Partida Rol por web

Oh! vaya, ya esperaba la muerte aquí, siempre aquí... - te encuentras una especie de peluche de pelaje rojo, con vestimentas ocultas, ojeroso (posiblemente pintado con rotulador) y el pelo largo peinado de forma que tape su rostro. Parece triste, de hecho, no se mueve al levantar el cojín, si no que se arrincona, resignado, en el hueco que queda.

Llevo aquí varias horas, ya había perdido la cuenta... pero... nadie se percató de ello, y nadie me habría echado en falta.
Se tapa la cara con las manos, momento en el que puedes apreciar que tiene unos cortes en los brazos, cosidos, pero parecen recientes.

¡TRANQUILO...!
Exclama con voz potente. Cuando parece que va a añadir algo más, se queda callado.
Mierda... el botón... sigue atascado... y no soy nadie sin el botón...
Eeer... Soy Iron Man. Acabo de llegar a esta casa y no se como están las cosas por aquí...Y... Soy un defensor del bien y la justicia... Y os ayudaré a todos... a... todos... Si... a ser libres del yugo opresor del malvado
Sin el botón parezco retrasado...
Le tiende una manaza para ayudarle a levantarse
Vamos... Me tienes que contar todo lo que sepas sobre esta casa

Te mira con ojos vidriosos (probablemente debido a que son de plástico...), te abraza y rompe a llorar:

BUAAAAAAAA!!!!!!! SE SENTÓ LA ABUELA ENCIMA!!! ENCIMAA!!!!!!!!

¿Pero que...?
Demonios... ¿Pero que demonios estaba haciendo aquella cosa de peluche?
Iron Man intenta quitarse de la trayectoria del abrazo cuando ya es demasiado tarde, tiene a esa cosa enganchada encima, llorando.
No sabe como salir del apuro, así que tira de los conocimientos ancestrales grabados en todos y cada uno de los juguetes del mundo.
Le da un par de palmaditas en la espalda mientras le dice de forma mecánica
Ale... ale. Ale... ale

Dios mio!, que frío! - piensas mientras caminas por esa ciudad helada de conservas y vallas publicitarias de palitos de pescado para niños.

Tu último viaje, un vuelo a escala en Madrid, Nueva York, y la juguetería, te ha dejado en un sitio bastante extraño, debe ser en el norte, porque todo esta cubierto de nieve... hasta el techo curiosamente...

Al fondo, por lo que alcanzas a distinguir, se encuentra alguien, no sabrias muy bien qué clase de juguete es, pero seguro que no es un playmovil, aunque puede que sepa como llegar a alguna ciudad de tu raza para poder resguardarte en una de sus casa, o fuertes, o barco, o centro de bomberos, isla pirata, etc.

¿Joselito? ¡A lo mejor sabe algo de Joselito!

Rosita camina todo lo rápido que unas piernas sin rodillas dan de sí. Cuando llega hacia el ser extraño, su cara inexpresivamente feliz se coloca frente a la de aquel... ¿pingüino?

¡Hola! Yo... ¡yo soy Rosita! Encantada - le dice mientras, echándose algo hacia atrás, le tiende una mano dura y con forma de U.

Se queda sorprendido al ver a la playmobil que no esta congelada - ¡HOLA SOLDADO! - le grita en un repentino ataque de demencia - ¿¡COMO VAN LAS NUEVAS DEL FRENTE!? ¡ENLACE! - llama derepente y mira a su derecha - ¡ENVIE ESTE COMUNICADO AL PUESTO DE MANDO! - y dicho eso, deja caer la raspa de pescado que llevaba en la aleta.

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Hola Rosita, soy Pengu, un placer - no puede sonreir, es de plastico - ¡uy! - exclama al ver la raspa en el suelo y la recoge - ¿que haces tu aqui?

La cara de Rosita se mantiene tal que así -> 8 D , inerte como de costumbre y sin entender mucho. Pero para una mujer con el cráneo hueco, aquellos repentinos cambios de polaridad no son de vital transcendencia.

Pues... ¡no sé que hago aquí! Creo que me trajeron, o no lo sé... oye, ¿tenemos dueño? No se llamará Joselito ¿no? - le pregunta con ímpetu.

No sabeis muy bien como, quiza os drogaron, quiza los humos de la barbacoa de Jesús no fuesen del todo sanos, pero de cualquier forma, os dan vueltas la cabeza, y bueno, en general todo os da vueltas.

