Partida Rol por web

Mientras más avanzaba Joseph, guiado por aquel estruendo de hace un momento, mas empezaba a reconocer la naturaleza del ruido. No era nada seguro, pero recordaba al estallido de alguna botella de considerable tamaño, posiblemente de Vino o algún otro tipo de bebida embriagante, cosa que justificaba el hedor a alcohol adulterado que inundaba todo el Motel. Pero, al acercarse lo suficiente, empezó a reconocer un tipo de sonido más, una especie de voz que por su tonalidad concordaba con un alarido de rabia que seguía acompañado por el constante estruendo de botellas desquebrajándose. Una vez en la recepción, pudo visualizar una silueta de espaldas de lo que parecía ser un joven de su misma altura, que solo se distinguía por llevar una capucha azul que le cubría toda la parte trasera de su cabeza, además de verlo rebuscando botellas en un destartalado mueble de barra Coctelera compacta, cosa que le dejo claro de donde provenía el ruido.

-¡Vamos, al menos no podías tener la decencia de dejar algo de buena calidad aqui!-Pronuncio aquel extraño joven, mientras repetía el acto de buscar botellas en una barra de Coctelera de madera algo destrozada, seguramente por los efectos del tiempo, además de rebosar de polvo en su superficie. Aquel muchacho que se deducía que era de piel morena por las mangas cortas de su abrigo, parecía estar ignorando por completo cualquier otra presencia, hasta el momento de girarse lentamente y observar a Joseph, que lo miraba con cierto gesto de confusión y repudio.

-Oh, uno de los nuevos juguetes de Carlo-Pronuncio con un claro tono desanimado acompañado con una expresión de lo que parecía ser decepción-Soy Dagon, un total "placer"....

Puse mala cara ante la actitud de esa calavera, no me gustaba nada la gente de su estilo... aunque técnicamente el no era gente. Aparte daba un asco considerable, ahora me alegraba un poco que lo que me siguiera fuera la que parece sacada de una secta. De todas formas, paso de pelearme ahora con una calavera tentaculosa sobre el comentario hacía una mujer que ni conozco que me sigue a todas partes, mejor leía la carta.

Después de leer la carta, me froté los ojos como si me dolieran de haber leído eso -En serio... el universo parece que no quiere que me muera- murmuré en voz baja; de entre millones de las personas que podría haber elegido para, supuestamente, salvar su vida, ¿escoge a alguien que quiere acabar con la suya?. Ya con la carta y con esa "acertada elección" podía averiguar algo sobre ese tal Stairway to Heaven: era alguien tonto, muy tonto. Oí el sonido de los vidrios cascándose en la parte de la que supongo era la recepción del hotel. Joseph salió disparado hacía allá, yo por mi parte me limité a ir un poco más rápido de lo normal simplemente por el hecho de seguir a Joseph; que hubieran estallado cristales era la menor de mis preocupaciones.

Al llegar, estaba detrás de J.A, viendo como ese energúmeno rebuscaba entre las botellas de la coctelera -Maldito borracho, la que está liando por buscar bebercio- pensé mientras negaba con la cabeza decepcionado. La cara que puso cuando vio a Joseph y ese "placer" más falso que un billete de tres dolares siguió incrementando el repudio que estaba cogiendole a ese chico -¿Juguetes de Carlo? Este tío esta hasta las trancas de alcohol...- pensé mientras le miraba con cierto asco y cruzaba los brazos.

Todo era cada vez más confuso, las líneas inequívocas de lo indefinido parecían trenzarse frente  a mis ojos, escenario tras escenario, en un macabro teatro donde yo era, tal vez, una de las actrices. La carta que acabara de leer no explicaba ABSOLUTAMENTE NADA.

-Debo admitir coincido con el aspecto de la contaminación mundial pero, sin embargo da a pensar eso de jardín del Edén alejado de la toxicidad; espero que no se esté refiriendo a este motel. Supongo que el inconveniente de un secuestro ya está aclarado, definitivamente un secuestrado y somos  ¿elegidos?

Mirando la carta entre mis dedos, comenté en voz baja encogiendo los hombros, ante la ironía plasmada en las palabras de aquella misiva sobre la descripción del destartalado motel; el tono jocoso de mi voz sirviendo para alivianar el peso del problema tratando de sonar positiva, aunque no amainaba el nerviosismo que todavía se podía sentir en mi timbre vocal.  Nerviosismo que destacó en un salto mientras pegaba la espalda a la pared, la mirada fija en dirección a la explosión y ver dos jóvenes salir disparados en pos de respuestas al origen del ruido.  El chico de la trenza blanca con el pulpo descompuesto y un joven que aunque no había visto su rostro pude definir que rondaba los 19 años con cabellera negra  muy descuidada (Kouhei) y una mujer con cuernos siguiéndolo.

Mire a Leon y sin esperar reacción reacción lo tome de la mano jalando conmigo, corriendo detrás de aquellos dos desconocidos, estrella siguiéndome con su pose inmutable de contemplación. ¿Por qué exponerme a una explosión? Realmente debería salir de este lugar y buscar a las autoridades, pero el hecho que compartiéramos alucinaciones daba razón a más dudas. Me negaba a coincidir con Leon sobre que estuviéramos muertos, todavía había muchas cosas que debía hacer en vida.

Agitada un poco, jadeando levemente llegué justo al tiempo que un chico de capucha azul se volteaba hablando, respondiendo a quien sabe qué, pero respondía a una de mis interrogantes arrojando una pieza más para el puzzle que se había convertido mi vida en las ultimas horas.

Atravesé la recepción, decidida, con el mismo ímpetu de antes cuando me decidía a abandonar el motel, poniendo las manos sobre el mueble de coctelera encare a ese chico, mi voz amable y dulce, algo nerviosa pero la mirada fija frunciendo el entrecejo. No había ápice de ironía en mi voz, sonando fresca y serena, sin juzgarlo pues de alguna manera su necesidad de alcohol me hacía recordar a mi padre, aunque nunca viera a papa lanzar botellas ni borracho como una cuba.

-Mucho gusto de mi parte Dagon.  Quien es Carlos y ¿por qué te refieres a él..

