Partida Rol por web

In Domo Domini

Escena de juego: Ariel

Cargando editor
25/10/2021, 18:59
Director

Tedesco medita unos instantes la respuesta, lo que deja un silencio suficiente como para que identifiques su respiración, ahora algo más calma después de las presentaciones.
Me temo, joven, que la casa de mi signora Matilde está a otros asuntos más acuciantes... —notas cierta condescendencia en su tono.
Sabemos que tu ama no está para mediar en disputas menores fuera de sus tierras, pero quizá... quiero decir...
El viejo esboza una sonrisa amarga ante la situación y mira hacia la entrada del edificio, a la par que hace un gesto para que paséis delante y entréis.
El interior aparenta más espacio que el que se adivinaría desde el exterior, con grandes salas de reuniones, comedores y para el recibimiento, a la par que estudios y bibliotecas a rebosar con pergaminos. Incluso algunos escritos —según comenta d'Acri— utilizan como soporte un material nuevo venido de tierras árabes: el papel. La decoración es escasa pero funcional, con varios tipos de alfombras y tapices para el invierno. Os dice de hablar en su estudio privado y tomáis asiento en un par de sillas con respaldo que, de todavía poder resentirse vuestros huesos y músculos, agradeceríais tras días de camino.
Os seré franco, mis señoras —se reclina en su propio asiento— Si fuera por mí, os haría el favor de pelear por vuestro... ¿linaje? Aún no sé siquiera si venís de familia noble, ni quién dio las tierras a vuestro padre. Entiendo que se trata de vuestro padre el cabeza de familia —mira a ambas, esperando que se aclaren sus dudas.
Ves que Wisigarda no parece convencida de que esto vaya a ninguna parte, pero sabes que, como siempre, confía en tu mejor juicio y facilidad con las palabras para resolver esto.

Cargando editor
25/10/2021, 21:24
Ariel Casadei
Sólo para el director

Suspira la chiquilla, algo decepcionada por las palabras del veterano, aunque también agradece su sinceridad. Balancea unos momentos sus piernas, en la gran silla de respaldo, antes de responder.

- Os agradezco mucho vuestra cortesía y vuestra sinceridad, signore.- Confiesa, con una leve inclinación.- Mi padre, como bien decís, recibió el señorío de Tregina como recompensa por los servicios prestados. Es por eso que los asaltantes no solo han actuado contra un veterano a traición, sino que además han actuado contra el propio deseo de la curia romana. Han actuado contra los deseos de los ministros de Dios.- Explica.- Por otra parte, signore, entiendo perfectamente que vuestros votos a vuestra signora Matilde os impiden actuar.- Dice, para no forzar al hombre a hacer nada. Le parece un buen hombre.- Si quizás fuera posible hablar con la signora Matilde... Quizás podemos darle algún servicio a cambio de su apoyo... O de su consejo. O del vuestro, signore, si os es posible darlo. ¿Qué haría un hombre como vos en nuestra situación? ¿Si un extranjero desconocido se presentara en vuestras tierras y las tomara a traición, a sangre y fuego?- Le pregunta, muy, muy intrigada. Está claro que Tedesco ve algo extraño en ellas, pero Ariel no sabría decir hasta que punto se acerca a la terrible verdad.

Cargando editor
26/10/2021, 11:23
Director

Cuando mencionas el hecho de que el territorio le fue concedido por la Iglesia abre mucho los ojos y se adelanta en su silla.
Ya veo... ¿y decís que un extranjero ha sido el que ha "reclamado" vuestras tierras? —aguarda unos segundos mientras sopesa los hechos— Lo cierto, signora, es que en su situación pediría auxilio a la misma Roma. Siempre y cuando conserve la carta de cesión o el título de reconocimiento de los dominios. Aunque... —pone una sonrisa amarga— me figuro que no lo tendréis ahora mismo con vos, ¿no? En ese caso, a menos que vuelva a por ello, no me molestaría en viajar a Roma. Si hay algo que funciona en la capital de la cristiandad, eso es la burocracia aunque nos peseañade por lo bajo— Otra solución que le veo es pedir ayuda a sus antiguos aliados, claro. Cosa que en mi caso, me temo que no tengo mucho que aportar —te mira a los ojos con lástima— Como mucho podría comentarle su caso a mi ama y ver si decide favoreceros, o hablar con mi antiguo asociado, Demetrio, y ver si está dispuesto a alquilaros sus servicios y los de sus hombres. Buen tipo, muy capaz, aunque hace unos años que no sé de él. Hmm, tendría que indagar un poco sobre su paradero para enviarle una misiva, pero mientras tengáis el dinero no creo que tenga inconveniente —durante lo último se levanta mientras habla para traer tres copas de metales ricos y una jarra de vino, para a continuación serviros a vosotras y a él mismo. Bebe un largo trago después de hablar y espera a si tienes que añadir algo más.

