Partida Rol por web

Emily estaba viva y eso... fue lo que más me animó. Pero tener todos aquellos recuerdos en la cabeza, lo que había hecho, a... todos ellos, era horrible.

No sabía cómo reaccionar ante ello.

De repente, Gordon se puso delante de mí, con su miembro goteando, y me lanzó una bofetada que hizo que me cayese al suelo entre lágrimas y un intenso dolor.

-Yo.... no sé por qué -gemí, mientras me tocaba la mejilla, que me ardía -. ¡NO SÉ POR QUÉE! ¡NO HA SIDO CULPA MÍA!

Estaba cerca de una de las cápsulas, así que me arrastré hacia ellas y me acurruqué mientras lloraba. Deseaba morirme. No comprendía cómo era posible que yo hubiese hecho todo aquello; desconocía la razón.

Pero todo el mundo me odiaba y yo... no deseaba estar allí. No podía permanecer allí. 

Connor había evitado mirar a Evolet, el rostro que tenía ahí era incluso peor que el que le había estado mirando por horas mientras estaba encerrado. Incluso estuvo charlando con el cadáver de la reina, todo para intentar despejar su mente, para no derrumbarse ante la creciente seguridad de que moriría solo y abandonado. Incluso el fétido olor era idéntico, solo que en este caso no había un montón de insectos queriendo comérsela. Así que se entretuvo intentando abrir la puerta de la única forma que sabía: usando la fuerza y algún insulto entre dientes.

-Está cerrada- evidenció lo obvio con frustración, para luego darle un suave golpe con su pie desnudo al metal. Miró el panel intensamente, esperando que alguna idea acudiera a su mente, permitiéndole descubrir el código. Incluso usó su aliento para verificar si se veía alguna marca o lo que fuera.

Se giró justo para ver la reacción de GG y el golpe hacia Aimee… resultaba menos satisfactorio cuando no era una perra homicida sino la misma chica de siempre. Quizás era porque en realidad, no había ninguna consecuencia real sobre lo ocurrido. Aunque Evolet sí que estaba muerta, pero parecía mas bien que murió de miedo. Como si fuera una víctima del bueno de Freddy.

-No estás muerto GG, no tengo la pierna rota, nadie está herido… Nada de lo que pasó fue real- y al decirlo en voz alta se sintió un poco mejor. Solo un poco. Porque aún no tenía idea de cómo era eso posible, no existía nada parecido, que supiera, capaz de recrear la realidad-. Así que pensemos que algo nos obligó a hacer eso… como durante la noche- desvió la mirada, tenía que cambiar de tema-. ¿No hay cámaras? ¿Comunicadores? ¿Algo para vigilar desde afuera que… los que están encerrados estén bien?

Todo eso parecía caro, así que deberían cuidarlo de alguna manera. Y estaba el hecho de que había gente viva metida en tubos.

Dwight reprimió sus ganas de vomitar al ver el cadáver de Evolet. Quizá se debiera al desconcierto de que acababa de despertar o al hecho de que en esos momentos consideraba a Jackie su nueva diosa, pero lo cierto es que no dio demasiadas muestras de sentirse afectado por la defunción de Evolet.

El nerd se aproximó hasta la puerta para intentar ayudar a Connor. Necesitaban un código de acceso y, teniendo en cuenta las circunstancias, era poco probable que adivinasen de cuál se trataba. Se disponía a indicarle al atlético afroamericano que siguieran la idea de Troy cuando escuchó con claridad a Gordon y el sonido de la bofetada a Aimee, haciéndole caer al suelo entre lágrimas.

-Disculpa un momento. Tengo que hacer una cosa -le dijo a Connor, apartándose de él.

Sin más, Dwight se aproximó hasta Gordon y, según se acercaba a la puerta, le pegó un puñetazo en la cara. De inmediato, el empollón dejó escapar un grito, dolorido, sin saber si el golpe le había dolido más a Gordon que a él.

-Eso es por abandonarme en medio del bosque después de que saliéramos a buscar ayuda -le espetó, de mala gana. Se la debía desde hacía horas-. A saber si no fuiste tú quien provocó la muerte de Evolet...

Recibí el amago de puñetazo del nerd, no podía quitarle su parte de razón pero me iba a guardar el guantazo que le quería dar hasta después de salir de allí, no sea que para salir de aquel cuarto nos preguntasen las valencias de elementos químicos o alguna mierda así. 

- Pensaba que con dejarme morir ya te habrías desquitado, capullo.

