Partida Rol por web

A la sala común de Hufflepuff se accede desde el mismo pasillo que a las cocinas de Hogwarts. Pasando delante del bodegón que forma la entrada a las cocinas, se encontrará una gran pila de barriles en un hueco oscuro en la piedra a la derecha del corredor. El segundo barril empezando por abajo, en medio de la segunda fila, se abrirá si se golpea al ritmo de Helga Hufflepuff. Como método de seguridad para disuadir a los estudiantes que no son de Hufflepuff, si se golpea el barril incorrecto o se golpea un número incorrecto la tapa de uno de los otros barriles se abre y ducha a la persona con vinagre. La sala común esta llena de armarios, banderines amarillos y probablemente un pizarron donde los estudiantes colocan todo tipo de información, como: noticias, avisos de perdida y hallazgo, posters, etc.

Los dormitorios de Hufflepuff están localizados en el sótano, con puertas perfectamente circulares que salen de la sala común hacia estrechos túneles, uno de ellos se dirige al dormitorio de las chicas, mientras que los otros hacia los de los chicos. En cada dormitorio hay cinco camas, presumiblemente decoradas con cortinas amarillas y afiches de Hufflepuff.

-Menudo silencio... -Paseaba escuchando el eco de sus zapatos.

Entreabro los ojos al escuchar pasos. Miro a mi alrededor, confusa. Vale, al menos me he ubicado: estoy sentada en un sofá en la sala común de Hufflepuff. Agacho la cabeza y me encuentro un pergamino a medio escribir y un libro. Ya, claro, estaba haciendo los deberes. He debido quedarme dormida. De repente escucho la voz de un compañero. Sonrío desde mi asiento.

-Wiiill -llamo cantarina, levantando la mano.  

-!AHHG! -Un escalofrió recorrió su espina dorsal cuando escucho su nombre, por suerte sus pulmones seguian en su sitio y sus ojos encontraron la causante de semejante susto.

-Jo, Anne. No hagas eso, pensé que estaba solo. -Se sincero con ella, mientras intentaba recobrar la respiración.

Después de todo, las dos mujeres que los llevaron al comedor regresaron para trasladarlos a un sitio más seguro. Kenya espectador a todo mirando sin quitar detalle a todo por cuanto veía llego a su casa de emblema por cuanto al ser de otro de país le costaba pronunciar con exactitud su nombre. Huf..le puf. .. hufflepuzz.. hufflepuff  jaja  sonrió después de pronunciarlo quedando algo avergonzado delante de sus 2 compañeros que miraba algo tímido mientras desvío su rostro a unas de las ventanas mientras Luna su gata se bajo de el para acomodarse encima de la alfombra.  Buenas.. soy Kenya,  etto.. estamos solos y parece que lloverá fuerte .

Tim no podía dormir. Ese día había sido demasiado largo y habían sucedido demasiadas cosas. El haber tenido que hablar con todos sus compañeros le reconcomía la cabeza. La cara de tómate había tardado en desaparecer, pero ahora ya estaba mucho mejor. Algunos compañeros le habían dado la razón. Incluso Nathan, que muchas veces se metía con él, había aceptado que unir los esfuerzos de todas las personas y todas las casas era la mejor opción.

No sabía que pasaría a partir de esa noche, pero esperaba que todo fuera bien. Mientras tanto, tendría que forzarse a entrar en los brazos de Morfeo y descansar, era posible que el día siguiente fuera más complicado.

Me aparto del sofá para hacer hueco a mis compañeros. Aunque hay más de un sitio para sentarse, las condiciones del día hacen que eche en falta el calor humano. 

-Lo siento Will -me disculpo, riendo suave. Miro a Kenya con curiosidad. No podía dormir, me había desvelado tras la cabezada, así que buscaba algún pretexto para que alguien se quedara despierto con ella.

-¿Cómo se llama tu gato? -pregunto, alzando la mano para llamar al minino- es muy bonito. Me gustan los gatos. 