Cargando editor
26/10/2021, 14:20
Ariel Casadei
Sólo para el director

- Un desconocido, al menos. No sé quien dirigía a los asaltantes, ni llevaban blasón alguno.- Responde a la pregunta de si el asaltante era extranjero.- No me importa recuperar el señorío, en verdad. Lo que no puedo permitir es que ese asaltante matara a mi padre y quede impune. No. Eso no lo pueden permitir ni las leyes de Dios ni de los hombres. El Señor está de mi parte, y no descansaré hasta que aquel que mató a mi padre responda por sus acciones.- Explica, con convicción.- Supongo que la curia, ni noble alguno digno de ese título, permitiría que ocurra esto. - Aunque Ariel pensaba únicamente en las razones morales, quizás alguien más pragmático como Tedesco podía ver también razones más prácticas como el hecho que no era buena idea tener a alguien capaz de usurpar y mantener un señorío ajeno. El ejemplo podía difundirse entre otros aventureros.

- Os agradeceremos, por supuesto, poder hablar con la signora...- Pide, con humildad.- Y vuestro amigo Demetrio... Si vos lo recomendáis, estaré encantada de conocerlo, aunque me temo que una humilde sierva de Dios como yo no posee dinero. Al menos no por mí misma, pero los caminos de Dios son inescrutables...

Mira la copa de vino y juguetea con ella mientra shabla, pero no la toma para beber.

Cargando editor
26/10/2021, 20:08
Director

No dudo que Dios y su justicia estén de vuestro lado, signora —toma un trago largo de su copa y se sirve otro poco— Pero en tiempos tan convulsos uno no puede evitar ser algo pesimista con estos asuntos. Ojalá y el Altísimo le escuche y salga en vuestro favor —hace el gesto de brindar en vuestra dirección.
Muy bonitas palabras, pero como podéis ver no tenemos demasiadas opciones, así que no estaría de más poder contar con algo de apoyo, ¿no? —Wisigarda imita tus gestos con la copa, intentando disimular.
Solo os puedo decir que lo consultaré, y si me es posible os comunicaré cualquier novedad sobre el asunto. Lamento no poder ser de más ayuda. Ahora... ¿y si me cuentas a qué has estado todos estos años?
Wisigarda hace el esfuerzo de satisfacer la curiosidad del hombre, quien bebe bastante vino como para empezar a estar algo achispado. Y aunque intenta seguir la conversación con normalidad, en cierto momento la cosa comienza a torcerse.
Wisi-Wisigarda, decidme, amiga mía... yo os recordaba muy-yo os recordaba casi igual a como estáis ahora... Dios mío el tiempo no ha hecho mella en vuestro fino rostro... —El viejo bebe lo que le queda de la copa y se va a servir más, pero ya no queda ni una gota en la jarra. Se le cae al suelo al intentar ponerla sobre la mesa, haciendo algo de ruido.
Tedesco... ¿qué tal si te vas a dormir la mona antes de que amanezca? Tienes que estar a punto para servir a tu signora.
Tedesco pone un gesto de indignación y se revuelve en su silla, buscando cómo pronunciar palabras que tengan algún sentido.
¿No me oyes bien? ¡Estás exaaactamente igual a cuando nos vimos por primera vez en Biella! ¡Mira! —acerca la mano para señalarle la cara— ¡Aquí! ¡Ni una arruga! ¡Ni una arruga y la última vez que me vi el reflejo parecía un zurullo de puerco! ¡Y esto! —justo cuando la va a tocar la franca le agarra del brazo por la parte que aún le cubre la manga y lo sienta, quizá haciendo un poco más de fuerza de la que debería.
Id a dormir la mona, mi señor, que el vino se os ha subido y no habláis con claridad —ella te hace un gesto con la cabeza para que vayas dirigiéndote a la puerta de la estancia. Tedesco por su parte no hace ni un amago de zafarse del agarre de la franca, quizá por una mezcla de extrañeza, embriaguez y la acción de Wisigarda.

