Partida Rol por web

Llegas hasta una de las antenas de la SatCom NN-03d con algo de prisa.

Al parecer, el supermutante no te ha seguido.

El sitio está algo derruido, pero está lleno de tecnología de antes de la guerra. Por lo menos, es lo que puedes ver a simple vista.

Pero bueno, tienes toda la noche para investigar, o por lo menos, para recorrer el lugar con tranquilidad.

No parece que haya nadie que pueda lastimarte, por lo menos a simple vista.

Los sensores se despliegan buscando compañía, pero no parece haber nadie. Por supuesto, mi destreza táctica ha dejado atrás al rival que me perseguía, despistándolo seguramente, y ahora me encuentro en un lugar lleno de recambios, según parece. Quizá no para mi modelo, pero seguro que algo útil puedo encontrar. Paseando de un lado a otro, rebusco aquí y allá empujando cosas cuando es necesario, y mientras tanto me conecto a las conexiones locales y proximales, buscando datos adicionales que puedan servirme en mi búsqueda. Localizo un par de emisoras inútiles, las catalogo y las guardo, y continúo buscando por el interior del edificio, comprobando mis sistemas y carga de manera automática.

Paseo de aquí para allá buscando. En una de las salas me encuentro un ajedrez gigante compuesto por chatarra, y tras almacenar la fotografía como curiosidad rebusco en mis archivos hasta encontrar un ejecutable de un programa de ajedrez y me enfrento contra la programación mientras sigo buscando por ahí. La partida no consume demasiados recursos y acaba rápido, pero quizá juraría y todo que le he usado demasiado tiempo y recursos que podría haber consumido en encontrar algo por aquí. Pero quién sabe, igual esa partida -que he ganado- acaba sirviéndome para salvar el mundo más adelante.

Rebuscando entre la basura, encuentras un condensador de energía que parece aún en buen estado. Sabes muy bien para que sirve un condensador de energía de ese tamaño... para hacer unas bombas que pueden destruir ciudades enteras. Claro que para construirla, necesitarías también un motor de fusión y unas células de energía.

Emito varios pitidos de alegría al encontrar un objeto interesante, pues si bien quizá no lo pueda usar en este momento, estoy convencido de que las posibilidades con él son elevadas en cualquiera de los sentidos. Cargándolo con cuidado, lo guardo en un lugar de las instalaciones donde sea difícil de encontrar si no sabes que está ahí, pues considerando las muchas cosas, es un conocimiento extra que me viene bien. Después de guardarlo, me doy otro paseo por el lugar, contemplando el Yermo Capital desde un acceso lateral de la torre.

DIA 2

El sol despuntó por el horizonte y todo estaba tranquilo en el lugar. Comenzaste, ahora que había algo más de luz, a revisar todo concienzudamente y entre la chatarra, pudiste encontrar muchas cosas. Algunas interesantes, como tecnología, y otras más mundanas, que tu no usarías nunca.

Recursos A:

Aceite Engrasante x2: 1PV

Recursos B:

Balas x4.

Rifle Laser de Precisión: ATA +2 DAÑO +2

Después de unas horas en modo stand-by esperando la aparición del sol en el tejado, los rayos de éste reactivan mis placas fotovoltaicas con un ejercicio productivo de almacenamiento de energía. Tras considerar que me he cargado de manera decente, emprendo una nueva búsqueda por el complejo repasando pertenencias aquí y allá, y las voy almacenando en el centro de la habitación inferior antes de realizar un recuento. Y no está mal el resultado, aunque he tenido que tirar por ahí latas medio vacías de sustancias sólidas putrefactas y un pedazo de carne aislada de cuerpo que parece haberse sometido a moderadas temperaturas.

Y qué buen botín, para acompañar al objeto encontrado el día anterior. Notando en mi cuerpo los impactos ocurridos el día anterior, me vuelvo a engrasar por el polvo introducido por los supermutantes en mi sistema al tratar de abollarme la chapa, y pito un par de veces dando una vuelta completa y comprobando sistemas. Después, almaceno en un receptáculo las balas que he encontrado, y guardo también el arma en cuestión y un poco más de aceite que de seguro lo necesitaré en el futuro, si todo sigue igual de agitado.

Y sin embargo... sin embargo, no he encontrado lo que busco. Pero no desespero. Guardo en mi radar interno la posición de este lugar, por si en el futuro he de hacer uso del condensador de energía o intercambiarle a alguien esa información, y me preparo para salir de nuevo al yermo. Ayer viaje mucho, pero seguro que todavía hay algo más que encontrar. Así que, sin despedirme de nadie en este vacío, marcho otra vez dirección Sur, buscando una nueva localización que explorar.

Cereza, Jericho y El Rey salen a explorar el Yermo, y por casualidades de la vida, ven a lo lejos unas antenas que parecen de unos radiotelescopios, y deciden acercarse alli. Van despacio, no quieren tener problemas y cuando llegar y abren la puerta, pueden ver a un robot flotando por el aire, como buscando entre la basura electronica que alli se encuentra.

