Partida Rol por web

De un vistazo pueden comprobar que junto a las dos ranuras usadas por los dos primeros robots hay al menos otras dos que no han sido utilizadas aún.

- La descarga puede empezar en cuanto lo deseen.

Observé a Liam viniendose abajo, deduje que lo que encontró en el informe no fue ni esperanzador ni tranquilizador. La situación nos empezaba a superar a todos. Por suerte, algunos como Akane se mantenían fuertes, y gracias a ella el joven se pudo recomponer. Ver a la tierna pareja hablar sobre el futuro me hizo sentir esperanza.

Luke, tras hablar con Muñeca, preguntó a RAZA sobre el sujeto 0038 que mencionaba el informe de Coleccionista. Ver la frase "Material genético reciclado" e "Injerto córneo para para monitorizar todos sus movimientos" me hizo sentir un escalorfío. ¿Y si todos eramos parte de ese experimento...? Sacudí la cabeza, ahora teníamos algo más importante que resolver. Una tercera amenaza a parte de Muñeca y el propio Horror de las Estrellas.

RAZA confirmó que Muñeca podía integrarse a la nave cuando ella quisiera.

- Muñeca... según la visión de Kzaak... Para sobrevivir con seguridad deberías integrarte a la nave antes de la hora 7. Apenas faltan unos minutos - dije revisando la hora en el terminal - Entendemos que necesitarás pensar en ello.

Cuando Meblap habla, asiento y suelto los hombros de muñeca para caminar frente a ella y agacharme a su altura.

El tiempo corre en nuestra cuenta. Sé que da miedo, pero me encargaré de ello si quieres -extiendo mi mano-. ¿Me das tu chip? Lo protegeré.

Pero entonces las pantallas muestran informes, informes sobre la criatura.

Aprieto los dientes para luego soltar aire lentamente.

Cómo no. La Corporación. Siempre la maldita Corporación.

Cualquier otra opinión personal prefiero guardármela para mí mismo. Las cartas están bocaarriba y es el momento de decidir.

Quedan escasos minutos para las siete, y todos sabemos lo que pasará a las siete si no terminamos con esto ahora. Kzaak se encargará de Jason y sólo quedas tú, Muñeca.

El monitor emite una serie de crujidos. Alguien se está intentando comunicar desde el otro lado. Pronto se desencripta y puede leerse el corto mensaje

"Emillie,debes ayudarnos a destruir esa cosa, por favor únete a Raza, por cierto tengo un último regalo para ti... código de desbloqueo de datos A-60512"

Los ojos de la muñeca sufren un corto fogonazo de luz al escuchar el código. Su atención se dispersa por unos segundos.

El código. El maldito código que ambos habían pactado.

El código que informaría a Chippi de que necesitabas hablar con él, cuando las cosas fuesen realmente mal o sintieras que tu vida estaba en peligro. Recuerdas que fuiste tú quien mandó el mensaje cifrado a tu amigo, porque averiguarse cual era la carga de tu nave. Averiguarse que se estaba alimentando de las rencillas de los contrabandistas, y que pronto se desataría, quedando libre para devorar otro planeta. Para matar a más gente. Y todo eso, por supuesto, después de matarte a ti y a todos tus compañeros.

Recuerdas que no querías que eso pasase, bajo ninguna circunstancia.

Aprovechando que la IA primaria de la nave hacía tiempo que estaba desactivada, fue fácil hackear el sistema para engañar al sistema de navegación. Debían moverse hacia el espacio desconocido, en la periferia de cualquier mundo habitado, para minimizar las posibilidades de que el ser escapase. Fuera del alcance de las corporaciones.

Recuerdas que junto al código, le diste a Chippi las coordenadas hacia las que movías la nave, como una forma de despedida. En el fondo tenías miedo de morir. Fue así como el mensaje de la ubicación llegó a los demás. El Mensajero encontró la forma de informar al resto de lo que antaño fueron amigos, ya que sabía que se unirían en una lucha común.

Y entonces, recuerdas el día en el que pactaron al código. Aquel fue un día muy largo.

Tu habitación estaba a oscuras, y no lo viste llegar por la espalda. Cayó tus gritos, te sentó y te miró a los ojos como si fueras una adulta. Algo que en realidad eres, a pesar de tu aspecto infantil. Entonces supiste que lo que había venido a contarte era importante.

