Partida Rol por web

_ Oh dios... voy a vomitar... _digo mientras me llevo las manos a la boca dándole la espalda a tan dantesco espectáculo. Está claro que quien quiera que se haya llevado por delante al Rey lo ha hecho sin escrúpulo alguno. Me siento mareada y sin saber muy bien qué decir o hacer miro con miedo a ED-E que me señala con un ominoso sonidito y luego a Jericho que hasta entonces se había portado tan bien conmigo.

Finalmente, miro al perro... y trago saliva sin saber muy bien qué hacer cuando el roboto me señala.

_ Yo no he hecho nada maldito trasto de hojalata!!!_ grito mientras me escondo tras Jericho abrazando al perro para mantenerlo cerca mío. _ Seguro que ha sido esa cosa!!! Grandullón!! Haz algo!!!

Albondiga está rebuscando entre los escombros una vez más.

Tras unos minutos, extrae una taquilla oxidada y vieja.

Parece que contiene algo dentro...

Agua Limpia x1 2PV

Agua Sucia x2 1PV 1RAD

Pincho de Mutaracha x2 1PV 1RAD

Contemplo los insulsos intentos de la humana y la decisión tomada en el rostro de hh, y me pregunto a mí mismo qué sentido tiene para él defender a una viuda negra que a lo más seguro lo matará cuando llegue la siguiente noche. O quizá sean una especie de Bonny y Clyde trabajando en cooperación, pero tanto no puedo llegar a observar en una única noche. Sin embargo, no hay mucho más que decir pues hh ni siquiera se ha parado a pensar cómo podría un Eyebot dedicarse a destripar a alguien, cuando es obvio que no tengo las herramientas necesarias encima.

Pero tampoco me voy a quedar quieto esperando a que decidan hacer lo que les de la gana, y acercárseme para cogerme y machacarme, así que aprovechando la distracción surgida por el desenterrar de objetos del can, activo mis propulsores a máxima potencia y me lanzo a toda velocidad hasta la puerta abierta, derribada por el gigante supermutante, y de ahí al Yermo Capital.

Contemplo los insulsos intentos de la humana y la decisión tomada en el rostro de hh, y me pregunto a mí mismo qué sentido tiene para él defender a una viuda negra que a lo más seguro lo matará cuando llegue la siguiente noche. O quizá sean una especie de Bonny y Clyde trabajando en cooperación, pero tanto no puedo llegar a observar en una única noche. Sin embargo, no hay mucho más que decir pues hh ni siquiera se ha parado a pensar cómo podría un Eyebot dedicarse a destripar a alguien, cuando es obvio que no tengo las herramientas necesarias encima.

Pero tampoco me voy a quedar quieto esperando a que decidan hacer lo que les de la gana, y no puedo permitir de ninguna manera que haya gente por ahí matando a los demás a traición y porque les apetece, ¡hasta podrían matar a un técnico! Así que aprovechando la distracción surgida por el desenterrar de objetos del can y que eso atrae por un momento la atención de hh, me despliego en paralelo y me tomo la justicia por mis servoarmas, abriendo fuego sobre la asesina para que no pueda perpetrar más crímenes.

NOCHE 3

ED-E, sabiéndose perdedor de alguna manera, intentó defenderde antes de ser atacado por los supervivientes que estaban allí con él. Disparó contra Cereza, intentando matarla pero ella es bastante más rápida que él, y pudo esquivar sus ataques sin problema. Claro que después, le toco el turno a ellos y se cebaron con el cuerpo del robot hasta dejarlo hecho añicos en el suelo.

Albóndiga comenzó a ladrar fuerte, muy fuerte a Jericho y a Cereza, para después, salir corriendo del lugar por la puerta, perdiéndose en el Yermo.

Por suerte, o por desgracia, esta noche todo estaba muy tranquilo.

¿Estará el Enclave preparando algo secreto?

Después de los últimos acontecimientos comencé a pensar en todo lo sucedido. No era que no estuviera acostumbrada a la violencia... al contrario, era parte de mi día a día, pero no podía evitar sentir un amargo resquicio de miedo en el fondo de mi garganta. El perro había salido huyendo, lógico... Después de que aquel robot casi me cosiera a balazos no había tenido mucho tiempo para pararme a pensar en mi reacción. Sólo actué. Cuando Jerichó decidió atacar... yo le secundé. Después de todo... era la única persona que se había preocupado mínimamente por mí en años.

