Partida Rol por web

Tras unos momentos mirando hacia el norte Morganne comenta a los otros: se ve un un camino de tierra que discurre desde aquí hacia donde vimos las granjas al llegar. Curiosamente no hay luces encendidas pese a que ya es tarde y deberían estarlo ¿no es demasiado raro? De hecho la única fuente de luz parece un foco o una linterna que de vez en cuando parpadea, se fija en que Terry avanza hacia lo que ella ha visto - No deberíamos separarnos y no estoy segura de que investigar granjas a oscuras sea lo mejor

Con su caracteristica sonrisa del que se cree agraciado por Dios, Terry apareció por la esquina de la tienda. La luz de la farola iluminó sus blancos dientes, haciendo que de alguna manera recordase a aquel gato de Alicia en el Pais de las Maravillas. 

-¿Cómo se llamaba? Bah, da igual- iba pensando.

-¡Hey! He encontrado un rastro de coche por ahí detrás. Estoy seguro de que al otro lado está el puto Bernie en un puto bunker antizombie- dijo a sus compañeros mientras señalaba con el pulgar hacia el lugar a sus espaldas donde había encontrado las rodaduras en la tierra.

-No sé si ya lo había comentado pero ES QUE SOY LA HOSTIA- su boca se ensanchó aún más contrastando completamente con la situación que estaban viviendo. -Vamos a joder a ese cabrón- susurró con un cierto toque de deleite en su voz.

- Estoy con ella - dijo Christie refiriéndose a lo que acababa de decir Morgane, ella también se había percatado de ello en la oscuridad - Yo también veo ese camino que debe llevar a las granjas, pero lo que no veo son luces que indiquen que allí hay rastro de "civilización". Quizá las granjas no estén ni habitadas, vete tú a saber; y esa luz parpadeante podría ser cualquier cosa: una linterna a punto de morir o quizá otra maldita farola escacharrada.

Fue entonces cuando Terry apareció con su actitud de macho alfa que comenzaba a crisparle realmente los nervios.

- No deberíamos tomar decisiones individuales, lo mejor es que decidamos en grupo porque nos guste más o menos, ahora dependemos los unos de los otros para pasar esta noche - el "discurso" le salió más militar de lo que hubiera gustado, pero ese tono casi estaba ya en su genética - Tanto si pensáis que debemos investigar las granjas como seguir el rastro de ruedas de coche - buscó unos segundos en su petate mientras lo decia - aquí tengo una linterna: al menos no iremos completamente a ciegas. Eso sí, a buen ritmo en 15 minutos podríamos estar en las granjas, el coche no sabemos ni cuantas millas puede haber puesto de por medio...

Obviamente la idea de ir a pie tras un coche tal y como se había puesto la noche, no era para nada de su agrado y así quiso dejar constancia con su comentario.

Con un gesto de aprobación recibió el agradecimiento del motorista, levantándole tímidamente el pulgar. - Kenneth. No hay de qué, avísame si empeora o tienes cualquier problema, hay cosas mas fuertes en este chiquitín. - Le respondió dando pequeños golpes al botiquín.

Terry hizo una intervención en la que prácticamente atropelló a todos. Aquella actitud de venganza parecía no convencer a nadie, ya que Christie también parecía en contra de su plan.

- Esa linterna nos será muy util. - La miró embobado, pensativo. - Creo que lo que tenemos en claro es que no deberíamos separarnos. Nos llevamos también la moto si es posible sin ponerla en marcha, armas cargadas y sin hacer mucho ruido. Es mi sugerencia al menos. - Acabó dejando el plan abierto a modificaciones.

Intentó hablar lo más seguro posible, pero la realidad es que estaba algo asustado y nervioso. Había bastante oscuridad hasta las granjas, si es que cogían el camino correcto. La idea de que volvieran a aparecer los seres aquellos y les rodearan en la oscuridad no conseguía sacársela de la cabeza.

Alice no estaba muy de acuerdo en salir a aquellas horas hacia las granjas, pero si finalmente todos decidían eso, iría junto a ellos puesto que no quería quedarse sola.

- Se que no soy la más indicada para hablar porque acabo de llegar, pero... ¿y si esperamos a mañana para ir a las granjas? Sacamos esos cuerpos de la tienda e intentamos dormir esta noche, y mañana temprano, salimos hacia allí.

Alice mira a todos y espera respuesta, sin mucha confianza en que le hagan caso.

Con una más que justificada reticencia a abandonar la seguridad de la tienda, algunos de los presentes toman la decisión de no separarse. En una situación así lo mejor era permanecer unidos.