Contestando a la perorata de Connor sobre lo que es verdad y lo que no solo pude responderle lo que mi propia cabeza gritaba.

- No sabíamos que era una... Una mierda de realidad virtual, los actos ahí dentro eran tan reales como pueden serlo aquí fuera ¿Y quién nos dice que esto no sigue siendo una mierda de simulación como esa?

No fue hasta después de decir eso que junté las fuerzas para ojear la cápsula de Evolet. Al final si que me había follado a una muerta, mecagoenmiputavida. Aún así mi mandíbula se movía como tratando de formar palabras que no iban a salir de mi boca, la concatenación de las sílabas del nombre de Evolet en un loop lastimoso. ¿Qué nos ha pasado, nena? ¿Qué nos ha pasado?

Escuché a Aimee llorando y traté de convencerme de que era yo quien lo hacía, por aquella calientapollas que no iba a volver a abrir los ojos.

El golpe de Dwight sobre Gordon fue sorpresivo, no esperaba ni en los más raros sueños que tuviera las agallas de golpear a alguien que podría aplastarle con un dedo. Se encogió de hombros, que arreglen sus cosas como quieran, solo pretendía salir de ahí.

-¿Y si toda tu vida fue una simulación?- le dijo a Gordon extendiendo sus brazos-. No lo sabes. Nadie lo sabe y no me voy a poner a filosofar sobre ella. Quiero salir de aquí. Con suerte algún tipo nos dirá la verdad- dijo esto, se giró y comenzó a aporrear la puerta como un lunático-. ¡ABRAN LA PUTA PUERTAAAAA! ¡QUIERO SALIR DE AQUÍ!

Si no podían abrir eso por sus propios medios, alguien de afuera debería. No había cámaras, intercomunicadores, nada, solo esas capsulas y un montón de gente desnuda, pringosa y confundida. Le hizo una señal a Troy y Gordon.

-Si alguien responde, estén listo si se ponen violetos- haría de cebo en caso de ser necesario, quizás con algo que hacer dejarían de discutir.

-¿Dejarte morir? -Dwight enarcó una ceja al escuchar a Gordon, extrañado, puesto que estuvo taponando la herida junto con Troy usando una camisa-. Claaaro, ¿y eso sucedió cuándo?

El nerd estaba hastiado, molesto. Después de haber sido violado, haber luchado por su supervivencia hasta quedar hecho un guiñapo o haber tenido que liberarse de sus ataduras estando en una furgoneta desnudo, le había perdido todo miedo a Gordon Gibbs.

-Voy a probar una cosa -le dijo a Connor, situándose junto a la puerta.

Acto seguido, examinó el acceso electrónico de la puerta, pulsando únicamane el número "1" varias veces para comprobar de cuántos dígitos requería el código de acceso.

Troy observo lo que pasaba divertido. Necesitaba un clicle. Su boca empezó a hacer el gesto de masticar pues empezó a salivar. Le gusto ver como Gafas le pegaba un golpe a Gordon. Había incoherencias entre las historias de ambos. Amplio la sonrisa cuando el Gafas se hizo el héroe diciendo que intento salvarlo, el recordaba muy bien como se había quedado mirándolo, y el había tenido que forzar al pequeño para que hiciera alguna clase de primeros auxilios luego de fallar el los suyos propios.
“Ahora habia intentado salvarlo”
Abrazo a Emily contra si, acariciando los cabellos de la morena. Aun sentía alivio de verla sana y salva luego de que la camioneta de Dwight con el adentro dando indicaciones lo atropellara para raptar a la chica.
- Deja de hacer ruido, Connor. No quiero abrir esa puerta aun. Abramos alguna de las capsulas, a lo mejor saben algo. -

El código de acceso requería cuatro dígitos en un teclado de 10 números. Al pulsar el cuarto, un sonido desagradable indicaba que habías introducido el código incorrecto, reiniciando de nuevo la pantalla.

Mientras Dwight comprobaba el panel, Troy se acercó a las cápsulas. Había cinco cápsulas ocupadas, aparte de las vuestras (e incluida la de Evolet), y en todas ellas sus ocupantes estaban vivos. En una de ellas había un hombre de unos cincuenta años; en otra una mujer de unos treinta; en la tercera una anciana que vendría a tener unos setenta años, en la cuarta un hombre de unos ochenta años y en la última un niño de unos diez.

Mientras Troy me abrazaba me pegue a su cuerpo buscando su calor y su proteccion. Por alguna razon todo se desvanecia cuando estaba a su lado y eso me dio  tiempo para analizar y tratar de comprender.

