Partida Rol por web

Nervioso, esperé mi turno. Para cuando me tocó, tenía al señor enfrente. Ese tipo estrambótico iba a ser mi futuro si era elegido, asique me presenté delante suyo con total confianza y hablando bien alto!

-U..UN PLACER CONOCERLE SEÑOR WILLY WOMKAT!!!  - intentaba demostrar seguridad, pero mis nervios se escapaban por todos mis poros haciendo la escena más incómoda de lo que quizás debería ser, exagerando la intensidad de mis palabras y mis gestos - ME LLAMO HIJÖ NI FUUN!!! UN PLACER ESTAR AQUÍ FRENTE A USTED!! - me auto señalé, con temblor en la sonrisa y la cara expresando un intento de confianza.

Hice una reverencia rápido como un rayo, a casi 90º exactos, tieso como una tabla - ESPERO QUE  PodAMóS  CONOCER ProNTÓ  TAMBIÉN A KYANDI POPPU! - un par de gallos sonaron a destono desde mi garganta, por estar gritando demasiado. La pubertad es lo que tiene. En media pose de la reverencia, mi brazo se extendió recto como un palo articulado entregando el valioso billete dorado.

Womkat tuvo que esquivar al enérgico joven dos veces: la primera cuando dio esa enorme reverencia de 90º que casi le da un cabezón. Debió habérsela esperado, ya que era muy típica entre los japoneses, pero aquí en la cola frente a las grandes verjas no es que hubiera mucho espacio para maniobrar. La segunda vez que tuvo que esquivar los embites del enérgico muchacho fue cuando éste estiró los brazos para entregarle el valioso billete dorado que Womkat prontamente aceptó, agarrando con gentileza también los brazos del muchacho para ponerlo recto de vuelta. "¡Bienvenido, bienvenido! Celebro tu entusiasmo, hijo Hijö Ni Fuun. ¡Y sí, yo también lo espero!"

Rico, rico. Iba diciendo mientras seguía al resto, chupando una de mis piruletas. Ooooh, que gran fábrica, dije con cara de asombro. Seguro que está lleno de cosas deliciosas, menos mal que hoy solo he desayunado una vez. Podre comer hasta reventar. Sonreí tontamente.

Ooooh, usted es el dueño. Que suerte tiene que ser vivir aquí. Seguro que ha probado todo tipo de chuches, piruletas, caramelos, galletas, pastelillos, tartas, helados, chocolate… Al decir chocolate, deje de hablar y me quede en el limbo pensando en tipos de chocolate habrá, mientras sonreía bobamente y empezaba a babear un poco.

Después de un rato en las nubes, desperté. Ooooh, claro no me he presentado soy y BuZhen Babidi. Aunque me puedes decir BuBa y lo que más me gusta es el chocolateee. Volví a desconectar de la realidad e irme a mi mundo personal del chocolate.

El siguiente niño era un teriomorfo rosado amante de las piruletas del gran Kyandi Poppu, pues se estaba comiendo una ahí mismo. Le preguntó si era el dueño. "¡Oh nonono no no no!" aclaró con presteza. "¡Yo sólo soy un humilde encargado, no soy el dueño, aunque sí que pruebo todas las chucherías! ¡El dueño es el gran Kyandi Poppu! ¡Y pronto podrías serlo tú, y probar como yo todas las maravillas que esta fábrica puede ofrecer! Encantado de conocerte, BuZhen Babidi, ¿tu billete dorado, por favor?"

Mmmmmm, interesante grupo, hagamos un pequeño recuento rápido y una observación.

Una tipa despistada que se grapa el billete a la ropa por miedo a sus despistes, seguramente por su adicción a desayunar cereales con Roynol...

Una drogata con evidentes síntomas de enfermedad de gigantismo verde, le debe de dar a los guisantes y a los espárragos...

El emo de pelo blanco con graves disfunciones sociales...

Un huérfano de treinta años, a juzgar por la barba recortada y perfilada llamado Kat, como la mitad de una chocolatina que te da un respiro...

El adicto a los videojuegos con futuro de youtuber con problemas de sobrepeso...

Una aspirante a Slytherin que seguramente hubiera entrado por bruja pero que se quedó fuera por zorra...

La niña abandonada que pretende que el dueño de una fábrica cuide de ella... Se me ocurren tantos chistes que no puedo simplemente elegir uno...

El chico gallitos. Este sería insoportable, sin ninguna duda el primero en morir de sobredosis en la puerta de algún burdel...

El ganador seguro del viaje al planeta de la diabetes por beber en el rio púrpura de los desechos...

