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Indiana Jones y la Legión de la Muerte

Aventura Jimm Falcon

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15/10/2014, 18:02
Narrador

Preludio.

El millonario Waldo Shyster-Naven ha pedido a Indiana Jones que dirija una expedición a las junglas de Sudamérica para localizar su desaparecida colección de valiosos objetos incas. Tres expediciones de búsqueda han desaparecido ya y los nativos culpan de ello a la odiosa Legión de la Muerte. El arqueólogo Sir Reginald Brooksbank, viejo amigo de Indy, se cuenta entre los desaparecidos, por lo que Indy acepta ocuparse de esta misión desesperada... en la que tú le acompañas buscando aventuras.

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15/10/2014, 18:02
Indiana Jones

Andes Peruanos, 1936.

—¡Ya no falta mucho, chico!—dice Indiana Jones mientras lucha por mantener el control de la avioneta—. Si puedo hacer frente a esta rara tormenta estaremos en Cuzco a la hora de comer.

¡La ciudad de Cuzco! Aunque sois sacudidos por la repentina tormenta, tú atisbas las cimas cubiertas de nieve que se extienden abajo, ansioso por vislumbrar la capital inca. Hace cientos de años, el primer inca Manco Cápac fundó en Cuzco un imperio más vasto que la antigua Roma, el Tahuantinsuyu. Tú estás deseando verlo. Otra violenta sacudida estremece la frágil avioneta, obligando a Indy a aferrarse con más fuerza a los mandos.

—No lo comprendo —dice—. Hace un tiempo perfecto. ¿A qué viene esta turbulencia? Si la situación empeora y perdemos altitud en estas montañas, estamos listos.

¡Guums! ¡Bamp!

—¡Indy, seguro que fue esto lo que hizo que el avión de carga se estrellase! —comentas.
—Pues ahora, reza para que nuestro aparato no se estropee —contesta Indy.

Un momento después, Indy vuelve a tener el control del avión.

Notas de juego

Si no te pongo que elijas algo es porque te doy "cancha" para que intervengas. Si no quieres decir nada, coméntalo en un post y seguimos con la narración.

2

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15/10/2014, 18:22
Jimm Falcon

Jimmy estaba bastante intranquilo mientras viajaba con Indianna en el avión, si bien era un hombre de aventuras, lo suyo era la tierra firme, o el oceano, por lo menos en el agua uno puede nada. Fue en el momento que se encontraba más nervioso que Indi perdió el control de la nave. 

Jimm se agarró al asiento y se aferró con todas sus fuerzas, por suerte el profesor Jones no duró mucho en volver a controlar el avión.

Muy bien profesor!! Podría ser, esto debe ser un reto hasta para los pilotos más experimentados!

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16/10/2014, 13:04
Indiana Jones

Gracias, chaval... Pero ésto sólo son imprevistos... Nosé, ha debido ser una corriente de aire... -te miró Indy algo dubitativo e incrédulo-

Indiana comenzó a guiarte en los controles, marcando el ritmo de pilotaje.

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16/10/2014, 13:05
Narrador

¡Menuda historia, para publicarla en el periódico de la universidad! La búsqueda de un avión de transporte desaparecido, cargado de objetos incas... ¡La búsqueda en compañía del arqueólogo mundialmente famoso Indiana Jones! Una vez más agradeces a tu buena suerte por haberte cruzado en el camino del mismo y haber permitido acompañar a Indiana.
—Preferiría no tener que quedarme en Cuzco —dices—. ¿Puedo ir contigo en la expedición, Indy?
—¡No!—replica Indy—. La expedición será demasiado peligrosa. —Luego tu amigo sonríe—. Pero no te preocupes, chico. Conseguirás tu relato.
—¡Ojalá! —dices—. Me pregunto si puedo entrevistar también a Waldo Shyster-Haven.

