Partida Rol por web

- "Estos son los criados de la Escuela. Ellos trabajan para que vosotros podáis entrenar sin impedimento. Por el día limpiarán vuestras celdas cuando vosotros estéis entrenando al aire libre. Cada mañana os traerán jofainas con agua y esponjas para que podáis lavaros. También servirán la comida y se ocuparán de recogerlo todo. En la Escuela llevan a cabo todo tipo de tareas de mantenimiento, reparación y limpieza.

Son esclavos, como vosotros, pero al contrario que vosotros, no tienen la oportunidad de ganar Gloria y Fama.

Os pido que no les hagáis daño ni les molestéis en su trabajo. Y ahora, los que hayáis terminado a cenar, metéos en vuestra celda para que pueda pasar la llave." -

Doy u salto al suelo para bajarme de la silla, sin decir ni una palabra vuelvo cabizbaja a la que a partir de ahora será mi celda. Me siento en una esquina ( en la más alehada de la celda del mago ), con las rodillas levantadas y apoyando la cabeza en ellas. No digo nada, tan sólo me quedo así, sin mirar nada ni a nadie.

Me vuelvo a mi celda, pensativo, y observando a los demás. "De momento parece que no se han fijado mucho en mí".

Casi todos ellos resultan repulsivos. Sin embargo, la mediana parece totalmente fuera de lugar, ni por su aspecto ni su actitud parece peligrosa o merecedora de esta situación. El enano también parece bastante amistoso. Me quedo mirándolos un instante, a punto de decir algo, pero al final decido esperar y estudiarles un poco más, sobre todo al enano, pues no me extrañaría que se regocijara llamándome "Petaculos". "Me costará aceptar su falta de respeto por mi raza".

 El pesado enano termina los últimos bocados de comida y tras levantarse saluda al señor.

 - Si no requiere mís atenciones me retiro, señor.- Tras un gesto del sr. el marical enano se retira a su menuda celda. Mirando a la menuda mediana, toda decaída y melancólica. Todos merecemos una oportunidad para ser perdonados. Y tras dar un leve vistazo se sienta en la cama y empieza a mover los labios sin producir sonido alguno, de forma rítmica, como si estubiera rezando.

- Una vez todos vais entrando en las celdas, Herreforo va pasando la llave. La cerradura es sólida y la llave gira dos veces completas, incluso con una ganzúa sería difícil abrirlas, pues costaría aplicar la fuerza necesaria con un objeto tan pequeño.

- En el interior de las celdas no hay cama, ni jergón, ni siquiera paja sucia, tan sólo una vieja manta raída que por lo menos parece haber sido lavada recientemente.

- Fuera de las celdas, veis a los criados terminando de recogerlo todo. Cuando salen del sótano apagan todas las antorchas menos una, por si alguien tiene miedo a la oscuridad.

- Así llega vuestra primera noche en la Escuela, el tranquilizador silencio de la vigila tan sólo roto por los ronquidos de aquellos de vuestros compañeros que ya duermen plácidamente en su manta.

Escucho como parte de mis compañeros están dormidos y cambio de posición tumbándome en el frío suelo, sin poder dormir. Las lágrimas invaden mis ojos, aunque esta vez, sola ahora en mi celda, las dejo correr por mi cara hasta que me quedo dormida.

Tras tragar todo lo imaginable y más, sin hablar con nadie durante la cena para no interrumpir la ingesta, el corpulento mediano se acurruca en un rincón de su celda y comienza a roncar...

Los demás no lograrán dormir quizás debido a sus estrudientes sonidos guturales cómo compañía, pero él se levantará fresco y dispuesto a comer más carne lo antes posible.

Marronoso espero a que dieran el fin de la cena y se dirigio sin mas palabras hacia la primer celda que vio abierta.

El fornido draconico no habia dado importancia a los dichos de la asquerosa tiefling. Las palabras que todavia zumbaban en su mente eran las de el maestro de la escuela, todo el imperio que el habia conocido, por el que habia luchado y por el que habia sido emprisionado en una celda de piedra por mas de mil años habia caido durante su ausencia.

Sera una larga noche para refelxionar...

Marronoso se tumbo en el suelo mirando a las estrellas, su brillo llenaba el firmamento de luces centelleantes, algunas fugazes, otras estacionarias.. y otras.. antiguos vestigios de lo que en un momento hubiera sido una gran fuente de luz.

La tiefling entró obedientemente en la celda que le habían indicado y se tumbó de espaldas en el camastro mirando al techo. Bilis , ese es mi nuevo nombre – pensó con una sensación tan amarga como su mote. Tardó en dormirse pensando en su nueva y desagradable situación.  Su vida se había ido al garete, sus planes y su búsqueda interrumpidos, quizás para siempre, por estos asquerosos humanos que obviamente había subestimado. No volvería a hacerlo. Ironía del destino, ahora ellos eran los amos de un imperio. Y ella, una tiefling, su esclava. Destinada a luchar en la Arena para proporcionarles diversión. Suspiró enfadada, con sus nuevos captores pero también con ella misma por haberse dejado atrapar, por haber sido tan estúpida.