Señale detrás hacia el peliblanco de la trenza y mis ojos invariablemente se posaron en el chico de cabello negro que lo acompañaba(Kouhei), dulcificando mi expresión al percatarme que estaba herido, por un segundo la mirada severa que trataba de trasmitir fluctuó cuando note sus ojos rojos y su aspecto cansado embargándome de empática, pero rápidamente me repuse cuando al volverme encare nuevamente al que parecía tener respuestas.  

…como un juguete? ?Que significa esto?

Indagué exponiendo mi propia carta sobre la barra del mueble.  

El pelirrojo mantuvo un poco el silencio cuando la chica había abierto el sobre y él también le siguió en tal acción, ambos debían leer su contenido con toda la atención que la situación les permitía, cada letra, cada palabra mostraba una característica de la personalidad del emisor, la frase “Jardín del Edén” le hacían recordar a muchas personalidades que había visto en internet sobre personas sociópatas que creaban sus propias sectas. Hitler, Charles Manson, ese tipo loco que hizo que toda su gente se suicidara, eran un par de personajes que recordaba debido a que su memoria no era de las mejores. El muchacho leía con atención cada palabra analizando cada una de ellas mientras pronunciaba en voz bajas las frases que deseaba recordar. He desvelado la manera de limpiar éste mundo. Recordó un libro de Dan Brown que había leído de un científico que había descubierto la manera de controlar la sobrepoblación mundial, éste sujeto de seguro debía tener un carisma sumamente alto como para dejar incluso una carta tan declarativa. 7 seleccionados… Jocelyne podía escuchar como el muchacho murmuraba a una tonalidad audible, la mano izquierda del joven se había posicionado hasta su mentón, era una pequeña muletilla que tenía a la hora de pensar.

Al fin había terminado de analizar la carta y no había notado que la joven que le acompañaba ya había terminado de hacer lo mismo e incluso le había empezado a hablar, el joven al mirarle no pudo evitar esbozar una leve sonrisa casi por inercia. Definitivamente tiene rasgos de un carismático “líder”. Dibujo las comillas con sus dedos. Es claro que son analogías, ahora ya puedo decir que no estamos muertos y tienes razón en aquello, fuimos secuestrados pero no al azar. Y por sobre todo somos al menos siete en éste lugar. Aunque sigue dejando demasiadas preguntas en mi mente. Leon hablaba de manera seria como si aquello le causara cierta molestia, no le agradaba que las personas actuaran de tal manera y el secuestrar a un grupo de personas incluyendo a una chica, que quizás era lo que más le molestaba, no era algo que realizara una persona que estuviera en su sano juicio.

Continuaba sumido en sus pensamientos cuando escucho un ruido que le saco de su trance, eran vidrios romperse e instintivamente levanto la mirada hasta cruzarla con las de Jocelyne y antes de que pudiera hacer algo ésta le tomo de la mano y le impulso hacia ella para iniciar un trote en dirección al lugar indicado, la situación habría sido suficiente como para hacer que se sonrojara nuevamente pero al contrario de aquello el muchacho de mechones blancos apresuro el paso, tenía un excelente cardio por lo cual adelantar un poco a la joven de orbes azulados no fue difícil, incluso afirmo el agarre de sus manos para ayudarle a ir un poco más rápido.

Lograron llegar al lugar con relativa velocidad, al menos la suficiente para poder escuchar las palabras del peliblanco que buscaba alcohol de mala manera. Leon parecía como nuevo sin apenas cansancio en su cuerpo luego del trote. Juguete de Carlo… El pelirrojo se mantuvo un par de pasos atrás cuando Jocelyne atravesó la recepción, cuando ella llevaba unos dos pasos por delante éste dio uno para mantener la distancia casi como si estuviese analizando la situación, tenía el ceño fruncido y una mueca en los labios de pocos amigos, apretaba el puño derecho al sentir como aquel sujeto parecía conocer algo que los demás no. Fue en aquel momento que la aparición que acompañaba a los demás también se hizo presente en Leon, una criatura de aspecto heroico con traje oscuro y una visera dorada como si estuviera encerrado dentro de éste hizo su aparición aunque pronto el traje se dejó caer como si fuera azúcar disuelta en agua dejando paso a su verdadera forma, un ser azulado con ojos blancos y una marca en la frente de un punto, un circulo que le rodeaba y dentro de ese circulo otra esfera oscura, no parecía tener un aspecto hostil pero aquellos ojos sin pupila daban esa sensación de no saber a quién estaba mirando. Leon no se había dado cuenta de su aparición y mantenía guardando la distancia aunque después de las palabras de la chica el muchacho no pudo quedar al margen. Siete elegidos, la Lanza de los Cielos, probar que somos dignos y “Stairway to Heaven”. Me gustaría saber sus significados, Dagon-kun. A pesar de tener tal aspecto amenazante el muchacho mantenía los modales. 

Aquel sombrío muchacho, que liberaba un aura de depresión a su alrededor mezclándose con el hedor del alcohol barato, se quedo observando al grupo reunido en la destartalada recepción, casi dando la impresión de no estar acostumbrado a la compañía humana en general. Duro un instante penetrándolos con una mirada fría y seca, hasta que decidió romper su propio silencio. Agarro con algo de brusquedad una de las pocas botellas de Whisky que quedaban en la barra, la sostuvo con su mano derecha recta y en un acto algo extraño de incongruencia, froto su mano izquierda sobre la tapa de la botella, que inmediatamente empezó a descoronarse, recordando al acto de una hoja de papel quedando en cenizas. Una vez esto, Dagon tomo un profundo sorbo de la botella, vaciándola hasta casi la mitad de su contenido original sin gesto alguno, casi como si el alcohol hubiera pasado como agua. Pasó su mano sobre su mentón para limpiar las pocas gotas de Whisky que quedaron en el, tomo un breve respiro, se aclaro los ojos y miro ahora al grupo con un gesto diferente.