A falta de unas últimas palabras por tu parte, salís de la habitación para encontraros en la segunda planta del edificio. No tardáis en ser atendidas por el servicio, que os ha preparado dos estudios contiguos como dormitorios, para que paséis un par de noches —o más, si así lo preferís. Wisigarda pasa a su habitación con los pocos bártulos que porta, pero antes de cerrar la puerta te comenta que acudas a ella para lo que necesites, y que ha dado orden de que no se os moleste por el día, por lo que en principio estaréis a salvo.

Cargando editor
27/10/2021, 09:15
Ariel Casadei
Sólo para el director

Antes de retirarse a descansar mira a Wisigarda con alarma. Lo que ha pasado en aquella sala con Tedesco podría haber sido muy peligroso. No tanto por las insinuaciones de Tedesco como por el hecho de haber acudido allí sin haberse alimentado bien.

- Debemos salir a alimentarnos.- Le pide.- Hoy se nos ha puesto a prueba, una vez más. Pero si no nos alimentamos, cada noch será peor, y no podemos cometer ningún error. Nos iría bien rezar esta noche antes de ir a dormir, amiga mia. Y es posible que Dios ponga en nuestro camino el establo de la signora, o los corrales, donde podremos alimentarnos un poco.- Porpone. Desde luego, si tuvieran algún reo de muerte en un cepo o una jaula sería lo ideal, pero todo está en manos de Dios.

Le tiene aprecio a Wisigarda. Una mujer fuerte que tiene una lucha interior muy poderosa. Quizás hace bien en haber tomado el camino de las armas. Un camino como el suyo, más espiritual, sería una carga muy pesada para la franca, y seguramente las ansias de la bestia la acabarían desbordando. Poder calmarla con el ejercicio de las armas podía ser una buena estrategia. En verdad que estaba aprendiendo mucho sobre la bestia con Wisigarda.- Si siempre tiras de la correa de un lobo, es más posible que se vuelva para morderte.- Pensó para sus adentros.

Esperó la aprobación de su compañera antes de dirigirse a alguien del servicio que aún estuviera por allípara preguntarle por como llegar hasta la capilla, o iglesia, del lugar.

- Necesitamos rezar por el éxito de nuestra empresa.- Comenta, con la esperanza que durante el camino de ida o de vuelta surja alguna oportunidad para alimentarse.

 

Notas de juego

Entiendo que aún nos debe quedar noche por delante como para poder intentar cazar algo... En casa extranjera y teniendo que tratar con mortales prefiero tener reservas antes de que me empiecen a bajar las reservas de autocontrol o coraje.

Cargando editor
27/10/2021, 12:39
Director

[Música ambiental]

Tras comentárselo ella lo evalua unos instantes sin quitarte la mirada y acepta acompañarte, dejando en el cuarto sus cosas. Al preguntar a una sirvienta sobre la capilla o iglesia más cercana, te comenta sobre la iglesia de San Vitale, la cual viste antes de entrar en el edificio del gobernador, justo en frente. Pero a su vez te dice que a estas horas¹ la iglesia hace rato que ya ha terminado su servicio nocturno, y al contrario de lo que has conocido por experiencia, esta no queda abierta durante la noche. Así pues te dice de alguna que está en la zona más pobre de la ciudad, donde usualmente llevan a los enfermos y comen algo los más desfavorecidos.
En el camino veis a varias personas y grupos pequeños de gente deambulando por las calles, algo inusual aún en tu larga existencia en este mundo. Os miran algunos, otros pasan siguiendo su camino, más o menos ajetreados. Ningún reo o maleante castigado a la vista. De casualidad os topáis con un viejo bastante desnutrido en un callejón, a no muchas calles de la iglesia a la os había indicado la sirvienta. Su aspecto se hace aún más penoso en cuanto aciertas a ver que le falta el ojo derecho. Por sus ropas y aspecto general da a entender que se trata de algún pordiosero, ahora mismo bastante somnoliento. A la vez que te fijas, Wisigarda te da un toque en el hombro para llamarte la atención.
Podéis dar cuenta de él y yo haré guardia delante si os place, signora —dice sin quitarle el ojo de encima al viejo.
En ese mismo instante, una cierta voz hace eco en tu sesera. No es el Maligno, como siempre hace, hablando a través de tus bajos instintos, sino que se trata de algo diferente. Esta voz es aguda y te da la impresión de que molesta al oido —si es que pudieses oirla. Te insta a aprovechar la ocasión para prestar un servicio a la iglesia y a ti misma: un pobre desgraciado que no parece hecho para este mundo y una maldita que puede satisfacer su sed perversa con el alma del desdichado. Él obtiene el descanso eterno y tú sacias tus ansias. Nadie te lo puede recriminar.²

 

 

Notas de juego

¹Entiendes que estaréis bien entrados en la madrugada.

