Partida Rol por web

¡Vamos a ello!

Al parecer un pixelado Sigmund Freud estaba dispuesto a llegar al fondo de todo ese asunto, o al menos a ver cómo otro de los científicos más importantes de la época era vilmente asesinado por su sospecha de ser un Nazi Temporal Infiltrado, pese a ello, Richard Fyenman no parecía del todo dispuesto a eso de "suicidarse por la ciencia".

Para fortuna de los presentes, mientras Richard Fyenman retrocedía levemente, alguien acababa de salir de la cocina, la científica mujer favorita de todos los niños de primaria y secundaria. Marie Curie. - Y quizás la única que sus profesores se hayan molestado en nombrar.

Con un rayo de energía radioactiva, esta impactó en el pecho de Richard Fyenman.

Pese a que con un rayo radioactivo de semejantes magnitudes sería suficiente como para matar a cualquiera, Richard seguía ahí de pie, aunque no perfectamente bien pues su cuerpo poco a poco se comenzó a calentar, literalmente hasta que de un momento a otro, este explotó proyectándose hacia delante, en concreto hacia Alfred Nobel, el cual tenía la mala suerte de encontrarse ahí.

Para fortuna, aquella explosión fue pequeña, por lo que el resto de científicos no sufrieron las consecuencias ni de la explosión ni de su radiación posterior. ¡Quien sabe lo que hubiera pasado si este hubiera explotado un poco más tarde!.

Y al igual que una explosión nuclear, la muerte repentina llegaría a Alfred Nobel el cual cayó al suelo entre terribles dolores y quemaduras por la radiación, aún con su último aliento, este científico sacaría del interior de su camisa dos sendas e iguales dinamitas que encendió y lanzó hacia el resto del público.

En concreto en contra de Emmy Noether y de Michael Faraday.

La explosión de la dinamita hizo que el cuerpo de Michael Faraday explotara por los aires, pues así de poderosa era la invención, o mejor dicho, la mejora, que el propio Alfred Nobel había hecho en aquella herramienta, tanto del bien, como su uso en la cantería; como en el mal, como la fabricación de armas.

La muerte por dinamita lanzada por alguien muerto por explosión atómica por alguien muerto por rayo radioactivo por alguien señalado y tecnicamente muerto por todos los presentes llegaría a Emmy Noether solo si Emmy Noether así lo permitiera, puesto que ella era una mujer muy suya. Decidió ignorar esa parte de "morirse" y seguir con vida. A fin de cuentas, no iba a variar su estado, ni físico, ni químico, ni siquiera en Facebook.

Bueno... mi trabajo aquí ya está terminado...

Volveré a cazar nazis... ya sabéis... Puuuuuum... Buaggg..

Por parte de Marie Curie lo que estaba pasando, con tantas explosiones ocurriendo a la vez no la sorprendió, o quizás sí, pero al igual que la otra mujer que había hecho algo en el lugar, esta decidió ignorar todo lo que había pasado y volver a la cocina, y así de paso, quizás quitarse algo de culpa de esa reacción en cadena.

-Bueno, como sea... Ya me he cansado de todo esto. Aprovecharemos este descanso para ver cómo queréis que sean las próximas votaciones. Socrates, dime como quieres que sean las próximas votaciones y yo las haré así, quedarnos SIEMPRE con las mismas es un aburrimiento.

Y a parte de todo eso anteriormente mentado, algo más ocurrió, aunque en esta ocasión fue algo mucho más aburrido que un triple asesinato repentino, un asesinato previo y como una mujer fuerte e independiente no le importaba una mierda que una dinamita le haya explotado entre los dientes. Lo que le ocurrió a Hipatia de Alejandría fue mucho más sencillo, desapareció.

     Hmmmm... - mientras dejaba a un lado la copa vacía con el aderezo miro espectante el resultado de aquella elección... solo para contemplar como de un momento a otro esto se vuelve una escena bastante preocupante - Hmmmmmmmmm... - o lo seria... si no fuera por que igual con todos aquellos colores una idea vino a mi sagaz mente - ¡¡ Cierrto... !!.

   ¡ Hey !, al cocinerro, me pido una porción de Rote Grütze - gritaba desde mi asiento con un evidente ánimo ... me siento como en casa... - señor Socrates.... espero que este orgulloso con todo el resultado que a desencadenado... - mirando al colega de gran barba - o por lo menos no se ande arrepintiendo, que al final esto siempre consiste en ensayo y errorr Bwa~jajajajajaja.

