Partida Rol por web

Anacteia suspiró aliviada cuando el esqueleto llameante cayó tras su último rayo ácido. Sin tiempo que perder observó la contienda de sus compañero y se decidió a intervenir.

Descubriendo su hombro, una pequeña cabeza dracónica emergió desde su espalda, lista para atacar. La hechicera movió realizando un leve rodeo, tratando de posicionarse a un lado de alguno de sus adversarios y así apoyar a los suyos. Desde ese punto atacó, abalanzándose el dragón oriental contra el esqueleto, pero sin perder contacto con el hombro de su ama.

Las heridas no me permitian grandes movimientos ni florituras. Los esqueletos iban muriendo a nuestras armas. Eso me alegraba, pero nunca me senti realmente util desde que entramos a esta piramide. Pero tampoco podia desistir en mis ataques. Decidida y sin compasion vuelvo a levantar mi arco y apunto al esquelo flameante que tengo enfrente.

Mientras Grundar y la arquera fallan sus ataques, uno con su garrote y la otra con una de sus flechas, el clérigo asesta un golpe definitivo que manda al suelo los despojos de aquel amasijo de huesos con cuatro brazos. Por su parte, la hechicera, haciendo gala de su oportunismo, dejó salir de su hombro la cabeza del dragón que llevaba tatuada. El místico animal atacó al último de los esqueletos llameantes que seguía aún en pie, acabando por fin con su existencia.

El silencio volvió a reinar. Frente a vosotros, solo una puerta con inscripciones extrañas y figuras de mujeres desnudas realizando extraños rituales de apareamiento.

"Chicos. Quiza sea hora de parar un poco y de repisar. Estamos hechos polvo y no se cuanta mafia os queda, Grubdar y Anecteia"

Anacteia sonrió satisfecha cuando el último de los esqueletos cayó. Asintió a sus compañeros por el tesón en combate, en especial a Shaun, y volvió a asentir cuando el clérigo propuso parar y descansar.

- Vas a lograr que me dé una tortícolis de tanto asentir - comentó jocosa la hechicera -. Ni me quedan muchos conjuros ni son especialmente útiles contra los muertos vivientes, mas creo que deberíamos parar un poco  y descansar - convino mientras se acercó a las puertas y observo las inscripciones primero y las figuras después, dedicando especial atención a las últimas y a sus diversas posturas.

Si salgo de esta tengo que probar estas posturas y rituales, pensó la joven, memorizando las imágenes e imaginando como sería hacerlo mientras cierto rubor subía a su rostro y dibujaba en sus labios una lasciva sonrisa.

- Grundar opina, debemos prepararnos para combatir muertos vivientes. Grundar estar de acuerdo con Shaun y Anacteia. El druida asiente.

Aunque el malvado estar suelto y nos lleva ventaja. El semiorco mueve la cabeza en señal de desaprobacion Decisión dificil, ¿podriamos aguantar un combate más?, pregunta mientras duda de que hacer

"Pues eso depende"

SHAUN MICHAELS apenas ha usado su magia. Es del poder de la canalización del que se ha estado sirviendo casi todo el tiempo. Dos canalizaciones le quedan en total. Luego se acerca e impone la mano primero sobre Grundar, y con un conjuro lo deja como nuevo. Luego procede con lo mismo para arreglar a Sheela, quien necesita algo más de trabajo para quedar bien

Finalmente, es Anecteia, quien apenas tenia heridas. Aunque va con algo de resquemor ¡A saber que hace esta tia en cuanto la tocan!

"Con eso, estareis en plena forma. Pero claro, se trata de pensar en los recursos que nos quedan"

Será mejor descansar y examinar nuestros recursos. No es bueno estar dependiendo siempre de la magia de Shaun. Le miro a la cara mientras me siento en el suelo con las piernas cruzadas.

Tendria que mirar lo que llevo para saber nos puede ser util. Tendremos que buscar algunas pociones mas. Os queda algo a vosotros?

Me tumbe en suelo inspirando la tranquildad que habiamos conseguido. No duraría mucho pues aun debiamos seguir la mision, pero tampoco se podía desaprovechar.

Tras constatar que no hubiera nada mágico en la actual estancia, Anacteia propuso hacer un descanso en esa misma cámara.