Pero Troy, una vez mas, tenia razon.

- El doctor......

No podia ser mas claro. El era el culpable de todo.

- Veras en nuestra retorcida experiencia ese doctor es un psiquiatra o algo asi, y nos trato a Aimee y a mi, estoy segura que debe estar relacionada, quiero decir relacionado con todo esto.

Mi memoria me golpeaba recordandome la tortura y el placer que ella o el, es decir el doctor me habian hecho sentir.

- Veras, el me dijo que Aimee me necesitaba y queria ponernos a nosotras dos en contra de ustedes, pero no se porque!!!!! No lo entiendo?

Todo parecia ser parte de un buen plan siniestro que al final no terminaba de entender. Y las capsulas tampoco tenian sentido. Esa instalacion debia de ser muy costasa para que un simple doctor secuestrara a tanta gente para experimentar con ellos.

Al soltarme de Troy me di cuenta de Aimee y fui a abrazarla. No dejaria que nadie mas la golpeara, en especial Gordon quien supuestamente habia tomado su virginidad aprovechandose del alcohol. Senti orgullo por Dwight despues de ver como lo golpeaba. Era algo que tenia ganas de hacer yo misma.

Tal vez podria hablar con Dwight acerca de lo que paso cuando me dispararon, pero ahora que nada de eso habia pasado realmente no tenia importancia.

- Vamos Aimee, quedate conmigo... Y me la lleve cerca de Troy o alejada de los demas.

La muerte de Evolet era tragica, pero nada podia hacer por ella. Jackie tendria que sobreponerse porque al parecer nuestras pesadillas aun no habian terminado.

-Va a ser imposible dar con la clave por azar -razonó Dwight, mientras observaba con detenimiento el teclado de diez números-. Existen diez mil posibilidades diferentes.

El nerd se apartó de la puerta y se sentó en el suelo en postura de meditación, con las piernas cruzadas mientras pensaba en una posible opción.

-Hay cinco cápsulas y cuatro dígitos -dijo, pensativo-. Esta gente probablemente se despierte igual de confusa que nosotros, sin saber nada. Dudo mucho que tengan más información que nosotros. Pero podemos hacer una prueba: intentemos abrir dos de las cápsulas. Si ninguna de las dos personas sabe nada de de códigos ni de lo que está pasando, habrá que buscar otra forma de abrir la puerta.

El cuerpo de Evolet cayó de la cápsula cuando esta se abrió. Un hedor incomparable la acompañó, olor a muerte macerada, pero Jackie estaba cegada por el dolor y quería hacer algo por su amiga. Se inclinó sobre el cuerpo de Evolet y le tapó la nariz con una mano mientras inclinaba su cabeza ligeramente hacia arriba, tal y como les habían explicado alguna vez en el instituto. Abrió la boca para introducir aire en la de Evolet, pero la peste a podredumbre que salió de la boca de la abeja reina hizo que Jackie, en vez de soplar aire, vomitase irremediablemente sobre la cara de Evolet. 

Los ojos de Jackie dejaban claro el sentimiento que recorría su cuerpo entre convulsión y convulsión, mientras lo que pudiese tener en su estómago se desparramaba sobre su adorada amiga y referente. ¿Estaba vomitando sobre Evolet?¡Estaba vomitando sobre Evolet! y el horror se gravó en su mente pero no pudo detenerse hasta que se echó a un lado, tumbada en el suelo y llorando.

-Puta mierda, puta mierda...-

Los compañeros exploraban la sala y trataban de descifrar el código de aquella puerta como si de un scape room se tratase. ¿Por qué iban a tener pistas en las cápsulas, o en las personas que todavía estaban suspendidas en aquel sueño inducido? Seguramente no habría nada de eso allí.

El código será alguna cosa de ese doctor de mierda, o el típio 1234, que es el que habría puesto yo.

Pensó mientras se pasaba el dorso de la mano por la boca para limpiarse de la bilis.

No entendió como alguien que estaba en las mismas circunstancias que ellos sabrían cómo salir de ahí. Pero no dijo nada, quizás tuvieran razón y al menos estaban haciendo algo. Lo que en verdad le interesó fue lo que decía Emily sobre el medico raro que les había tirado por el puente.