Shyster—Haven es el huidizo millonario, propietario del avión desaparecido.
—Lo dudo —contesta Indy—. Casi no recibe a nadie. Incluso a mí me ha contratado por carta... ¡Yo no lo he visto nunca! Y en su carta tampoco me ha dicho gran cosa. Tan sólo que deseaba que yo dirigiese la expedición desde Cuzco hasta la jungla y que uno de los objetos que iban en el perdido avión es el Colgante de los Incas.
—¿Qué es eso? —preguntas.

—Un legendario collar de oro —contesta Indy—. Según la leyenda, en otro tiempo perteneció a Manco Cápac, el primer inca. Se dice que ese collar confería a los reyes incas poder sobre la vida y la muerte. Y podría constituir una pista para el origen de otra leyenda. ¡La leyenda de la Legión de la Muerte!
—¡Qué tétrico!
—Los indios de esta región todavía temen aún a algunos ejércitos misteriosos, a los que ellos llaman la Legión de la Muerte
—explica Indy, haciendo que la avioneta sobrevuele la deslumbradora extensión azul del lago Titicaca—. Son tres las expediciones que han salido en busca del avión, desde que se estrelló hace dos meses. Ninguna ha vuelto. ¡Los indios piensan que los mató la Legión de la Muerte!
Indy te explica, luego, que su viejo amigo, el arqueólogo Sir Reginald Brooksbank, dirigía la expedición del avión siniestrado.
—Y puede que, en algún lugar de la jungla, Sir Reggie esté siendo víctima de esa Legión de la Muerte, o lo que sea... Mientras exista una posibilidad de que esté aún con vida, yo iré a rescatarlo.

¡Patt! ¡Patt! ¡Sputt! ¡Sputter!
¡El motor de la avioneta está fallando!

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16/10/2014, 18:01
Jimm Falcon

Cuando escucha como termina el relato del profesor, aprieta su puño con decisiónn.

Así se habla Indy, pero...

En ese momento es cuando el avión tiembla, Jimm vuelve a sentirse inseguro.

Lo primero que hay que hacer es evitar estrellarnos!!

Se agarra de donde puede y reza para sus adentros que el profesor Jones logre salvarlo.

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17/10/2014, 20:16
Indiana Jones

¡Cierto! ¡Necesitamos una pista de aterrizaje o un milagro, muchacho! -el avión vibraba lentamente, hasta que una turbulencia lo zarandeó de arriba a abajo y volvió a establizarse un poco, sin dejar de vibrar-. ¡Será mejor que agarres bien los mando y me ayudes! ¡Esto va a ser movidito!

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17/10/2014, 20:20
Narrador

¡Estáis perdiendo altura rápidamente!
Indy intenta desesperadamente controlar los mandos, pero no lo consigue.
—¡Sujétate!—grita mientras el aparato cae en picado—, ¡Voy a intentar tomar tierra con esta carraca!
Lejos, al oeste, está el amplio y desolado altiplano, una meseta de laderas escarpadas, con la superficie cubierta de césped. Al este, el extenso lago Titicaca. ¿Qué dirección deberá tomar Indy con el aparato? La superficie lisa y verde del altiplano podría resultar una buena pista de aterrizaje, siempre que Indy no calcule erróneamente y lleve el aparato al borde escarpado de la meseta. ¡No podríais sobrevivir si cayerais a la jungla de abajo! Pero la superficie del lago Titicaca podría ser que ofreciera un cojín más mullido para el impacto.

Notas de juego

4

Si Indy toma la dirección del altiplano, pasa a la página 22.
Si se dirige al lago Titicaca, pasa a la página 6.

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18/10/2014, 02:31
Jimm Falcon

Jimm se aferró al asiento con todas sus fuerzas, como si eso fuese a cambiar las cosas.

Al altiplano, si el avión se hunde en el rió va a ser peor que un golpe fuerte!

Mientras el avión se acercaba a la tierra, Jimm rezaba para sus adentros.

Notas de juego

Al altiplano

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18/10/2014, 13:20
Indiana Jones

¡Diántres chico! ¿¡ESTÁ SEGURO!? -Indy te preguntó aquello como si esperara tu respuesta rápidamente, más no tuvo tienpo a que le confirmases tu elección, pues ya estábais pilotando los mandos hacia aquel altiplano de superficie recta aunque peligrosa...-.

