para cuando llegan, yo ya estoy sentado con ambas manos sujetándome la cabeza.

-De acuerdo, por favor, siéntense todos.

Espero a que todos tomen asiento.

-Bien, Madre ha hablado, la nave minera Nostromo está ahí en frente, orbiando un planetoide con unas condiciones ambientales extremas - Me voy fijando en todos - Bien, quiero que todos se preparen, vamos a montar dos equipos para entrar en la nave. El primer equipo estará compuesto por Huber, Poyry, Bailey, Hayes y Beneth. El señor Yamazaki será el encargado de llevarles hasta allí en la nave auxiliar. Quiero que mantengan comunicación en todo momento, quiero saber lo que está ocurriendo allí, ¿de acuerdo? - Asiento con la cabeza - Dispérsense y estén listos.

Después de prepararos todos para la misión, acudís a la nave auxiliar donde Akira ya está esperando emocionado a los mandos de la nave, tras una breve introducción, los seis miembros de la tripulación subís a la nave y esta despega.

Al salir al exterior la visión es impresionante, frente a vosotros se haya un pequeño planeta de color marrón, un planetoide.

Pero eso no es lo único, orbitando alrededor del planeetoide está la enorme nave minera Nostromo, tiene cuatro "torres", una en cada esquina, y una más grande en el centro. En la parte inferior, si es que en medio del espacio puede haber algo a lo que se llame "arriba" y "abajo", hay unas formas de medias esferas. En la parte delantera de toda la plataforma minera hay una nave más pequeña que se puede separar del resto para acercarse a estaciones espaciales o incluso aterrizar en un planeta.

La pequeña nave en manos de Akira avanza por el espacio acercándose lentamente a la otra nave, en los paneles de pilotaje hay una pantalla negra que tiene una representación espacial de la ruta que debe seguirse hasta entrar en contacto con la Nostromo.

Haciendo una maniobra de acercamiento perfecta, la nave llega a su destino y se ancla contra una de las entradas a la nave.

-De acuerdo. Señor Yamazaki, venga con nosotros, no quiero que se quede solo por si hubiese terroristas, y usted, señora Poyry, tenga lista sus armas. - Ordeno poniéndome en pie y saliendo por la puerta.

Llevo entonces la mano a un intercomunicador.

-Aquí Beneth, estamos a bordo de la Nostromo y procedemos a acceder a su interior.

La puerta que separa la nave auxiliar y la Nostromo se abre dejando paso a un pasillo en penumbras. Las luces se encienden durante unos instantes parpadeando y ante vosotros podéis ver un poco de humo que avanza cercana al suelo, parece mero vapor, pero desde luego no es muy normal que haya algo así.

Los seis seguís andando y la puerta se cierra tras vosotros, andáis durante casi un minuto totalmente alerta mientras la luz sigue parpadeando, y entonces oís como si hubiese ratas avanzando por los conductos de ventilación.

Todo es extraño... demasiado... ¿Quién eres?

Apoyas la espalda en la pared y cierras los ojos tratando de concentrarte y así recordar algo, pero eso no ocurre. En su lugar, las parpadeantes luces siguen alumbrando por momentos todo el pasillo.

De nuevo el sonido de algo chocando contra el metal por los conductos de ventilación te altera, parecen ratas, pero no puedes estar totalmente seguro.

La luz de una habitación adyacente se enciende y a través de un cristal en el pasillo puedes ver toda una sala llena de sangre, la visión resulta espantosa, en el interior hay un torso humano partido por la mitad, parece de un hombre adulto, de unos 30 y tantos años, de raza negra, su rostro está totalmente desencajado.

-A la orden!-Dejo algo desilusionado los mandos de la nave. En viaje ha sido brutal, la nave era todo potencia y se podía controlar a la perfección, casi como si fuese sola. Tampoco he querido hacer ninguna maniobra innecesaria que haría si voy solo para no marear a la tripulación y para causar buena impresión. Algo desmotivado me preparo para salir de mi pequeña nave.

Avanzo en el medio, no es lo mío esto de investigar el terreno, estoy más seguro desde la comodidad de la silla con mis mandos. Miro a todas partes nervioso. Benth ha hablado de terroristas y eso me ha puesto los pelos de punta. Entramos en la Nostromo y la puerta se cierra tras nosotros... Qué típico, muy tranquilizador todo.

De pronto un ruido hace que de un pequeño ruido. Parece que viene de los conductos de ventilación.-Qué es eso...? Debería haber ratas aquí? Trago saliva. Esto no me gusta nada.

Mi respiración se corta de repente cuando veo al hombre seccionado, y me pongo en pie de un salto, aún pegado a la pared.

El pánico me asalta de repente, y el dolor de cabeza pasa a un segundo plano. Sin pensarlo, comienzo a caminar apresuradamente primero y a correr después en la dirección opuesta a los ruidos, siguiendo la dirección del rastro de sangre, pero esperando poder desviarme en la primera ocasión posible. Trato de evitar mirar la escena. Quizá lo más inteligente sería entrar en la habitación, esperando que el hombre tuviera algún tipo de comunicador, pero no es algo a lo que esté dispuesto.

