Partida Rol por web

Buenas señor Fei. dijo la mujer al entrar en la sala. Tenía el pelo negro hasta la cintura. Ojos claros. Azules o puede que verdes. Una mezcla. Vestía con ropa de calle. Ropa cara y moderna que se ceñía a unas buenas curvas. La tia estaba buena de cojones. Eso era un hecho.

Se sentó en la silla en la que antes estaba el oficial y dejó encima de la mesa una carpeta. Parecía una de esas carpetas de expedientes. En la portada estaba escrito con rotulador XIAN FEI (ALIAS: MORIMASA).

¿Qué? ¿Qué tal se encuentra? preguntó amablemente

Mathew harto de escuchar los problemas y el enfado con todo el mundo del Harrison le dijo con un tono igual que cuando empezó la conversación pero con matiz serio y furioso "Ya estoy harto de ti, Harrison no me importa tus problemas con los criminales, el gobierno o la sociedad" "Esta reunión ha terminado si quieres el dinero me llamas mañana sino me buscare a otro que me ayude, he tenido mucha paciencia contigo y no me creo ni inferior ni superior a ti" "y tranquilo tu dinero se lo daré como propina a la camarera un par de pavos no te va a hacer parecer más altivo que los demás". Mathew se levanto, cogió el dinero de Harrison, pago la cuenta en la barra y le comento a la camarera "esto de propina, estaba muy bueno el café y la tarta".

Mathew se fue de la cafetería enfadado con una sensación desagradable y molesta recibida por la reacción de Harrison. Es verdad que hay pocos policías corruptos y cuando te acostumbras a uno piensas que se mantendrá durante mucho tiempo esa relación comercial pero es evidente que no.

Algo en lo que decías o en como lo decías le hizo sonreír con cierto cinismo. Pero se dió la vuelta y salió de la cafetería justo delante tuyo con su andar patizambo, él se fué hacia la derecha, en dirección de vuelta a la comisaría y tu a la izquierda atisbaste por el rabillo del ojo que sacaba algo del bolsillo...

Mathew no le gustaba esa reacción de Harrison y hasta desconfiaba de su salida de la cafetería por eso echo a correr por la calle hasta meterse en una callejuela donde suelen dejar los contenedores de basura pero con una visible salida enfrente. Mathew corrió hasta llegar al otro lado de la callejuela cuando tuvo que volver a la velocidad anterior paseando como un viandante más.

En ese momento pensó (con las la conversación indignada y las prisas se me olvidaba la furgoneta) durante media hora en dirección opuesta la cafetería y la comisaria hasta llegar a unos bancos donde se sentó cerca de unas campos de baloncesto, en el que jugaban cuatro adolescentes al deporte disfrutando y soñando que el día de mañana alguno de ellos podría ser una estrella del baloncesto.

- Voy enseguida a la hemeroteca, te buscaré.

Pienso en el cabreo que lleva y en lo que me puede costar suavizar la tensión que tiene encima. Mala racha en estos días para los negocios, y para todos por lo que parece. Hay que conseguir lo que se pueda de estos sucesos, pueden dar dinero o dejar a algún pobre currante en el agujero de esta ciudad. Pero yo seré de los que logren hacerse un hueco entre las personalidades de esta ciudad.

Corriste esperando... un disparo, no sabrías decir, el hecho de que corrieras no denotaba mucha confianza, pero el disparo que temías no llegó,l viste como sacaba el telefono, desde una distancia segura sin vovler se siquiera. Pero un teléfono podía ser peor que cualquier cosa( lo sabías bien), así que te alejaste temeroso de que la poli te estuviera buscando pero no para llevarte a la comisaría.

Cuando te sentiste seguro te sentaste a pensar tus próximos movimientos, con las idas y venidas se había pasado la mañana y el reloj ya marcaba las 12 pasadas

No tardaste en encontrarle( a harrison) en la hemeroteca, era una persona voluminosa si querías ser amable, una bola de sebo si querías ser sincero, estaba en mitad de la sala sentado con un periodico como si fuera un rey, te lo imaginaste en el trono( el baño) por la forma en que tenía las rodillas separadas y eso te tranquilizó un poco.

Mathew estuvo en el banco hasta las doce del mediodía cuando le entro hambre. Tenía en mente cuando ir a buscar la furgoneta pero solo faltaría que Harrison hubiera llamado a un par de agentes de la policía para que lo buscaran o siguieran y al llevarles hasta la furgoneta con las armas lo registrara una patrulla o lo cogieran con las manos en la masa.

Por eso Mathew dijo en voz baja "Es hora de que me vaya a comer a casa" Mathew echo un vistazo disimuladamente durante unos segundos para saber si le seguían o había alguien sospechoso vigilándole.

Cada vez que le miraba pensaba lo mismo, ¿cómo un policía podía estar así?, pero seguro que con muchos sobornos se aposentan los kilos.

Cojo otro periódico y me sitúo cerca de él, lo suficientemente lejos para que no parezca que vamos juntos y lo suficientemente cerca para que nadie escuche nuestra conversación. Lo abro y parece que lo estoy leyendo, pero mi cabeza está bastante mas lejos.

- Buenos días, algo se está moviendo por la zona norte y no son los típicos pandilleros, se está moviendo artillería de la gorda y armaduras que quedan muy lejos del alcance de cualquier banda. ¿qué sabe la policía sobre eso?, puede que sea el comienzo de algo gordo y creo que no nos interesa que haya alguien con semejantes juguetes controlando una parte de la ciudad.

El tal Hearttigun me saca de las casillas con facilidad, eso es evidente. Su maldita displicencia, típica de estos mierdas uniformados que se creen alguien por que en el trabajo le dan un arma y permiso para matar, eso es lo que me saca de las casillas.Miro a mi alrededor como un tigre enjaulado, entre furioso y asustado.

Entonces me cambian de compañía. La chica viste elegante, seguramente también se cree la gran cosa. Me miro a mí mismo, mi vieja chaqueta desalineada, jeans y zapatillas gastados. Debo parecer un delincuente común. Instintivamente me acomodo un poco el pelo.

- Me encuentro incómodo y quisiera saber cuando podré hablar con mi abogado. Puedo ir adelantando que la carátula de su carpeta está mal.

¿Mal? ¿Por? preguntó con cara de extrañada la agente al escuchar aquello del sospechoso. Miró la carpeta y lo que había escrito en ella. No vió ningún error. Todo estaba en orden. ¿A que error se refiere señor Fei?

Te miró por encima del periódico mientras te sentabas

Hola... dijo poniendo de lado su periódico Siempre tanta prisa.... cuando hayas montado en tantos rodeos como yo sabrás que esas cosas no son el fin del mundo. 

Bueno, entre en detalles, has dicho artillería pesada, y cree me eso es algo que, después de una conversación que he tenido me llama la atención.

Harrison te miro impaciente mientras repiqueteaba en la mesa con sus dedos.

¿Y bien?

El policía entro en la sala con dos bebidas en la mano y se quedó algo cortado al encontrarse alguien a quien no esperaba en la sala.

¿Disculpe, pero quien es y que hace aquí?

La mujer lleva algunos minutos en silencio, parece que me evaluara. La irrupción del policía me sorprende mucho aunque intento que no se note demasiado. Entró en la sala con la seguridad y tranquilidad de quien trabaja en este edificio de toda la vida, y sin embargo el oficial no tiene idea de quien es. Me estiro en la silla, es la hora de que los soldaditos de la "justicia" saquen sus chapas para medir quien la tiene más larga. Apuesto contra mí mismo por la chica.