Partida Rol por web

De pronto, ante las palabras de Grundar, el mestizo, que se encuentra junto a Shaun, se hecha las manos a la cabeza y no puede evitar intervenir, aunque eso sí, en voz baja, como Grundar.

- ¿Barandilla serrada? ¿Por qué serrar barandilla, si Froug poder caer al agua? Eso ser sabotaje. Hablar con capitán... - Os comenta mirándoos fijamente.

Por su lado, SHAUN MICHAELS presta algo de más atención a la forma de como ha sido serrado.

Una segetilla, un hacha, una motosierra, o incluso unos dientes van dejando unas marcas distintas. También se intenta fijar en la diferencia de color (La madera se oxida rápidamente, y por el color -y olor- puedes saber si un corte es fresco, si tiene una noche humeda, o si han pasado semanas.

"Froug, amigo mio. Mientras estemos aqui no dejaremos que te pase nada malo. Ni a ti ni a nadie. En fin... ¿Sabes quien es el carpintero de a bordo?"

El mestizo mira extrañado al clérigo mientras sopesa su respuesta.

- ¿Qué ser carpintero?

Tras la conversación, el capitán no puede dejar de oír algo y se acerca a preguntaros. Se dirige a Grundar y Froug, por ser mestizos como el.

- ¿Qué pasa, muchachos? ¿Hay algo que deba saber? - Os pregunta.

Mirar barandilla dice el semiorco, estar serrada en parte. Aqui señala el corte limpio. Tripulante malvado tener en barco, tener que llegar a destino pronto y estar alerta. Acaba la frase frunciendo el ceño

Anacteia observó la evidencia de que, en efecto, la barandilla había sido serrada. La joven asintió mientras su cabecita meditaba sobre lo ocurrido.

- Quien ha hecho esto ha necesitado de algo de tiempo, una herramienta y soledad - afirmó en voz baja, dejando unos segundos para que el resto de los presentes procesara a donde quería llegar -. Creo que la noche debió ser el momento más propicio para poder realizar dicho sabotaje. La pregunta es, ¿Qué marineros estuvieron de guardia durante la noche? - preguntó. No tenía por qué ser alguno o varios de ellos, pero sí era lo más probable. Por otro lado restaba la otra pregunta.

- ¿Por qué lo han hecho? Para frenar y entorpecer nuestro recorrido. Vamos, si fuera yo me dedicaría más que a serrar barandillas a perforar el casco de la nave, la verdad - expresó mientras miró a los presentes de manera clarificadora -. Por otro lado esto quiere decir que, posiblemente, alguien sabe de nuestras intenciones de llegar cuanto antes y desea retrasarnos, al trabajar para Anreip. Lo que no me explico es cómo habrá llegado a enterarse - dijo encogiéndose de hombros -. ¿Bueno qué proponéis? - preguntó a pesar de haber expresado implícitamente sus sospechas, dejando un curso de acción parcialmente claro.

Las palabras de Anecteia no se le escapan en absoluto a SHAUN MICHAELS.

Si hubiera sido obra directa de anreip o uno de los esbirros, lo más normal habria sido hundir el barco, explotar la santabárbara para destruir el barco, o atraer una bestia mayor que unos cocodrilos. O intentar envenenarnos con comida muy tóxica.
De hecho, lo normal sería destruir el barco y escapar en una lancha salvavidas. Así funciona un infiltrador, asesino y espia.

La única explicacion es... Que sea quien sea, debe de ser alguien que preocupa por el barco, y prefiere algo más complejo, pero seguro para la embarcación.

Y lógicamente, si fue de noche, ni Anecteia ni el propio SHAUN MICHAELS pudieron hacerlo: No tienen infravisión.
Sólo un orco o un mestizo podría haberlo hecho.

Pero ¿Quien? ¿Quien valora el barco, tiene sangre orca, es lo bastante mercenario como para venderse a arneip, y lo bastante astuto como para idear trampas?

"Capitán Froug."
"O aparece el que ha hecho esto, o se puede repetir más veces"
 

El capitán escuchó con los ojos abiertos como platos todo lo que le comentásteis sobre la barandilla. Al principio era reacio a que hubiese algún tipo de sabotaje a bordo, pero llegado el momento no le pareció tan ridícula aquella idea.

- Mmmmm. Si estáis en lo cierto, no podremos hacer mucho para descubrir al causante. Más de la mitad de mis hombres son nuevos en el barco, reclutados en el puerto como vosotros. Antes de que preguntéis, os diré que tuvimos un pequeño accidente hace unas semanas y es por ello que hay tantas caras nuevas. Si se os ocurre algo al respecto podéis actuar o investigar a quién queráis, pero mantenedme informado en todo momento. Ahora, si me disculpan, es bastante tarde ya y voy a mi camarote a descansar. - Se despide el capitán, dándaoos vía libre en vuestra investigación a bordo.