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18/10/2014, 13:20
Narrador

Indy mantiene el morro del aparato levantado hasta que tocáis tierra. En ese momento, crujen las dos ruedas de aterrizaje. La avioneta sigue rugiendo y deslizándose sobre la hierba hasta ir a detenerse, un tanto trémula, al borde del profundo precipicio. Indy coge el transmisor de radio. ¡La avioneta se inclina peligrosamente!
—¡S.O.S.!—grita Indy por el micrófono—. Aquí Indiana Jones llamando a la expedición inca, Cuzco. ¡Conteste, Cuzco! ¡S.O.S.!
Apenas si tiene Indy tiempo de radiar vuestra posición, cuando la avioneta se mueve repentinamente y empieza a descender. Indy y tú os apresuráis a saltar de la cabina y el aparato se precipita por el acantilado para ir a destruirse brutalmente contra las rocas del fondo. Indy y tú estáis a salvo por el momento. Pero ya es media tarde. ¿Debéis intentar llegar a Cuzco a pie antes que anochezca, o simplemente quedaros aquí con la esperanza de que la expedición os encuentre?
—Es una suerte que hayas radiado nuestra posición —le dices a Indy.
—La he radiado —dice Indy—, pero no ha respondido nadie. ¡Puede que la emisora estuviera estropeada!

Notas de juego

22-23

Si vais a Cuzco a pie, pasa a la página 25.
Si esperáis a que llegue la expedición, pasa a la página 17.

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19/10/2014, 02:09
Jimm Falcon

Jimm sufrió hasta el último momento el aterrizaje pero una vez que estuvieron en tierra firme lo primero que hizo fue besar el suelo.

¿Eso significa que no estamos seguros si van a venir a buscarnos?.

Con una importante decisión, Jimm se cuelga su mochila al hombro y empieza a caminar despacio.

No vale la pena quedarnos a esperar a gente que quizás nunca venga, lo mejor será empezar a caminar, seguro encontraremos gente cerca. ¿Te parece bien?

Notas de juego

A Cuzco! :D

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19/10/2014, 20:04
Indiana Jones

Una vez en el altiplano, se veía a Indy cansado y exhausto, al igual que tú.

Bueno, no ha sido para tanto, ¿verdad? -ironizó mientras observaba el altiplano de un lado a otro, casi sin prestar atención ni a lo que decía-. ¿A Cuzco? Mmmm... lo cierto es que radié la situación... quizá nos busquen, aunque..., respondiendo a tu pregnta: no estoy seguro si llegó nuestra transmisión... Muy bien chico, ¡Caminaremos! Cuzco no anda lejos, a decir verdad... ¡Andando!

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19/10/2014, 20:06
Narrador

Indy señala al nordeste.
—Nos dirigimos a aquel cañón —te dice—. Puede que aún lleguemos a Cuzco a tiempo de cenar.
Indy y tú recorréis lentamente el borde de la meseta, buscando un camino para descender del rocoso acantilado. El valle, cubierto de espesa vegetación tropical, se encuentra a más de trescientos metros debajo de vosotros.
—Las laderas de esta meseta son de roca viva —dices tú—. No seremos capaces de...
Pero Indy ya está desenrollando su látigo. Lo pasa alrededor de tu cintura y lo anuda. Luego anuda el otro extremo a su propio cinturón.
—Sígueme —te dice, descolgándose por el lateral del acantilado. No tienes ni un momento para titubear. Ves que Indy va localizando hendiduras y salientes, a modo de peldaños, por los que descender. Tú le sigues, con precaución utilizando los mismos puntos de sujeción, pero tus piernas no son tan largas como las de Indy y además te asusta mirar hacia abajo.
—Ve despacio —te dice Indy desde abajo—. ¡Ya te vigilo yo!
Pero tus dedos están resbaladizos por el sudor y tu calzado resbala sobre las rocas lisas.
—¡Te estás cayendo!