-¿Realmente no tienen idea de donde se encuentran, no es cierto? Quizá tengan amnesia y no recuerden bien que paso anoche, pero les diré algo-Pronuncio con cierta tristeza-Ahora mismo, su mejor opción es morir a mis manos. ¡No crean nada de las exageraciones de esa maldita carta! Se encuentran en el patio de juguetes de alguien trastornado con delirios de ser una deidad! Considérense afortunados de que yo los recibiera antes que alguno de sus lacayos manipulados que nombra como "Caballeros Celestiales" los dejara fritos del cerebro. Realmente, soy la única persona cuerda que queda.

Su tono vociferante mostraba una agresividad completa. Cada palabra que pronunciaba venia acompañada con un gesto casi de perro rabioso, al punto de que al terminar de hablar, apoyo sus codos sobre la mesa mientras bajaba la mirada, sosteniendo sus manos sobre su cabello blanquecino. Mientras hacía esto, una figura oscura salió desde su espalda, casi como si su alma se estuviera desprendiendo. Aquel ente que surgió de Dagon era completamente oscuro en su superficie, casi como si estuviera hecho de carbón. Además de esto, tanto sus hombros como piernas se estaban desmoronando lentamente, como si su piel se cayera de a pedazos dejando solo una mancha blanca en el espacio. Y lo más curioso de todo, aquella siniestra figura simulaba la acción de Dagon.

-Alégrense, si es que aún queda algo por alegrar...Aun tienen la opción de suicidarse y escapar al verdadero paraíso.

-¿Que? ¿Suicidarnos?...- Un gesto de asco se dibujó en mi rostro al oir sus palabras, ciertamente algo molesto por ello -Me paso horas entre cadáveres al día para estudiar y en un futuro ayudar a las familias que quieran justicia para sus fallecidos, para intentar saber que provocó que quedase abandonado ¡No pienso volverme uno de esos cadáveres solo por no saber que sucedió la noche pasada!- Callé un momento en total silencio antes de cruzarme de brazos, quedando completamente embarcado en mis pensamientos con dos dedos sobre mis labios y mi barbilla. Mientras tanto Death whispered se movía lentamente entre los presentes como si fuera un pulpo, arrastrándose por el suelo con total tranquilidad.

-Nyehehehe... A ver a ver...-

-Dagon... Si tu has entrado aquí y no trabajas con ellos podrías ayudarnos a escapar simplemente.. Además podrías decirnos que son estas cosas porque de momento lo que tenemos son muchas dudas y no creo que de tiempo a aclararlas todas aquí-

Dije tras un lento suspiro mientras Death Whispered se alzaba sobre sus tentáculos para quedar varios centímetros por encima del cuerpo del peliblanco, agitando lentamente su cabeza hacia delante y hacia atrás.

Parecía que nadie se había percatado de la presencia de Giovanni en aquella sala, el hecho de que su stand todavía no se hubiese manifestado quizás influía en la presencia que denotaba.

De cualquier modo, Giovanni se había quedado a un lado mientras los demás jóvenes llegaban a recepción. Cuando el borracho empezó a soltar su discurso un pequeño sentimiento de decepción recorrió el cuerpo de Vann.

<<Parece que no fue una gran fiesta la de anoche>> Pensó Giovanni.

Cuando el alcoholizado, también llamado al parecer Dagon, amenazó con matarles el rostro de Vann cambió completamente a un templante serio y concentrado.

Casi instintivamente recogió un pedazo de vidrio roto del suelo y lo sostuvo en la mano, aguardando.
 

Noté como la chica de nuestro grupo se paró a mirarme mientras preguntaba a Dagon… no me gustaba que la gente me miraba con lástima. De momento, no le diré nada, primero vamos a terminar de hablar con este borracho. Joseph intentó dialogar con él, pero creo que con este tío eso no iba a pasar… bueno, al menos ahora sabía que Joseph parecía trabajar como médico forense; no se porqué, pero creo que va ha venir bien tener un médico en el grupo.

Me acerqué bastante a él, poniéndome en el otro lado de la mesa. Ni me asustaba ese tío ni lo hizo la sombra que saco. No era buena idea acercarse a alguien que ha sugerido matarnos… ¿pero que es lo peor que me puede hacer… matarme? Me importaba bastante poco -Yo no gastaria saliva pidiéndole ayuda; estas igual de loco que el tío que escribió la carta, ¿me equivoco, Dagon?- dije a Joseph y seguidamente le pregunté a Dagon, todo dicho con un tono bastante neutro. Si ese chico emanaba un aura de depresión y rabia, yo estaría emitiendo una aura de indiferencia colosal. Le empecé a mirar fijamente con mis ojos rojos y cansados, eso combinado a que tenía una cicatriz bastante fea cruzando mi mejilla, me daba una imagen bastante siniestra -¿Crees que por hablar como un loco rabioso y por estar borracho me asustas? He sobrevivido a palizas de personas más chungas que tu… ¿Crees que te considero más tenebroso por sacar a un fantasma negro que literalmente se está desmoronando? En lo que llevo de día, he visto cosas de esas que dan mucho más mal rollo que el tuyo. Solo me pareces un borracho de bar que quiere llamar la atención- le seguí diciendo sin variar mi tono ni un ápice. Quería cabrearle, que me diera un puñetazo, que enviará a su espíritu contra mí… cualquier cosa me valdría; una persona cabreada pega fuerte, pero no suele pensar sus golpes y a raíz de eso suelen dejar flancos vulnerables donde golpearles de vuelta y con mayor efectividad… cosas que se aprenden cuando cada dos noches un borracho te pega una paliza.

Además… quería saber cómo reaccionaría la extraña mujer que me seguía ¿me protegería de los golpes, se uniría a Dagon para apalizarme...? Esas cosas se aprendían haciendo una prueba. Para terminar de mosquearle, me incliné sobre la barra, acercandole la cara al borracho -Vamos… te dejo dar si quieres el primer golpe; total, por dentro ya estoy muerto, si quieres acabar el trabajo, no te lo voy a impedir- le dije mirandole fijamente a los ojos -Me voy a comer un puñetazo en toda la cara que lo flipas… a ver que pasa luego, si es que hay luego- pensé sin preocuparme demasiado.

