Partida Rol por web

Cuando la pequeña Unko trata de coger una llave más, no parece que la combinación encaje. No reacciona en absoluto.

Afortunadamente, el disgusto se pasa casi antes de darse cuenta gracias a la promesa de golosinas.

Sin embargo, cuando Edward hace su selección, la llave 12 en la cerradura 8, sí que hay reacción. El sonido se asemeja a una viga de madera rompiéndose.

El viejo Maxwell observa las cerraduras y las llaves que quedan aún por probar. La mayoría de las llaves o bien se habían roto o se habían quedado atrapadas en las cerraduras. El último intento no parece que fuese bueno, ese sonido no sonaba como nada prometedor.
Sin prisas cogió la llave número 20 y la metió en la cerradura número 6.

- Esta aparatosa llave parece que debería entrar aquí.

Charles Maxwell aún se encontraba un poco entre ambos mundos, por lo que encontraba algo complicado interactuar con toda clase de objetos.

Sin embargo, cuando se fija mejor, descubre que la cerradura con forma de rombo ya la usó Pepe Veláz cuando fue enviado por el Destripador. No parece que pueda ser usada de nuevo. Como otras tantas, el mecanismo ha quedado bloqueado.

Y para más inrri... Parece que esa llave se está oxidando

Jack sonrió.

Oh buen Edward, Aleister agradece mucho su elección. Intentará dar el mejor uso posible a su "regalo".

Entonces miré a Pepe Velaz.

Oye tu, podrías currar un poco aquí abajo, y elegir alguna llave y cerradura.

Levanto las manos ante la "petición" de Jack.

Relax tío, ya va.

Agarro la llave 11, y me planto delante de las cerraduras. Tras analizar las opciones, finalmente opto para intentar hacerla encajar en la cerradura 17.

Cuando Pepe Veláz coge la llave escogida, sucede por segunda vez lo que ya ocurrió con la última llave que usó Gabriel. Comienza a quemar, hasta obligar al chico a soltarla, y un momento después estalla en virutas incandescentes.

El engranaje bajo el suelo da un paso más y entonces pueden percibirlo. Huele a sangre, pero ese olor no alcanza aún a la superficie. Se temen lo peor...

Gabriel se paseaba como el que pasea por el patio de colegio. 

Vio llegar a los nuevos inquilinos de la sala. 

- Hola Ed... quién te lo iba a decir. Te han matado durante el día en vez de durante la noche. Qué cosa tan curiosa. 

Y siguió paseando dando pataditas a piedras pequeñas con las manos cruzadas en la espalda. 

Sip Ed... Vlad y Ana se traen una guerra curiosa con tantos robos de poderes. 

Tras haber errado el primer intento con una cerradura estropeada (6), Rave insiste con la llave 20 sobre una nueva cerradura (9)

Esta vez sí consigue que encaje.

El olor a sangre de la llave se ve empañado por un nuevo olor a rosas, entremezclándose entre sí.

Joooooder... vaya escabechina. ¿No?

Un alma abandona este lugar rodeada de un fuego oscuro que huele a nigromancia

Unos momentos después, son tres las que descienden.

Aleister, Bellatrix y Terrorista están entre ustedes.

¡Hola a todos! :)

Bienvenidos... ¡Al infierno!

-A que he palmado... pues menudo culo, esa gente esta condenada sin mi. -Miro y busco pero no vio culo mejor que el suyo. -Bueno y aquí como va la cosa, yo quiero abrir y cerrar puertas, que de eso va el infierno ¿no?

Se froto los muñones. -AAaaaa ya los veo... pues... cerradura 12 y llave 18, se ha dicho. -Sentencio rápido y sin pensarlo demasiado, al menos en apariencia.

Cuando llegué a este lugar, sabía que la muerte me aguardaba justo antes del final. Parecía que estaba escrito en mi destino.

Bien, ayer miré a la mayoría de los vivos, y no encontré "lobos albinos". Esto significa que, una vez termine de descrifar a quien vi realmente, hay dos posibilidades. Que ellos se encuentren entre los 2 restantes, o que se encuentren entre los que no observé ayer. Y esos fueron Naivé y Guips...

En su mano, la pequeña llave 18 parece casi de juguete.

Está deteriorada, pero aún así entra en su lugar y logra girar... sólo que un momento después alguno podría lamentar la elección.

Brota un olor desagradable, como a podredumbre. Si no llega a ser por el olor a rosas de hace poco, éste sería aún más insoportable.