Partida Rol por web

El comandante Adama asienta al oir las voces de su segundo al mando, queda tranquilo pues está todo dicho, asi que, intenta concentrarse de nuevo y seguir explicando.

En ese mismo momento, la señorita Biers, de nuevo, vuelve a hacer un comentario de los suyos.

- Señorita D'Anna Biers, le ordeno, y repito ordeno, que se calle de nuevo, y si no está contenta puede ir a su camarote a hacer lo que le venga en gana. Para empezar (y no quería que fuera así) nomino a la señrita Biers para que se enfrente ella solita con la nave cylon. Si no esta de acuerdo ya puede a empezar enmendar el error callandose de una vez.

Ya ha oído al Comandante, señorita Biers. exclamó Saúl conteniendo sus ansias de sacar a la mujer rubia del puente a golpes. La mano del oficial pugnaba por dirigirse hacia la funda de su arma, si bien pudo contenerse. Ya tiene usted dos votos para pilotar ese puto Viper.

Todos se han vuelto locos, a Biers le ha subido la libido hasta cotas astronómicas, y ahora el comandante y el coronel quieren mandarla al vyper solo por venganza.

-Así que por mucho que yo diga ya está decidido, ¿no? Mandaremos un Viper mientras huimos por si acaso. Excelente, por si fuera poco llevan a alguien sin experiencia para que pilote el vehículo solo porque se ha vuelto loca. No creo que debamos llegar tan lejos, solo dejarla encerrada en su cuarto hasta que se le pase la borrachera, pero mandarla a la muerte es exagerado, ¿no creeis? Si Anders y Starbuck quieren ir, deberíamos votarlos a ellos, me dan mas confianza que Anna, quien sabe de lo que es capaz de hacer con el Viper estando como está.

El doctor Cottle se encuentra saturado de trabajo en la enfermería así que la ayuda extra aportada por los civiles cuando menos le sirve para que el personal sanitario pueda descansar.
Mientras se toma una pastilla de sucedáneo de nicotina saluda a los recién llegados.

Eh, si hay alguien que no este haciendo algo por ayudar en esta situación de crisis traerlo inmediatamente aquí mismo.

Hey, Doc, aquí tiene un voluntario, quizás necesitemos algo para dormir a la nudista. ...que me parece la más cuerda de todos... intenta disfrutar antes de que esas malditas tostadoras nos rieguen por el espacio
Avanza observando el desparramo de cuerpos tendidos por la sala y caminando hacia el doctor para saber en que puede ayudar

Podía entender a Boomer, los raptors no estaban en muy buen estado ultimamente y eramos los pilotos los que eramos menospreciados en consecuencia. Pero todos estabamos muy cansados ultimamente, no ibamos a culpar solo a la parte técnica, por eso me interpuse entre el Jefe y Shanon:

- Vamos, no pasa nada. Todos estamos cansados - les digo - No nos culpemos unos a otros de que las cosas no funcionen como deberían ¿Cuanto llevamos sin dormir como es debido? Esto es de locos ¿Y ahora vamos a enviar a una exhibicionista montada en un viper? Creo que no entiendo nada... No me gusta la idea de enviar a nadie a una muerte segura... ¿Realmente nos va a salvar hacer eso?

Paseo por los pasillos observando de cuando en cuando las vistas de los ataques, no se cuanto tiempo aguantaremos la situación pero tampoco si el plan de Adama serviría de algo. Estaba especializado en Defensa y sabia que, aunque factible, era una misión suicida y que requería de mucha precisión y sobre todo suerte. Es incluso posible que no se consiguiera a la primera, por muy mal que sonara eso.

Me dirijo a la enfermería ya que el doctor insistía una y otra vez en que lo fueran a ayudar, pero cuando llego allí hay al menos cinco personas esperando a recibir órdenes, entre ellas Caprica. -¿Que tal todos?¿alguna novedad?-digo como si no supiera que éramos atacados cada 33 minutos

- ¿Que dice Señora? Me espeta el guardia nada más solicitar el envío de un mensaje a Galáctica. ¡Ni siquiera tiene derecho a entrar aquí! Vayase, no es buen momento.

La sangre empieza a hervirme. Quien se cree que es para tratarme de esa manera, lo pagarás caro cuando vuelva con... ¡Saul! digo en alto mientras para mi sorpresa voy recuperando una multitud de recuerdos. Ambos, piloto y copiloto se giran para mirar poniendo cara de sorpresa.

- Sí. Respondo recuperando la compostura. Quizás mi querido esposo, os tire por la escotilla cuando se entere de que su mujer está siendo retenida, mi voz ha ido subiendo de volumen poco a poco hasta que les rujo: en esta nave de pacotilla. Cierro la boca de repente mientras veo como el dradis muestra un simbolito.

