Partida Rol por web

¿Cuándo empezó todo?

Algunos dirán que fue el primer día de las vacaciones de verano, cuando estábamos entusiasmados frente a la escuela esperando por ir a ese viaje gratis con la escuela a resort turístico en una mansión abandonada y supuestamente encantada por las almas de los que allí fueron asesinados. ¡No nos juzgues!, las opciones del viaje fueron escogidas por sorteo y ganó la opción del "rarito de la clase".

Pero no es así, cuando todo realmente empezó fue en la propia escuela en el día antes del viaje. Cuando todos los alumnos de los cursos inferiores de la Escuela Secundaria ya habían abandonado el recinto y volvieron a la ciudad subidos en los autobuses. Ahí fue cuando todo empezó de verdad...

¡Oh!. Es cierto, aún no dije quienes somos. Nosotros somos la Clase de 9º Grado de la Escuela Secundaria Sakurami Norte. No es la mejor escuela que hay en Sakurami pero es la primera que se construyó y alrededor de esta hay muchos misterios y leyendas que a casi nadie le da importancia. Ojalá hubiera permanecido así...

Ultimo día de clase antes de las vacaciones de verano; los exámenes ya están hechos y las notas pendientes de ser entregadas por un profesor que, a todas luces, parece ser que no tiene demasiadas ganas en hacer su función en todo ese sistema educativo.

-Os recuerdo que cuando hicimos el sorteo ganó la opción de "Resort en la Mansión de los Asesinatos". -Comentó con desagrado en su voz- Así que no quiero nada de quejas de "Yo quería ir a la playa", "Yo quería volver a "Magic Funhouse" y salir por la tele", y mucho menos el "Yo quería ser voluntario y construir casas para la gente sin hogar". Mañana por la mañana os quiero a todos aquí para que cuando llegue el autobús podamos ir a esa Mansión en las montañas. -Aún faltaban 15 minutos para que sonara la alarma y pudieran marcharse.

Maneshi Tsugumi levantó la mano y imitando la voz de su profesor y lo que había dicho, dijo:

^{- -}

 La próxima voz que se oyó tenía dos características principales: era áspera y era sonora. Era la voz de la pequeña urraca, Karakuri. Tenía que hablar fuerte, pues cada oración estaba subrayada por una serie de ruidos mecánicos, originados por la enorme armadura de metal que gesticulaba a medida que su pequeña piloto tiraba de palancas y pulsaba botones.

-¡ESCUCHADME BIEN, CENUTRIOS! ¡Yo soy la SHERIFF en estas tierras, así que hacedme caso y nadie sufrirá un BALAZO! ¡METAFÓRICO!-

Karakuri era también la delegada de clase. Las razones por las que la votaron pertenecían a cada uno de sus compañeros, pero el volumen con el que hablaba y las ganas de dar órdenes que tenía la ayudaban.

- Para MAÑANA quiero que cada uno de vosotros tenga un COMPAÑERO. Para el AUTOBÚS. Saldremos mucho más pronto si NADIE comienza a discutir acerca de dónde SENTARSE. Además que os VIGILAREIS el uno al otro. ¡Y lo quiero tener PREPARADO! Decidme con quién os sentais AHORA u os lo diré YO. -

Pausó unos segundos para contar cuantos eran. Si eran un número impar, alguien se tenía que sentar solo. O peor, con el profesor.

 Los hermanos Sokumen estaban sentados cerca de la puerta de entrada al salón, como siempre. Migi, en particular, miraba por la ventana que daba al pasillo, prestando poca atención a lo que pasaba dentro del aula. Era tiempo libre, depués de todo. Pero de pronto, la delegada comenzó a hablar sobre el viaje y sobre como debían buscar compañeros para compartir asientos. Una de las tareas más molestas que podía existir para ellos.

Oh genial. Ahora tenemos que convencer a alguien de sentarse con nosotros. Todos saben que tomamos como el 70% del asiento en el autobus...