Asiento con la cabeza ante la orden del señor Beneth y me acerco al arsenal de armas a tomar un arma de asalto y un par de pistolas por lo que pueda pasar. 

La tensión se masca en el ambiente a medida que nos acercamos a la nave Nostromo, pero sé de sobra como mantener mis nervios y sentimiento a raya. Me adelanto a los demás para ir la primera, al fin y al cabo, soy la única con armas y entrenamiento en combate.

Caminamos por los fríos pasillos de la nave, escuchando a lo que parecen pequeños roedores corretear por el lugar aparentemente desierto.

- Todo despejado, por el momento. - digo casi en susurros. Sigo avanzando por los pasillos de la nave con decisión, aunque tratando de no hacer mucho ruido y asomándome con precaución en cada esquina y puerta por si acaso hubiera algo detrás de ellas.

Comenzáis a atravesar un corredor oscuro donde unas luces artificiales parpadean iluminando el lugar por momentos, es un pasillo bastante largo que es recorrido por lo menos doce tubos metálicos, probablemente conductores de gas.

La luz se apaga por un momento sumiéndoos en la más profunda oscuridad y os mantenéis quietos esperando que la luz regrese.

Giráis una esquina y justo la luz vuelve a apagarse, por lo que de nuevo toca esperar, al encenderse Akira da un pequeño salto hacia atrás, pues frente a vosotros hay una mancha de sangre en la pared, una mancha que parece de haberse salpicado cuando alguien resultó herido.

Corres durante casi dos minutos alejándote del lugar, los pasillos se extienden durante metros y lo cierto es que su aspecto solitario resulta bastante aterrador.

De pronto te parece escuchar unas voces, ¿acaso hay alguien más?

Me paro en seco entonces, buscando con un miedo irracional dónde esconderme. No sé qué motivos podría tener alguien para querer hacerme daño, pero tampoco sé qué es lo que ha sucedido.

La carrera me ha dejado exhausto, pero aún así busco cualquier sitio que me permita escuchar sin ser visto, esperando poder saber de quién se trata, reconocer alguna de las voces, o al menos averiguar si son amigos o enemigos. Quizá era de esas voces de las que huía antes de caer inconsciente. Puede que me estén buscando.

quedo paralizado con la mancha de sangre...

- la verdad señores y señorita... espero que esten bien entrenado... me interesa volver sano y salvo a mi casa... les pido que apuremos el pasó, hacer lo que necesitamos hacer e irnos rápidamente...- les digo temblando de miedo.

En esta primera misión nos daremos cuenta si la nave fue realmente secuestrada o no, somos trasladados hacia el Nostromo y todo parece desolado y vacío, algunos pequeños ruidos como de roedor se escuchan pero no podemos saber realmente de que se trata.

Caminamos por el oscuro pasillo y trato de ir en la parte de atrás, después de todo solo soy un negociador no tengo experiencias en ningún tipo de combates real. Al llegar a un punto del pasillo nos encontramos con un horrible charco de sangre, por un instante casi grito pero logro contenerme tapándome la boca.

-Esto no está bien, creo que deberíamos pedir refuerzos.-

Me dirijo al resto del grupo en voz baja para no armar mucho alboroto. - De momento debemos seguir avanzando, pero extremando la precaución. No debemos correr ningún riesgo innecesario. Yo iré delante, vosotros esperad a que os haga algún gesto con la mano para seguir avanzando. Si veo a algún extraño al mirar por alguna esquina, os diré que os detengáis, y si veo algo peligroso os haré esto... - Hago un gesto con la mano que les da a entender que deben alejarse. - Este gesto significa que salgáis cagando hostias, pero sin hacer mucho ruido. Yo estoy entrenada para enfrentarme a los posibles peligros, pero vosotros no, y como miembro del equipo de seguridad no voy a permitir que ninguno de vosotros salga herido, ¿de acuerdo? Así que nada de héroes.

Mi tono y la forma en la que hablo no tiene nada que ver con lo que han escuchado salir de mi boca hasta ese momento. Esta vez hablo muy en serio.

Sigo avanzando despacio y asomándome cada vez que veo alguna puerta o pasillo con extremada precaución.

-Usted es la encargada de la seguridad, así que como no diga. - Digo dejando que la marimacho se coloque delante. - Espero que no sea de gatillo fácil, le recuerdo que venimos para ver qué ha ocurrido, no para matar a nadie.

Empiezas a escuchar algunas veces, y a juzgar por la cantidad de pasos, deben ser unos 5 o 6.

Tú estás en una esquina, que aunque no da diréctamente a donde deben estar ellos, abre el camino a un pasillo que desemboca perpendicularmente en el que ellos sí están.

Según avanzáis, te parece escuchar algo doblando una esquina en el pasillo, por otro pasillo que se incorpora al vuestro de forma perpendicular.

De nuevo escucháis aquél ruido por los conductos... algo se movía ahí arriba... algo vivo.