- Es la Olympic Carrier Señor, dice el copiloto casi con una sonrisa. No era para menos, la nave lleva desaparecida desde el ultimo salto y es un milagro que haya aparecido sana y salva.

- Por cierto, digo en voz baja y amenazante. Mi nombre es Ellen Tigth, mi voz remarca bien el apellido... un apellido que los miembros del CIC están acostumbrados a escuchar con cierto pavor.

Acosatada en el futón intentando apaciguar su dolor de cabeza, lo único que oía eran los lloros, lamentos y rezos a los dioses de Kobol. Los mismos dioses que les habian colocado en aquella situación. No eran los dioses, sino la simple suerte lo que la había colocado fuera de Caprica en el momento del ataque.

Los primeros instantes de desconcierto tras los ataques, el reunir la flota que en aquellos instantes huian juntos de los cylons y el ascenso de la ministra Roslin al cargo de presidenta había sido extraño. Conocía de política, pues era donde trabajaba como asesora, y nunca hubiera pensado que una ministra de educación acabaría comandando el Colonial 1. Lo peor de todo... que era el novato de Keikeya quien se habia convertido en su mano derecha. Y mientras, ella se encontraba intentando conciliar el sueño, esperando que todo acabara de un vez, para bien... o par mal...

-¡Ay! Cuidado,maldita sea, ya se que no esta rota pero duele igualmente.-Le increpa a la mujer que examinaba su herida.
-Lo que me faltaba, si no se preocupe, ya dejo libre la camilla.

Saliendo de enfermeria y cojeando por culpa de esos dichosos saltos y la mala organizacion de las cosas desde hace casi una semana, ayudado por una tercera pierna en forma de baston, caminaba esquivando como podia a los pocos civiles que se atrevian a pasear, pese a las advertencias de la tripulacion.
-Cada 33 minutos, que locura, no conseguiremos nada escapando eternamente.-Comento con tono soez, mientras caminaba sin un rumbo fijo por la nave.

El puente era una locura, con los cargos de ambas naves acusándose y gritándose los unos a los otros sin control alguno por imponer su voluntad y su rango. Los civiles estaban fuera de control en su gran mayoría y los pasillos eran un auténtico caos. La enfermería se encontraba saturada con docenas de heridos y muy poco personal para hacerse cargo de ellos y nadie parecía dispuesto a tomar una decisión en firme sobre qué hacer al respecto de todo aquello.

Simon estaba relativamente tranquilo. Acostumbrado como estaba a tratar situaciones de vida o muerte, todo aquello no lograba crispar sus nervios de acero. Su experiencia como médico le decía que la Galáctica era ahora una especie de gran organismo en el que todos los sistemas vitales estaban siendo puestos a prueba por agentes patógenos venidos del exterior. Y lo peor no era eso, lo peor era que esos agentes patógenos, los Cylons, ya estarían a esas alturas planeando una forma de introducirse en la nave. Eso si las suposiciones de los gobernante de la nave no eran acertadas y ya estaban "infectados"...

Querían enviar una Viper a volar las bombas nucleares contenidas en la Olimpyc Carrier... Y nadie parecía muy seguro de quién debería pilotar aquella nave. Simon ya tenía una idea sobre quién sería un acertado candidato cuando regresó a la enfermería después de un parón para poder recuperarse. Cada 33 minutos llegaba un nuevo salto... Y con cada salto disponía de exactamente 3 minutos para recuperarse antes de volver al trabajo.

- Dr Cottle, ya estoy de vuelta... - Anuncia al entrar en la enfermería, dispuesto a ponerse de nuevo al servicio de este.

Entro en la enfermería poco después que Caprica:

Dr. Cottle en realidad no tengo ninguna experiencia como médico o enfermera - ni como presidenta, ya que estamos... -pero si puedo ayudar en algo, sólo digamelo.

Escucho a Billy llamarme por los pasillos:

- ¡Billy! ¡En la enfermería! Ahora mismo es donde podríamos intentar echar una mano...

Por ahora todo lo que he oido son estupideces, si esto tiene que continuar así mejor me embarco yo también en esa nabe junto a la Señorita D'Anna Biers.

Comandante Adama, veo que su pasión sigue estando por encima de su juicio, debería sopesar bien las palabras antes de balbucearlas, y dejar de decir las sandeces que acaba de decir. Pretende que un civil, que le ha crispado los nervios, de hecho, a todos los aquí presentes, creo, pilote una nave de combate, dispare a una nave civil, y haga detonar las cargas nucleares para que los cylons dejen de seguirnos, con exito?, está seguro de su decisión? Realmente, con todas esas tostadoras disparando, sería dificil incluso para el ,ejor de sus hombres, o de los mios, recuerde que todos hemos sido entrenados bajo un juramento, y aunque estémos en las últimas, sigue en pie, debemos proteger lo que queda de la raza humana, y actuando sin meditar antes, no lo vamos a conseguir, le sugiero que reconsidere, y se calme.