Le miré en el silencio de la noche, por suerte, parecía que todo estaba tranquilo. Lo agradecía. Nos lo merecíamos después de todo ¿no? Quizás podría recompensarle un poco por haberme salvado y ayudado con el robot. 

Con las manos en la espalda me acerqué con una sonrisa al grandullón que se encontraba revisando su arma sentado en el suelo. Los restos de ED-E aún eran visibles desperdigados por doquier.

Apoyé mis manos en sus hombros, y me asomé por el lado derecho, apoyando el peso de mi cuerpo en su espalda aprentándome intencionadamente contra este para dejarle sentir mis pechos bien pegados a ella. Mis labios rozaron apenas su oído al susurrarle:

_ Por poco me mata a mi también ese trasto de chatarra...- suspiro. - Gracias por ayudarme...  _ y añado tras una pequeña pausa con voz melosa_ Y ahora que por fin estamos solos ... ¿Te apetece compañía esta noche grandullón?

Claro que si nena... Le susurre a Cereza mientras me tendía encima de mi saco de dormir. 

¡Jericho que te va a proporcionar una noche que no olvidarás en toda tu vida !

DIA 4

La noche pasó tranquila... y las palabras de Jericho se habían hecho realidad. Tal cual él lo había dicho, le había dado una noche memorable a la muchacha. Cereza aparecía con un cuchillo clavado en el pecho, que le había cercenado las arterias del corazón. Aún se encontraba entre estertores, escupiendo sangre por la boca cuando Jericho la miraba con una sonrisa de satisfacción en la boca.

Pero los ojos de Jericho sintieron el miedo, cuando la muchacha pareció sonreir.

Y los ojos del asesino se abrieron más, cuando pudo ver lo que Cereza llevaba en el antebrazo... y también pudo ver la cuenta regresiva... 2... 1... 0...

Después, ninguno sintió nada más.

DIA 4

El día amaneció tranquilo.

No habían atacado por la noche, y eso os había dejado tranquilos...

Pero un ruido os quitó de la concentración y de la bonita felicidad que estabáis viviendo durante unos segundos... Mirastéis hacia el cielo y pudistéis ver un misil completamente armado, que surcaba el aire a una gran velocidad. No teniáis que ser muy avispados para saber que ese misil... era un misil nuclear y que iba a caer en alguna parte...

Una voz habló en vuestra cabeza.

Ahora tenéis estos avatares... utilizadlos bien... buscad a los asesinos y destruirlos...

Verónica Santangelo aparece en el lugar proveniente de vaya a saber uno.

En ese momento, una explosión sacudió un poco el lugar.

Provenía del Inframundo.

Contemplo el amanecer tratando de acomodarme en un asiento mientras me planteo todo lo ocurrido. Tengo un par de objetivos en mente, pero el misil surcando el cielo me mantiene atento unos instantes mientras trato de verlo bien... y me doy cuenta de que no funciona tan bien como creería. Y mi compañero silencioso sigue en el mismo mutismo, probablemente también metido en sus procesos cerebrales.

-Hola, mujer. -Le digo a la chica cuando aparece. Y un momento después sucede la explosión. Bueno, ya sabemos a dónde apuntaba el misil nuclear, al parecer. Ya van dos explosiones en muy pocos días, y el yermo parece tremendamente agitado. -¿Qué te trae por este lugar? -Le pregunto, examinando su aspecto y tratando de dilucidar un poco más de su existencia aquí.

No había mucha gente por allí, aunque una mujer llegó a la zona.

-Buenos días, mi nombre es Elder McNamara... siempre es agradable encontrarse con nueva gente por el yermo.

Sobre todo porque éste acogía muchos peligros en su interior y 3 pistolas eran mejor que 2.

Llego a otro lugar y espero que fuera mejor que en el que estuvo... porque se veía poco movimiento...

Cuando llegue a este lugar, lo vi igual o parecido de calmado que el otro, menudos tinglados en los que me metía, no se veía mucho movimiento... Cuando voy avanzando más y veo a dos caballeros
en este lugar... Al menos no estaba sola.

Y escuche al chico moreno de piel. Que me trae por este lugar. Y le digo con una sonrisa. Y un poco de ironía. –Pues nada que estaba cansada de dispara a diestro y siniestro. Y me dijo voy a explorar este lugar... Le miro y le dijo un poco seria. -Es broma solo que me canse de explora porque no había nada de interesante del lugar de donde vengo. Yo me llamo Verónica encanta de conoceros.