-Emily, cuéntanos todo lo que sepas de ese tipo- Connor se apoyó contra la puerta cerrada, mientras miraba sus muñecas, buscando alguna marca o cicatriz. Por un segundo se preguntó si aquello, en vez de ser una simulación, había ocurrido y en realidad fueron congelados o algo así durante mucho tiempo hasta que sanaron… pero Gordon había muerto-. Tú también Aimee.

Era difícil hablarle cuando no dejaba de imaginarla con los ojos negros de locura y con un cuchillo en la mano, mirándole como si fuera un pedazo de filete. Pero se las arregló para no parecer hostil, después de todo, parecía afectada en verdad por todo lo que hizo o le hicieron hacer. Entonces Jackie, en una muestra más de su enfermizo amor por Evolet, intentó darle respiración boca a boca a su cadáver. Connor se giró para no ver eso, pero el propio sonido de los vómitos y la imagen del cadáver de Evolet bañado en esos fluidos evitaron que pudiera evitar sentir como la bilis subía por su garganta. Por suerte de ahí no pasó y con un sonoro sonido de tragar, controló su cuerpo.

-¿Y cuando les dijo que debían ir en contra de nosotros? ¿Antes de la cabaña? – ahora tenía en la mente a Evolet desnuda, la Evolet muerto y siendo comida por los insectos, la Evolet muerta y bañada en vómito, costaría despejar esas imágenes de su mente.

Yo miré a Connor y a Emily. Recordaba al doctor, pero... no habíamos vuelto a verle en mucho tiempo.

-Yo... solo sé que nos trató a ambas, pero nada más. Hace varias semanas que no voy a su consulta y no... no entiendo qué tiene que ver con esto.

Estaba bloqueada. Me sentía completamente incapaz de pensar y de entender lo que había sucedido, pero mucho menos lo que estaba ocurriendo en ese momento. ¿Dónde estábamos? ¿Por qué estábamos allí?

El doctor... no tenía nada que ver con todo aquello, o yo no lo creía al menos.

-Emily, no me dejes -le dije, abrazándome a ella para no soltarla -. Yo solo... quiero irme a casa.

Genial, ahora estar muerto se me antojaba más relajado e interesante, no recordaba al cuatrojos tratando de salvarme, pero puede que el estar muriendo cause que tengas una perspectiva diferente de lo que te rodea. Me quedó claro que Emily y Troy disfrutaron enormemente del amago de caricia que me había hecho Dwigh, quien posiblemente tendría una pequeña erección completamente imperceptible debida a su gran momento. Puede que Connor tuviese razón y todo fuese un simulacro, pero precisamente por eso no era menos interesante para mi, era lo que había vivido hasta despertarme, lo poco que podía saber antes de tener que enfrentarme a las mierdas que nos esperasen a la vuelta de la esquina.

Dejé que el resto se abrazasen, llorasen, clamasen a santa mierda e hiciesen pruebas con el teclado de la puerta. En ese momento no podía desear más estar lejos de aquellas personas, pero supongo que para conseguir tal objetivo tendríamos que colaborar para tratar de salir de allí.

-Puta mierda, puta mierda...- Repetí con la misma cadencia que la rubia.

A ver si yo entiendo correctamente, Emily nos invito a la casa de su familia, donde nos divertimos bastante. Luego, alguien, que desconocemos, nos drogo, metiéndonos una mezcla de rufies, y viagra, y nos quedamos dormidos luego de ponernos a tope. Ahí supongo que es cuando nos abdujeron y nos metieron en este lugar. Lo ocurrido posteriormente no ocurrió.
Eso significaba que los tantos que se habia marcado con la morena y las dos rubias, contaban. Lo puso un poco mejor.
Esto es lo que yo hice, Desperté, averigüe que habia pasado, Aimee no despertaba, la lleve bajo la ducha, Gordon me ayudo, no despertó, Emily despertó, le indique que todos habíamos sido drogados con las bebidas, ella se indigno, Connor, Gordon y Gafas se llevaron afuera a Aimee, a ver si conseguían ayuda. Las chicas se encerraron en el baño. Con Emily fuimos a buscar ayuda. La camioneta de Dwight sale de la nada y me atropella, bajan dos capullos de la gasolinera. Quedo en el suelo, raptar a Emily, me dan por muerto. Intento subirme a la camioneta, tropiezo, se escapan. Intento seguirles el rastro, no puedo, vuelvo a la casa, junto cuchillos, y viene la camioneta con mas capullos.
Nos disparan, salgo por la ventana, embosco a uno de ellos, uno amenaza a Dwight, le digo que lo matare igual, se rie por haberlo humillado y lo reducimos con el gafas, lo dejamos maniatado, le quito el arma, pero el otro esta armado tambien, Gordon corre como un loco contra el armado, lo derriba y le clava el cuchillo, Aimee corre y lo deguella, y se va corriendo, intento detener la hemorragia, pero no puedo, Jackie recien sale de la casa, se junta con el Gafas, y me meto al galpon donde escucho pedido de ayuda de connor. Casi ingreso y me sale otro capullo y la madre, que creo es también la madre de Aimee, y me intentan matar. Lo mato al tio, me fallan los disparos, y le pego un buen tiro a la madre, pero no la mato, me toma por sorpresa y me reduce. Luego, me despierto, Jackie mata a Aimee, connor aparece y la remata y nos subimos a la camioneta del tio y salimos aquí. Como pueden ver, mi comportamiento ha sido justificado en todos los aspectos. Ahora nos enteramos que el Psicólogo que trata a Emily y a Aimee queria castigarnos de alguna clase y fue el que sugirió la invitación.
Por eso sugiero, y no sin cierto pesar, que Aimee, lo siento, pero no se puede confiar en ti. De modo que si quieres venir con nosotros puedes hacerlo, pero deberás estar supervisada y … atada yo creo. Lo siento, nena, pero eres un peligro