²Si decides alimentarte del viejo lo harás convencida de que lo que dice la voz tiene sentido, por lo que dejarás seco al anciano (+9 puntos de sangre).

Cargando editor
27/10/2021, 13:42
Ariel Casadei
Sólo para el director

Ariel se queda quieta como una piedra, observando al viejo, mientas las palabras agudas resuenan en su mente y nota la mirada de Wisigarda en su nuca. ¿Debería hacerlo? Es un viejo enfermo y tuerto. ¿Qué le queda de vida? ¿Será una señal de Dios ponerlo allí?

El que se apiada del pobre presta al Señor, y Él lo recompensará por su buena obra.- Murmura, citando a los Proverbios, tanto para convencerse a ella misma, como a esa extraña voz e incluso a Wisigarda.- Si su único pecado es ser pobre, no puedo tomar su vida. Ni una gota de ese pobre hombre. No hay virtud en robarle a un pobre.- Se justifica.- Sigamos.- Dice, con voz ronca, dispuesta a ir hasta la iglesia que les han indicado, en busca de guía.

 

 

Cargando editor
28/10/2021, 01:27
Director

La voz chillona se sobresalta en tu interior, pero no parece ser capaz de hacer mucho por penar tu santurronería más allá de resultar algo molesto. Dejáis atrás al anciano para entrar a la pequeña iglesia, siendo que esta no solo está abierta, sino que tiene quizá un exceso de movimiento. El interior es austero por no decir vacío y en malas condiciones: piedra desnuda en paredes y suelo del cual el segundo está cubierto en algunas partes con paja seca, sirviendo de camas para los enfermos y desarrapados. Un cura de aspecto igual de enfermizo que algunos de los recostados se encarga de consolar a todo el que lo precise, mientras un par de jóvenes monjas y una anciana se ocupan de secar sudores, dar de comer y lavar cuerpos. El ambiente es desolador, y desde luego que por la expresión de Wisigarda parece no sentarle demasiado bien estar ahí. Aparte de todo esto, lo único que te llama la atención es un crucifijo de algún metal barato que se posa sobre el altar de piedra al fondo de la iglesia.

Cargando editor
28/10/2021, 10:48
Ariel Casadei
Sólo para el director

Aún está pensando en esa voz chillona y molesta de su interior cuando entran en la iglesia. La chiquilla refrena sus instintos al llegarle el olor de tantos cuerpos juntos. El calor y el olor a humanidad espolea su hambre, pero por fortuna, el tufo acre de la enfermedad hace que no sea tan apetecible para su Bestia.

No le pasa desapercibido el desagrado de Wisigarda, pero la mira, como entendiendo lo que debe pensar. Una guerrera como ella quizás no aprueba alimentarse enfermos y desvalidos. Puede no aprobarlo, pero no es ella nadie para juzgarla.

- No os sintáis obligada, amiga mia.- Le dice, siendo consciente, por las palabras de su sire sobre la franca, que quizás los humores más excitables de ella hacen que el hacinamiento de tanta gente la perturbe más que a ella.- Marchad si queréis. O bien venid y rezad ahora conmigo, y estoy segura que Dios proveerá algo de sustento para nuestras torturadas almas.- Aunque intenta sonar serena, puede notar el leve tono ronco de su voz que le aparece cuando su Hambre cree que va a ser saciada pronto.

Sin esperar respuesta se acerca al sencillo crucifijo y se pone de rodillas ante él.

- Señor, que el sol tienes a tu mandar, y que haces a la luna crecer y apocar, Señor tú me acorre por tierra y por mar.- Empezó a recitar, recordando una de las oraciones que le enseñaron las monjas del convento.- Pues en tierras ajenas, sin parientes criada, la madre he perdida, del padre no sé nada.- Aquí notó la emoción aflorar al recordar a su padre asesinado...- Yo mal non meresciendo, he a ser martiriada. Señor cuando·l tu sufres, so por ello yo pagada.- Acabó por rezar. Y con los rezos le llegó la inspiración. Pediría ser de ayuda al sacerdote, pues algo sabía de las artes del sanar y esperaba con ello poder dar con alguno lo bastante mal como para que la muerte fuera una liberación para él que ella le quitarala sangre, y si así no lo encontraba seríalo que Dios había dispuesto para ella.

Así se lo comunicó a Wisigarda, antes de hablar con el párroco, por si aquello no iba a ser de su agrado, que se vieran más tarde en los aposentos que les habían facilitado.