Dagon, al notar la impetuosa actitud de aquel muchacho, no pudo hacer mas que soltar una carcajada. A continuación, volvió a tomar un profundo trago de Whisky, esta vez vaciando por completo la botella. Soltó una leve sonrisa que disonaba con la situación, casi como si no se estuviera tomando enserio la amenaza formulada por Kouhei. Mientras aun sujetaba la botella con su mano derecha, estiro su brazo orientándolo hacia su lado derecho a modo de exhibir la botella.

-¿Realmente subestimas la situación, no es cierto? 

Una vez dicho esto, estrujo la botella en su mano sin llegar a romperla mientras movía sus dedos como si la estuviera frotando, cuando sin previo aviso se genero un leve brillo oscuro en esta que duro solo un milisegundo. Al pasar el brillo, la botella se deshizo completamente mientras solo dejaba restos que daban la impresión de ser solo cenizas. Dagon, al mostrar esto, contrajo su brazo de nuevo a la posición original.

-Con gusto te dejaría como la botella, pero eso solo complacería a Carlo-Refutaba con un tono intimidador mientras se acercaba a Kouhei lentamente, llegando al punto de estar frente a frente-Crees que has sufrido? Una simple paliza no se compara a lo que puede hacerte el circo de locos angelicales.

Apenas terminar de hablar, empujo al obstinado con su mano derecha en su hombro apartándolo hacia la derecha a la par que pasaba por encima de la barra, aun habiendo un camino por donde salir en el costado del mueble. En lo que quitaba a Kouhei sin darle mucha importancia a la resaltada provocación que había lanzado sin miedo alguno, se acerco con un paso tranquilo al grupo aunque anteriormente había mencionado asesinarlos. 

-Tal vez aun quede esperanza en este jardín infernal, quizá podamos salir todos beneficiados de este complicado asunto. Ahora Dagon hablaba totalmente confiado, casi como si hubiera olvidado el ataque de ira que había tenido como presentación, aunque aun apestaba a alcohol barato.-Ahora, tal vez este la remota posibilidad de derrocar a Carlo de su trono de mármol si colaboramos con nuestros Stan...-Paro un momento de hablar, dejando la oración inconclusa.

-En teoría, acaban de manifestar su Stand por la influencia de la Lanza de Carlo...-Pensó Dagon por un momento, dejando un súbito frio en la conversación que rompió después de sumirse en su mente por un momento- Mejor vamos paso a paso, han sentido alguna presencia u ente siguiéndolos desde que despertaron?. Claramente, Dagon aun no había notado los Stands de los presentes, aunque tenía la seguridad de que los habían manifestado. 

Podia sentir un terrible y desagradable olor a alcohol, mezclado con una humedad de lo peor. ¿Que clase de mierda es esta? No me habia levantado, ni siquiera habia abierto los ojos cuando empiezo a sentir esa repugnante mezcla entrar por mis fosas nasales, de cierta manera ha hecho la funcion de un despertador, pero en lo personal, preferiria arrancarme el sentido del olfato a olfatear esto todas las mañanas. 

Abro mis ojos, y me encuentro en este lugar... Venga. ¿Ahora en que lio me he metido? ¿Me habra secuestrado alguna clase de persona a la cual le he partido el rostro anteriormente? ¿Algun rival? ¿Algo? Que molestia... Observo el lugar, intentando ubicarme con un rostro totalmente neutral, infinitas pueden ser las posibilidades que hayan causado mi despertar en este lugar, en cualquier parte del mundo. -Que maldita molestia... -Sin duda alguna, estaba enfadado. ¿Quien se levantaria de buen animo con ese olor, en un lugar asqueroso e irreconocible? ¡Y ahora que me fijo en ello, tengo un maldito agujero en mi brazo! Y no se mira para nada cool... Entre las demas cosas que observo, estaba tambien una carta. -¿Y esta mierda para que me la han dejado? ¿Acaso se estaran burlando de mi? -Digo al aire totalmente molesto, y una vez deseo leerla... Noto la presencia de alguien en la sala. -¿Pero que...? -Dejo la lectura para otro momento. ¿Que demonios...? Es extraño, lleva una gran cantidad de tiempo observandome... Como si fuera una armadura gotica, con una clase de aura aterradora... -El olor de este lugar me esta haciendo ver alucinaciones... Ni lo que fumo de vez en cuando me hace esto. -Dije rascandome la cabellera, mientras ignoraba al ser que no me quitaba la vista. Decido simplemente dar un bostezo, mientras me dirijo hacia la salida... Para ver que demonios me encuentro. 

Me llevé la mano a la cabeza y suspiré con un poco de Desdén al asentir, frotándome los párpados mientras me acomodaba en el sitio. Death Whispered se ponía sobre mi cabeza y empezaba a balancearse de un lado a otro mientras soltaba su característico y constante "Nyehehehehehe" que tanto me estaba sacando de quicio.

-Lo que hay en mi cabeza me lleva siguiendo... Y me da un asco...-

Después de percatarme lancé un manotazo a mi cabeza y me aparté rápidamente, acariciándome la cabeza con el temor de que algún tipo de fluido putrefacto hubiera quedado en mi cabello

-Nyehehehehehehe, tranquilo amo, no mancho-

-¡¿Y a mi que?! ¡Que me das todo el puto asco!-

Suspiré un poco antes de volver a mirar hacia Dagon, frunciendo el ceño levemente mientras me cruzaba de brazos.

-Este ser se hace llamar Death Whispered... Y no tengo ni idea de que demonios hace o de como hacer que desaparezca por un rato. Cuando apareció me llamó amo y se largó fuera a comerse el cadáver de una paloma... La verdad es desagradable-

-Nyehehehehe... Amo, me subestimas. Además, gracias a mi no tienes ese agujero en el brazo-

Había guardado silencio manteniéndome al margen, muy quieta, mientras los chicos tomaban cartas en el asunto, más que cartas parecía que se apropiaban de la baraja completa, enfrascados ahora en un juego de póker a ver quién llamaba “Bluff”, cual tendría las cartas más débiles y quien mantendría su ‘póker face’ hasta el final . El aire, enrarecido por el vaho del alcohol y la humedad, ahora destilaba de la tensión que vivíamos una oferta a la violencia. Palabras tajantes, miradas y gestos irritados  matizaban el ambiente con la tirantez, asfixiando el razonamiento y el sentido común.

