Partida Rol por web

Anubis alzó la mano enterrando los cuerpos de los dioses en vendas divinas, teñidas en oro, que luego se entierran lentamente en sintonía triste. -Así, seguirán cayendo más... Mi padre tiene razón, hagamos algo ya, o todos acabaremos viéndonos en el mundo de los muertos...

Esto sobrepasa todas las leyes que yo haya conocido. dijo yahweh, que hablaba por primera vez desde que volvio inari- hasta los muertos vuelven, realmente estamos rodeados de algunos con poderes sorprendentes, y no solo los de matar, podríamos tener aliados, no solo enemigos...

-Pero si han matado a dos, como podría ser eso de aliados, más bien es un acto de vil maldad en especial al pobre Hipnos- el dios zorro, se acurrucó como si fuera un cachorro de verdad le aterrorizaba lo que estaba ocurriendo en ese lugar - señor Asclepio, señor Yahweh verdad que ustedes pueden revivirlos- suplicó el pequeño zorro ante el horror de esa terrible muerta, algo que no le deseaba ni a su peor enemigo.

Kali se tapa la cara ante tal espectaculo, luego vuelve a mirar y estaba el cuerpo destruido de hypnos. - NO! Estamos de manos atadas! Ni con todos los dioses que quedan reunidos logramos proteger a hypnos! No hay tiempo que perder... Debemos hacer algo! Entre todos nosotros no hay nadie que pueda dar una señal de algo? Luego mira a su marido mudo Shiva querido, hace algo!

Muchos dioses están muriendo en poco tiempo... Esto puede significar que el asesino se sienta acorralado y esté actuando con rapidez.

Por otra parte, si el ataque iba dirigido hacia Ares eso quiere decir que no es uno de los asesinos... o ese es mi pensamiento.

Derrepente abre los ojos que tenía cerrados, y niega -No se puede contactar con ella- susurra algo entre preocupada e inquieta, pro el revuelo que se formba a su alrededor

Me mantengo al margen de tanta palabrería, Inari ha regresado y sus palabras me resultan convincentes de momento, quién lo haya matado no ha sido la misma persona que lo ha revivido y él parece sinceramente sorprendido de todo lo acontecido. 

Me siento en un sillón a observar,en ese instante algo parece ocurrir debajo de los pies de Ares, ¿Qué demonios está haciendo? pienso, mientras lo observo pasmada, Hypnos se interpone en su lugar y acaba calcinado entre un espiral de fuego que termina de surgir de aquel lugar donde antes pisada el dios de la guerra.

Me levanto de un brinco y me dirijo hacia allí. Doy un par de pasos y la cabeza de Mnemósine rueda hacia el centro, una visión escabrosa, las cuencas de sus ojos vacías, reventadas y su lengua cortada.

-Oh!- murmuro mientras cambio mi visión entre los cadáveres.

Me acerco a Hypnos y susurro algo en su oído, un último adiós. "Duerme"

Me levanto y observo a los presentes,

-Sea quién sea el que haya hecho esto, quién esté haciendo todo esto, tiene que pagar. No podemos permitir que acaben con nosotros-

Miró lo que había hecho Anubis con los cuerpos y sabía que no serían los únicos que terminarían así. Sonrió al pequeño zorro, le inspiraba mucha ternura, quizás porque ayudaba a las madres y las protegía, los niños eran para ella especiales, y el pequeño dios zorro se asemejaba bastante a eso, un niño.

-Hermanos, tanta desconfianza no hará más que ponerselo más fácil a quien este matando, tiene que ver muy agrietada nuestra union, como para atreverse a tacar cuando estamos todos reunidos- miró a los presentes -no cuento con ello, pero... podría hablar con uno de ellos ¿Cuál creeis q podría tener algo más de información?-

El zorro se movio tranquilo detras de donde se encontraba, no le gustaba la idea de que los dioses murieran y menos el pobre Hipnos y la madre de las musas.

-¿Y que haremos ahora?- indagó al escuchar la poca ´piedad de sus compañeros - ¿a caso no ven que dos han muerto tan facilmente y no sabemos ni por que motivo? o son tan ciegos por preocuparse por ustedes mismos -el zorro aun teniía miedo no quería ser el siguiente en morir.

Creo... Creo que su muerte la elegimos nosotros, pequeño zorro. Miro a Ares, al otro lado de la estancia, algo conmocionada. Nosotros les hemos matado, bueno, quizá solo a Mnemóside. Hypnos... El idiota de Hypnos* simplemente se puso en medio. Siempre demasiado bueno... demasiado bueno para él bien de si mismo. 

Esto empieza a ser una locura. Los mortales son prescindibles, ¡no nosotros! A cada muerte, el mundo tiembla bajos nuestros pies. ¡Y esta vez no es divertido! Añado, sofocada. 

-¿Qué tu les has matado?¿Pero que daño te habían hecho ellos?, no veo justo eso eres cruel al decir esas palabras- el pequeño bajo la mirada y varias lagrimas surcaron su rostro - Al menos contesta esta pregunta Eris ¿Por que le has hecho eso ambos, no veo que ganes con ello?- el zorro busco refugio detras de los demas - no se pero creo que tu eres la mala.