Y por supuesto, nuestro anfitrión, "dueño" de una fábrica de dulces que invita a unos huérfanos a visitar sus instalaciones como anteriormente hizo Michael Jackson con Macaulay Culkin en su rancho de Neverland...

Aquí tiene mi billete señor pederasta en potencia...

Había conocido niños buenos y niños malos, pero aquel teriomorfo parecía más bien un adulto disfuncional. Si ya era así de pequeño, no se imaginaba cómo sería de mayor. Al menos había que reconocerle que algunos (no todos) de sus chistes mordaces tenían cierto estilo. A Willy Womkat le encantaba el sarcasmo, así que no podía decir que no le gustase nada de nada el teriomorfo monstruito. Aunque desde luego tampoco le gustaba todo del todo.

"Gracias. Muy chistoso. ¿Tu nombre, por favor? Ah, y no, no, yo no soy el dueño. Ese honor actualmente lo tiene el gran Kyandi Poppu, promotor de este acontencimiento histórico. ¡Pero pronto podrías ser tú el dueño! _{...Esperemos que más tarde que pronto...}"

Me llamo Maurice Perv, me puse ese nombre yo mismo al cumplir trece años, señor "no cojo el sarcasmo ni aunque haga la seña con los dedos"...

Ahora sí, esta vez sí que le sacó una carcajada sincera. "Huhuhu. No te preocupes Maurice, lo pillé. Pero es política de la empresa aclarar cuantas veces sea necesario que yo no soy Kyandi Poppu. No sé cómo podrían confundirnos el uno al otro, la verdad." se encogió de hombros, y buscó al próximo niño haciéndole señas para que se acercara. 

Me acerqué al señor y le tire de la chaqueta hacia abajo para llamar su atención cuando me miró le enseñé el billete dorado mientras agachaba la cabeza tímidamente.

Aquí tiene señor... Gracias... Me llamo hana Ai

Yasuko se deslizó delante de una de las muchas cámaras que intentaban grabar el acontecimiento. A pesar de su mirada cansada y apariencia frágil, sonreía llena de alegría. Después de todo, era el mejor día de su vida, ¡acababa de ganar la lotería!

-Hola... ¿Puedo decir una cosa?-y sin esperar la respuesta, alzó su chocolatina para que fuera bien visible para la cámara. El paquete estaba abierto, con el chocolate sin tocar a excepción de una esquina mordisqueada, por donde sobresalía el billete dorado con marcas de también haber sido mordido por error.

-Estoy taaaaan feliz de estar aquí, de ser la ganadora... Así que quería dar un pequeño mensaje a todos los que estáis aquí, viéndome... pero sobre todo a Yukiko, a Zeta y, especialmente, a Akio... holaaa, ¿me estáis viendo...?-hablaba pausadamente, como si a veces se quedara sin aire al hablar.-Quiero que sepáis que esto... este premio... no lo habría conseguido sin vosotros, ¿sabéis?

Y haciendo acopio de fuerzas, levantó el dedo corazón, sacó la lengua y gritó desde lo más hondo de su corazón:

-¡A MAMARLA, PRINGAOOOOOOOOS, QUE ES TODO PARA MÍÍÍÍÍ--y le dio una tos tan grande que por unos instantes, el cámara juró que había visto un trozo de pulmón asomarse por debajo de la campanilla de la chica.

Y todavía entre toses, Yasuko se apartó de la cámara, y haciéndole la peineta a todos los testigos del evento, se acercó a aquel hombre con bastón que parecía el responsable de darle su premio, y le entregó la chocolatina entera.

-Entonces...-la tos parecía estar remitiendo tan rápido como había aparecido.-¿El dinero está dentro o como hacemos? ¿Cuántos millones son? 

   G-gracias, p...pero no s...soy buena c-con el aroma de las cosas recién encendidas... _{ni, los ruidos fuertes... p-pero c...creo que eso n-no entra al caso -} comentaba mientras torpemente intentaba hacer una reverencia típica de estas, aunque con la intervención del señor Womkat al menos no había sido del todo desaprovechado ... lastima que perdi mi oportunidad para presentarme... 

    E...estoy s-segura q...que se equivoca m-mi estimado - comentaba a la vez que levantaba mi mano ante el comentario del chico peludo -  P...pues vera, n-nuestra institutriz considera q...que los cereales son  un gasto muy de primer mundo y...y bueno, q....que s...se logra lo mismo re-resultado con trozitos de pan espolvoreados con jugo en polvo... - tras ello y corriendo de que alguna camara hubiera grabado aquello que pudiera meter en aprieto a mi cuidadora, me voy a ocultar detrás de tereomorfa felina.

  P-por cierto... s-soy Do...Do-Dory... - le comentaba a la vez que la usaba de cobertura.