Estudie por algunos instantes a los protagonistas al tiempo de sus acciones, reafirmando  algunas de mis sospechas iniciales, incluso otro joven más alejado sostuvo un vidrio aguardando el desenlace de estos intercambios. Enarque una ceja inquisitiva, y con el codo le di un empujoncito a Leon indicándole del tipo del vidrio  Mis cavilaciones se vieron segadas de raíz cuando Dagon, botella en mano, estrujaba el cristal pulverizándolo ante nuestros ojos.

Exhalé aliviada, no me había percatado que sostenía la respiración hasta ese momento, cuando Dagon pasó de la provocación del chico de la cicatriz aceptando la oferta del de la trenza, unir fuerzas para salir todos de aquel lio. Apoyando la palma de las manos sobre la barra, a cado lado de mi cadera, con un impulso leve me fue suficiente para ganar altura y sentarme en el mueble balanceando mis piernas perezosamente.

El momento de tensión había pasado y ahora no pude menos que reprimir una carcajada.

-Será… Coincidí con el de la trenza blanca en cuanto a su amigo, el pulpo descompuesto, para agregar - …Pero son chistosos juntos, hacen una buena combinación tú y Death Whispered. ¿Cuál es tu nombre?

-Yo soy Jocelyne y ella. Señale a mi ángel. –No sé su nombre pero por alguna razón la imagen de estrellas fugaces acuden a mi cada que la veo, o me toca; así que desde ya es Estrella Fugaz, Shooting Star. ¿Te parece bien, verdad? Pregunte mirando sobre mi hombro,  rápidamente mi ángel sonreía achicando los ojos feliz de ese paso que nos acercaba más. Giré la cabeza adelante sacudiendo con el dorso de la mano algunos rebeldes mechones que cubrieron mis ojos momentáneamente antes de proseguir.

-¿Ya que estamos todos metidos en esto te importaría compartir tu nombre también? Indique hacia el joven de la cicatriz, regalando una sonrisa amistosa en su dirección, por alguna razón me dolía su raído semblante, sin embargo cambie la vista rápidamente centrándome en el más alejado que sostenía el cristal amenazadoramente. Levante una mano saludándolo desde mi improvisado asiento.

-Umm ¿hola? Sí, creo que no va a correr sangre, al menos por el momento.  ¿Él no es uno de los lacayos que mencionaste, verdad Dagon?  En un susurro indagué, inclinando el cuerpo adelante, Incorporándome para finalizar en mi tono de voz normal, dulce y sosegada, a pesar de lo ominoso del contenido.

-Carlo y Stairway to Heaven. ¿Son la misma persona? ¿Y que se supone que hagamos, matarnos entre todos para complacer a Carlos como insinuaste antes?

A estas alturas solo necesitaba corroborar que estábamos en una peligrosa secta enfocada en la violencia.

Vi con indiferencia como Dagon pulverizaba literalmente la botella que tenía en su mano -Humpf... bonito truco de magia- pensé. Cuando se puso cara a cara a mí y me dijo que no sabía lo que era sufrir... a nada estuve de cruzarle la cara de un puñetazo -Como se nota que no sabes nada de mí- me limité a decir algo enfadado. Deje que me empujara a un lado para que pasase por encima de la barra, pero solo para escuchar lo que nos iba a decir.

-Entonces... ahora nos quiere ayudar. Definitivamente, este tío esta loco- pensé. Primero, nos quería matar, ahora nos quería ayudar. En fin, igual que no perdía nada enfrentandome a él, no perdía nada ayudandole... al menos de momento. -Esta bien, te seguiré el rollo- le dije a Dagon, mientras con el dedo hacía un gesto a la mujer que me seguía para que se acercase, cosa que hace flotando -Esta mujer flotante estaba en la habitación cuando me desperté, y me sigue desde entonces. Ya le pregunté su nombre, pero parece que no habla- le indiqué al peliblanco con desgana.

Después oí a la chica que se sentó en la barra, cerca mía. Me preguntó mi nombre y me sonrió... no estoy acostumbrado a que la gente me sonría, así que no se como tomarmelo. De momento solo le responderé -Kouhei. Me llamo Kouhei. El chaval de la calavera se llama Joseph- dije con cierto pasotismo, solventando sus dudas. Seguí oyendo los comentarios de Jocelyne, por si quizás le podía responder a algo -El que sujeta el cristal despertó junto a nosotros en las habitaciones, todavía recuerdo el hedor de su cigarro... creo que está en la misma situación que nosotros, ¿verdad?- le dije a Jocelyne, acabando preguntando al hombre que todavía no se había presentado -Lo de Carlo y Stairway to Heaven... creo que más que la misma persona, creo que son en plan Joseph y Death Whispered o tu y Shooting Star: Carlo será el hombre, y el otro con nombre raro será una cosa rara que le sigue a todas partes- le seguí respondiendo a Jocelyne, y respecto a su última pregunta -Esperemos no llegar a ese caso- le dije.

Luego de responder a la chica, me gire a la mujer que no paraba de seguirme -Oye, puede que estemos juntos bastante tiempo, así que, si puedes hablar, ¿nos puedes decir tu nombre, por favor?- le dije algo molesto de que no hablara. Ya me esperaba no oír nada cuando escuché una voz femenina distinta a la de Jocelyne -No se enfade señor. Dark Paradise, ese es mi apelativo- dijo por fin la mujer. Pues al final no era muda, eso me molestó un poco más -Entonces puedes hablar. Si no eres muda... ¿porqué no me respondiste en la habitación? ¿o porqué no has hablado hasta ahora?- le pregunté. -Darle mi nombre hubiera derivado a una serie de preguntas continuadas a las cuales yo no tendría respuesta y cuya formulación nos hubiera mantenido una larga estancia en la habitación. Responder al burdo e ineficaz intento de cortejo de esa calavera hacía mi ser solo nos hubiera retrasado. No he visto necesario hablar hasta que usted se ha enfadado, lo cual lamento; si mi voz evita que os enojéis, hablaré siempre que vos lo deseéis- me respondió de forma muy correcta Dark Paradise. Joder, no me esperaba que fuera a hablar así, parecía una mayordoma -No estoy enfadado. Pero sí, me gustaría que respondieras- le dije.