Sin nada más que hacer decidís iros a dormir. Esa noche, Froug se arrimó a vuestro grupo y durmió en una hamaca junto a la de Shaun. Parecía que el semiorco le había cogido cariño al clérigo, al estar en deuda con el. Durante la noche nada ocurrió, durmísteis más o menos bien, todo lo bien que se podía estar en una hamaca mecida por el vaivén del barco en el agua del río Esfinge.

A la mañana siguiente, todos volvéis a vuestros quehaceres diarios. Esta vez, el capitán ordena a Shaun y a Froug que limpien la cubierta nuevamente, en vista de lo mal que le fue en la sentina, los prefiere a los dos juntos y le hace una mueca al clérigo para que cuide del mestizo que no sabe nadar. Grundar está algo cansado del día anterior y los remos le pesarán bastante más. Por su parte, Anacteia tendrá que degollar a un cerdo, pues en el día de hoy toca comer carne.

Entonces le dieron un cuchillo y un grueso lechón al que tenía que degollar y hacer desangrar. La joven trató de protestar pues una cosa era comerse el cerdito bien cocinado y otra muy distinta matarlo. Los berridos del animal, rezumando miedo, hacían la tarea realmente complicada.

Anacteia había arrebatado vidas a diferentes seres, pero siempre en defensa propia. Sin embargo nunca había matado un animal indefenso y lastimero.

Cielos, realmente cuesta hacerlo, admitió la hechicera mientras advertía cómo le temblaba el pulso del arma y le sudaban las manos a la que miraba al pobre cerdito. No creo que pueda hacerlo, terminó por pensar, negando con la cabeza y dándose por vencida. Entonces sintió un golpe en la tripa. Era su estómago protestando. Casi podía oírlo decir: No pagues tus miedos e incapacidades conmigo. ¡Échale ovarios y raja a ese gorrino! Mejor él que no tú.

Y la verdad es que había pasado hambre muchas veces, pero siempre se había abierto camino. Era una luchadora. No era momento para dudar. Y sin embargo, es tan mono. Me da tanta pena..., volvió a dudar, sintiendo que le faltaba un ánimo superior al hambre para acometer semejante acto atroz, haciendo que su cuchillo alzado temblara, su mano se aflojara y comenzara a bajar el arma lentamente, en señal de rendición.

El cerdito pareció sonreír con su morrito y orejillas porcinas, observando la incapacidad de la mujer. Entonces, su ladino estómago contraatacó. No se iba a dejar vencer tan fácilmente y por ello indujo a la joven el ánimo que necesitaba para realizar su cometido: la imaginación. Tonta, no pienses que es un cerdito adorable. Piensa que es otra cosa despreciable.

- ¿Otra cosa? Pero, ¿El qué? Yo no sé... yo... siiiií. Sí seeeeé - se dijo en voz baja conforme su mirada se tornaba aviesa y su boca dibujaba una sonrisa macilenta. La hechicera susurró unas palabras arcanas y conjuró un hechizo sobre el animal. De inmediato se creó una ilusión sobre él en forma de... cierto clérigo mononeuronal.

- A un cerdito no, pero a un Shaun... SI - afirmó mientras avanzó con decisión y rostro asesino, cuchillo en alto.

- OIIIIIINC, OIIIIIIN, OIIIIiiiiin..... innn....

Y el gorrín asado estuvo de muerte.

Aunque los dias remando se van notando en la musculatura de Grundar, curiosamente ese dia rema con bastante brio. Esta carcomido por las dudas, al saber que hay por lo menos algun tripulante que no quiere que el viaje concluya con buen pie.

Mientras rema con fuerza, sigue pensando en silencio, Por Gorum, en cuanto Grundar encontrar traidor primero romper brazos y luego piernas, despues dar mordisco en hombro y despues hacerle hablar. El remo se introduce otra vez en el agua, igual ser demasiado, primero romper piernas para que no huir, el remo sale del agua, luego atar con cuerda y sumergir dentro de agua, el remo vuelve a entrar con fuerza, Si eso gustar a Grundar, se le escapa por bajo mientras una sonrisa sale de su boca.

- Vosotros blandurrios, remar al ritmo de Grundar o no llegar nunca al destino, jalea a sus compañeros, Grundar querer beberse un barril de cerveza en la primera taberna y vosotros estar retrasandolo !

La jornada de trabajo transcurre de modo apacible, sin muchos problemas en general, aunque en el ambiente resuenan los rumores que lanzásteis anoche sobre el sabotaje. Parece que el capitán u otra persona estuvo comentando lo sucedido el día anterior y se ha corrido la voz.

Por otro lado, el barco avanza como debe, gracias al buen hacer de los fortachos, entre los que se contaba la fuerza del druida del grupo, Grundar. Parece que el sueño reparador le dió fuerzas para empezar bien el día. Al igual que con su compañera hechicera, Anacteia, que se las tuvo que ver por primera vez en su vida con un gorrino y su cuello. Gracias a su magia consiguió dar muerte al animal y servirlo en la cena. El pobre clérigo, por su parte, parecía no estar muy bien descansado pues sus tareas de limpieza dejaron mucho que desear, aunque su compañero Froug si que hizo su parte.