 

 

Notas de juego

Está guapo, jefe. ¡Me siento superambientado!

Cargando editor
28/10/2021, 22:50
Director

Wisigarda decide quedarse y te acompaña, y aunque no la ves muy convencida, no parece tener el valor de dejarte sola en la oración —o en este lugar en general. Se santigua y se coloca a tu lado de rodillas mientras oras, pero sin musitar una palabra. Cuando acabas y te giras para ir a ver al cura, este parece haber tenido la misma idea que tú y ha esperado tras de ti a que terminaras el rezo.
Bienvenidas, jóvenes —Su voz es tan frágil como su aspecto y casi le imaginas tumbado junto al resto antes que en la labor—. Me preguntaba, ¿qué os ha traído a estas horas a nuestra humilde parroquia? No suelen bajar gentes de vuestra altura por aquí, ni pasar viajeros más que por confusión.

Notas de juego

Ay, pues gracias, me alegro de que las descripciones te inspiren la idea que quiero transmitir.

Cargando editor
29/10/2021, 08:33
Ariel Casadei
Sólo para el director

- Padre... Venimos a ayudar.- Dijo.- Aquí hay muchos cristianos necesitados de curas.- Apunta, y acompaña esas palabras con un par de ejemplos para que vea el párroco que conoce las artes hipocráticas. Intenta, así, ponerse manos a la obra lo antesposible y después de ayudar a los que puede, buscar a aquel que pueda estar más allá de toda ayuda, tomando eso como una señal de Dios para liberarlo de la carga de una vida que se apaga. Mejor morir bajo los efectos del Beso que por los dolores de la enfermedad.

Cargando editor
29/10/2021, 13:29
Director

El sacerdote parece no comprender de lo que hablas al darle esos ejemplos, pero llama a la señora entrada en años para que determine si lo que dices tiene sentido. Reacciona positivamente a tu propuesta tras hacerte algunas preguntas, y de hecho queda impresionada por que alguien de tu edad conozca tanto sobre remedios y tratamientos.

Ella te va diciendo sobre los casos más graves, aunque todavía tratables, por si se te pudiera ocurrir alguna manera de mejorar su situación¹. La señora te observa con curiosidad mientras examinas a los enfermos, pero del cura percibes un cierto halo de desconfianza y sospecha. Wisigarda se aparta a un lado para dejarte hueco y también escapar de los olores.

Notas de juego

¹Haz tres tiradas de Inteligencia + Medicina, dificultades 6, 7 y 8 respectivamente. Con 1 éxito eres capaz de sacar un diagnóstico, pero no resuelves el modo de aplicar los tratamientos. Con 3 éxitos o más diagnosticas y haces lo que puedes con los medios de que dispones para estabilizar a los pacientes.

 

Cargando editor
29/10/2021, 14:20
Ariel Casadei
Sólo para el director

Ariel ignora la desconfianza del sacerdote hacia ella. La envidia es un pecado que conoce y con el que es indulgente.

Mira de dar tratamiento a los enfermos, pero buscando el consentimiento del párroco, como si las curas fueran al final gracias a su ayuda. La chiquilla no busca notoriedad. La vanidad es un pecado muy peligroso.

- Páter... Por favor, ¿Puede ayudarme? ¿Es eso una buba? ¿Cree que tiene las manos frías?- Le pregunta, ante cosas sencillas de contestar y Ariel toma sus respuestas como soluciones a sus dolencias, tras lo cual agradece en varias ociasiones al sacerdote su ayuda.- Son ustedes muy generosos, páter.- Dice con sincero aprecio. Esas gentes pierden horas de sueño por atender a los más necesitados.

Con el primer caso se siente contrariada y es incapaz de saber qué le afecta, pero por fortuna, los casos que parecen más graves sí que conoce el remedio. O eso cree. Tira con lo poco que tienen para preparar purgas, apósitos y otros remedios que ayuden en lo posible. Espera que con eso pueda tener acceso a los casos más dramáticos y pueda ganarse la oportunidad de cerrarle los ojos a algun pobre parroquiano a las puertas de la muerte, antes de que les alcance el día.

- Oh, Señor. Vos que me habéis permitido salvar estas vidas hoy, os ruego algo de sustento para esta pobre pecadora y mi amiga Wisigarda, compañera en la desgracia.- Ruega mentalmente.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Dios ha hablado... :D flipa

Ya me dirás si consigo lo que busco... y también he intentado ganarme al sacerdote para no tenerlo enganchado en el cogote y de paso no pisarle más su ego herido por ser un gañán, mientras las mujeres son las que saben curar.