Luego de esa charla con Dark Paradise, miré a Dagon -Una cosa... Nadie puede incinerar una botella con la mano. La cosa esa que se esta descomponiendo y te sigue... Tiene algo que ver, ¿no?- le pregunté a Dagon algo intrigado; a pesar de que ese tío seguía pareciendome un loco borracho, seguro que tiene respuestas -Que ya que entramos en eso... ¿que son esas cosas que nos siguen a todos?- le pregunté.

Habia salido de la habitacion, desorientado totalmente por el lugar en el cual me encontraba. "¿Que demonios? ¿Que es este lugar? No lo reconozco. " Pienso intentando ubicarme. Observo el cielo intentando encontrar la posicion del sol y asi poder ubicarme de una mejor manera, quizas incluso al observar la arquitectura de los edificios alrededor podria darme una idea basica de en que lugar puedo estar. Incluso puedo escuchar unas voces en la lejania... ¿Seran acaso las personas que me han traido a este lugar, o simples transeuntes? Tengo que explorarlo, ya que al final, es la unica opcion que tengo actualmente.

Me habia acercado de una manera sigilosa, reduciendo el sonido de mis pisadas de una manera en la cual no se escuche cada paso cuidadoso que doy. Pero para mi sorpresa, no parece ser un grupo peligroso. Hay unos tipos alli que parecen matones a mi parecer, pero alrededor de ellos... Hay mas cosas extrañas, como aquella cosa de armadura que parecia sacada del Infierno. Intento ignorar eso, ya que sigo pensando de que son los efectos de ese maldito olor, quizas una clase de droga... Incluso, puedo ser una clase de conejillo de Indias. Que molestia... 

Decido revelar mi identidad ante todos ellos, hablando de manera tranquila, mientras se podia escuchar mi acento frances. -Bueno, he de suponer que ustedes no son los malditos que han hecho que acabe en este lugar, ¿Cierto? -"Ya que si es asi, desde ya les advierto que les partire la cara uno por uno, menos a la mujer claro." Pienso en mi interior sin dejar escapar ninguna señal de mi notable enfado ni al hablar, cosa que no concuerda con mi tono de voz y las cosas que digo. -Me gustaria saber quienes son ustedes y mejor que nada, en que parte del mundo o el universo me encuentro. No he tenido un bonito despertar, y el cuarto de donde he salido apestaba de manera terrible, incluso creo que ese olor tenia droga eh. -Debido a que sigo teniendo estas malditas alucinaciones tan realistas... Pero bueno, que se le puede hacer. Espero no tener que lanzarme a los puños despues de levantarme, que no ando de humor muy en el fondo para contenerme.

Estaba claro que ninguno de los presentes era normal, cada uno en su propio estilo le daba cierta desconfianza. Dagon era quien menos confianza le daba pero al parecer conocía mucho más de lo que estaba sucediendo en aquella situación que todos los demás presentes, aquello debía ser un punto de inflexión marcado para sus decisiones. Kouhei, hasta ahora era el más problemático de todos, irracional e iracundo incitando a la violencia por parte del desconocido pero por sobre todo estaba siendo demasiado escéptico, el mismo estaba observado como criaturas se acomodaban junto a cada uno de los presentes y el hecho de que Dagon haya logrado desvanecer una botella de cristal solo con su mano demostraba que no era algo normal, ¿Truco de magia?, no me vengas con esas negligencias mentales, aunque lo que más le causo estrés fue el hecho de que entregara el rostro para un golpe, quizás el golpe no fuera lo más preocupante pero que pudiera convertir a seres organicos en polvo si lo era, él mismo había notado que su propio ente no era normal, había reparado su herida con facilidad además de producir explosiones a su alrededor, aquellas cosas que mencionaba el peliblanco debían tener algo que ver.

Por supuesto también se encontraba Jocelyne quien parecía ser la más amable del grupo pero no por ello generarle cierta desconfianza, ignoró el golpe en sus costillas debido a que se había fijado en el vidrió que llevaba el sujeto, no era de gran importancia para él ya que podía reducir a cualquier persona incluso con armas de fuego, para ello se había entrenado en las artes marciales mixtas precisamente. Notó como las cosas parecían calmarse pero la situación le seguía pareciendo extraña a más no poder, Jocelyne insistía en tratar de conocer a los demás y dar su nombre a diestra y siniestra, comenzaba a pensar que no había sido correcto haberse presentado ante la chica. Give me a break. Aunque el hecho de que estuvieran presentando incluso a sus entes le hizo percatarse de que tenía a un sujeto de tono azul a su espalda, el tamaño era impresionante y la inexpresión le dio cierta sensación de sabiduría aunque lo que más le sorprendía era el tatuaje en su frente. Eso es..Ya veo. Ahora entiendo. Se había percatado de lo que era aquel símbolo y aun cuando aquella criatura paranormal comenzó a cubrirse de un material negruzco pegado al cuerpo y volviera a estar casi en una especie de “Sello” el joven esbozo una leve sonrisa al mirarle. –Que interesante. –Dijo en voz alta mirando a su ente ignorando las presentaciones ajenas entre sí.

Las palabras de Dagon le sorprendieron aunque no le hicieron reaccionar visiblemente, mantenía la concentración como si estuviera resolviendo ecuaciones químicas y matemáticas. ¿Colaboramos con nuestros…? Mierda, cada vez que empiezo a entender algo surgen nuevas interrogantes. No podía aguantar demasiado sin hacer preguntas y aunque otros ya empezaban a hacerlas éste vocifero con voz firme y la ancha espalda erguida. –Cuanto dramatismo. Dagon-kun. –Pronuncio ignorando la llegada de un nuevo integrante al lobby.  –¿Acaso tú no puedes ver a esas criaturas de las cuales hablan los demás? ¿Es gracias a ello que has podido hacerle ese efecto a la botella de cristal verdad? –Leon no mostraba atisbo de broma, no sentía que las cosas estuvieran para esas cosas y su seriedad combinaba perfectamente con lo directo que hablaba, estaba asumiendo muchas cosas y con las respuestas podría ir completando partes del rompecabezas con mucha más facilidad, quizás después se diera el tiempo de conocer a los demás, si es que sobrevivían a las cosas que sucedieran. 