Cuando consigues abrir los ojos veis que os encontrais suspendidos en el aire. A vuestro alrededor, una habitacion desordenada, llena de basura, trozos de papel de regalo, cajas, una tele, un sofá... algo así como un salón despues de una fiesta de cumpleaños.

Al mirar hacia arriba, os veis atados a un ventilador de techo... eso explica el mareo...

Os han despertado los llantos de algo...

No.... - hace de su aleta un puño y lo alza - se llama Timmy, es el ser mas despreciable que he conocido nunca - su voz suena amenzadora, como un Leon cabreado (Y eso que es un pingüino de plastico) - es el "enemigo"

Rosita se queda callada, con la misma cara de siempre. Por el silencio, quizás esté "pensando"

Timmy... Timmy... a lo mejor es Joselito con otro nombre

Ah, vale - parece conforme, la chica de plástico y pvc. Desde luego, el concepto de enemigo no le ha llamado la atención ni nada.

- ¡¡¡...uuuUUUUUAAAAAHHHH!!! - grita y se revuelve Cebollense al ver que está atado al techo - ¡¡SOCORRO!! ¡¡ESTAMOS ATADOS AL TECHO!! - agitación - !!ATADOS!! ¡¡ESTAMOS SOCORRIDOS POR EL TECHO!! - todo es tan nuevo... No reconoce nada de lo que ve. Quizás estuvo mal quedarse plantado en aquella estantería... O tal vez fue el insulto accidental dedicado al hijo de Dios... No se sabe de dónde, pero una canción archiconocida comienza a inundar la sala...

Mientras intentaba consolar al inconsolable Emo Cosquillas, unos gritos alertan al imponente muñeco de coleccionista. Su sentido heroico se activa y la música que comienza a sonar obra el milagro... ¡EL BOTÓN DE HÉROE SE ACTIVA! El alma de Iron-Man, el corazón del guerrero, el impulso heroico...
Alza los brazos en un arco, dejando caer a Emo sobre el sofá de nuevo y los lleva hasta golpear el botón con forma de triángulo dorado de su pecho...
"No tengo una máquina chupacerebros. No en este universo... Pero tengo otra idea."
Dicho lo cual utiliza su visión láser -Una linterna roja a la altura de la cabeza- para buscar la fuente de los gritos...

En el techo, girando lentamente, ves un par de peluches enganchados al ventilador, posiblemente fueron lanzados al ver otro juguete más atractivo.

- ¡¡¡BIEEEEEEEEN!!! ¡¡ÉSTE INFIERNO DEBE DE SER LA CASA DE TIMMY!! ¡¡SPIDERMAN DEBE ESTAR POR AQUÍ!! 8 DDD!!!

Taposva cayó entonces en la cuenta de que estaban enganchados al techo... ¿Era su ventosa? Miro atrás para comprobarlo.

Al percibir desde el techo la linterna roja, comienza a agitar las patas buscando llamar la atención, angustiado:

- ¡Aquíiii! ¡¡Estamos aquíiii!! ¡¡Socooorrooo!! - ññeeeeec - ¡¡Estamos aquí con Socorro!! : D (...) ¿Eh? - Al escuchar a Taposva, abre mucho los hilos de los ojos, lo más que puede, y una gota de humedad del techo cae sobre él simulando al sudor que no tiene porque es un peluche... - ¿¿¡¡Qué!!?? ¡¡Oh dios mío, estamos perdidos!! - ñeeeec - ¡¡Oh, Pérdida!! ¡¡Estamos endiosaos!!

Efectivamente, es la ventosa, a la que estáis atados tanto Taposva como Cebollense.

Taposva empieza a balancearse sobre su ventosa hasta que al tocar el techo se adhiere a éste, con cebollense bien cogido. Retrae la ventosa y empieza a descender pacíficamente por la pared, canturreando algo entre dientes:

- ¡¡¡¡...LA ARAÑITA PEQUEÑIIIITA SUBIÓ SUBIÓ SUBIÓ...!!!

¡OH NO! ...Peluches...
Piensa Iron Man con su macizo cerebro de plástico superheróico. La única experiencia que había tenido con esas cosas blanditas de algodón estaba convertido en una masa llorosa sobre el sofá diciendo no se qué de rosas, espinas y problemas.
Iron Man baja de un salto al suelo, dejando abandonado a Emo y se acerca hasta la pared por la que están bajando la araña y... esa cosa blanca con cosas verdes y cara de Picasso...
¡EY! ¡Si necesitáis ayuda... Os puedo echar una mano!