 

 

Cargando editor
30/10/2021, 17:16
Director

A la hora de involucrar al padre en los diagnósticos le ves que parece sentirte más familiar, como si al tratarle como un superior le ayude a respetar tu presencia y cometido aquí un poco más. Responde a tus preguntas con cierta duda y claro desconocimiento con algunos términos, teniéndoselos que definir a un nivel algo más mundano. 

La anciana parece muy encantada con tu labor, y aunque no pudieses sacar al primer paciente adelante, te comenta que has sido de gran ayuda. El caso más complicado requirió de un tratamiento bastante doloroso y desagradable, teniendo que limpiar varias heridas formadas por haberse arrancado costras escamosas en repetidas ocasiones. La infección ha tomado casi por completo una de las piernas, por lo que esperas que en los siguientes días terminen por amputársela si quieren que viva. Si no se lo has practicado tú ya es por falta de material. Después de esto te dejan a tu aire para que examines algún otro paciente, y tras preguntar sobre los que no van a sobrevivir muchos días más, la señora te señala a un joven que se encuentra acostado cerca del altar. Está sudoroso, agarrándose un costado con la mano derecha y prácticamente ido. Si le intentas llamar la atención con palabras o con tu tacto, no reacciona. Sea lo que sea que tenga no es algo que puedas remediar ya. Aprovechas cuando nadie mira para alimentarte, aunque solo lo suficiente¹ como para permitir que su alma ascienda en cuanto abandonéis la iglesia. Cierras la herida y le dejas, ahora luchando por respirar mientras entra poco a poco en un estado de inconsciencia.

Wisigarda se reune contigo afuera en la entrada en cuanto acabas todo en el interior del edificio, preparada para volver a vuestras habitaciones, a menos que se te ocurriese otro sitio al que ir.

Notas de juego

¹Recuperas todos tus puntos de sangre. Te sientes saciada, pero tu Bestia se remueve por no haber podido devorar la esencia inmortal del joven.

Cargando editor
02/11/2021, 10:34
Ariel Casadei
Sólo para el director

Da gracias a Dios por permitirle ayudar a los necesitados y acompañó con una oración al joven quejado de la misteriosa dolencia del costado derecho, cuando entraba en la inconsciencia, esperando que su pequeño acto de fe ayudara al muchacho a ascender al Cielo.

No escuchó las súplicas egoistas de su Bestia. Tenía la Sangre. Querer más era egoismo y vanidad. Cuando se reunieron fuera observó a Wisigarda con una sonrisa, le agradeció su presencia allí, pero se convenció, un poco más, de que no podía esperar que la fiel guerrera la acompañara en aquellas "cacerías". Debía ser muy frustrante para el alma guerrera de ella.

Caminó unas calles en silencio, al lado de Wisigarda, aún recordando las costras repugnantes y al muchacho llamado ante el Altísimo tan pronto.- ¿Cuantos habrán muerto en la toma de Tregina?- Reflexionó en voz alta.- ¿Cuantos han muerto para que alguien sacie su vanidad? Muere mucha gente cada día, como para tenr que añadir a aquellos que mueren por el capricho de otros. Como si saciar tus vicios te diera derecho a tomar la vida de otros...- Dijo, percatándose, por eso, en como podían verse ellas reflejadas en aquella paradoja. Saciar su Hambre llevaba, tarde o temprano, en la muerte de otros.- Pagará por cada una de las vidas que ha tomado ese usurpador. La de Piero la primera.

Cuando llegaron hasta sus dependencias se demoró un poco con su amiga. Habían viajado solas días, y la conocía de antes, pero quería conocerla más. Saber más cosas de ella.

- Piero fue un buen padre. Cuidó de mí y me enseñó muchas cosas, pero el amor por los demás fue la lección más valiosa que me dió... Decidme, ¿cómo era aquel que os dió la Sangre?- Le preguntó. Parecía, por lo que Piero le había contado de Wisigarda, que podía conocer al creador de Wisigarda, pero ella siempre se había mostrado reacia a hablar de ello.

Dejó pasar un rato antes de abordar la segunda pregunta que llevaba días dando vueltas, y más después de conocer al viejo mercenario.

- ¿Qué hicistéis con Tedesco en el pasado? Parece... Parece que os tiene un aprecio más allá del de compañeros de armas. ¿Compartísteis batalla? ¿Jamás sospechó de nuestra naturaleza? Parece un buen hombre, la verdad. he de deciros que gracias a vos veo a la gente de armas como debería verse. De la misma manera que hay malos y buenos sacerdotes, hay malos y buenos guerreros.