¡Pero la próxima candidata ya estaba en la fila! Alguien tiró de su abrigo, una niña rubia bastante tímida, ya que incluso agachó la cabeza tras llamar su atención. "Bienvenida, Hana." dijo con calma, mientras le daba una reverencia de sombrero y se agachaba a su altura. "No, gracias a ti por venir. Por favor, pasa, espera ahí junto a los demás."

La siguiente niña tenía muy mala cara, parecía que se fuera a caer desmayada ahí mismo, pero afortunadamente estaba llena de energía, lo cual era un buen síntoma de salud. Allá a lo lejos enseñó su chocolatina a la cámara, y dedicó unas hermosas palabras a las personas que habían hecho posible que consiguera ganar la lotería, personas con las que no compartiría ni un céntimo. Al señor Womkat se le saltó una lagrimilla de la emoción ante tan preciosa historia. No obstante, había una trágica verdad que tenía que contarle: "Bienvenida, aunque mucho me temo que no es la lotería lo que has ganado, sino en honor de ser una de las candidatas a heredar la fábrica del señor Kyandi Poppu. Pero no te quepa duda de que si al final eres tú quien la heredas, podrás venderla muy fácilmente y convertir tu premio en dinero si así lo deseas. Y sí, son muchos, muchos millones." asintió con una sonrisa cómplice. Extrajo el billete de la chocolatina y le devolvió el dulce. "Ten, quédate la chocolatina, cómetela. Hará más amena la espera y te sentará bien."

La primera en llegar, por fin, se presentó, haciendo buenas migas con la teriomorfa peliverde y los demás niños. ¡Ay, qué bonito ver que tan pronto congeniaban! Aunque el señor Womkat no estaba de acuerdo con la afirmación de los cereales, oh no no. Pero esa sería una conversación que tener quizá más tarde, o cuando heredaran la fábrica.

¿Mamarla? ¿Alguien ha dicho mamarla?

A no, falsa alarma...

Ohhhh, que niña más linda y hermosa, se acercó a Dory.

Si hubiera un premio a la historia más lacrimógena te lo daría sin dudar un instante... Y dime, ¿Tu orfanato tiene solamente tres paredes verdad? Mientras hacía la pregunta se agachó y tocó con el dedo índice aquellos cuernos de la niña en forma de cruces. 

Con esto verás la TDT genial.

 Como Ai, se acercaría Womkat para tirar de su chaqueta y llamar su atención, enseñándole su billete dorado al asomar la otra mano por el espacio de su abrigo.

 -...

    ... como me saco a este de encima...

    P-preferiría no entrar en esos detalles - mientras reiteraba la acción de usar a la desconocida como una columna/cobertura con la cual mantener las distancias del tal Maurice - q-que luego m...me reconoce la voz cuando l-la repitan en las noticias y...y bueno... n-no quiero salir escaldada d-de tan i...interesante experiencia...

      Lastima, mi retroceso no había logrado el resultado... mientras sus manos se fijaban en mis cuernitos.

   oHHH...e-estos.. - usando mis dos manitos para tocar cada uno de mis cuernos a la vez que alejaba de apoco las de mi compañero c-como perchero y destapador le han usado... p-pero c-captar señal, me temo que no tengo respuesta para eso, eso si... - intentando una vez mas tomar distancia de el en esta especie de vuelta a la chica gato - P-pre...preferiría q-que no lo vuelta hacer... por favor y gracias...

¡Qué bonito ver cómo juegan y hacen amistades Mister Maurice Perv y Miss Dory! Mister Perv... ¿por qué le sonaba tan mal ese nombre dicho tal cual? No tuvo tiempo de pensarlo bien, pues otro niño tiraría de su chaqueta, enseñándo su billete dorado. Willy Womkat se agachó de nuevo como hizo con Hana Ai. Tomó el billete dorado del chico. "Gracias, amigo. ¿Cómo te llamas?"

-...

Willy Womkat ladeó la cabeza. Después, alzó el dedo índice en gesto de idea y se sacó una libretita y un lápiz del bolsillo de su camisa por debajo de la chaqueta multicolor. "¿Sabes escribir? ¿Me escribes tu nombre?" inquirió, ofreciéndole la libretita y el lápiz.

Que buena idea lo de la libretita... Miró a continuación al chico mudito. Luego Puedes hacer un dibujo de ti mismo para decirle a la polícia dónde te tocó el señor malo...

 -...

  Luego de varios segundos de mirar fijamente lo que le ofrecían, tomaría el lápiz y la libreta y escribiría en ella, devolviéndole los instrumentos al hombre.

 Miraría a Maurice, lo ignoraría, y esperaría a Womkat antes de quedarse allí, presente en completo silencio, mirando nada en particular.