Terry ha encontrado un rastro de rodaduras muy reciente. Parecen ser, según os cuenta, de un coche antiguo. Por otro lado Morgane ve una pequeña luz a lo lejos al final del camino. Christie incluso podría intuir que es de una linterna o similar, pero esta permanece fija en el mismo sitio aunque parpadea de vez en cuando.

Terry comienza a seguir las huellas para tomarse la justicia por su mano. Bernie parece que os ha metido en todo esto, lo que no sabéis es cuales son sus motivos.

Christe y Kenneth (seguido por Bobby) deciden seguir adelante, no para ajustar cuentas, como Terry, si no para buscar un lugar seguro donde refugiarse. La tienda estaba destrozada, puertas y ventanas echas pedazos que no servirían de nada en caso de un nuevo ataque por parte de esos seres.

Seres que por otra parte desconoceis su origen...

Brian no parece dispuesto a quedarse en aquel lugar rodeado de cadáveres en estado de putrefacción y decide acompañar al resto. Alice no parece muy convencida, pero tampoco quiere quedarse sola en medio de la noche.

Morgane, parece quedarse algo atrás dejando que el resto avance. Se plantea seriamente si está haciendo lo correcto...

Joder... ¿Quizás deberíamos haber vuelto al autobús? ¿Estamos yendo al matadero?

La noche cubre casi todo lo que alcanza la vista, excepto una pequeña luz en lo que parecen las granjas, pero no están seguros. La desorientación es evidente y los nervios e intranquilidad están muy presentes.

El grupo, unido por el bien común de sobrevivir a aquella maldita noche, avanza lentamente. La tímida luz de algunos móviles y una linterna ilumina sus pasos, esperando que esa luz no esté siendo una gigantesca diana en medio de la absoluta oscuridad.

Parecen concentrados, tensos, pensando en sus cosas. Esas cosas probablemente sean miedos, o quizás no. Ante las situaciones extremas cada cuerpo humano reacciona de forma diferente. Los distintos sistemas de autodefensa pueden ser muy curiosos.

Kenneth intentó paliar esa ansiedad con una pequeña dosis de humor.

- Joder, que silencio... - susurró al grupo. - Ni que se hubiera muerto alguien... - Dijo mirando a los demás, en especial a Morgane, que se había quedado algo rezagada.

- ¿Todo bien, Morgane? - Le preguntó amistosamente.

Christie se acercó a Terry. Parecía más que obvio que no era de los que mejor le caían de todo ese variopinto grupo que la carretera había tenido a bien juntar, pero no era menos cierto de que en una situación como la que estaban viviendo, era necesario alguien como él.

- Escucha - le dijo en un tono suficientemente bajo para que a ser posible sólo le escuchara él - Sé que quieres hacérselas pagar a ese condenado de Bernie, créeme que a mi también me gustaría, pero he visto cómo sujetas esa pistola, que ni siquiera voy a preguntar de dónde la has sacado; - dejó escapar una media sonrisa sin saber por qué - mucho me temo que aquí somos los únicos realmente preparados para lo que mierdas esté ocurriendo y... - miró fugazmente hacia el resto del grupo - ...posiblemente también los únicos que pueden mantener a esta gente con vida si sucede otro ataque -  su mirada regresó a Terry - Quiero saber que puedo contar contigo para hacerlo porque no podré sola.

Mientras caminaba por la oscuridad pensando de cuantas maneras distintas podía joder vivo a Bernie se acercó a él la chica coja.

Escuchó, más o menos, las palabras de Christie sin abrir la boca.

-Joder, pensaba que me ibas a decir que nos fuésemos detrás de un seto a echar un polvo o algo- dijo con su habitual tono de voz.

Sin dejarla contestar miró al resto del grupo como había hecho ella.

-Supongo que no son mala gente, pero al crío le daría un buen par de hostias- continuó -Procuraré que salgan de éste puto pueblo de una pieza, pero si la cosa se tuerce...- las últimas palabras flotaron en el aire, dejando claro que si tenía que elegir a quien salvar, él sería siempre la primera opción.

-En cuanto a Bernie...- sus ojos se encendieron -Cuando le encuentre, le mataré-.

Gilipollas pensó Christie inmediatamente cuando Terry le soltó aquella grosería con ese descaro y sin filtro que parecían tan propio de él. Ni se molestó en responderle, tampoco es que le hubiera dejado opción para hacerlo, pero el gesto de desagrado de su cara habló mejor por ella que las propias palabras.

