Partida Rol por web

Prólogo

La Ruta 66, en el árido y solitario tramo que cruza Arizona, se puede ver un gran letrero de bienvenida a Oatman, un pequeño pueblo minero. El cartel está sostenido por un gran poste de madera que lo mantiene en pie, desde la parte alta, hasta donde se pierde en la tierra hay multitud de clavos oxidados y restos de algo parecido a pintura roja que lo adorna. A pie de poste, hay lo que debe ser el cuerpo de un burro muerto. El animal muestra marcas de crueldad y brutalidad en su maltratado cuerpo, bajo él un charco de sangre seca le sirve de lecho, mientras en su lomo descansa un cuervo el cual se acicala las plumas, tras lo que parece que fue su banquete.

Aparte de ese pequeño detalle nada más parece fuera de lo común. La carretera se pierde en la distancia, cómo si careciese de fin alguno. Pero si se sigue la Interestatal 66 se llegará hasta Oatman, lugar de turismo en los tiempos que corren o eso indica en los folletos de las gasolineras. Aunque la realidad sea muy distinta, pues desde hace años el pueblo que en sus mejores tiempo era lugar de festejo, ahora solo es un lugar de fantasmas.

Las casas del pueblo se extienden a lo largo de una corta calle de menos de 200 metros de longitud, manteniendo las características de un típico pueblo del oeste. El edificio de dos plantas del antiguo hotel de Oatman se remonta a 1902 y es, en la actualidad, el más antiguo de los construidos en el Condado de Mohave. Pero al igual que todo lo demás, parece deshabitado y abandonado, al menos desde fuera. Ni un alma se mueve por esa solitaria calle a excepción de las rodadoras que danzan traviesas, chocándose contra todo aquello que encuentran a su paso.