Partida Rol por web

Levanto la cabeza somnolienta, y escucho atentamente. Si, hay risas, y no parece que sean de mis amigos. ¿Pero es que hay alguien más en el hotel?.

Me levanto despacio, y me acerco a la cama de Blade, zarandeándole, pero parece que él también ha oido algo.

- Blade, crei que estábamos solos en el hotel. ¿Oyes esas risas?- mi voz no es más que un susurro, mientras me siento en su cama.

Ayudo a Celso a levantarse, aún con una sonrisa en el rostro. Escucho atento las palabras de Celso, con una escéptica expresión en el rostro. Una vez en pie, comienzo a andar hacia mi cama también, aunque ahora, hay algunos pensamiento que pululan por mi mente, después del tono con que Celso había dicho lo último.

- ¿Y qué has soñado, a ver? - Pregunto mientras me tumbo en la cama, con las manos cruzadas sobre el pecho, y pensando en si encenderme un cigarrillo o no. Joder, no debería rallarme, pero este tipo suele acertar. Yo que sé, si te paras a pensarlo, realmente esto sí tiene una pinta un poco rara, lo de la hospitalidad que decía mi querido Celso. No, no será para tanto. Debe ser eso de la falta de costumbre al sitio. Shh. Silencio, que habla el visionario. Ladeo ligeramente la cabeza, dejándola inclinada hacia la dirección de mi compañero de cuarto.

No se como explicarlo era como una voz, que siseaba cosas incomprensibles, en otro idioma quizá... serán los ronquidos de Blade, jajajaja...

Dice para convencerse a si mismo. Al fin y al fin y al cavo le había parecido escucharlo cuando dormía y luego no volvió a sonar.

Me habré pasado con los porros... na los porros nunca son demasiados...

El pensar en hierba siempre le relajaba incluso en hoteles abandonados en pueblos en medio de ningún lado. El pensar en ello le dio bastante mono y ver a su colega con cara de desear un cigarro, le hizo lanzar la pregunta

¿Tio no tendras algo de hierba?... creo que me costará volverme a dormir...

- Hmmm... Sí, la voz siseante es típica de las películas de terror, y tú eres precisamente el personaje paranoico que se da cuenta de que pasa algo pero nadie le hace caso. ¡Jajajaja! Sí, es muy bueno. ¿Hay algún negro en el grupo? Suelen caer los primeros, juas. Espero que no le toque a nuestro Confucio...- Digo, como siguiéndole el rollo. Sonrío ante la pregunta de Celso. Tenía una pequeña bolsita con menos de 5 gramos en la mochila. Y un par de cogollos en uno de los bolsillos del pantalón. Estaban reservados para momentos determinados, pero bueno, esos dos cogollitos podían hacer la labor. 

- ¡Jajaja! Primero me despiertas y luego me pides hierba. ¿Tú me la darías? - Me destapo, incorporándome y yendo hacia el pantalón, que está tirado en el suelo. Rebusco en los bolsillos, y tras algo de esfuerzo sacando el chivato del pantalón, cojo también el paquete de tabaco, el papel y algo de cartón. Me siento sobre la cama, apoyado en la pared, mientras sonrío a Celso.

- Qué bien sabes manipularme... Ya no te odio por lo de esta noche, jeje... - Extiendo la mano. - ¿Te apetece hacértelo? - Pregunto. - Después del peta, sí podríamos ir a dar una vuelta por la casa. Así sí será más emocionante. O yo que sé, siempre podremos pensar que estamos fumados, no rallarnos mucho. ¡Jiasjiasjias! - Concluyo, incitando a Celso, ya que me había desvelado, y conciliar el sueño ahora... Me costaría.

¿Cuando te he negado yo hierba? Realmente Celso solia tirar demasiado de la hierba de J.R. a cambio de hacerle de servicio tecnico, J.R. tenía una extraña habilidad para mosquearse con todo tipo de electrodomesticos, lo cual mantenia ocupado a Celso. Después del porro por mi como si corremos desnudos por la casa.  Dice siguiéndole el tono a su colega, Trae acá.

En tiempo record Celso se lia los dos cogollos con sorprendente habilidad, llevar haciéndolos desde los 14 es lo que tiene y eso lo pasa a su colega para que se lo encienda.

¿Hace los honores? Dice ya de cachondeo, dejando a un lado el mal despertar.

En medio de mi sueño escucho risas pero las confundo con mi imaginacion por lo que continuo durmiento, mas bien intentando dormirme pero pronto siento que me mueven suavemente mientras me susurran algo a lo que despierto sobresaltado para encontrarme con Vane sentada a mi lado, con los ojos aun cerrados y sin entender mucho

Ajummm.que...que..pasa?..que horas es...?