Había tenido que lidiar con gente así en el ejército, era uno de los precios por ser mujer en un mundo de hombres, pero por suerte habían sido los menos; guardaba un gran recuerdo de aquella vida. La diferencia entre esos pocos soldados babosos y Terry es que ellos sí que estaban dispuestos a dar su vida por los demás.

Tendría que seguir confiando en él, pese a que le costara.

La chica sale de su ensimismamiento al ser requerida por Kenneth: Si, es sólo que ...es una tontería, comienza a andar cerrando al marcha. Al ver a Alice y Brian me ha venido a la memoria el recuerdo de Jimmy, un chico al que conocí en una casa de acogida hace años, casi te diría que fue en otra vida. Me quedé huérfana cuando era una cría y al no tener familia que se hiciera cargo de mi acabé en un orfanato y luego empecé con las casas de acogida, suspira mientras abre su mochila para sacar una pequeña linterna LED y se la guarda en el bolsillo trasero de los vaqueros. La última casa en la que estuve era distinta aunque cuando llegué yo no quise verlo. Llevaba años dando botes por el estado y aunque no era la típica rebelde sí era de trato difícil pues vivía encerrada en mis pensamientos y participaba poco con la gente que me acogía pero como te decía esa casa era distinta. Los dueños eran un matrimonio que había tenido un hijo pero en la que la mujer quedó muy dañada por el parto y nunca pudieron tener más; al llegar ese chico a la adolescencia decidieron intentar buscarle una hermana que también pudiera suplir la carencia de hija que tenía la madre y llegaron hasta mí pues no había dado problemas de peleas y agresividad.

Morganne para un momento y se pregunta a sí misma por qué está contando algo tan personal a unos desconocidos y se responde que quizás porque nunca ha tenido a nadie a quien contárselo y enfrentarse a la muerte le ha dado algo de confianza.

- Y ese era Jimmy, chaval de quince años, rubio alto, deportista y extrovertido pero que se sentía aislado de sus padres pues ambos trabajaban y llegaban tarde a casa. No puedo decir que fuera un flechazo pues en aquella época yo no me fijaba en los chicos, vivía en mi mundo e incluso no hablaba con las chicas. Era el típico bicho raro del insti del que todos se ríen por ser la nueva. Tampoco puedo decir que Jimmy se sintiera atraído por mí pues no le dirigía la palabra y aparecí como una extraña a la que sus padres forzaron a tratar....todo muy raro - se gira apuntando con el rifle hacia la derecha y le hace un gesto a Kenneth para que se detenga pero al cabo de unos segundos vuelve a caminar: Nah, será un conejo o un gato, lo cierto es que la cenas solos en la casa y su afán por las películas comenzó a darnos tiempo y motivo para hablar de algo. Con el paso de las semanas nos sentábamos juntos en el sofá y comíamos palomitas mientras disfrutábamos de películas de acción y aventuras...fue la época más feliz de mi vida, al menos que recuerde claramente. Ante mi insistencia de una película romántica llegó nuestro primer beso, los arrumacos y las manos bajo la ropa.....y también el final de nuestra relación y mi vida en esa casa. Una sábado los padres salieron y tras la película la cosa se calentó en el sofá más de la cuenta; cuando estábamos a punto de hacerlo aparecieron sus padres de vuelta y nos pillaron. Me devolvieron al orfanato por pervertir a su hijo y no le volví a ver.......al ver a Brian y Alice me preguntaba qué hubiera pasado con Jimmy si no nos hubieran pillado.

Ninguno de los del grupo parece estar tranquilo con la situación. Las linternas y los móviles apenas iluminan el camino a unos metros más allá de vuestros pasos. Al cabo de unos 10 minutos de caminata a buen ritmo veis cada vez más cerca una luz. 

Con mucha cautela os acercáis, cuando en ese momento Bobby comienza a correr para ser el primero en llegar. Antes de que os acerquéis más oís un grito contenido. Es Bobby que se ha asustado al ver lo que hay allí. La luz de un foco contra su cuerpo arrodillado en el suelo hace imposible ver lo que hay allí. 

Sólo cuando lo rebasáis podéis ver la terrible escena que hay delante de vosotros. Una luz tétrica ilumina a una mujer despedazada en medio del camino. No tardáis en identificarla. Se trata de Rosemary, la experta en sucesos paranormales. No necesitáis tampoco mucha ayuda para ver que ha muerto a causa de mordiscos. Por desgracia sabéis perfectamente de que se trata. Han sido esos malditos sabuesos...