Tras el duro día, de nuevo en el comedor para cenar, todos vais recibiendo la ración de cerdo sada que tenéis hoy para deleitaros, cortesía de Anacteia y la cocinera. Cuando van a servir el plato a Shaun, el capitán hace ademán para que paren.

- ¡A este le ponéis media ración! ¡Está bastante descansado pues ha trabajado poco hoy! ¡As dejado mi cubierta echa una verdadera porquería, clérigo! ¡Este será tu castigo! - Gritó el capitán al clérigo que comería la mitad de la ración.

- ¡Si mañana está el día igual de apacible que hoy, continuaremos con las mismas tareas! - Propuso el capitán a toda la tripulación. - ¡Así podrás limpiar lo que no has limpiado hoy, clérigo! ¡Ja, ja, ja, ja! - Rió a carcajadas el mestizo.

De pronto, el cocinas se acerca por la espalda de Anacteia y le susurra algo al oído. - A quedado cerdo en la despensa. Lo tengo todo en una olla, así mañana solo tendremos que calentarla para hacer un guiso. Te dejaré el día libre por haber trabajado bien hoy. - Le comenta a una sonriente hechicera.

SHAUN MICHAELS lo borda

Grundar seguió ofreciendo lo que el resto de los marineros solo podrian describir como clases magistrales de remo. Llegado un momento el semiorco comenzó a marcar el ritmo de las paladas para una mayor velocidad.

- ZUUU, VAMOS MUCHACHOS el remo de todos los marienros se hundia en las aguas, ZUUUA CAGUEN LA LECHE el remos salia del agua, SSSSUUUUU PARECEIS ELFOS GUENDIORO los remos ahora se hundian con fuerza, SUUUUUU VENGA ARRIBA ESE ANIMO, ZUUUUUU !

Había degollado a un Shaun cerdito y gracias a ello la tripulación había comido muy bien. Merecía un descanso y decidió vaguear el resto del día, en un primer momento. Pero al poco, la hechicera ya se aburría. Repantingada en su hamaca... y sola, no era lo más apetecible. Así que, realizando un movimiento de hombro, como si tuviera una contractura en él, apareció de la nada su querida Sra. Uuu sobre el mismo.

- Uuuuu.

- Tienes razón. Esto es muy aburrido. Supongo que seguiré tu consejo y echaremos un vistazo a esta nave.

- Uu!

La hechicera salió a cubierta y observó a sus compañeros trabajando de lo lindo (sí, hasta el vago del clérigo lo hacía muy bien). Se apoyó en la barandilla y aparentó que miraba las orillas y el río. Sin embargo sus labios murmuraron unas palabras arcanas. Acto seguido, sin dejar de observar el paisaje, susurró desde lejos tanto a Shaun como a Grundar.

- Chicos, la cubierta está concurrida. No creo que ahora haya nada que mirar por aquí. Por eso creo que voy a echar un vistazo en las bodegas y camarotes. Si fuera un saboteador me aprovecharía de ello - anunció en susurros mágicos a sus amigos -. Otro lugar interesante por observar sería, si no abajo, arriba del todo: el velamen - adujo -. Pero eso os lo dejo a vosotros. Voy a mirar abajo. Si ocurriera algo grave intentaría enviar a la Sra. Uuu, mi lechuza blanca - añadió antes de abandonar la cubierta e ir a niveles inferiores.

Después de hablar con tus compañeros te diriges a las escaleras para bajar a la planta inferior del navío, cuando comienzas a pensar a donde te dirigirás. De los días que lleváis aquí, conoces la distribución de la cubierta y la de la planta baja casi al dedillo. De la sentina lo conoces por Shaun que ya estuvo limpiando en ella, donde hace mucho calor, en las entrañas del barco. Aunque siguen habiendo habitaciones que no conoces, la mayoría si, debido al trabajo, vaivén de cajas y demás.

Tanto el clérigo del grupo como el druida, acaban sus respectivos trabajos bastante pronto, retirándose de sus puestos por orden del capitán, viendo el gran trabajo que han realizado. No tardan mucho en ir los tres, si los tres, porque Froug, el inseparable amigo de Shaun les sigue, hacía el comedor. Allí se sientan, en primera fila, el rincón más próximo a por donde entran los platos de la cocina. Si bien, han llegado tan pronto que aún no hay nadie más que ellos en la sala. Tampoco ha llegado aún Anacteia, pero aún así os sentáis reservando una silla para vuestra camarada.

- Hoy haber estofado para comer, ñan, ñan. A Froug gustar estofado cerdo, mucho, ñan, ñan. - Exclama el mestizo mientras se frota la barriga. - ¿Dónde estar Anacteia?