El asombroso Christoph había hecho una vez más uso de sus fuertes y bien entrenados músculos faciales para alzar las cejas, aunque esta vez con una expresión llena de sorpresa acompañada de una pizca de soberbia.

—No parecía ser consciente de lo que había dicho, de hecho, me atrevería a decir que tenía más cara de... —dijo mientras entrecerraba los ojos y negaba con la cabeza, indagando en su reportorio interno de palabras en busca de la expresión adecuada— de " mis compañeros no aportaron teorías de las cuales tirar del hilo" —acabó diciendo—. Y en cuanto a la acusación... ¡¿Cómo se atreve a...?! —Christoph estaba ciertamente exaltado, pero tras una nerviosa mirada a ambos lados inhaló profundamente para intentar calmarse—. Una acusación sin argumentos es como la ciencia sin mí... —El asombroso Christoph tosió un poco— Digo, como algo a lo que le falta otro algo muy importante. Ya saben —aclaró mientras se acomodaba los lentes—. En todo caso, después de haber sido electo como líder lo mínimo que podría hacer es argumentar una acusación tan venida de la nada y directa como esta.

Inmediatamente después muchas cosas sucedieron, siendo la primera que más sorprendería a Helmchen el hecho de que Sócrates se había pasado la opinión de todos por su par de huevos griegos y había mandado ejecutar a Richard Fyenman, alguien que según recordaba poco había participado y sobre el cual nadie tenía sospechas aparentemente. Aún así, de alguna forma parecía ser que Sócrates había dado en el clavo, pues antes de morir el hombre se las había ingeniado para llevarse a Alfred Nobel, otro más del que nadie parecía tener sospechas. Si pudiendo llevarse a alguien antes de morir había optado por llevarse a alguien del cual nadie sospechaba altas eran las posibilidades de que se tratase de un nazi. Lo que había sucedido luego era algo que no acababa de comprender. Parecía ser que Alfred había decidido llevarse a Faraday -otro hombre del cual nadie sospechaba- y a Noether -una mujer de la que sí se sospechaba-. La razón de aquella mezcla era totalmente desconocida para Christoph, quien lamentaba y admiraba por igual la obstinación de aquella mujer, negándose a morir.

—A ver... —musitó masajéandose las sienes— Sócrates, creo que nos debe muchas explicaciones —dijo mientras se acomodaba los lentes, los cuales hasta hacía un instante parecían ser capaces absorber la luz por completo impidiendo ver sus ojos, mas en cuanto se los acomodó una penetrante mirada pudo observarse tras ellos—. En primer lugar, ¿por qué ha ejecutado a Fyenman? En segundo lugar, aún espero los motivos de su sospecha. Además... Ehm... —El asombroso Christoph se acomodó su cabello—. Bueno, de hecho son sólo dos explicaciones.

Copérnico observa la masacre que se ha producido ante sus ojos y se lleva las manos a la cabeza porque de un momento a otro acaban de morir cuatro insignes hombres y, por muy poco, casi una mujer. Esto último a ojos de Copérnico es sin duda la peor parte de todas. Aunque por suerte Emmy Noether estaba viva y a salvo.

-Jesús, María y José... -murmura el astrónomo, observando horrorizado los cuerpos de sus compañeros-. He visto menos muertes en las tragedias griegas.

El doctor cuyo apellido había que googlear casi a diario miraba con los ojos como platos el espectáculo que acababa de tener lugar. Madre del amor hermoso, cuanta información para tan poco tiempo. Rápidamente cogió el cuaderno, un par de lápices y empezó a hacer anotaciones mientras pugnaba por no sacar demasiado la lengua por la comisura de los labios en un intento de parecer menos esforzado en sus cálculos.

- Señores y señoras, es momento de ponernos serios. Esto va rápido y de momento sigue habiendo nazis en nuestra bonita reunión. Voy a lanzar varias hipótesis:

a) La señorita ha sido atacada pero no sabe por qué. Pero según mis cálculos, cualquier que sobreviva a un ataque diurno no puede ser un nazi, porque ¿quién protegería a un nazi?

b) Godall y Galilei aportan poco a estos foros. Opino que debe ser por aburrimiento, no por falta de interés en que los nazis desaparezcan, pero de cualquier forma poco podemos dilucidar de estas "ausencias", aunque no los considero enemigos aún.

