Partida Rol por web

La mujer contempla a Visna de una forma indescriptible, quizás planificando alguna que otra maldad o tal vez solo piensa en dar una respuesta a su mejor estilo. 

—Bueno, pese a que no compartes los atributos con Krum, seguramente eres una excelente bruja. ¡El mundo mágico espera de ti algo más que una sonrisa!—responde y posa un dedo sobre el mentón de Visna, analizando—. Eres astuta, así me gusta. 

Y se aleja sonriendo. 

—Aunque pronto veremos de qué estás hecha, quizás ponga mi apoyo en ti o no... 

Luego de dejar a la competidora de Durmstrang en paz, avanza como si fuera una serpiente directo a su presa hacia donde se encuentra Hiro. A diferencia de las féminas, el trato es distinto porque pese a su insolencia, Alice conoce la cultura japonesa y el asunto del espacio personal. 

—Y aquí tenemos a un fiel representante de un Colegio que lo conoce su Directora y los alumnos que asisten. ¡Bienvenido a Hogwarts!—saluda divertida—. Veamos, han tenido una entrada magnífica con el dragón y su directora es muy seria, tanto que no quiso ser entrevistada. ¿Compartes el mismo secretismo que ella? ¿Les prohíben abandonar la estructura y ser un mago más... "Normal"?

Ya lanzando las primeras preguntas, continúa. 

—Háblame de Mahoutokoro... ¿Aprenden magia u origami?—vuelve a la carga—. Perdona, dime qué tal te has preparado. ¿Crees que puedes con un reto de tal magnitud? 

En ese mismo instante donde sucede todo, Amelie parece no estar en la tienda. 

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Le fue difícil seguir manteniendo la sonrisa luego de aquellas últimas palabras, y cuando la atención pasó hacia la chica de Durmstrang, Amelie dejó de sonreír por primera vez en aquella mañana. Vaya bruja, pensó realmente enfadada, cerrando los ojos un instante para intentar centrarse de nuevo. Tendría que cerrarle la boca con sus acciones.

Sintió como tomaban de su brazo en ese momento, y ante ella apareció el rostro de Jacques, lo que le sacó una sonrisa gigante pero al mismo tiempo la hizo enrojecerse por la cercanía entre ellos. El corazón se detuvo un segundo al escuchar su confesión tan repentina. -Jacques...- Empezó, sintiendo sus manos en sus mejillas, y sintiendo las rodillas débiles, tomada por sorpresa y sin saber como reaccionar. Pero antes que sus labios se unieran hubo un flash que rompió con aquel momento.

La rubia aprovechó para tragar fuerte, tomar la mano de su amigo, y dar la vuelta a la carpa alejandose de aquella chica entromerida, manteniéndose cerca de la tela para poder seguir escuchando lo que estaba pasando. Se giró a mirar a su amigo. -¡Oh Dios! ¿Por qué aquí, por qué ahora?- Preguntó, nerviosa. -Oh Jacques, yo...- Y sin poder continuar con las palabras lo rodeó con sus brazos y lo besó.

El joven indignado por la intromisión de aquella joven, se deja arrastrar por ti para dar vuelta la carpa y así alejarse de la pelirroja que sonreía satisfecha por tener una primicia picante para el torneo. No obstante, al chico poco le importó aquello cuando tras estar a solas nuevamente, eres tú quien se acerca con la intención de concretar aquello que el chico había intentado hacer. 

Rápidamente inundado por la adrenalina, el secretismo y la necesidad de revelar sus sentimientos, posa sus manos en torno a tu cintura para estrechar tu cuerpo junto al suyo. Podría decirse que el beso es sumamente intenso, lleno de sentimientos y amor, dando la impresión de haber estado aguantando las ganas de hacer esto durante tanto tiempo y ahora tenía la oportunidad para lograrlo. 

Una vez se separan tras darse un buen lote de besos, te mira a los ojos desde un amor que se transmite en sus gestos. 

—Hoy celebraremos tu triunfo, siempre te quise. Ya no puedo ocultarlo más—confiesa directo.

Las preguntas que le dedica la periodista a Visna fueron totalmente desafortunadas a ojos de Hiro, hablando de magos tenebrosos y de representación masculina o femenina, como si aquello tuviese algo que ver. Las respuestas de Visna le gustaron. Hizo caso omiso a las preguntas que solo buscaban ponerla nerviosa y respondió a lo que a la concursante le interesaba de forma tajante y sin posibilidad de réplica.