 El otro hermano, Hidari, estaba atento a lo que sucedía en el aula y hablaba con toda la gente a su alrededor. A diferencia de su hermana, la noticia de que había que buscar compañero de asiento no le cayó mal. Era el hermano que siempre veía el vaso medio lleno... incluso si no había vaso.

¡Pero Migi! La persona que se siente a nuestro lado ganara nuestra presencia. Le podré contar algunos de mis celebrados chistes durante el viaje.

A llegar a la espera de subir al autobús, no puedo evitar suspirar ante el resultado de nuestra. Yo quería ir la fabrica de la empresa Nintendo, pero nos vamos a tener que conformar con el resultado. Pensé mientras vía al denega que cumplía con su trabajo. 

...

Cuando menciono hacer parejas con un acompañante, era clara mi elección. Con una cara alegre me acerco al delegado. 

Bueno delegada, me voy contigo. Lo dije todo mientras soltaba una pequeña risa simpática. No te puedes separar al que hace las cuentas.

       Como todas las mañanas, simplemente estaba allí... existiendo mientras mi vista iba bailando entre un viejo block de notas y la pizarra de nuestra aula, aunque esta ultima no por que hubiera algo interesante escrito, si no para que nuestro profesor no me llamara la atención.

    Aunque respecto a como se iba desarrollando el dia...

        _{Asi que... si le diagnosticaron como americana...} - musitaba desde mi esquina del aula, mientras me terminaba de masajear el oído como todas las mañanas tras aquellos discursos de nuestra voz cantante ... a mi no me vean... vote por Bosco... dejo lo que estaba haciendo para dejar escapar un simple comentario - Ojala me toque ventana... 

Suzuki llegó increíblemente tarde a la clase. Y cuando decimos tarde, es tarde, pues justo cuando la urraca que tenían por delegada comenzó a asignar los grupos es que la puerta se abrió y entró una chica de características teriomorfas con su uniforme escolar completamente tuneado y revestido de múltiples colores y accesorios.

-Hey- Exclamó suavemente mientras levantaba la mano y saludaba a sus compañeros y al profesor como si nada allí ocurriese. -¿Al final a dónde vamos? ¿Hay que hacer grupos? Allá van mis ganas de dormir tranquila en el bus... Qué truco sucio, delegada.- Dice con un tono suave y despreocupado, con una sonrisita incluso. Era difícil detectar cuando estaba de broma o en serio.

Acabaría por ir a tomar asiento, importándole un rábano lo  que tuviese que decir sobre su tardanza la delegada o el profesor. ¿Qué más daba? Luego mira a Maneshi, a quien le hace un gesto con la mano y le sonríe. -¿Te vienes conmigo Inko(perico)? Tampoco gastas mucho espacio, hehe.-

Todavía seguía con la mano levantada, pero como de costumbre el profesor no le hacía ni caso. Suspiró y empezó a escribir en un papel: ¿Puedo no ir y quedarme en casa? Pero nada más terminarlo Mitsuoka-chan entró en la clase como si nada, a quince minutos de que terminara. ¡Nuevo record! Preguntó la recién llegada que al final a dónde iban. ¡Ah! ¡Su oportunidad! Maneshi no se lo pensó dos veces y imitando la voz del profesor, repitió:

  ^-

¡Yuhuu! ¡Oportunidad más que aprovechada! Suzuki Mitsuoka se la acercó para preguntarle si quería que se sentaran juntas en el bus. -Mmh...- Maneshi miró a su cuaderno y después a ella, y emborronó el texto de la pregunta. ¡Qué demonios, vale, se apuntaba!

repitió imitando la voz de Suzuki Mitsuoka, con una sonrisa.

Mikhail estaba sentado al fondo de la clase, al lado de una de las ventanas, como siempre. La única diferencia que se podía observar respecto a su comportamiento habitual era que ya no ocultaba el libro que estaba leyendo poniendo uno de los de texto delante, puesto que los exámenes habían terminado.