Tengo poca paciencia, zorro. Musito con voz triste. No me tientes. Mi pregunta es, ¿acertamos? ¿Eran los culpables o solo víctimas de nuestra estupidez? Paso mis ojos por el resto de dioses. 

-Inocentes o culpables no debiste tomar la justicia en tus manos, al menos pudiste expresarlo ante los demas, no de esa forma- los cabellos y la cola del zorro se erizarón y el pequeño mostró los colmillo- eso es cruel, cruel, y más cruel- el zorro de verdad comenzaba a molestarle la actitud de la diosa, mira que ni si quiera preocuparse del pobre Hipnos y tacharlo de Idiota, era lo más injusto.

-Generalmente soy tranquilo Eris pero sospecho mucho de tí, y mas ahora que has dicho palabras tan cargadas de veneno- como si fuera un nio pequeño el zorro busco cobijo cerca de la diosas Bastet.

Pequeño zorro, lo que Eris dice es que nuestra pasividad nos esta costando la vida, a mi casi me matan por vuestra ineptitud que no os atrevéis a tomar decisiones. Mantengo la calma costosamente, han atentado contra mi a plena luz del día.

Miro a Inari fijamente y le enseño mis dientes: No me tientes, zorro, no me tientes. Todas y cada una de las personas de esta sala tenían sus sospechas, ¡yo ni siquiera señalé a Ares o a Mnémoside! Respiro profundamente. Nunca me ha gustado filosofar, pero quiero que me entiendas. Cuando hablo de que "nosotros les matamos", me refiero al grupo. A la pasividad (como ha señalado Ares), a los que les señalaron y a los que ni siquiera sospecharon en ellos. Me refiero al que se alegra de sus muertes y al que las llora. 

 E Hypnos me caía bien, estaba chiflado, ¡sí! Pero al menos era más divertido que la mayoría de aquí. Suspiro. Además, dio su vida por Ares. Tiene mi eterno agradecimiento. 

-Eso no es lo que me dieron a entender sus palabras, podré ser un crió pero pude escuchar bien sus opiniones, ella es malvada y creo que  deberías estar agradecido con Hipnos que te ha defendido y buscar la manera de volverle a la vida, a caso no conoces de la gratitud- el zorro estaba cabreado por las muertes de dos dioses, puede que no los conociera mucho pero no le parecía justo.

El recinto se estremece y la oscuridad os envuelve dejandoos casi ciegos. De las columnas vendas podridas surgen formando una tela de araña y conjuntandose en el centro del techo octogonal. el collar de Kali comienza a moverse,se ilumina de rojo y dorado y grita: un sonido que el oido humano nunca escucho,el alarido de un dios.

La maraña de vendas se lanzo hacia ella que se aparto,de un salto,justo a tiempo. Las vendas no quedaron ahí y se lanzaron por la Diosa Destructora de la Maldad que se quedo estática con los ojos abiertos y la lengua fuera,el aura de su collar la envolvió. Un nuevo grito,esta vez el de la mismísima deidad hindú se expandió por la sala como energía pura destruyendo aquel amasijo putrefacto.
Entre tanta conmoción el cada ver de Caillech empezo a flotar,sus visceras se introdujeron en su cuerpo,la herida se cerro y la piel tomo aquel color antinatural que solo una diosa del Hielo podía tener.
Abriendo los ojos os saludó con la mirada.

Por supuesto que soy malvada, niñito. Replico con frialdad. Cualquier que lo niegue no tiene ojos en la cara. También soy otras muchas cosas. Soy inteligente, pragmática y retorcida. Me encanta jugar, manipular y controlar. Soy la madre de Horcos, dios de los juramentos. Y juro por su nombre, y por todos los demás dioses que se encuentran en esta sala, que le devolveré el favor a Hypnos, aunque sea lo último que haga. 

Quizá, y solo quizá, mi corazón late con demasiada fuerza y mis palabras corren aún más rápido. No debería decir palabras de las que luego me podría arrepentir con facilidad. Como cuando esté nadando en el río Estigia. 

Ahora tú, jura que tú no levantaste ninguna acusación contra Ares y Mnémoside, mis hermanos, que no velaste por su muerte. Júralo y, si mientes, que Horcos te persiga hasta el fin de tus días. 

¡Caillech! Jadeo con sorpresa al verla aparecer. ¡Estás viva! ¿Cómo...? ¿Por qué...? ¿Cómo están los demás, pueden volver? Las preguntas se arremolinan en mi cabeza.

me colocO frente a Eriis con mirada de desaprobación. No pierdas los papeles, no es digno de ti. Si los vas a perder haz otra cosa que te agrade. Miro después mas cómplice a Eris, tendiéndole la mano.

Anubis frunce el ceño al ver lo sucedido -Hum... que extraño... Se cruza de brazos mientras el báculo gira lanzando su aura verdosa, y sigue admirando lo sucedido.