De pronto oís todos un ruido entre los arbustos que rodean el camino. Todos os ponéis muy nerviosos y preparáis las armas. Es entonces cuando os dais cuenta de que no es un sonido real. Procede un dispositivo de grabación. Concretamente de una cámara digital de vídeo. 

Bobby se adelanta y recoge la cámara de vídeo. Es de ahí de donde sale el foco de luz que habíais visto desde lejos. La reproducción del vídeo se ha quedado en bucle. Veis como el camarógrafo se adentra en el bosque detrás de unas luces entre la niebla, luego regresa al camino al ver que son sólo luciérnagas y finalmente aparecen dos figuras predadoras...

La grabación vuelve a iniciarse en bucle una y otra vez cuando esas criaturas que la acechan salen de la espesura y se lanzan a por ella. La cámara su propia caída al suelo y deja de grabar. No hay imágenes de la terrible masacre, pues la cámara sólo ha grabado hasta que se cayó. Pero por descontado sabéis que es lo que ha sucedido aquí...

De nuevo, pero esta vez en el bosque que os rodea se oyen ruidos. Es entonces cuando por uno de los laterales del camino salen dos de esos sabuesos corriendo. Os habían estado acechando, esperando a que os acercarais a la victima y usarla como señuelo. 

Uno de ellos se lanza directo al más débil Bobby, el otro va a por Alice. Antes de que podáis reaccionar ya se han echado encima de ellos y les están mordiendo. 

Después de un rato caminando y de escuchar historias pastelosas de vírgenes adolescentes llegaron a la fuente de la luz que no era otra que la cámara colocada junto a los pedazos de la friki que decidió largarse por su cuenta. El puto crío, una vez más hizo de las suyas al salir corriendo hacia allá. Sin coger demasiado impulso, la negra mano de Terry golpeó la nuca de Bobby en una colleja que le hizo mirar al suelo.

Tras el correctivo se limitó a observar a su alrededor escopeta en mano.

Lo que más le sorprendió fue que apenas le impresionó la escena. Efecto secundario de llevar toda la noche reventando cadáveres que trataban de devorarles, aunque eso no evitó el respingo al encontrase frente a frente con nuevos chuchos infernales.

Morgane parecía haber aprendido la lección y, al contrario que en la tienda, fue la primera en disparar. El propio retumbar del disparo hizo que el cobrador hiciera lo propio y abriese fuego contra las criaturas.

La friki del autobús se había convertido en la primera víctima de esa película de terror y ciencia ficción que perseguía por sí misma y la ironía parecía haberse cebado con ella viendo ahora su cuerpo devorado. Una pérdida de vida, sí, pero no quería que nadie más le hiciera compañía aquella noche.

- ¡Todos! ¡Formad en círculo! ¡No dejéis que os cojan las espaldas!

Con la escopeta cargada y lista, esperó para atacar a la más mínima oportunidad con el ferviente deseo de poder salvar aún a la tatuadora y el chico.

Aun impactados por aquella horrible escena, fueron sorprendidos nuevamente por aquellas bestias. Sin atreverse a disparar la escopeta el rifle, la intentó usar cuerpo a cuerpo.

Los sabuesos se lanzan sin miramiento hacia vosotros. El primero de ellos se lanza sobre Bobby que estaba desprevenido. El chaval intenta zafarse pero el animal comienza a lanzar dentelladas que le alcanzan primero en los brazos que usa para defenderse y luego en la pierna. Esto le hace caer al suelo, saca la navaja del volsillo para defenderse pero antes de que pueda hacer uso de ella, se lleva un mordisco en el cuello. La criatura se ensaña con él.

Es entonces cuando Morgane dispara su arma contra la criatura. Esta retrocede y un segundo disparo de Christie lo acaba por destrozar con su escopeta. 

El segundo de esos perros infernales le lanza directo a Alice. Se le hecha encima pero ella rueda por el suelo. Brian intenta disparar pero falla. La criatura entonces se da la vuelta y le ataca, con tan mala fortuna que cae sobre su moto y le hace perder e equilibrio. Tanto el como su moto caen al suelo, del golpe deja caer su arma y el sabueso aprovecha para ir directo a su tripa, la cual perfora sin resistencia. 