Se dio media vuelta buscando el sueño que no llegaba. Tengo que sobrevivir, tengo que hacerme más fuerte, ganar mi libertad, y entonces…entonces ya veremos – pensó mientras la idea de venganza la asaltaba con fuerza. No supo decir si era una idea propia o inspirada por su demoníaco inquilino. Un poco de los dos, seguramente. Y tú me ayudarás – dijo silenciosamente al ente habitaba en ella - ¡Qué, ¿ahora te callas?, maldito demonio!

Poco a poco, el cansancio hizo mella en ella y a pesar de los potentes ronquidos de alguno de sus nuevos compañeros, cayó en un profundo sueño

Intento dormir, pero el olor del sótano y la dureza del suelo, unido a la digestión, no me dejan. "Incluso un poco de hojarasca me serviría para hacer esto un poco menos desagradable".

Quería aprender sobre la vida de los humanos y lo primero que encontré fue lo más detestable de ellos. No tendría más remedio que jugar a su estúpido juego, para, quizá algún día, salir y conocer otras facetas de ellos y su mundo.

Al final, entre éstas y otras reflexiones, quedo dormido. "Veremos mañana..."

- “Hace dos semanas, Manchauser de Tabas asesinó a todos mis muchachos en la Arena. La Escuela Azul quedó deshonrada. No pienso permitir que eso vuelva a suceder. Por el honor de mi Escuela, que uno de vosotros, piltrafillas, se alzará como Campeón en los Juegos de dentro de dos semanas. 

Antes del Campeonato de Detritus nos da tiempo a realizar un solo entrenamiento especial. Yo puedo enseñar a golpear fuerte, a cargar con gran efectividad, a desenvainar deprisa y a reaccionar rápido en combate. A un guerrero, podría enseñarle un ataque especialmente brutal.” -

Me levanto con hambre, cómo siempre, y pensando lo que endremos cómo primer desayuno.

etos memos no deben descuidar nuestra alimentación... No pueden ser tan imbéciles...

- “Yo seré vuestra sombra en el entrenamiento general. En cuanto al especial, me temo que mis conocimientos sólo podría aprenderlos un explorador.” -

REGLAS DEL CONCURSO DE BALONAZOS:

ENTRENAMIENTO ESPECIAL:

- Todo el que quiera, puede solicitar ya su entrenamiento especial. Este dura una semana, y supondrá unas cuantas horas extra de entrenamiento aparte del entrenamiento genérico diario.

- El que tenga éxito en su entrenamiento especial, lo aprenderá el día de la Maldición de la semana que viene.

- Forma de declararlo: Un texto interpretativo en el que el luchador solicita al maestro adecuado que le entrene. Y abajo en notas, dejar claro lo que se está entrenando. En caso de duda consultar con DarkMaste por mp o messenger para elegir la Dote o poder que se esté entrenando.

- Recordad que no es obligatorio solicitar un entrenamiento especial, podéis contentaros con el entrenamiento genérico y que sea lo que los Dioses quieran.

Había pasado parte de la noche, hasta que el cansancio le venció, asomándose lo máximo posible por el miserable ventanuco de la celda, con el rostro fijo en las estrellas del cielo nocturno. Ocasionalmente murmuraba de forma ininteligible y sus manos recorrían el muro.

A lo largo de la noche se despertó varias veces, con un acceso de tos, espasmos o sudores fríos... O todo a la vez. La mísera manta con la que se envolvió amaneció con numerosas manchas de sangre, ahora reseca, de distintos tonos malsanos y, lo que era aún mas desagradables, extrañas formas.

Tras el magro desayuno escucha la explicación del instructor y, si fuese posible, parece que su piel enferma se enciende, pero de un malsano color verde-rojizo.
 

Maldita escoria!! Por un azar maldito del destino he acabado yo aquí en vez de continuar... Oh Gran Asimilador! Llevaré tu furia tornasolada a todos estos gusanos! (Al Instructor) Te arrancaré el alma del cuerpo para destilarla en un crisol de dolor que jamás alma mortal ha padecido! Balones!? BALONES!!?? Eso no servirá para mí, inútil!

Su furia habría continuado pero un acceso de tos le hizo doblarse sobre sí mismos durante varios segundos agónicos.

Miro al instructor con cara de sorpresa.. Balones? Bueno, al menos sobreviviré un rato más, tan sólo espero que no sean tan animales como parecen..

Espero sin mediar palabra a que el insructor nos diga que tenemos que empezar.

 Tras una noche de sueño profundo, que proporciona la paz interior. Tapón se levanta temprano par asus rezos matutinos, orientado hacia el sol naciente, oculto tras los pesados muros de la celda. Así es como lo han encontrado los eslavos que han traido las jofainas y el desayuno.

 Una vez fuera y recibir las indicaciones de su patrón el enano, sin decir nada asiente.

 Sus motivos habrá par ahacer estos ejercicios, no somos los primero a los que ha entrenado.

 Recogiendo los pesados balones llenos de agua mira a los blancos disponibles, teniendo claro cual será su objetivo. Antes de empezar pero se dirije hacia el instructor.

 - Señor, quisiera que en los momentos que destinemos a entrenar los movimientos marciales me instruyeraís en como aprobechar mi fuerza para hacer que los golpes sean demoledores.