Notas de juego

Si es posible, durante las curaciones, habré dejado fuera alguna bacinilla con sangre de alguna sangría para dársela después a Wisigarda. Si es posible y si no la rechaza, claro.

 

Cargando editor
02/11/2021, 20:48
Director

Tu fiel compañera te recibe con algo de exasperación mientras mira a un lado y a otro. Su inquietud entiendes que se debe a algo que también puede que sientas: estar en un lugar apenas conocido, donde no sabes en quién puedes confiar. Vais hablando al volver y ella te replica con sus maneras formales aunque directas.
Desde luego que pagará, signora —no aparta la mirada del camino— La cuestión es cuándo, y si tendremos que dar nuestra inmortalidad a cambio.
Finalmente llegáis a vuestros aposentos y antes de que pueda desaparecer insistes en la conversación, por lo que te invita a hablar en su cuarto antes de ir a dormir. Sin embargo, mientras se quita su pesada armadura, le preguntas por su Sire, con lo que te mira de reojo con una expresión todavía seria. Notas que no es un tema que le resulte demasiado cómodo de compartir.
—Lo único que debéis saber es que fue alguien que merecía su condición de maldito, aunque viendo el poder que le daba, lo mismo solo merece estar bien muerto. Vuestro "padre"... bueno, solo diré que me sorprendió que no fuera como el mío —Termina en unos minutos de quitarse las piezas de metal de encima y se acerca a alguna pila para lavarse la cara y las manos. Escucha sobre Tedesco y gesticula de tal manera que parece celebrar el cambio de tema— A ese le conocí cuando aún era una aprendiza en esto de ganarme la vida quitándosela a los demás. Fue amable conmigo y me ayudó a salir adelante. No sé si tuvo otras ideas en mente en algún momento, pero creo que entonces llegó a entender que mi interés no está en nadie, sino en mis habilidades y contra quién las voy a usar —Se te acerca para poder mirarte al hablar, mientras se seca las manos en los trapos algo desgastados que suele llevar bajo la armadura— Fue cuando empecé a vivir en Tregina y os conocí a vos que decidí dejar de lado esa vida. Si os soy sincera, signora, me recordábais a mí misma cuando era una pobre desgraciada recién llegada a este submundo de horrores. Con el tiempo, sin embargo, conociéndoos más a vos y a Piero, supongo que resultásteis más agraciada, y me alegro —Se queda unos segundos en silencio y baja la vista antes de seguir hablando de Tedesco. Te cuenta un poco su historia con él y lo que vivieron estando juntos en el mismo ejército mercenario, con él al mando y ella escalando poco a poco hasta poder mandar una tropa de caballería que sacó de apuros alguna que otra vez a sus chicos.— Y en ninguna de esas, ni tampoco en los descansos, jamás me llegó a descubrir. Le parecía raro que me ausentara durante los asaltos diurnos, o que prefiriese atacar con voluntarios al anochecer, pero nunca preguntó más allá de querer saber cuándo podía contar conmigo o no. Supongo que cosas suyas sumado al hecho de que rara vez le fallaba —se sonríe— Ojalá poder haber seguido así por siempre... pero bueno, Dios me llevó con vos y lo que importa es precisamente el siguiente paso, ¿no? Hay que decidir a dónde partir ahora. Dudo que quedarnos vaya a hacernos algún bien, a menos, claro, que prefiráis olvidaros de vengar a vuestro Señor y recuperar lo que es vuestro.

Notas de juego

Entiendo que la dejas fuera para que beba mientras estás con las curas, porque es difícil robar uno de los materiales, que son de por sí escasos, sin que nadie se de cuenta. Y en caso de que así sea, al salir no ves que Wisigarda haya bebido, al menos a primera vista.

Cargando editor
02/11/2021, 21:31
Ariel Casadei
Sólo para el director

Escucha todo el relato con sumo interés. Está compartiendo mucho con la guerrera franca y en realidad admira su resolución. Jamás hasta ese momento se había planteado tan seriamente que una armadura y una espada pudieran inspirar algo más profundo que simple violencia, pero es así.