Al ver que había acabado con ella y que la periodista se dirigía a él, dejó el baso que había cogido e inclinó la cabeza a modo de saludo. Agradeció que mantuviese la distancia. No soportaba las costumbres Europeas de agarrarse,m darse besos y abrazarse con desconocidos.

El colegio Mahoutokoro es el más antiguo del que se tiene constancia y sus secretos son guardados con mimo tanto por su directora como por sus alumnos. Respondió el joven, esbozando una leve sonrisa. Sabía que aquello no haría más que aumentar la curiosidad tanto de la periodista como de los lectores, algo que estaba entre sus objetivos. Me aseguraré de aprovechar el desconocimiento de los demás colegios sobre Mahoutokoro a mí favor en el torneo.

Estoy seguro de que estaré a la altura que se espera de mí como competidor y como alumno de Mohoutokoro. Añadió, dando por concluida la entrevista con el tono de su voz.

Amelie sentía que soñaba, aquello que jamás se había atrevido a hacer, sin haber tenido jamás las agallas de confesar la verdad a él por temor que sinle rechazara perdería también su amistad. Pero necesitaba volver a poner los pies sobre tierra. -Jacques, voy a enfrentarme a un dragón.- Dijo con un jadeo, mirándolo a los ojos. -Debiste esperar, no voy a poder concentrarme ahora.- Se rió por lo bajo, negando con la cabeza. Era muy feliz, pero al mismo tiempo estaba aterrada. Recordó de pronto el papel que la directora le había dado.

Revisó su bolsillo, y miró a su amigo. -La directora dijo que lo leyera a solas... Pero confío en tí.- Y con un último beso suave, leyó el trozo de pergamino.

—Bien dicho—dice una voz que reconoces—. No prestes atención a la tontería de los Ingleses, es lo que tiene nuestro legado como Institución Mágica, damos miedo. Incluso hay prejuicios sobre nosotros, pero es solo envidia ante lo que podemos hacer y los demás no. 

Son las palabras de Markus al acercarse sutilmente a ti, pensando en todo lo que has dicho y como has sobrellevado la entrevista. Está claro que desde su punto de vista ha sido muy acertado. 

—Interesante, quizás deba hacerles una visita y conocer a este intrigante colegio de magia. Quien sabe, hasta me sorprendo entre tanto misterio y secretos...—responde irónica, sin pensar siquiera en ir hacia alli—.​ Eso espero mi niño, hay mucha expectativa hacia un Instituto donde no tenía lugar en años anteriores. Debes agradecer a Peter Hamilton el hecho de que hoy puedas competir o quizás a tu directora por... 

Y lo deja ahí, sin decirlo del todo mientras la mirada asesina de Suki es tenía en cuenta por Alice. Aunque claro, la periodista espera una reacción y realmente no sucede, algo que le aburre y decepciona. ¿Dónde está la diversión entonces? 

Hablando de ello entre pensamientos, abandona rápidamente al joven de Mahoutokoro así va a su presa favorita. Lorelei Ambrose, aquella joven que representa al Colegio que incluso Alice asistió en su época escolar. 

—Pues, ahora me toca contigo. No pienses que te he dejado a lo último por descarte... No, te toca ahora porque eres la cereza del postre—inicia la entrevista con la Gryffindor—. Veamos cariño, luego de décadas Hogwarts apuesta al Torneo de los Tres Magos, siendo básicamente como abrir una herida a todos los que somos alumnos de este Colegio. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Tienes miedo de morir en alguna prueba?

No es sutil, en absoluto y continua preguntando. 

—Piensas hacer un homenaje a nuestro querido Cedric. ¿No?—dice—¿O quieres ser la heroína de esta historia como Harry Potter?

Ante tu respuesta, niega con la cabeza y sonríe de lado. 

—Lo siento preciosa, pero si no lo digo ahora muero—confiesa y acaricia tu rostro—. Igual tranquila, intentaré no distraerte demasiado. Lo prometo.

En un gesto galante, Jacques pone una mínima distancia entre los dos y cuando mencionas lo del pergamino, se lleva una mano hacia la cabeza en un gesto que refleja curiosidad y también cierto halo pensativo. 

—Conociendo a Celina, debe ser algo importante—responde—. Gracias por confiar. 

Al abrir el pergamino unos pétalos de color negro aterciopelados se encuentran allí frescos, pero el aroma que emana te habla de que no son lo que parece. No obstante hay un mensaje escrito también allí. 