La conversación con el borracho y los muchachos estaba avanzando a una velocidad vertiginosa, ademán de que un par de integrantes se habían unido a la loca fiesta. El truco de la botella estuvo bien, pero no tranquilizó a Giovanni, solo cuando la chica se dirigió a él dejó caer el vidrio.

-Me llamo Giovanni, pero todo el mundo me llama Vann, soy italiano.

La conversación continuó ya que aunque algunos ya se habían percatado de su presencia otros tantos tenían demasiadas preguntas como para darle importancia a un espagueti en USA. El hecho era que Vann también tenia muchas preguntas y ni una sola respuesta, se dirigió al borracho.

-Parece que tú sabes más que todos nosotros, ¿Nos vas a contar que son esas cosas? ¿Y por que yo puedo verlas si ninguna me sigue a mi?

El gesto de Dagon realmente no concordaba con el ambiente. Mientras visualizaba al atónito grupo, que solo deseaba respuestas de tan confusa situación, soltaba una pequeña sonrisa. Realmente disfrutaba de la situación, aun con lo que se avecinaba. En lo que escuchaba las preguntas de los presentes, apoyo todo su peso en una de las paredes de la Recepción, justo a un lado de la ventana en donde se podía ver un ambiente urbano que recordaba aquellos pueblos americanos que no aparecían en el mapa. Bostezo por un pequeño instante para preparar su nuevo comentario.

-Entiendo que tengan inquietudes, nadie estaría conforme si un ente extraño lo siguiera a todos lados, no es así?-Pronuncio lo más relajado posible, casi como si conociera al grupo desde hace tiempo-Les daré un breve resumen, esas cosas que los siguen a todos lados son llamados Stands, la materialización física del espíritu de una persona. Esos "entes", son su alma y por lo tanto, son ustedes.

No se podía pensar más que Dagon estuviera familiarizado con la situación. Había soltado una pequeña descripción de lo que eran estos guardaespaldas espirituales, dando la impresión de conocer el tema desde hace tiempo. De hecho, llegaba a ser extraño que hubiera dado aquella información sin pararse a pensar ¿Podía ser que ya lo tuviera preparado? No importaba mucho, Dagon en el fondo sentía un gran alivio al ver como se comportaban sus nuevos aliados, tal vez con su ayuda podría escapar del infierno en el que había estado atrapado durante tanto.

-Han visto que hayan actuado de forma extraña? Han hecho algo en particular que desafié a la lógica? Sus Stands tienen la peculiaridad de, además de tener una forma física, desarrollar una habilidad concordante con la personalidad de su usuario. Aunque claro, no siempre tienen algún aspecto. A veces, simplemente se desarrolla una habilidad en concreto-Declaraba Dagon a la par que señalaba a Giovanni con su dedo índice-No te sorprendas, con tal de haber manifestado la habilidad, podrás ver al Stand de cualquier persona mientras esta lo manifieste.

Pero, sin aviso alguno, el sombrío muchacho cambio su expresión a una con los ojos abiertos como platos, mientras medio abría la boca casi como si hubiera perdido el aliento. Este gesto le duro un momento hasta que adquirió un tono serio, algo prácticamente ilógico puesto que se había bebido una botella entera de Whisky. Se incorporo de la pared en un acto casi de reflejo mientras observaba a los reunidos, atravesándolos con una mirada casi militar. Camino lentamente hacia la puerta y justo antes de llegar a la salida, dio un giro de 180 grados para dar lo que sería una mala noticia.

-¡C-Carajo!-Recito, mientras fruncía el ceño y se mordía el lado derecho del labio-Hay...Hay que salir de aquí.

¿Qué era lo que alteraba a Dagon? En el entorno no había nada en particular que le pudiese causar tal estrés. Por la ventana no había nada más que calles vacías en donde solo rondaba polvo. Este se altero cada vez más, llegando al punto de que una de sus venas se dilataba en su frente.-¡Porque demonios tenía que venir el maldito Aaron!-Declaraba mientras adquiría una pose defensiva, al tiempo que la misma silueta oscura que había mostrado hace un momento, siguiendo la costumbre de adquirir la pose de su usuario, se manifestaba a su lado y surgiendo de un manojo de sombras de la espalda de Dagon.

Se mantuvo con serenidad durante la explicación del contrario, al parecer sonaba un poco más amable y menos intimidante que antes, aquello le relajo debido a que no tendría que atacarle con todo lo que tenía. Le siguió con la mirada en lo que se posicionaba al lado de la ventana. Al escuchar que aquellas cosas se llamaban “Stand” y que eran la representación del alma se le hizo algo poco normal pero no quedaba otra cosa más que creerle, ya se había asegurado de que no estaba soñando ni tampoco estaba muerto. Miro de reojo a su acompañante quien yacía con los brazos cruzados mostrando solo la parte superior de su cuerpo, si aquello era verdad entonces muchas hipótesis se venían a su cabeza cada una con más argumentos que la otra y por un momento sintió como si todo estuviera intentando encajar en una sola gran teoría.

Se cruzó de brazos y llevo su mano derecha hasta su mentón sin notar que su “Stand” le copiaba en cada acción que realizaba incluso cuando se llevaba la misma mano hasta uno de los rizos blanquecinos y realizaba aquella manía que tenía al pensar aunque el Stand parecía jugar con el aire al no tener cabello. –Ya veo. Entonces eso también explica él porque algunos pueden hablar y otros no. –Movía la mano derecha cada vez que pronunciaba alguna palabra de manera bastante expresiva, su Stand le imitaba como si fuera una especie de mimo molesto. También miraba de reojo a Jocelyne con Shooting Star que al parecer habían entablado conversaciones y el chico de cabellos blanquecinos quien al parecer no podía controlar el hablar de su Stand, eso quería decir que sus personalidades más profundas se veían representadas en sus criaturas.