Ahora sois cuatro en un mismo sitio.

-Bip bip, bibip bip. -Tarareo para mí, volando de aquí para allá revisando unos montones y otros de cosas tiradas por el suelo por todos los visitantes que antes que yo estuvieron aquí. Entonces la puerta del Satcom se abre, y me vuelvo con todos los sensores encendidos y detectando. Un grupo de mujer-hombre-hombre entran, y me mantengo expectante mientras los vuelvo a revisar a todos. ¿Qué es lo que querrán de este lugar? ¿Por qué no se mueve ninguno?

Genial, ni perdiendose por el yermo puede tener uno intimidad. Lo siento, nena, pero tendrás que esperar a disfrutar de Jericho.

Al menos el lugar parecía interesante, tal vez hubiese algo útil entre tanto escombro.

Eh tu, chatarra, ¿puedes sintonizar algo de música?

El sol se iba escondiendo tras el horizonte del Yermo y hacía que la noche llegara cada vez más pronto. Allí, en la Satcom, todo estaba como antes. Derruido. Hierros y metal doblado por todos lados, pedazos de robots que nunca más funcionarán, chatarra varia, y máquinas expendedoras cuya última bebida expendida habrá sido allá por el 2012.

Pero era un buen lugar para pasar la noche.

Parecía seguro e inviolable y eso era un alivio en el Yermo en dónde los problemas y los enemigos podían salir en cualquier momento.

Pero algo os distrajo de la conversación.

Un sonido, como amortiguado, parecía provenir desde debajo de los escombros... era un sonido metálico... tal vez mecánico... y allí estaba.

-Otro de esas cosas inútiles- dije señalando al robot flotante, no era la primera vez que me encontraba con uno y nuca me habían servido para nada.

-¿Música? jajajajaja, yo que tú le pegaba dos tiros y me ahorraba quebraderos de cabeza- le dije a Jericho antes de escuchar algo sospechoso -¿Lo habeis oido?- Pregunté acercándome al montón de chatarra del que me había parecido provenir el sonido -Podíais ayudar, no?- les dije a los demás empezando a desescombrar a ver si podía encontrar la fuente del ruido.

_ Sí claro... No tengo otra cosa mejor que hacer que ponerme a rebuscar entre los escombros... _ replico mirándome las uñas de la mano derecha, para mi gusto demasiado descuidadas debido a los acontecimientos de los últimos días. Me mantuve un poco aparte, manteniéndome bien separada de los escombros por lo que pudiera salir de allí, y usando las anchas espaldas de aquel que se había erigido como mi "protector" a modo de pantalla.

_ Chicos... tened cuidado... no quiero volar por los aires justo antes de irme a dormir.... y tampoco tener invitados inesperados para la cena_ digo con un puchero, pasándome un mechón pelirrojo detrás de la oreja y dando un pasito hacia atrás.

Y tras desescombrar algunos escombros, el ruido se hizo más audible.

Hasta que por fin, lo que estaba atrapado allí vió la luz.

- Buff buff buff. Grrrrrrrr... grrrrrr... -

Tranquila, nena, Jericho te protegerá. Le dije a Cereza mientras me ponía manos a la obra. 

Fue entonces cuando el chucho apareció entre los escombros, claramente asustado y desorientado.

Tranquilo, chico, nadie va a hacerte daño. Susurré al perro con tono firme aunque pausado mientras me acuclillaba, de manera que podía mirarle fijamente a los ojos manteniendome a su nivel.

Ven, pequeño, dejame ver si estás herido. Susurré de nuevo tendiendo mi mano con la palma hacía arriba

Completo el análisis en un momento, y entonces continúo a lo mío. El humano-hombre-1 parece simple y directo, pero el humano-hombre-2 se comporta como un verdadero zoquete petulante. Como si hubiese otros como yo por ahí. Recuperando mi grabación, la vuelvo a emitir. -Eyebot Duraframe Sujeto E es a la vez el prototipo y último modelo funcional. -Sueno, tras un instante de inicio de grabación y otro final, con la voz de un caucásico. -Beeep bep bip bebip.

Entonces suena un ruido en el suelo, algo que yo no había percibido, y me pongo en guardia mientras el hh2 trabaja en el suelo, y aparece un can moderadamente desmejorado pero en claro estado funcional. Una situación interesante, aunque no demasiado útil en general. Flotando en el aire, me mantengo expectante.

- Grrrrrr... grrrrrrr... grrrrrr... -

Albondiga continuaba gruñendo, pero no se mostraba agresivo.

Parecía que el perrito estaba más asustado que otra cosa.

Poco a poco comencé a acercarme a el, manteniendo el contacto visual en todo momento. Una vez me hube aproximado lo suficiente, comencé a acariciarle justo debajo de la mandíbula, de manera que pudiera ver mis movimientos.

Tranquilo, chico, ya estas a salvo. Jericho cuidará de ti.