Después de mirar a Tim El joven con carita melocon,  Kenma se queda algo avergonzado al sentirse algo ignorado después de que se presentó,  en eso que inclino su rostro , la joven presente De ojos celestes y cabello a carmín le pregunto al joven De cabello rubio y raíces negras.  Su nombre es Luna, Es muy tranquila no tengas miedo solo es muy sensible a las malas intenciones ...     dijo eso mientras la gata miro a la joven dando a relucir como una media luna en su frente de un color dorado .

Me senté de un salto en uno de los huecos que dejo Anne en el sofá. -Vale te perdono. -Dije sin darle importancia alguna. -¿Quien puede dormir después de lo que ha pasado verdad?

-Hola Kenya, creo que no has llegado en buen momento, pero entre hufflepuff puedes estar tranquilo. -Dijo sin pensar, a lo que luego quiso añadir- Espero.

Y tras sus palabras se quedo un poco taciturno, sin saber que hacer para romper el mal royo que tal vez hubiera creado.

De pronto entro a la conversación otra persona y Kenma se giro para prestarle atención.  Parece que le dijo que llegó en mal momento cosa que el rubio de raíces negras dijo.  Perdón...   siguió atento a el Hasta finalizó en su platica.  No pasa nada , espero ayudar si me necesitan y poder conocerlos a todos ..   Dijo dibujando una sonrisa en su rostro androjeno.

Gala entró a la sala común, algo disgustada. Se fijo en la presencia de sus demás compañeros, pero no tomó mucha atención. Se sentó cerca de chimenea del lugar. Hacía frío, parecía que llovería. No podía dormir con todo lo que había ocurrido. Desconfiar más de lo que ya lo hace de la gente no podía ser más tortuoso para la chica. De vez en vez, se giraba a sus compañeros, los miraba con una expresión de tensión, como queriendo preguntarles algo y luego volvía a mirar al horizonte. Se veía muy preocupada.

Apoyo la cabeza en el hombro de Willy cuando se sienta a mi lado. Da golpecitos con la mano a un sillón cercano al suyo, mirando a Kenma. -Pero siéntate, estás en tu casa. Jaja, ¿lo pilláis? porque esta es la sala común de nuestra casa...

Carraspeo. Sí, quizá no sea momento de chistes malos. Esbozo una sonrisa de disculpa. En ese momento, se vislumbra un rayo dorado dirigiéndose hacia la chimenea. Miró de soslayo a Galadriel. Tenía un pelo tan listo y dorado y bonito...

¡Gala! -grito, llamando la atención de mi compañera de casa. Hago una mueca, consciente de que mi tono era demasiado alto y que podía despertar a Tim, que estaba dormido. -Gala -repito, algo más bajo- ven a sentar con nosotros. 

Se sienta haciendo caso al gesto de su compañera mientras ve a la ajena de cabello dorado que vio en el comedor con atención,  al go triste resultaba su rostro y tenso a lo que Kenma  la miro y saco una conversación    etto... que saben ustedes de artes oscuras? 

De repente las bodegas se iluminan. Etéreo, atraviesa la pared un caballo blanco, fantasmal, que relincha como si su voz llegara desde un lugar lejano con el eco.

Se detiene frente a vosotros, y se encabrita, antes de decir sin necesidad de mover los labios:

"Sólo podéis confiar en uno de vosotros: KS"

Tras aquello, el animal se desvanece.

Comienza el día 1

​Amanece en la bodega. Os reunís en la sala común. Todo el mundo parece estar bien.

Donde están todo roleando?

-¿Tiene sentido que uno de nosotros haya hecho eso? -Pregunta recordando al caballo.

Despertando después de aquella noche, donde todo fue caótico y lleno de preguntas. Kenma abriendo sus ojos después de notar como un rayo sol acariciaba su rostro, se levantó peinando su cabello con su mano mientras recordaba aun aquel caballo h a su compañero preguntando algo en alto.  No creo que nadie... tenga tal magia entre... alumnos 

Después todo el día sólo y con sus compañeros sacando conclusiones,  Kenma se va a su cama mientras acostado de lado,  recuerda palabras que le dijo su padre