Durante un tiempo que parece una eternidad, te mantienes aferrado a la sólida roca. ¡Luego, pierdes pie y caes al espacio, pasando ante los ojos de Indy! Notas un repentino tirón y te encuentras balanceándote en el aire, pendiente del cinturón. Arriba, Indy sigue sujeto a la pared rocosa.
—¡Intenta sujetarte a ese saliente! —te grita.
Tú ves un pequeño alerón que sobresale de la pared vertical. Después de tres o cuatro bamboleos del látigo —tu cordón umbilical en estos momentos —te aferras al saliente.
—Menos mal —jadeas mientras Indy desciende a tu lado—. ¡Ya no estoy nervioso!
—Me alegro —sonríe él—. Continuemos.
Pronto volvéis a descender con la agilidad de una mosca y al poco os encontráis en la densa jungla del valle del río Urubamba. Indy suelta el látigo y se lo vuelve a guardar. Tú miras alrededor. El follaje circundante es muy frondoso, con descomunales palmeras y retorcidas enredaderas. Tenéis cerrado el paso. ¡Ni siquiera Indy será capaz de cruzar esta maraña!

—Yo soy un enamorado del lema de los Boy Scouts —dice Indy, sacando del cinto un cuchillo tan afilado como una navaja de afeitar— ¡Estate preparado!
Y empieza a abrir a machetazos un camino de montaña en el denso bosque tropical. Mientras él va cortando la exuberante vegetación, tú piensas que nunca habías visto tal variedad de plantas y colores. Por doquier hay hojas y flores de vivísimo color naranja, azul, rojo y púrpura.
—¡AAAIIIEEE! El penetrante grito te hace saltar, asustado. Indy se yergue y mira hacia arriba. Por encima de vuestras cabezas, posado en la rama de un árbol recubierto de musgo, veis un loro amarillo y escarlata con los ojos brillantes de miedo. Os echáis a reír al comprender que habéis asustado al animal tanto como os ha asustado él a vosotros. Indy prosigue su tarea de abrir un camino en la jungla.
—¡AAAIIIEEE! ¡EEEEEEEE!
—¡AAAAHHHH—OOOOH—EEEEEE!

Indy vuelve a detenerse y, esta vez se agacha.
—No son loros —murmura—. ¡Son gritos de guerra!
¡Tal vez os estáis encaminando en línea recta a las garras de los nativos salvajes! ¿O acaso será la misteriosa Legión de la Muerte? Aún estáis a tiempo de buscar otra ruta.

Notas de juego

11

Si te decides por una rápida retirada, pasa a la página 5.
Si prefieres continuar adelante, pasa a la página 20.

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19/10/2014, 21:34
Jimm Falcon

Jimm se aferra a lo que puede y mira a Indi.

No es muy inteligente pelear contra un ejercito con solo un machete y un látigo, vamos a buscar otro camino ya!

Antes de darle tiempo a Indi de reaccionar, Jimm corre en retirada.

Notas de juego

5 Retirada!!

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20/10/2014, 20:12
Narrador

Mientras Indy y tú volvéis rápidamente sobre vuestros pasos al pie de la meseta, oís pisadas en la maleza, ¡a vuestra espalda! Indy se vuelve ya preparado con el cuchillo en una mano y la pistola en la otra. De la jungla sale corriendo un grupo de hombres ataviados con ropas de safari.
—¡Jones!—exclama el jefe—. ¡Te encontramos!
—¡Sir Reggie!—exclama a su vez Indy—. Era yo quien tenía que encontrarle a usted.
Sir Reginald cuenta muy feliz cómo os ha seguido la pista.
—Después de estrellarse el aparato, tardamos dos meses en encontrar el camino de regreso a Cuzco. ¡Llegué ayer y hoy hemos recibido tu S.O.S.! Intentamos comunicar por radio contigo, pero debéis tener roto el receptor. Por eso decidimos salir, esperando dar con vosotros antes que os extraviaseis en la jungla, ¡y lo conseguimos!
—¿Y qué pasa con el Colgante de los Incas?
—pregunta Indy.
—Ya está a salvo y camino del museo —responde Sir Reginald—. ¡Ah! Perdón por aquellos gritos de guerra. Es un viejo truco que enseñé a mis hombres en el Congo Belga. Espanta a los animales salvajes, ¿sabes?
—¿Y qué sabe de la Legión de la Muerte?
—preguntas tú, que vas tras ellos.
—No existe tal cosa —declara Sir Reginald—. Es sólo una antigua superstición inca. ¡Ahora, volvamos a Cuzco! Se está haciendo tarde para la cena.