Helena mira atentamente a todos los presentes.

Puede que sea una acusación muy grave la que voy a hacer, pero se que hay algún cylon entre nosotros, no quiero sembrar el pánico entre la tripulación o los civiles, así que será mejorque lo que se diga de ahora en adelante, no salga de ésta sala, lo que menos necesitamos ahora es una muchedumbre que se maten unos a otros por que se hayan dejado llevar por el panico. Señores, mantengan la calma. dice, mientras mira fijamente al coronel Tight y a su segundo, Fisk.

Justo entonces, Helena se percata de que Baltar acaba de  entrar, Señor Baltar, he oido que tiene usted una especie de detector de Cylons, podría ayudarnos en éste, peculiar caso que tenemos aquí?

Las cosas seguían yendo mal. Yo no importaba, ¿por qué me molestaba? Yo no era uno de ellos, no tenía ningún rango militar y mis opiniones hacían aguas. A veces pensaba que lo mejor sería pasar de todo e intentar hechar un buen polvo con la lunática, al menos descargaría mi adrenalina.

-Se que no "pinto" nada aquí porque no tengo ningún rango pero la Almirante Cain tiene razón en que llevar a Biers a la muerte no nos sirve de nada. Hemos de hacer hincapié en que los verdaderos héroes son ellos- digo señalando a los voluntarios para la misión suicida- Han demostrado tener muchos mas huevos que nosotros juntos. Para nosotros es fácil decir quien tiene que hacer esto y quien lo otro, pero ellos arriesgan su vida, se merecen el verdadero reconocimiento. Son los auténticos héroes.

Después, confundido oigo a la Almirante afirmar la presencia de Cylons en la nave.

-¿Está segura de eso? Se le ve convencida, ¿y cree que hay un detector de traidores? Les habría sido muy útil a los del Olimpic Carrier. Será divertido ver si realmente funciona. Por como se están comportando últimamente algunos de ustedes el aparato va a tener mucho trbajo.

El buen doctor sonríe ante los voluntarios y les facilita material sanitario como guantes y batas.

- Por ahora nuestra prioridad es seleccionar a los enfermos más graves porque son los que deben ser atendidos inmediatamente pero también tenemos muchos enfermos que necesitan atención psicológica. Es decir, pararse a hablar con ellos un rato y que vean que alguien se preocupa por ellos para que así tengan fuerzas para seguir adelante.
¡Muchas gracias a todos los voluntarios! No vamos a dejar escapar ninguna vida humana más en esta enfermería. ¡ESO DECIMOS TODOS!*

-¡ESO DECIMOS TODOS!- repito con tono suave.

Siempre he encontrado algo reconfortante en esa frase. En momentos como estos, más vale sentirse parte de un grupo que estar sola.

Por la puerta asoma Gaius Blatar, el famoso científico de Caprica. -Por los dioses de Kobol, es un gesto a favor de la humanidad que un hombre tan inteligente se haya salvado.- pienso feliz de verlo.

-Como no tengo formación en medicina, me acercaré a hablar con los enfermos. Si me permite una carpeta, iré tomando nota de como se siente cada uno de ellos.- explico a doctor.

Acto seguido, me agencio lápiz y papel, y me dirijo al primer paciente.

-Buenas tardes, ¿cómo se encuentra hoy?. Esperamos que....-

Hablo con cada uno de ellos, intentando ser lo más amable posible.

Ante las palabras de Helo, Shanon pareció calmarse un poco. Suspirando se llevó la mano a la frente apartándose el pelo y asintió mientras la tensión que le había embargado se diluía.

-Sí...si tienes razón...discutir entre nosotros no nos va a llevar a ningún lado...-alzando la mirada sonrió levemente a Jefe como pidiéndole disculpas y luego terminando de procesar las palabras de Agathon se volvió hacia él-¿qué dices de que van a enviar a un exhibicionista a derribar la Olimpic?-preguntó frunciendo el ceño confundida- Eso no tiene ningún sentido. Si hay que enviar a alguien será a un piloto de Viper ¿no? Yo pilotaría nuestro Raptor pero todo el mundo sabe que nuestra capacidad de armamento es mucho menor.

Sharon no entendía nada. Una se iba unos minutos al espacio a luchar contra los Cylon y cuando volvía una especie de locura transitoria se había adueñado de la nave. ¿Acaso le había pasado algo al Comandante? Siempre le había tenido en alta estima, le consideraba un hombre cabal y razonable y aquello simplemente no parecía una decisión típica de él.