Cuando escuchó a Karakuri imponer la idea de los compañeros para el viaje, Mikhail apartó la vista de la lectura y miró seriamente a sus compañeros, antes de decir:

-Quiero ventana, e ir con alguien que me deje leer en paz.

Y volvió a centrarse en su libro.

El chico habia escuchado sobre el tema de los asientos y la verdad no le importaba mucho pues este tenia pensado usar los auriculares para el viaje mientras miraba por la ventana el paisaje.

Sinceramente me vale con cualquiera que me sea asignado.

Decia con tono de desinteres el chico de las tiritas.

Honey observaba sonriente al resto de sus compañeros mientras buscaba con la mirada a Kamillo Ilia. Cuando la vio se acercó a ella sonriente.

- Hey, Ilia! ¿Te vienes conmigo, verdad? Tengo unos chismes que tengo que compartir contigo.... - Le comentó, a sabiendas que tenían los mismos gustos.

Galatea no daba problemas, pero tampoco aportaba soluciones. Era la clase de estudiante que señalaba lo evidente - Pues ssomoss veintinueve Karakuri-sessenpai

Lo siento Hidari y Migi, si quereis me ss ssiento con vosotross

Aaahh... Qué fantástico día para preparar un viaje escolar. ¿Que tendrá preparado el día para nuestros jóvenes corazones deseosos de emociones fuertes?

 En mi caso, me encontraría allí en mi asiento disfrutando del magnifico ambiente que nos daba otro día escolar. Personalmente me hubiera encantado ir a la playa, aunque entendía que tal vez algunos no podrían contenerse al verme en traje de baño y por eso decidieron votar por otro destino de viaje.

 -¿Y bien? ¿Quién tiene interés por acompañar a esta magnífica muestra de superioridad humana? -por mi parte, no correría a pedir acompañar a nadie: dejaría que los interesados viniesen a mi, después de todo, sabía que habían muchas personas que matarían por pasar un viaje escolar conmigo... ¿Cierto...?

Al final a salido el sitio al que vote. pensé cuando el profesor dijo el destino del viaje de fin de curso, y eso que lo vote por que pensé que nadie más lo haría.

El Sr Akanishin dejó claro que antes de mañana teníamos que tener buscadas las parejas, ¿y con quien iba a ir yo?, no me relacionaba con casi nadie de la clase, la verdad es que aunque nos conocíamos todos (obvio por ir todo el curso juntos) éramos varios a los que nos gustaba ir a nuestra bola, vamos que nuestro mundo interior nos llenaba más que el real.

Mire un poco alrededor de la clase, para ver como se iban formado las parejas, lo de Suzuki y Maneshi no me extraño, ni que Aki quisiera ir sentada con la delegada. 

Yo esperaría a ver si alguien me decía algo (muy improbable) y si no el Sr Akanichin nos colocaría un compañero por obligación. Así es mi vida. 

A Sunako se le iluminó la mirada cuando el profesor dijo el resultado de la votación y ya no escuchó nada más.

- ¡¡¡¡Sí!!!! -Apretó los puños y una sonrisa iluminó su rostro por completo-. ¡Abu, allá vooooy! -Siguió gritando, entusiasmada, mientras estiraba el brazo y señalaba al techo.
Los sitios encantados siempre le habían fascinado, así que no había dudado ni un segundo en la votación, pero es que además, se sumaba que llevaba ya un año intentando comunicarse con su abuela sin conseguirlo, así que el Resort de la Mansión de los Asesinatos era el lugar perfecto. Seguro que allí la barrera entre los dos mundos era muchíiisimo más fina.

Mientras se imaginaba las posibilidades, volvió a tomar una postura correcta en la silla, como si no hubiese pasado nada.

- No os lo toméis a mal, vuestra compañía también es agradable, pero mi abu es mi abu... -Bajó el tono de voz, casi a un susurro, mientras miraba a un punto en el que no había nadie.