Siempre sospechaste que tu hermana tenia un romance secreto, pero aún eras muy joven para hablarte de ello. Ese hombre sinceramente la amaba. Y a pesar de su fealdad, había algo en él que hacía que ella sintiera lo mismo, aunque de una forma un tanto retorcida.

Te cuenta que sabe lo de tu crecimiento lento. Sabe que eres superior a cualquiera, y que apenas sientes dolor. Las sensaciones corporales nunca te habían preocupado, pero ahora que lo decía... sabías que era cierto. Había investigado junto a un grupo de clase el suceso que dio con la muerte de tu hermana, y ha venido a advertirte. Los mismos que te mintieron sobre el origen de tus padres acababan de dar como resultado que el experimento que te dio forma era ineficaz. La Corporación parece tener una gran afición con manipular genéticamente a sus ciudadanos, sin que lo sepan.

Te dijo que si no salías del planeta ese mismo día, probablemente morirías. Los mismos que te crearon pensaban "reciclar tu material genético" en poco tiempo. Él estaba a punto de mandarlo todo a la mierda, harto de la corporación. Te cuenta que la noche del accidente, tu hermana estaba a punto de aceptar un trabajo con otra corporación: Pentex

Cuando aparentaras más talla, él sería el primero en recomendarte para un puesto como mercenaria, si querías, pero hasta entonces sólo debías preocuparte en sobrevivir. Y había un puesto de grumete a bordo de una nave contrabandista de un amigo. Allí podrías hacerte fuerte y saber más de las mentiras de la Corporación.

Con el tiempo, hasta buscar venganza.

Pero ese día... tu única preocupación debía ser vivir.

Nunca pensaste en el amor como te demostraban los ojos de aquel depredador. Y por un instante, un sólo instante, deseaste que tu cuerpo pudiese estar a la altura, puesto que algo en ti también se despertaba ante la cercanía de aquel hombre. Si era cierto lo de la manipulación genética, no era tan raro.

Cuando te despediste, le pediste que se arrodillara y lo besaste como lo haría una adulta. Cuando él te miró desconcertado, le mandaste a guardar silencio. Algún día lo llamarías. Algún día estarían juntos de nuevo, sin tantas limitaciones.

Sólo por eso, grabaste a fuego en tu mente el código A-60512 de llamada.

Eres libre de compartir con el grupo lo que desees de lo que acabas de recordar.

- Hrrrr casi no nosss queda tiempo dije mientras me dirigía a alguno de los terminales para proceder a iniciar el protocolo sobre Jason.

- Muñeca, no dejesss que ese ser se salga con la suya... esss nuestra oportunidad para detenerlo. Como ya hasss visto, fue él que que destruyó media ciudad hace años... y en otros informesss hemosss visto como ha sido capaz de devorar mundosss enterosss con su poder... no podemosss dejar que continúe con la destrucción del universsso.

Estaba empezando a sudar... llevábamos tantas horas con todo ese "juego"... pero ahora que casi estaban terminando es cuanto más nos jugamos... no son solo nuestras vidas, si no conseguimos detener al Horror, el precio a pagar será mucho más alto.

Asentí con la cabeza lentamente.
El último recuerdo me había dejado algo traspuesta. -Era como una rata de laboratorio... pero, ¿por qué?
De haber podido habría lanzado un laaaargo suspiro. -Parece que, muy a mi pesar, os he estado engañando a todos, incluyéndome a mí... Gracias a la clave que me ha mandado Chip he conseguido recordar que experimentaron conmigo, consiguiendo que mi crecimiento se ralentizara. Lo que quiere decir que a pesar de mi apariencia de niña tendría que tener vuestra edad, al menos aproximadamente. ¿Creéis que ese experimento tendría algo que ver con el Horror para que su "carcasa humana" fuera inmortal?- la sola idea me repudiaba, pero me sentía mejor al compartirla con los demás.
-En fin, como sea. Tenéis razón en ina cosa: debo unirme a RAZA. A pesar de mi error puede que consiga arreglar las cosas o pararle los pies al Horror. Haré todo lo que pueda.