FIN

Notas de juego

Tu aventura acaba aquí.

Sin embargo, ya predije tempranos finales para vosotros (al igual que me ocurrió con otras partidas que he hecho en Umbría sobre librojuegos), por lo que os voy a dar la posibilidad de cambiar tan sólo una vez vuestro final. Quiero decir: ningún final es mejor que otro (a excepción de la historia, claro). Me refiero a que no hay puntuación final en este librojuego, no hay finales con mayor o con menor puntuación u otra, sólo finales de historia.

Por ello concedo una segunda trama desde el último punto a quienes así lo deseén. Tu final no ha sido tan terrible, pero tienes el derecho de retomar el camino anterior y continuar la aventura. Sólo si quieres. De momento eres el primero.

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20/10/2014, 20:32
Jimm Falcon

Jimm se agachó atrás de una planta y se empezó a mover lo más sigiloso que pudo.

Vamos, si seguimos moviéndonos va a ser difícil que nos alcancen...

Si bien trataba de tener a Indi cerca, no quería quedarse atrás y regalarlos a los posibles indios. Moviendose cada vez más lentamente se intentó alejar de los gritos de guerra.

Notas de juego

Sigo de largo a ver como puede ser el otro final xD.

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23/10/2014, 12:34
Narrador

—Manténte agazapado —dice Indy avanzando a través de la maraña de ramas—, y en silencio.
Mientras le sigues, vuelves a fijarte en los mil colores que surgen por entre la gran extensión verde. Un helecho gigante se mueve a tu izquierda. A la derecha puedes oír rumores apagados de algo que escapa. La jungla es un hervidero de actividad y vida invisibles. Indy se detiene de repente.
—¡Por todos los imbéciles! —masculla. Helados por la sorpresa, Indy y tú veis cómo las flores de brillante colorido que os rodean empiezan a moverse. Los matorrales y arbustos se separan lentamente y las flores anaranjadas, rojas y purpúreas se vienen hacia vosotros. ¡En un instante estáis rodeados por nativos de la jungla! Cada rostro está pintado de un vivido y diferente color. ¡Estas son las «flores» que habíais visto entre el follaje! ¿Serán tal vez la Legión de la Muerte? Debe de haber unos cincuenta apuntándoos todos con sus afiladas lanzas. El más alto se adelanta unos pasos: Está cubierto de cicatrices y vistosos tatuajes. Masculla algo y señala al este, mientras los otros apuntan con sus lanzas a ti y a Indy.
—O mucho me equivoco —dice Indy en voz baja— o acabamos de ser capturados.
No podéis hacer nada más que ir con ellos. Mientras os movéis con dificultad por la espesa y vaporosa jungla, el hombre alto os va aguijoneando con la lanza. Tras casi una hora de marcha, llegáis a su poblado: un grupo de chozas de paja muy rudimentarias. Mientras os conducen al calvero, tienes la desazonadora sensación de que Indy y tú sois exactamente la clase de presa que los cazadores han estado buscando.
—¡Mira, Indy! —adviertes tú señalando al frente.
Formando un entrelazado, por encima de todo el poblado hay una especie de parras de las que penden como ornamento unos objetos redondos.
—¿Qué es eso?—preguntas—. ¿Cocos enanos?
—No tenemos tanta suerte —replica Indy—. ¡Es una espléndida colección de... cabezas reducidas!

