Partida Rol por web

Al parecer los Oompa Loompas aprovecharon este momento en el que Fasuto Boru estaba luchando por su vida contra esos roedores para empezar con una pequeña canción interpretada por ellos mismos, de ellos y para ellos... a fin de cuentas, el resto de los presentes poco -y pocos- podían disfrutarla.

Sala de Control a Fasuto Boru
Sala de Control a Fasuto Boru
Que no te entren en la boca las ardillas
ponte un casco o una mascarilla

Sala de Control a Fasuto Boru
Comienza el recuento, 
dientes filosos
garras afiladas
que dios se apiade de tu alma

Ten, Nine, Eight, Seven, Six, Five, Four, Three, Two, One, Ardilloff

Aquellas ardillas finalmente tiraron a la zona donde estas trabajaban a Fasotu Boru, distrayendo incluso a los gansos que ponían los huevos dorados que se quedaron a mirar como este joven trataba de luchar por su vida sin demasiado resultado debido a la velocidad de estos roedores.

Esta es la Sala de Control 
a Fasuto Boru
Realmente la has armado bien,
la prensa está caliente con la noticia
desean hablar con el parricida.
¿Quien?

Este es Fasuto Boru a la Sala de Control
Se está acercando al agujero
pronto caerá
nadie se librará, ni el más fiero
ni el del frío acero, si sabes a lo que me refiero

Las ardillas que luchaban contra Fasuto Boru recogieron del interior de los bolsillos de su ropa unas cuantas nueces que este tenía escondidas, probablemente ni siquiera el mismo lo sabía. Una vez libres, el muchacho pudo respirar tranquilo, si no fuera que durante toda la lucha este había sido empujado cada vez más y más a aquel agujero y... cayó.

¿Dónde está?
Creo que está en lo profundo
muy lejos de nosotros
en un particular submundo
donde los ellos moran, el inframundo

El muchacho iba cayendo por aquel agujero, metros y metros de túnel en donde tanto a derecha como a izquierda del mismo se encontraban pequeñas torretas con simbología de caramelo que apuntaban hacia abajo y registraban el movimiento correcto que aquel muchacho iba teniendo: Hacia abajo.

Pese a que ya pasó
por todas las salas de control
junto con toda la basura maloliente
Y el inframundo va a tener un nuevo residente
Estoy seguro de que encajará bien
Très bien

Sala de Control a Fasotu Boru
hemos perdido la conexión
esta es nuestra resolución.
Puedes escucharme, Fasotu Boru?
Puedes escucharme, Fasotu Boru?
Puedes escucharme, Fasotu Boru?
Puedes....

Las pantallas mostraron a los presentes una gran ciudad subterránea que se encontraba, aparentemente, no solo debajo de aquella fábrica, sino que esta se extendía en todas direcciones con distintas zonas de interés que se podían hacer notar, tales como algún que otro parque de atracciones o grandes edificios.

Ahí volvió la conexión
aterrizaje correcto
en la montaña de deshechos
está malherido pero entero
Y no, no hay forma de recogerlo.

Y con esto la conexión se cortó definitivamente, dejando a Fasotu Boru expulsado para siempre...

Finalmente todo había acabado, los Oompa Loompas se encontraban ya limpiando los restos de Yasuko Tone y poco o nada había que hacer en estos momentos, realmente parecía que no había ningún tipo de sorpresa a mayores, hasta que las puertas se abrieron revelando a nada más y nada menos que... ¡Ayana Sakanagi!

Y en otro orden de cosas, en el cuello de Cerise Sakurai había una marca rojiza, al parecer había sufrido el mismo aparente destino que tantos otros con esas mismas marcas en el cuello. Realmente todo esto parecía ser como poco algo más que anecdótico... ¿Qué le habrá pasado?. Y sí, esta ahora herida por ello.

Aquella música circense empezó a sonar en aquella instalación, ahora que había unos cuantos participantes de menos, quizás esto fuera monotorizado por alguien, o quizás simplemente fuera una grabación, sea como fuera, por encima de aquellas voces se escuchó una voz que les daba la bienvenida.

¡Ya quedáis menos niños en la fábrica! ¡Esto hará todo mucho más sencillo!

¡Es hora de las votaciones! ¡Por favor votad por quién queráis eliminar!

¡Shhhhh...!

¡Pero en esta ocasión serán Ultra-Secretas! ¡Nadie sabrá lo que habéis votado!

¿A quién expulsaréis sin estar temerosos de la mirada de nadie?