Entre aromas la distracción surge

Ni las bestias, ni los hombres,

Todos caen ante su encanto. 

Amelie leyó la nota con atención, y luego tomó uno de los pétalos entre las manos. -Aroma... ¿Algún olor que le haga estornudar? ¿Que lo atraiga?- Mientras pensaba en los hechizos que conocía, alguno que pudiera afectar especialmente la nariz del dragón, tomó uno de los pétalos entre sus dedos, y tocándolo con la punta de su varita pronunció: Revelio.

De repente allí junto a Jacques de tu varita se emana una luz multicolor que rodea cada pétalo mientras realiza su propio escaneo mágico, no es para nada difícil descubrir que están impregnados por una poción muy poderosa que le permite al dragón dejarlo atontado por unos minutos, que seguramente te servirán para superar la primer prueba. Entres los elementos, encuentras lavanda por el aroma y la consistencia potente, pero también hay alguna que otra planta muy extraña, dando la impresión de ser desconocida. 

—¿Qué has descubierto, preciosa?—pregunta Jacquwes. 

Y mientras terminas de hablar con ella, algo golpea en tu calzado. Una pergamino enrollado que al parecer solo puedes verlo tú ya que nadie nota aquello ni lo ha mencionado. No obstante el ambiente se muestra ameno, Amelie está fuera de la Tienda y solo están allí los directores junto con el resto de tus compañeros del Torneo. 

Una rápida sonrisa se asomó en los labios de la joven. -La directora es una genio.- Murmuró a su amigo, mirándole con mucha dulzura. -Ahora sólo debo encontrar la manera de hacer que el dragón los coma... Ven, entremos a la carpa y asaltemos la mesa de bocadillos, o al menos cúbreme para poder tomar unos cuantos y poder crear una bomba comestible.- Ahora lo complicado sería hacer que el dragón lo comiera, pero se le ocurrió una pequeña idea...

Sorprendido por aquello y tras asegurarse con un vistazo que los demás tienen su atención puesta en la Gryffindor y la entrevistadora, Hiro se agacha disimuladamente, cogiendo el pergamino y colocándose bien el pantalón de su uniforme para disimular. Tras eso, busca una zona apartada para abrir el misterioso pergamino y leer su contenido.

Escuché atentamente las respuestas de cada uno de mis compañeros, cada uno de ellos defendiéndose a su propia manera. No puedo decir que estuviera encantada de ser la última. Eso podía significar que iba a ensañarse más en sus preguntas, y esperaba que no fuera a preguntarme por...

Tuve que enmascarar el suspiro de alivio con una mueca. Al menos, mi expresión se podía interpretar como una de luto por la memoria de Cedric.

—Es difícil olvidar la tragedia y la perdida que Hogwarts sufrió la última vez que se celebró en torneo, y sería estúpido ignorar que cada una de las pruebas implica un riesgo muy alto. Pero no tengo miedo. Lo que ocurrió fue un producto de las circunstancias que no va a repetirse.

»Y en cuanto a tu segunda pregunta... No compito en mi propio nombre. Compito en el nombre de Hogwarts, con todos sus alumnos, presentes y pasados. Solo puedo esperar que mi desempeño sea suficiente como para homenajear no solo la memoria de Cedric, si no también de todos los demas.

Y no dije más, cruzando los brazos sobre el pecho. Las preguntas no me habían hecho ninguna gracia, pero tenía que confesar que podrían haber sido mucho peores.

—Vale preciosa, algún bocadillo con mucho sabor a carne tiene que ser—responde Jacques. 

Dispuesto a ingresar contigo en la carpa a sabiendas de que lo sacarán corriendo, pero posiblemente él puede ser una hermosa distracción para que puedas robar algunos y así lograr el cometido. Está claro que tu Directora quiere sacar un poco de ventaja en todo esto y ahora puedes ver que sus palabras son hechos. 

—Hm, excelente respuesta—confiesa Alice—. Conviértete en leyenda, el Londres Mágico necesita una. 

Tras decir aquello la periodista le indica a su ayudante que tome algunas fotografías más, incluso cuando ve que Amelie ingresa con un chico de nuevo a la tienda, se aprovecha de ello y se escucha aquel flash revelando que esto ha sido captado por ella. 

—El amor, siempre existe en todo momento—dice divertida y señala a los implicados.