Sin duda aquella información era privilegiada para ellos y que Dagon la estuviera entregando así sin más era una muestra de que iba en serio con aquella especie de amistad. Miro también a los demás presentes pero las palabras de Dagon continuaban y volvió a centrar su atención en éste. Escucho atentamente cada uno de los detalles que explicaba y por poco sintió como si tuviera más poder del que podía controlar, su interior se estremecía por las posibilidades que le brindaba su Stand. Mantuvo la compostura y mirando a los demás presentes el muchacho de metro noventa y dos centímetros realizo una leve reverencia con una sonrisa en los labios a la par que les saludaba a quienes aún no conocía. –Perdón mi falta de educación pero no sabía si podía confiar en ustedes o no. Pero viendo que todos están en la misma situación creo que puedo confiar en ustedes. –Cerraba los ojos y mostraba ampliamente las perlas blancas en su boca mientras las mejillas se acaloraban levemente por la emoción de antes. –Mi nombre es Leon Furika—Se detuvo de golpe cuando el grito de Dagon se escuchó. No supo muy bien como reaccionar cuando escucho que debían salir de aquí pero si el sujeto estaba en lo correcto entonces no podían permitirse dar un paso en falso. Dio simplemente un par de pasos para colocarse un par de metros por delante de Jocelyne a la par que su Stand aparecía frente a todos en la forma azulada casi etérea imitando la pose de manos que tenía Leon en ese momento, con su mano derecha un poco más atrás de la izquierda a la par que respiraba lenta y profundamente mientras el ambiente comenzaba a enfriarse lentamente como si el calor se estuviera esfumando poco a poco, Leon había indicado a su Stand que realizara esta acción, si bien no era algo molesto si se podía notar como las respiraciones exhalaban un notorio vapor de las bocas. -¡Dagon! No tengo idea quien sea ese Aaron, pero al parecer es peligroso. ¿También tiene un Stand? –Realmente lo que quería saber es si juntando todas las habilidades de los tipos presentes serían capaces de enfrentarse a ese sujeto o si la mejor opción era escapar del lugar, por lo que el peliblanco había dicho los Stand eran las representaciones de sus personalidades además de poder adquirir una habilidad, no sería difícil de asimilar el que existieran habilidades fuera de su imaginación y quizás incluso ahora mismo estaban dentro de una de esas habilidades. –Jocelyne-san. Joseph-kun. Kohei-kun. Vann-kun…Preparense. –Repaso los nombres de cada uno como si intentara conocerlos un poco mejor, al menos a quienes habían dado su nombre hasta ahora, se preguntaba si habrían comprendido todo o si incluso hubiesen comprendido la habilidad de sus propios Stand. Al menos Leon pudo entenderlo luego de observar al suyo y escuchar la explicación de Dagon. 

Vaya, al parecer... No soy el unico que ha sido traido aqui en contra de su voluntad, lo puedo notar ahora que estoy cerca. "Estos tipos tienen muchas dudas, pero... ¿Un ente?" -Entonces, mi mirada se torno inexpresiva, intentando analizar toda la situacion en un instante. ¿Esas cosas que estoy viendo no es parte de una alucinacion causada por el olor de ese maldito cuarto? Observo a mi alrededor, y no pude evitar sorprenderme al ver a aquel "caballero negro" detras de mi, observandome fijamente. -¿Acaso has estado detras mio todo este tiempo? -Le pregunto, mas este no responde ni una sola palabra. "Que callado". Es lo que pienso, pero venga... ¿Que se supone que es esto? Si no es un sueño, entonces me he metido en el lado oscuro de lo normal. -Asi que este tipo representa mi alma... -Eso se supone que yo puedo controlarlo, ¿Cierto? Una leve sonrisa de emocion se esbozo en mi rostro, no conozco lo que puede hacer esta cosa, ¿Alguna habilidad especial? ¿Algo raro que hayan hecho? "Venga, como que es normal el hecho de poder ver ahora representaciones de nuestras almas... Tendre que cambiar mi significado de la palabra "normal". "

Observaba al tipo con el mechon blanco en el rostro, incluso su "Stand" le estaba imitando, asi que decido imitarlo yo tambien y observar a mi Stand mientras hacia leves movimientos con mi mano derecha, y claramente este tipo lo imitaba. Aumentando los movimientos, el tipo parecia que seguia todo lo que hacia. "Vaaaaayaaaaaa..." Mi emocion cada vez era mayor, incluso habia olvidado un poco el hecho de que estaba de mal humor por todo esto.

Al escuchar hablar al tipo del mechon, revelo su nombre. Pude notar algo peculiar en el... Y es que parecia un poco emocionado. "¿Habra experimentado la misma emocion que yo? Interesante. " Pienso con un rostro sonriente, mas cuando intentaba hablar, el grito de Dagon me hizo tomar una posicion ofensiva, observandolo fijamente con una mirada firme. -¿Aaron? ¿Acaso es uno de los tipos que nos ha metido en este lugar...? -Pregunte, retomando una vez mas el deseo de romperle la cara a los causantes de todo esto. Observe la postura de Leon, "este tipo sabe pelear, su postura lo delata" Pienso mientras observo de reojo a mi Stand, no conozco aun su habilidad. Decido acercarme un poco a Leon mientras mi Stand hacia su aparicion colocandose enfrente de los demas, relativamente cerca del Stand de Leon. Solo hubo una cosa que me molesto un poco, y fue el maldito frio que aparecio repentinamente. Que incluso al inhalar podia ver mi propia respiracion. ¿Esto sera el poder del Stand de Leon? ¿El poder controlar la temperatura? No debo de hacer conclusiones muy rapido, quizas su habilidad sea mas extensa... -Bueno... Al parecer todos estamos del mismo bando, asi que supongo que es un gusto conocerlos. -Dije con una sonrisa de emocion ante esto, parece que tendremos una clase de combate, pero... De una forma muy bizarra. -Me llamo Alexander Ivvònte. -Y justo al decir mi nombre, me colocaba en una posicion de combate basica de muay thai al igual que mi Stand... Pero era extraño. De cierta manera, me sentia mas liviano de lo normal... Como si la gravedad se hubiera reducido levemente. "¿Que demonios significa esto...? Bueno, no importa, podre pensarlo despues. " Dije cuando lance un puñetazo al aire, y sin duda alguna, fue mas rapido de lo normal. Ya veo... Quizas podria tener una idea basica de esto. 

Intéressant.