Por pura intuición voy a poner en el punto de mira a varios sospechosos. Con pocos y peregrinos argumentos, lo reconozco pero también por dar conversación voy a reconocer que me parecen filonazis Alan Stern, Manuel Jalón y James Clerk Maxwell. Hagan juego señores.

Ya comenté que la señorita Noether era, muy probablemente, inocente. - decía con el dedo nuevamente a modo de regañina. - Quien respeta la democracia y las libertades de los demás, sin escudarse en las decisiones de un líder, debe ser inocente.

Se pasó la mano por la barba. - Ahora bien... ¿Qué va a decidir Sócrates para que elijamos mañana?

Tras los últimos acontecimientos no pude por menos que aplaudir la iniciativa del señor Schrödinger... sacar cuaderno y lápiz comenzaba a resultar fundamental. Afortunadamente yo siempre pude compartimentar bien mi cerebro, por lo que podía usarlo como block de notas... incluso hacerlo multiusuario conectado a traves de google drive, aunque no tuviera ni pajolera idea de que significaba eso...

En fin... lamenté muy mucho la muerte del ilustre Alfred. Señores, señoras... ruego que mantengamos la compostura y guardemos un minuto de silencio por Alfred Nobel, sin lugar a dudas era alguien inocente de compartir ideal con el nazismo, fue tan solo un daño colateral de consecuencias imprevisibles para la humanidad.

Tras ese breve "descanso" continué hablando - En cambio... recuperamos al señor Fleming y cayó Heim, ¿han observado la sustancia blanquecina que le sale de la boca? Señor Fleming... ¿guarda alguna relación sus vuelta a la vida con la muerte de Aribert?

Por otro lado, desconozco las razones por las que Sócrates eligió al señor Feynman, las tendría, supongo.

Señorita Noether... señorita Noeth... señorita N... señor.... ssss.....

Comencé a pensar en el porqué la dinamita no había matado a Noether como si hizo con Faraday... ¿por qué?

Christoph tamborileó con los dedos en una mesa, impaciente por hablar una vez sus compañeros lo hubiesen terminado de hacer, en particular a Scrooingnier.

—Totalmente, asombroso —aunque no tanto como su persona—, increíble... lo poco creíble de su argumento —dijo con la cabeza apoyada sobre su puño—. Primero que nada, ¿quién protegería a un nazi? Bueno, en primer lugar, posiblemente cualquier persona que desconociese que es un nazi, en segundo lugar, otro nazi, y en tercer lugar, asumir que no pueden haber nazis duros de matar también sería cometer un error. Así que... de dónde sale esta defensa es algo que desconozco, pero que punto y seguido el señor Santiago Ramón y Cajal haya salido a apoyarlo con el argumento de que cualquiera que respete la democracia no es un nazi, otro argumento sin razón real de existir, hace que no pueda evitar añadir otro nombre a mi lista: Emmy Noether, Darwin Schrodingingin...inier —al asombroso Christoph le costaba pronunciar aquel apellido— y Santiago Ramón y Cajal. Y no olvidemos que casualmente estas tres personas fueron las mismas que votaron la opción G hace no mucho tiempo.

Acto seguido Christoph sacó de una mochila traída de un futuro lejano que a pesar de ser pequeña guardaba muchas cosas, quizás demasiadas. Sacó unos cuantos espejos y delicadamente comenzó a colocarlos en diversos puntos estratégicos del lugar.

—No se preocupen, el asombroso Christoph los protegerá —dijo con una sonrisa victoriosa mientras se peinaba el cabello—, o quizás sólo se proteja a sí mismo; ya veremos. —Y dicho esto, siguió sacando y colocando espejos por doquier.

Sócrates seguía escribiendo como lo había venido haciendo desde comenzó esto

Veamos con sus "dudas", talvez mi respuesta no sea tan correcta pero al menos tiene fundamento - digo con tono de seriedad absoluta - Alan, Richard y Rosalind ellos tres votaron por la misma persona (Erwin) en el primer linchamiento sin razón, incluso parecía que no querían que yo fuese linchado, lo que provoco que yo pensase que entre los tres al menos hay un Nazi que intento aprovechar la situación y quería cargarse a Erwin. Entonces ustedes diran "¿porque Richard?", y yo dire "porque fue el menos convincente en sus palabras durante las siguientes tomas de decisiones" pero eso no descarta que Alan y Rosalind sigan entre mis sospechosos