En otro orden de cosas, todos los presentes se sienten ligeramente mareados con un dolor de cabeza y bastante sensibles a la luz y al sonido, con alguna que otra nausea repentina. Pero sin contar eso todos estaban bien... excepto los heridos, ellos seguían heridos... y los muertos, ellos ya por no estar, ni estaban.

Con la llegada de la noche, los cuerpos se revolucionan y los cuerpos se alteran, pasando así cosas bastante extraordinarias entre los jóvenes, como asesinatos, bailes mortales, invocaciones de ardillas devora-hombres, reapariciones y la realización de chupetones en el cuello. Parecía que el único al que no le había pasado nada raro era a Jinso.

Enhorabuena Cerise, contra todo pronóstico, tú sigues viva y todos los demás han muerto. - decía sorprendido. - Eso solo significa que por pequeña que sea la probabilidad, sigue siendo posible. - comentó con una ligera risa. - Debo decir que no me agrada estar con doña antipática ni con la resucita salidos, pero hasta aquí estamos los que hemos llegado y esta votación lo decide todo.

Se sentó en el suelo, con las piernas cruzadas, se echó una mano a la barbilla. - Estoy casi seguro al cien por cien de que ambas pertenecéis a bandos diferentes, Cerise debería ser de los inocentes y Ayana de los que van clavando cuchillitos por la noche. - asentía. - Pero antes de votar, me gustaría tener alguna explicación por parte de las dos de lo que ha pasado esta noche, porque la verdad es que ha sido bastante sorprendente a la par que inesperado.

Apretó la mano de Yasuko de vuelta. Mientras estuvieran juntas, podrían superar lo que les deparara en aquella fábrica.

Sin embargo, un tirón hacia abajo hizo que casi se cayera, clavando su mirada en el cuerpo sangrante de la pelirroja, que tenía un cuchillo clavado en la espalda. El chillido de angustia que rasgó la garganta de Cerise se vio aplacado por la canción de los Oompa Loompa.

Cayó de rodillas, manchándose con la sangre de Yasuko. Oía la música distorsionada, apenas era consciente de lo que le pasaba a los demás... Al menos hasta que llegó Ayana fresca como una rosa y Jinsokuna empezó a preguntar acerca de lo ocurrido aquella noche. Solo entonces alzó la cabeza, notando el dolor en el cuello...

—Yo no me fío de ninguno de los dos. Jin, a ti no te ha pasado nada hasta el momento. O tienes suerte o es algo más. Y Ayana acaba de volver después de todo lo que ha pasado, posiblemente gracias a su quirk o habilidad... ¡Quien haya matado a Yasuko se las verá conmigo!— apretó los puños y los dientes, pero no tardó en volver a dejarse caer con pesadez sobre sus piernas.

—Mira, ya me da igual todo. Yo no puedo hacer nada por la noche. Antes podía proteger... Y mi objetivo principal era proteger a Katsumoto. Al fallar... Bueno, fallé y heredé sus habilidades, las cuales son diurnas... y ahora tampoco puedo hacer uso de ellas por estar herida— se llevó la mano al cuello. Parecía no mirar un punto concreto, con la mirada perdida en el cuerpo de Yasuko.

Conseguí reunirme con el grupo a tiempo y al parecer habían muerto la mitad de los que estaban antes. Hola. A mi un monstruo de caramelo me secuestro y me ataco. Dije sin expresar ningún tipo de emoción. Le gane a un juego de piedra, papel y tijeras. Me ataco pero logre esquivarlo. La historia parecia dificil de creer pero era la verdad. Creo que se cuales son tus poderes chico azul. Asi que o fue uno de los que ya no estan, o fue ella. 

Jinso pegó una ligera carcajada al escuchar el comentario de Ayana. - ¡Lo raro sería que no supieras lo que hago, estabas delante cuando Juniro me leyó como un libro abierto! - suspiró entonces, con algo de pesadez. - Es una lástima que llegados a estas alturas, ninguna de las dos admita ser la mala.

Entonces, comenzó a caminar. - Pero gane quien gane de las dos, creo que podré hacer ese viaje que me debe mi amigo el señor Goomba. - sonrió levemente. - Soy fiel a mis palabras y repito que quien más me importa es él, más aún que heredar la fábrica. - paró entonces frente a Cerise. - Y como soy fiel a mis palabras, dije que me gusta la gente que se moja, así que me voy a mojar, cumpliendo también lo que tenía hablado con Yasuko. Íbamos a votar conjuntamente por Maurice... Pero supongo que votar por la persona que dijo resucitarle, además de poder desaparecer durante la noche, al igual que hizo él, también vale. - le dedicó un ligero saludo a Ayana, para que se diera por eludida a recibir su voto.