Kenneth usa la culata del rifle para darle en las costillas y alejarlo del motero, para luego propinarle una patada. La criatura se le encara pero en ese momento Terry interviene a tiempo. Este suelta un disparo con sus dos cañones justo cuando la criatura estaba apunto de abalanzarse sobre el médico. El ser queda sin parte de su cabeza al instante, pero ya es demasiado tarde para el motero. Todo queda de nuevo en un silencio terrible, sólo roto por el llanto de la chica que se arrastra para acercarse al cadáver de su novio. 

- ¡Brian! ¡Briaaaan! 

* * *

Minutos después del segundo ataque os recomponéis para volver a coger fuerzas y poder continuar. Esta noche de pesadilla para que sólo ha hecho que empezar. Esas criaturas habían vuelto a salir de la nada. Y ahora en medio de ese camino un reguero de cadáveres, una escena tan terrible o más que la vivida en la tienda. Bobby y Brian están muertos y el cadáver aún fresco de Rosemary esta casi irreconocible...  

- ¿Por qué ha de pasarnos esto a nosotros? - pregunta entre sollozos la chica arrodillada al lado del que hasta hacía poco era su pareja. Se queda mirando el rifle que portaba su novio, pero no tiene el valor suficiente como para cogerlo.

En ese momento oís como se acercan un puñado de esos muertos andantes desde donde estaba la tienda. Tenéis que salir de ahí y dirigiros en dirección a las granjas si no queréis que den con vosotros. Paeace que están siguiendo vuestro rastro de alguna forma.

El escenario empezaba a recordarle amargamente a las incursiones en territorio enemigo. Dos muertos ya en la noche, y los heridos también iban creciendo.

Alice se derrumbó, presa de la tensión y del horror que debe ser ver cómo tu pareja pierde la vida frente a tus ojos y que no pudiste hacer nada para evitarlo. Christie se acercó a ella y recogió el rifle que parecía repeler la mano de la chica.

- Lo siento, pero no podemos quedarnos aquí -  le dijo con calma pero con un tono de premura mientras le acercaba el rifle para entregárselo - Deberías llevar esto si no quieres acabar como ellos; hay que encontrar refugio ya; y defendernos.

Los ruidos de más pasos en la oscuridad les arrancaron de aquellos míseros segundos de calma tras los disparos, por lo que apremió más a la chica y al resto del grupo.

- Hay que correr hacia las granjas - resolvió - ; ayudemos a los heridos para avanzar más rápido.

Les habían vuelto a encontrar, y quizá demasiado pronto. Sus sospechas de que esto era algo más que una sucesión de casualidades iban en aumento. En cuanto tuvieran un momento habría que revisar si alguno de los presentes llevaba algún componente que permitiera rastrearles. Los teléfonos móviles eran la opción más clara pero ¿qué había de seguro en algo de aquella maldita noche?

Con las piernas aun temblando y la voz entrecortada, apenas pudo agradecer a Terry el certero disparo. - Gra-gracias tío... te debo una. 

La imagen era demoledora, no habían tenido aun tiempo para entender la situación cuando entre los llantos de Alice se volvieron a oír ruidos. Apoyando a la ex-militar, Kenneth instó a Alice a levantarse y a seguir, tras mirar el cuerpo ya sin vida del motero.

- Vamos Alice, no podemos hacer nada. Él no querría que te pasara nada, tenemos que salir de aquí. Las granjas están cerca. - Dijo ayudándola junto a Christie.

Con todo lo que había pasado realmente estaba desorientado y no sabía si las granjas estaban cerca, lo único que sabía era que no quería pasar ni un segundo más a la intemperie, rodeado de aquellos seres que nadie sabía de donde habían salido.

Después de que la vorágine asesina terminase y se restableciese el silencio sepulcral de la noche, Terry sacó dos nuevos cartuchos de su bandolera y, dejando caer las humeantes carcasas del interior de los cañones, volvió a cargar su escopeta mientras se acercaba al cadáver de Bobby, recordando la colleja que le había dado antes.

Se colocó junto al charco de sangre que se estaba formando a su alrededor, procurando no mancharse las botas y le miró desde arriba.

-Tenía que haberte dado más fuerte. Eras un gilipollas- le dijo al cadáver. Cogió la navaja y, limpiándola de la sangre que le había salpicado en la ropa del chaval se la guardó en el bolsillo trasero del pantalón. 

Después volvió con los supervivientes y se encontró de frente con Kenneth mientras escuchaba el murmullo de los putos zombies pisándoles los talones.

- Gra-gracias tío... te debo una. 

-No hay de que. Ten cuidado si no quieres acabar como ese- respondió señalando a lo que quedaba de Bobby con el pulgar.