Partida Rol por web

CHAMPIÑÓN:

- Tirada de Aguante, dificultad 11 en este momento.

TEMPLO DE LOS MIL DIOSES:

- Champiñón abre los ojos desconcertado. Apenas recuerda nada, excepto ser quemado vivo por Bilis en el Circo y después oscuridad. Y una eterninad más tarde en la oscuridad recuerda haber escuchado la voz de Bizcochito y encontrado así la salida.

- Lagartija se encuentra algo mejor, después de que Tapón le haya curado las heridas más graves.

-No Limonero, no hay aqui nada que nos diga que le ha podido pasar a Lagartija...

Me acerco a el con cara muy preocupada - Limonero, ¿porque no nos acercamos a donde trabaja Lagartija, al Gremio de Cazarecompensas, para preguntar donde puede estar? tal vez nos den alguna pista. El no perderia su gladius ni se la dejaria olvidada, le ha tenido que pasar algo...intentemoslo Limonero antes de volver a la Escuela...

CASA DE LAGARTIJA:

- "De acuerdo, yo me acercaré al Gremio a preguntar. Demoses y tú volveréis a la Escuela." -

Asiento con la cabeza - !Gracias Limonero!

el color y el poder del sol, reinaban en la sala en la que me encontraba tumbado sobre un altar. Desorientado, como un gorrión en una tormenta veraniega, no lograba recordar nada despues de la cara de flacucho, y mis ultimas palabras, "gracias".

Al parecer, flacucho no me había matado, pues aunque la sala donde me encontraba parecía el cielo, realmente estaban mirandome el enano tapón y un sacerdote.

-Gra...gracias-mascullo, mis palabras suenan sin fuerza, como si no pudiesen salir de mi boca.

Intento incorporarme del altar, un dolor punzante arrmete contra mi cintura, y caigo sin fuerzas sbore el altar, mi respiración entrecortada, era fiel reflejo del estado en el que me encontraba, levanto la cabeza, vuelve el maldito dolor, no puedo moverme un ápice, no tengo fuerzas, no tengo ganas, no tengo esperanzas de volver a ser el que era.

-Dora, Dora, ¿Estás ahí?-parecen las palabras de un ciego, pero no podía hacer otra cosa.

En sueños, durante el tiempo que he estado insconciente,  había soñado inumerables ocasiones, en una de ellas, Dora estaba dormida al pie del altar, en otra, Lagartija, Tapón y, de nuevo, Dora, Charlaban frente al altar. Muchas más sueños me habían aturdido la mente, peleas callejeras del pasado, hurtos a pequeña escala, huidas de la guardia...

Parcialmente recuperado gracias a los esfuerzos del paladín, observo al mediano que despierta. Su intento de incorporarse resulta doloroso incluso para mí, pero sé por lo que está pasando. Yo mismo no hace tanto estuve en la misma tesitura. Pero estoy feliz de ver cómo ha recuperado su consciencia y me acerco a él.

- Enhorabuena por tu regreso al mundo de los vivos, mediano. Creíamos que ibas a abandonarnos - señalo apoyando suavemente mi garra en su hombro -. Me alegra comprobar que no había llegado tu hora. Has pasado por mucho y aún necesitarás un tiempo para que te encuentres del todo bien, pero lo más duro ya ha pasado. Ahora tómate las cosas con tranquilidad y ya te iremos poniendo al orden del día. Han pasado muchas cosas mientras te dedicabas a dormir a pierna suelta y vaguear en los mundos de Kord - digo con una sonrisa -. Aún te quedan muchos lobos que cazar.

-¿Calma?, maldita sea Herensunge, eso es lo que no tengo-contesto gadeando, rapidamente mi tono se vuelve melancólico- Tenía tantos planes.

Mis cuerdas vocales se van afinando con cada palabra que entonan, y cad vez me cuesta menos hablar

 Bannor muestra una sonrisa entre sutupido bigote.

 - Bienvenido de nuevo entre los concientes.

- Y es bueno que los tengas. Y ahora dispones de toda una vida para llevarlos a cabo. Solo la muerte frena los planes de los mortales en este mundo - digo soltando una suave y ronca risa, antes de volverme hacia el enano -. Paladín, gracias por tus esfuerzos y curarme. Estoy en deuda contigo. Veo que vistes el hábito de los novicios. ¿Quiere eso decir que ahora este es tu destino?

- En el tiempo que lleva Bannor en el Templo, ha recibido ropas monásticas, una túnica de novicio, unas sandalias, y lo más importante: un medallón sagrado de Pelor.

- Demoses y Bella Mugiente se marchan de regreso a la Escuela Amarilla.

- Limonero se dirige al Gremio de Cazarrecompensas a preguntar por Lagartija.

- Claro que estoy aquí - Respondo a las palabras del mediano con una sonrisa al ver que al fin volvía a estar entre nosotros. - Pensaba que iba a acabar forjándose una leyenda en torno a tu nombre después de que llevaras años dormido, que llevaban camino ya.. - bromeo mientras me acerco a él.

Sonrío al oir la voz de la mediana.

-¿Cuánto tiempo llevo dormido?-pregunto a los presentes.

Cita :

 - No tienes por que agradecerme nada, Herenshune. En su día tú me ofreciste auxilio, y aun que no lo tomara no significa que lo olvidara.- Tras una pausa asiente.- En efecto, ahora sirvo a mi fe, como novicio. Aunque este cargo me permite tener tiempo para dedicarlo a otros quehaceres. Tal vez con tiempo y paciencia pueda llegar a obtener el permiso de residencia.

Sonrío al escuchar la pregunta del mediano, que no sé si se va a creer mis palabras, pero le respondo en mi línea, bromeando..

- Si escribiéramos una historia, sonaría algo así como: " Y al séptimo día despertó... " .

Luego me echo a reir, ya que la verdad, es que encuentro divertido mi propio chiste.

- Transcurren varias horas.

SEGUNDO SOL DE BANE 4480:

HACIA EL OCASO.

Durante algun tiempo, converso con Dora Herenunge, y el enano, de todo lo que ha pasado durante mis días de exilio mental, me informan de las ultimas noticias, y contamos algunas bromas.

En un momento dado, me pongo más serio, y acepto mi destino:

-Supongo enano, que los cuidados de este templo no son gratis, así pues, llama al Sacerdote que me curó, tengo que hablar con él.