- No es venganza, amiga mia. Es Justicia. Dios nos ayudó a huir. Nos ha ayudado hatsa la fecha. Es una prueba lo que nos ha puesto delante. Estoy segura que, además, pondrá delante muchas tentaciones pero puedes estar segura que lo único que me importa es la justicia. No deseo recuperar Tregina para mí, si no es eso lo que dispone Dios, y si es su deseo que acabe mi existencia con este encargo, es esa la voluntad de Dios. Aunque sería extraño que nos permitiera llegar hasta aquí para luego arrebatarme esta vida, los caminos de Dios son inescrutables y sus planes misteriosos. Quizás he de morir para liberaros. Las cadenas invisibles pueden ser las más pesadas.- Comenta, con una sonrisa dulce.- En cualquier caso, amiga mia, os agradezco al confianza al contarme cosas que no os traen recuerdos agradables. Podéis preguntar también lo que gustéis.

Entonces cae en la cuenta que, de hecho, ha formulado una pregunta que solo ha respondido a medias.

- Los planes más inmediatos... Bueno, lo primero sería ver a la signora de Tedesco, y saber si podemos esperar algo de ella. ya que estamos aquí, me parece lo más sensato. Quizás la ayuda nos llega de alguna froma inesperada en este encuentro...

- ¿Cómo veis llegar hasta Civittatella? La signora Miriam nos recibirá como amigas y quizás nos puede ayudar. Como mínimo nos dará buena hospitalidad y quizás nos puede poner al día de lo ocurrido. Ella tenía un viejo pacto con mi padre y quien sabe, si rompe ese pacto quizás podemos atraer al codicioso que se ha hecho con el poder hasta Civittatella y resolver las cosas de forma sencilla. Demasiado fácil sería, pero quizás no spuede ayudar para saber más de nuestros enemigos y debilitarlos.

No son más que ideas y conjeturas, pero pensar en la idea de la llegada de un soberbio usurpador a Civitatella, esperando negociar con la signora y toparse con una trampa y capturar al asesino de su padre... ¡Oh! Lo primero sería saber los motivos de ese ataque y luego castigarlo en consecuencia. Sacudió la cabeza, para apartar esos pensamientos pecaminosos y volvió a mirar a Wisigarda, esperando a saber su opinión al respecto.

Notas de juego

Mi idea era que al sacar una bacinilla para vaciarla a la calle, que supongo que es lo que se debe hacer con la sangre que se extrae a los heridos, dársela a Wisigarda antes de volver,o dejarla allí y volver a por ella en un rato. No sé... Si es posible, pero vamos, que tampoco quiero complicar las cosas más de lo que ya las tengo... :D

Cargando editor
03/11/2021, 11:04
Director

Justicia, venganza... llamadlo como queráis, signora. La cuestión es aplastar a esos carniceros y hacer lo mejor para esa pobre gente. Aunque me esperaría que el padre Honorato esté haciendo lo posible por ellos —Atiende a tus propuestas mientras se acomoda en su lecho, que parece resultarle excesivamente blando para donde acostumbra a dormir.— Si queréis una audiencia con Canossa supongo que puedo pedirle el favor a Tedesco. Esa debe estar bien descansada como para aguantar hasta la noche y recibirnos —hace un gesto un tanto soberbio— La signora Miriam, bueno... el único problema que veo es el propio viaje. No tanto por hacer el camino como por lo que nos podamos encontrar. A saber si aquellos dos que nos seguían habrán vuelto a su amo para ponernos en busca y captura. O peor —Aguarda a si le dices algo más, aunque con las contraventanas ya cerradas y las cortinas gruesas que cuelgan del dosel casi echadas, parece que ya está lista para pasar el día en cuanto te vayas.

Notas de juego

Por eso, por eso, si es para sacarla o dejarla fuera aprovechando que hay que vaciarla y que eche un trago, no hay problema. De todas formas no parecía muy interesada en beber.

Cargando editor
03/11/2021, 12:08
Ariel Casadei
Sólo para el director

Asintió al citar Wisigarda al padre Honorato.- Una razón más para actuar. No podemos dejar que recaiga todo el peso en los hombros del páter.

Aunque luego asintió con modestia a las observaciones de la franca.

- Aprecio mucho vuestro consejo. Estoy aprendiendo mucho de vos.- Apunta, con sinceridad, tomando las manos de la guerrera entre las suyas.

Tras ese momentáneo gesto de afecto, y a sabiendas de lo delicado que es el contacto físico entre los malditos se retiró un paso, con la cabeza gacha, con humildad.

- Que descanseis, mi buena amiga...- Murmura, retirándose a sus estancias. Bloqueó como pudo la entrada y la luz de las ventanas antes de rezar y dejarse llevar por la muerte diaria.