¿Es esto lo que le ha ocurrido a todas las expediciones de búsqueda?
—Al menos ninguno de ellos parece Sir Reggie —dice Indy. Las puntas de las lanzas os obligan a atravesar el poblado. Pasadas las chozas, en el suelo hay una gran cisterna circular, formada por toscos bloques de piedra. Próxima a la cisterna, una sólida estatua de piedra con un gesto fiero.
—¡Un ídolo antiguo de los habitantes de Tiahuanaco!—exclama Indy—, Estos cazadores de cabezas deben ser descendientes de Tiahuanaco, adoradores del dios que llora. ¿Ves esa lágrima de piedra en el ojo de la estatua?
Pero tu interés por la antropología pasa por unos momentos de desencanto. De una choza cercana sale el jefe de los cazadores de cabezas. Lleva un gorro de piel de puma, circundado de plumas de colores y un cinturón con cabezas reducidas. ¡Se dirige al altar bajo que hay delante del ídolo y toma un hacha de piedra teñida de sangre! Luego se acerca lentamente a vosotros.
—¡Calma!—te advierte Indy—. No hay que perder la cabeza... es un modo de hablar.

Notas de juego

26-27

Si prefieres intentar la huida, pasa a la página 7.
Si lo dejas todo en manos de Indy, pasa a la página 12.

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24/10/2014, 16:09
Jimm Falcon

Jimm trata de parecer lo más calmado y mira a Indi.

Todo suyo señor Jones...

Luego mira a los indios por las dudas que alguno haga algún movimiento peligroso, no pensaba quedarse como carnada atrapado.

Notas de juego

Dejo todo en las manos de Indi.

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26/10/2014, 12:32
Narrador

El jefe se detiene a diez pasos de Indy. Indy señala las cabezas reducidas que cuelgan de su cinto.
Encantadoras costumbres las de tu pueblo — dice con aire despreocupado. El jefe prorrumpe en un fiero grito y levanta el hacha. Con un movimiento veloz como el rayo, Indy saca y lanza su cuchillo y con un perfecto impacto hace caer el hacha de las manos del jefe. Sin demora, da un salto al frente, aferra al jefe por el cuello y lo arrastra hasta el altar.
Pensándolo rápidamente, tú te lanzas sobre el cuchillo, lo coges y se lo lanzas a Indy. Él lo atrapa y lo apoya en el cuello del jefe. Ahora, el resto de la tribu se ve forzada a dejaros marchar. ¡Indy tiene a su jefe como rehén!

Pero las cosas no salen como creéis. En lugar de soltar sus lanzas y retroceder, los cazadores de cabezas te sujetan por los brazos. El hombre alto y tatuado empuña el hacha de piedra y la aprieta contra tu cuello. ¡Ahora eres tú el rehén! Durante unos segundos nadie se mueve. Los salvajes saben que, si no te dejan ir, Indy puede matar a su jefe. Pero Indy también sabe que, si él no libera al jefe, los cazadores de cabezas pueden matarte a ti. ¡Es una situación tensa, con vuestras vidas a un lado y otro de la balanza!

Al fin Indy se ve forzado a ceder y a dejar libre al jefe. Los cazadores de cabezas corren hacia Indy y se lo llevan sin lucha. El jefe prorrumpe en canturreos coléricos, al tiempo que señala la cisterna de piedra. Los nativos arrastran a Indy hasta el brocal.

—Bueno. Aún tengo mi cabeza —grita Indy dirigiéndose a ti—, pero ¡estas perspectivas no son mejores! Deséame suerte, chico. ¡Esta cisterna es un pozo de sacrificios!

El jefe levanta su brazo derecho en dirección a la estatua del «dios del llanto» y el izquierdo, hacia el cielo. Luego deja caer su mano izquierda con un movimiento cortante. Tú presencias con honor cómo los cazadores de cabezas empujan a Indy hacia delante y lo lanzan de cabeza a la boca del pozo. En cuestión de segundos Indy ha desaparecido. Ahora los salvajes dirigen su atención hacia ti.

Notas de juego

13