En aquellos instantes, cualquier cosa que hicieran o dijeran me daba lo mismo. Me sentía fatal; peor que eso. No entendía cómo ni por qué había hecho aquellas cosas, pero las había hecho, lo sabía.

-Yo... haced lo que queráis. Si no confiáis en mí... adelante, atadme. Yo... tampoco lo haría. Pero vámonos de aquí. Vámonos ya, por favor -les dije entre lágrimas, rezando porque aquella pesadilla acabase y todo fuese... pues eso, una pesadilla. 

Además, aquellas cápsulas, con aquella gente, todo era tan... extraño y surrealista. No entendía cómo habíamos llegado allí ni cuándo. Qué yo supiese, jamás había pisado aquel lugar antes, me acordaría... o eso suponía, claro.

-L-la puerta. Abrid la puerta ya. ¡Cómo vamos a irnos a ninguna parte... SI NO PODEMOS SALIR DE ESTA MALDITA SALA! -grité con todas mis fuerzas, desesperada, hundida y completamente confundida -. Además. ¿Quién nos dice que uno de vosotros no ha sido quien ha montado todo esto? Yo no he matado a nadie porque estáis aquí. Ha sido todo un maldito sueño. ¿Y-y si esto también lo es? ¿Y si esto... también... lo es?

Sabía que era una inadaptada chiflada

Pensó Jackie mirando a Aimee tras escuchar el resumen que había hecho Troy y ella todavía no se había parado a cuestionar. Aunque tal vez nunca hubiesen estado en ninguna cabaña, ni siquiera se conociesen en verdad, solo de fantasías y sueños.... Pero estaba segura de que por muy reales o falsos que fuesen sus recuerdos y vidas, si una cosa resultaba indiscutible, era que ella pertenecía a un estatus superior al de muchos de los presentes, y no solo se trataba de dinero, si no de lo más evidente: clase y virtudes otorgadas por la madre naturaleza. Eso nadie podía negarlo ni cambiarlo. Así que era lógico que Aimee fuese la pirada y ¡además hija de la pueblerina cateta madre de los asesinos paletos del pueblo! ¿Pero cómo no le habían visto el parecido antes? Ahora se le antojaba evidente.

Esa mirada, esos dientes...

-Pero ¿por qué un psicólogo o psiquiatra, mejor dicho, querría vengarse de nosotros? A mí ni me conocía, y además, ¿porque iba a odiarme nadie?-

Envidiarla sí, todas las chica menos Evolet. Desearla también,  todos los chicos, sin excepción. Pero eso no debía llevar a nadie a querer matarla, si no más bien a suicidarse por no poder ser como ella o no lograr su atención. Eso estaba claro.

-Si no hubieseis tocado ya la pantalla mil veces, quizás pudiésemos haber visto dónde la habían tocado los dedos asquerosos del maniaco que nos hizo esto- sentenció con aires de marisabidilla. No tenía en realidad ni idea de si tenía o no razón, pero de haber restos de la mierdecilla propia de los dedos en la pantalla al menos sabrían qué números eran los que debían pulsar, ya solo quedaría descubrir el orden.

- Y no griteis tanto o se darán cuenta de que hemos salido de las capsulas-