Le tendió la mano derecha a Cerise, quien aún estaba en el suelo. - Aunque no confíes en mí, Cerise ¿me ayudas a cumplir mi palabra y la última voluntad de Yasuko?

Miró la mano que le tendió Jinsokuna antes de alzar la mirada hacia sus ojos. —¿Sabes lo que pasa?— se puso en pie, con los brazos cruzados sobre el pecho. —Que no me fío de ninguno de los dos.

Primero señaló a Ayana.

—Ella resucitó a Maurice, o algo así. Algo que todavía sigo sin comprender, dada la repelencia de su personalidad. También ha pasado la noche fuera, quién sabe si ligando con el señor Womkat para ganarse su afecto, si confabulando en a saber dónde o si es verdad lo que dice acerca de ese monstruo de caramelo. Aunque, hasta ahora, nadie había mencionado nada al respecto.

—Y tú— volvió a girarse hacia Jin. —No sé lo que te traías entre manos con Yasuko, ni siquiera sé si es verdad lo que dices. Pero que uses su nombre como método de persuasión me cabrea. ¿Cuándo habéis hablado acerca de votar a Maurice? Porque yo no os he oído en ningún momento. ¿Telepatía? ¿Te lo estás inventando?

—No me parece justo eso que dices de votar a Ayana a falta de poder votar a Maurice. No deberíamos mezclar churras con meninas.

—En el caso de que decida votar por Ayana, será por las dudas que ya he expuesto, no porque tuviera el mal gusto de revivir a Maurice. Con todo, tengo que pensar...

Jinso hizo una mueca al ver rechazado su ofrecimiento. - Lo hablamos anoche, delante de todos los que quedábamos aquí, no estoy usando ningún tipo de estrategia de persuasión. - suspiró con pesadez. - Pero bueno, por refrescarte la memoria, anoche Yasuko me miró y me dijo, cito textualmente.

...digamos que el enemigo de mi enemigo es mi amigo. Por ahora.

¿A qué crees que se refería cuando me dijo eso? ¿De qué crees que hablaba yo cuando dije que tanto ella como yo sentimos un "cosquilleo" en la oreja que nos indicaba que Maurice era el malvado? - parecía que Cerise le había estado ignorando durante toda la noche. - No tenía ningún interés en que muriera alguien con quien tenía un plan, algo de lo que los asesinos, parecen haberse percatado.

Por otra parte, conoces mi poder, Juniro lo dijo entero, sin dudar y hasta con el nombre del quirk, al igual que dijo el de Tyron y yo no soy capaz de dar chupetones que dejan herido. Eso solo nos deja a dos personas que tenían esa capacidad, ya que el chico Hamster estaba herido y no podía usar su quirk, los cuales son Maurice y Ayana.  - miró a los cadáveres que allí estaban, que ahora mismo poquito podían hacer. - Que Ayana estuviera escondida, no significa que no pudiera usar su habilidad, además de que ya comentó con anterioridad que iba marcando a la gente, aunque lo de resucitar lo pongo en duda ¿no es curioso que solo haya resucitado a una persona y que esa persona fuera un malvado confirmado? - miró al techo, pensativo. - También ella votó por Maurice como líder y también desapareció una noche, como hizo Maurice en su momento. ¿No ves un patrón?

Negó con la cabeza. - Lo llevo diciendo desde anoche, tú eres inocente Cerise y quien lo ponga en duda, solo puede ser un vil villano, como quien te está acusando, ¿verdad Ayana?

Creo que se cuales son tus poderes chico azul. Asi que o fue uno de los que ya no estan, o fue ella. 

No puedo hacer más para probar mi inocencia, ni decirte nada más que eso, solo te he hablado con la verdad. Debes ser tú la que valore en quien de los dos confiar y vas a ser tú quien decida nuestros destinos.

-Con lo del "cosquilleo" creía que buscabas tirarle los trastos o algo así...- no se le daba bien ser detective. Sin duda, se dedicaría a poner multas si salía de esta.

-Entiendo...- no dijo nada más, pero sí parecía pensativa.

Las votaciones terminaron más rápido de lo que ambos hubieran podido imaginar en un primer lugar. Teniendo como resultado claro por una mayoría de dos tercios de los votos sobre Jinsokuna Harinezumi. Al parecer este muchacho amante de los anillos de gominola había llegado a su final particular.