Sonrío a los comentario de Celso. Sí, después de fumarnos el porro, las cosas mejorarían. Me río ante el comentario de correr desnudos.

- Seguro que no quieres cruzarte a la dueña en bolas. ¡Jajajajaja! - Me encantaba reírme de mis propios comentarios. Observé cómo Celso se hacía el porro mientras pensaba en lo rápido que lo hacía el manitas, y lo negado que era para otras cosas. Negué para mí con la cabeza mientras terminaba de lamer el papel. Cuando me ofreció el porro, me negué a encendérmelo.

- Te lo has rulado, lo enciendes. Son las normas. - Sonreí, invitándolo a que lo prendiera.

Muy bien. Dice sin dudarlo ni un momento Vamos a dar una vuelta mientras nos lo echamos investiguemos en el hotel del terror...

Dice incorporándose de la cama y dirigiéndose hacia la puerta tras una nueva calada.

Cuando sales ves algo en las escaleras.

Es de color morado, y te está mirando atentamente. Al segundo parpadeas, pero ya no está ahí.

Sonrío y me pongo en pie, tras Celso. Me pongo las botas, la chupa, y guardo la navajilla en el bolsillo.

- Listo. ¿Oye, pásate eso, no mamón?  Que una cosa es que te lo fumes, y otra que te lo tronches. ¡Jajaja! - Me río mientras salgo de la habitación tras él a ver qué nos ofrece este sitio de noche.

- El hotel del terror... Mmmh... Interesante. ¿Les damos un susto? - Pregunto, maliciosamente.

Al salir por la puerta delante de JR me quedo totalmente paralizado mirando al pasillo.

¿Que coño es eso? Digo bastante alertado. Tío, en mis años fumando creo que esta hierba es la que mas rápido me ha subido, juraría haber visto algo.... ¿morado?, en el pasillo.

Bua toma. Digo pasándoselo, sin dejar de mirar al punto del pasillo donde había visto la sombra, y parpadeando varios millones de veces.

¿Asustarles, que tienes en mente? Al fin retiro la mirada del pasillo y pongo cara de pícaro.

Cojo el canuto y le doy una profunda calada, exhalando el humo con suma delicadeza. Sonrío una vez terminado el ritual. No le he hecho mucho caso a Celso. Me vuelvo hacia él, preguntando.

- ¿Qué has dicho de morado? Está buena esta yerba, ¿eh? -

Miro el reloj (no sé qué hora es) antes de responderle:

- No sé Blade, pero despiértate, tengo miedo. Deberíamos ser los únicos de aquí, y dudo mucho que sea Daniel quien se rie por los pasillos.

Continuo zarandeándole suavemente para que se termine de despertar.

Se escucha un grito de Thomas en el piso superior. -Celso? JR? Va todo bien?

Tranquilo Thomas excepto el goblin morado apuntándome con el dedo en las escaleras, todo va bien.

Digo bastante convencido, aunque bastante confundido, normalmente el efecto de la marihuna distorsionaba todo a mi al rededor pero parecía como si todo estubiese en su sitio excepto aquel goblin...

Jajajaa si claro goblins, y duendes y un mago con gafas de culo de botella y una cicatriz que nos salvara de el goblin.... Celso deja de alucinar.

El grito de Thomas me descoloca un poco, casi me asusta. No me lo esperaba, así que el corazón se dispara un poquito, hasta que consigo calmarlo de nuevo con algún comentario irónico sobre nuestro querido Thomas. Miro a Celso, con el ceño fruncido.

- ¿Goblin morado? ¿Yerba ácida? - Mientras le doy una profunda calada al porro, tal vez, buscando ver el goblin morado. Sería divertido.

De repente escucháis un crugido fuerte proveniente de los pisos inferiores. Es un crugido contundente, como si se estuviera resquebrajando alguna pared...

- ¡Mierda, Blade! Despiértate ya.

Comienzo a zarandearle ya sin miramientos, asustada, mirando hacia la puerta.

- Blade, venga tio, este sitio parece que se cae, y Thomas está llamando a los demás. Muévete. Le arranco las mantas, casi gritándole. Pues vaya protección que me he buscado yo para esta noche.

Finalmente me despierto tras el agite de vanessa por lo que quedo con los ojos superabiertos y no puedo evitar escuchar el sonido de la casa cayendose

Pero que...!!! Miro a Vanessa Que sucede!!!!

Y corro hacia la puerta Quedate aqui!!

Y la abro de golpe

-¡No! No puedo quedarme aquí... el edificio se cae.

Corriendo de un salto me pongo a su lado y me agarro con las dos manos a su brazo.