- Aquí mismo podemos intentar descansar y reponernos - sugirió a sus compañeros -. Aunque después me pregunto, ¿Seguimos por esa puerta? - preguntó señalando las puertas con grabados eróticos -. ¿O tomamos el corredor del este? - su cabeza se giró mirando el pasillo que se alejaba en dirección hacia la entrada y que no habían recorrido aun.

- Tal vez no sería una tontería ver que no nos dejamos nada importante detrás antes de avanzar - propuso antes de extender su esterilla y tumbarse a la bartola.

-Grundar propone hacer guardias, dice el semiorco al ver que todo el mundo se tumba.

-Grundar no gustar este sitio con muertos vivientes. Poder aparecer en cualquier momento. Gruñe mientras escupe en una pared de la piramide

De cualquier forma, entre todos apuntaláis la puerta de entrada a la estancia, a la par que, la puerta que le sigue que se abre hacía vosotros, la dejáis de tal forma que no pueda abrirse. Por fin, decidís descansar y hacer guardias, para lo que os turnáis para poder descansar lo necesario para el día siguiente. La noche pasa mientras dormitáis a ratos unos y de vigília otros. En los turnos de guardia, cada uno de vosotros oye extraños sonidos que no sabe ubicar, casi parece que vienen de todas partes. Aquello os aterroriza pero nada sucede durante la noche.

Al despertar, supuestamente ya por la mañana, os sentís reestablecidos completamente, aunque con la espalda molida del frío suelo de la pirámide. Os toca la árdua tarea de desbloquear las puertas que previamente trabásteis para ver en que dirección os moveréis ahora.

Por la noche, SHAUN MICHAELS ha soñado. Con su mundo, con su familia y sus amigos. Ha soñado con la gente con la que ha crecido, y con el nombre por el que le llamaban allí.
Ha soñado con cuando era JOHN ROMERO.

Pero al final del sueño, tuvo esa imagen. La llama carmesí de Feronia. La deidad que guia su espada.
Es lo normal con ella: Ella vive en el borde entre el plano del fuego y el abismo de los infiernos. Y el mejor momento para rezarle  es el momento entre el sueño y la vigilia.

Tras esto, SHAUN MICHAELS, de nuevo un clérigo y no un policía, se levanta de un salto. Está tentado de decir "Yo Tengo el Poder" pero como que no...

"¿Todos bien, gente?"

Anacteia se reincorporó con una sonrisa, estirándose como una gata. La noche, o espacio de sueño, había estado inquieta y cargada de ruidos, nada a lo que no estuviera acostumbrada.

Al menos no ha habido movimiento de embestidas ni chirridos de jergones durante toda la noche, pensó optimista recordando noches realmente movidas y agotadoras en las que logró dormir a pesar del vigor imparable de su compañero de lecho. O compañeros.

- Bien aquí - afirmó mientras recogía la esterilla y sacaba frutos secos, pan, algo de carne salada y agua, al alcance de todos. Afrontar más retos con el estómago vacío era sinónimo de fracaso.

Dormia como una gata ronroneando... soñaba con comida y envuelta en grandes tesoros... Poco a poco me voy levantando y noto un fuerte dolor en mi espalda... ahhh, como me duele!!! No se como he podido dormir bien con este suelo tan duro!!

Espeto nada mas despertarme. Veo como Anacteia prepara algo de comida, no era mucho, pero me acerco sin pensarlo. Veo que vienes preparada, Anacetia. Echaba algo de menos en mi estomago. Digo cogiendo algunos frutos secos. Luego me pongo a ordenar mis enseres.

El clérigo, SHAUN MICHAELS tambien abre un paquetito compartiendo algo de comida para el desayuno

Aun así, el echa de menos el mayor manjar que se sirve en su tierra: La pizza carnivora de Telepizza. Ahhh....

Grundar ni siquiera habia puesto una manta, ni se habia quitado la armadura. Directamente se coloco en el suelo boca arriba, y comenzó a dormir roncando sonoramente.

Habia dormido en sitios absolutamente peores, asi que durmió un sueño profundo y reparador, repasando todos los enemigos caidos el dia anterior.

Se levantó de un salto - Grundar haber dormido maravillosamente bien, estar listo para continuar. Dejadme rezar a Gorum para darle gracias por este dia que traera la desgracia a nuestros enemigos y