Y vosotros lleváis mucho tiempo en este lugar, o ¿acabáis de llegar? 
 

-Que yo sepa este sitio parece tranquilo y en el tiempo que llevo aquí no ha ocurrido nada interesante ni peligroso.

Claro que Elder no es que llevara una eternidad en ese lugar ni nada parecido.

-Pero claro, acabo de llegar a éste lugar.

Con una cara neutral, observo a la mujer mientras divaga en esas cosas que llama bromas. Revisando mi armamento concienzudamente, dejo al Elder responder. La noche se acerca, y no quiero que me pille sin preparar otra vez.

-Algo antes que tú. -Añado, manteniendo esa seriedad. -Aunque no me quedaré demasiado.

NOCHE 4

Como siempre, todo parecía tranquilo por estos lugares. Hacía varias horas que no se habían producido incidentes y las cosas parecían estar encaminadas. Aunque como siempre se dice en el Yermo: un rato de tranquilidad sólo puede significa una cosa... que se avecina una tormenta.

Pero esta noche no ha sido así.

Pese a la escasez de alimentos, una noche de tranquilidad es bienvenida aunque sólo sea durante unas horas.

Y más con lo que ha pasado durante estos días.

Megaton y El Inframundo han sido destruidas, y todos sabéis muy bien quién ha elaborado esos planes: El Enclave. Y si siguen con este ritmo y esta escalada, en pocos días más todo estará más que desierto y todos los supervivientes que habitan el Yermo, o muertos o esclavizados.

Sin embargo, la tranquilidad duró muy poco esta noche.

Los disparos comenzaron a sonar lejos, y eran muchos, como si el viento los trajera hasta esta posición. No estaban cerca, por lo que el problema no era con esa zona... pero la seguidilla de disparos y explosiones... así, a bote pronto, podríais calcular que como mínimo, eran un batallón disparando...

¿Qué estará sucediendo allí fuera?

Y fue en ese momento de distracción cuando el enemigo aprovechó para atacar.

Y no era un enemigo cualquiera, no señor. Eran los enemigos más temidos del Yermo: Los Cerberos.

El bicho del demonio se había abierto paso por la tierra, hasta que encontró un sitio blando por dónde salir y así poder atacar. Son enemigos muy temidos ya que además de poseer un ataque a distancia, su ataque contamina con radiación a la víctima. Y por supuesto, son unos huesos duros de roer.

Pues de lugar tranquilo aquel sitio tenía poco. Un bicho los atacó nada más caer el sol.

-Cuidado, Verónica- dijo acercándose a ella para ayudarle a escapar del ataque.

Luego se encaró con el ser para atacarle cuerpo a cuerpo. No le gustaba la sangre de monstruo en sus manos, pero no tenía ningún otro arma a mano.

No me iba a quedar. Y la razón del por qué surge rápidamente del suelo, una de esas criaturas que acompañan a los supermutantes en muchos de sus viajes. En primer lugar, echo mano del rifle, pero luego me lo pienso mejor considerando las pocas balas que me quedan, y me acerco hacia la muchacha para tratar de apartarse de la trayectoria, que parece a ella a por quien va. Y después, me acerco al monstruo y le arreo un golpe, pero lo cierto es que no consigo demasiado al estar todavía acostumbrándome.

Estaba atenta a lo que dijeron cada uno de los dos muchos... por el momento se le veía amables, y no sé cuánto tiempo duraría en este lugar, pero sabía que la noche la pasaría aquí...

Llego la noche oscura y algo desde la distancia se acerca, cuando nada mas no me dio tiempo en pestañear cuando al bicharraco lo tenía aquí cerca. Y Elder me dijo que tuviera cuidado...
y le dije a Elder apartando me bicharraco para que no me viera. –Gracias Elder por avisar, tenemos que tener mucho cuidado, para que no nos atrape.
 

El bicho parecía bastante poderoso, aún así, cayó fulminado tras los ataques del Elder y Boone. No parecía que iban a ser ataques poderosos, sin embargo, el engendro pareció revolverse ante la presencia de esos supervivientes, como si sólo su estancia allí le hiciera daño.

Pese a todo, Verónica resultó algo herida.

Tras todo el jaleo del ataque, el Elder decidió marcharse de ese lugar.