Partida Rol por web

Nessa parece tranquilizarse un poco... y cuando su respiración se calma de nuevo, suspira.

Mira como te has puesto. En cuanto has sabido lo de tu padre, te has metido de cuatro patas en el asunto sin saber el riesgo que corres. ¿Crees que a tu padre le habría gustado que te pusieras en peligro así porque sí? Al menos mientras él estuvo... con nosotras, no quiso ponerte en peligro. Yo... no hace mucho que descubrí como iban todas estas cosas... fue la noche que encontramos a Hunter, pero... Tampoco quise decirte nada. Entendí que saldrías por la noche a buscar daimons como si de una cazadora te trataras. Por eso no me arrepiento de habertelo escondido. Lo que sí siento... es haberte ocultado lo... lo que soy. Al principio tenia miedo y luego ya se convirtió en un circulo vicioso... porque podrías enfadarte si te lo decía después de tanto tiempo y prefería no contartelo... y así sucesivamente.

Vuelve a usar su tono de voz tranquilo y suave de siempre. Vuelve a ser la Nessa que piensa con la cabeza fría. La Nessa que piensa en sus seres queridos. Es decir, Megan y Sean.

Frunce el ceño y la mira seria.

Lo siento, Nessa, pero voy a hacerlo. Supongo que si fuera Sean al que le hubiera pasado eso lo verías de otro modo. Mi padre quería iniciarme, pero no le dio tiempo, por eso me apuntó a los entrenamientos desde tan pequeña. Pero ya no soy tan pequeña, Nessa, aunque sea impulsiva y esté un poco zumbada no significa que no pueda decidir mis propias decisiones. Ojalá me lo hubieran contado antes, no habría tenido una opinión distinta.

Luego calma la expresión de su rostro y le da un golpe en la frente con el dedo índice.

Eso no quita que no me hayas estado escondiendo cosas... yo siempre te lo he contado todo. No estoy enfadada, pero me da rabia que lo hayas hecho... y no tú, sino todos.

Los demás lo hacían por tu bien. Tu padre quería iniciarte, pero no antes de que estuvieras preparada. Si te hubiera contado algo antes, habría tenido que adelantarlo todo... y eso era ponerte en peligro. Por favor... no te sientas mal por ello. Estoy segura de que tu padre... solo esperaba el momento indicado para tu seguridad...

Baja la mirada y suspira.

En serio, Meg... ¿No podríamos seguir una vida pacífica y tranquila como hasta ahora? La mira de reojo, seriamente... hasta que termina sonriendo de medio lado. Megan ha ganado la batalla. No, supongo que no puedo pedirte que encontremos el cristal, se lo demos a ellos y que todo vuelva a ser como antes.

¿Y cuándo voy a estar preparada? - señala todas las copas y las medallas que tiene en el mismo salón expuestas en vitrinas - Venga ya, Nessa, si mi padre no me inició ya es porque estoy convencida que lo ha estado intentando retardar lo máximo que ha podido para no meterme en follones. Estoy segura que no me lo hubiera contado jamás, esperando que "estuviera preparada". Mi padre, como todos los padres, me veía como una pequeña e inocente mujercita.

Pero finalmente sonríe de oreja a oreja y coge a Nessa de los hombros para abrazarla y levantar el puño.

¡¡¡Yupie!!! ¡Vas a ver que bien lo pasaremos! ¡Vamos a ser las mejores guardianas del mundo mundial! ¡Y encima vendrán a buscarnos para pelearnos! ¡Es genial! ¡Solo faltaría que nos pagaran por ello!

Nessa parece apunto de echarse a llorar... pero no de pena o de culpabilidad. Sino de resignación. ¿Por qué? ¿Porqué a ella? Si llevaba años evitando hablar más de lo necesario con los dark hunters con los que trataba su abuelo, precisamente para no meterse en el ajo... ¿Por qué tenía que terminar metida en él? Ni siquiera había estado entrenando lo suficiente sus habilidades... no estaba preparada. Ni por asomo.

Se pasa las manos por la cara y se echa hacia atrás el pelo. Bueno... no tenía más remedio.

Que los dioses nos ayuden, porque no sé como saldremos de ésta...

Juntas. - responde mirando a Nessa con una verdadera sonrisa - Como siempre.

Le da un sonoro beso en la mejilla y mira a los dos dark hunters.

Bueno, ¿va a tardar mucho vuestro amigo? Si me lo decís antes compro un par de botellas de algo y un pica pica - dice con rintintín, e irónicamente...

De repente, sentís como la puerta de la entrada se cae hacia dentro.

Esto es un verdadero desastre. Dice una voz entrando por la puerta.

Un hombre de pelo largo, con la piel dorada por el sol y unos ojos verdes como las mas bellas de las esmeraldas hacen su entrada con una sonrisa.

Tu... Lobo, deberías cubrirte con algo más que un cojín... y tu, rubito... el azul te queda muy bien.

Nessa vuelve a sonreir de medio lado a Megan... hasta que el ruido de la puerta vuelve a llamar su atención. ¿Es que se habían puesto de acuerdo todos para cargarse la casa de su amiga?

Ya estaba preparando una de sus miradas fulminantes cuando entra el tal Tracio.

Vaya, vaya... no está mal... Se olvida al instante de la mirada fulminante mientras observa el color verde de sus ojos. Y una sonrisa de satisfacción ilumina su cara cuando lo oye dirigirse a los otros dos como lobo y rubito. Claramente podía haber escogido adjetivos más apropiados como chucho y musculitos, pero no había estado nada mal, no.

Se cruza de brazos observando a los demás, aunque le era dificil apartar la mirada de aquellos ojos esmeralda.

¿Así que habéis montado una fiesta y no me habéis avisado? Después decís que sois amigos mios. Dice el nuevo Hunter que acaba de llegar.

A ver... si no me equivoco, ella es Nessa y ella es Megan... ¿estoy en lo cierto?

La venita de la frente de Megan se hincha al escuchar caer la puerta. Y fulmina con una mirada a Wulf, sin importarle que esté en bolas.

Espero que antes de que salga el sol y te vayas a tu maldita casa me arregles la puerta. Ya sabéis, nadie quiere que los daimons me secuestren para que les diga donde está el cristal - dice poniendo cara de emoción, aunque sigue enfadada.

Mira entonces al chico nuevo que ha llegado, y le da un codazo a Nessa al ver su cara de embobada.

En efecto, ella es Nessa y yo soy Megan. - responde con una sonrisa chulesca.

Se pone una mano delante de la boca y se acerca hasta la oreja de su amiga. - Es tu tipo.

Vale. Mi nombre es Kyrian y estoy de paso por la ciudad para visitar a dos viejos amigos, que por lo visto, ya habéis conocido. Dice el Hunter con una sonrisa mirando a Megan y después a Nessa.

Y vosotros... ¿qué andáis haciendo? Me ha dicho Zeus lo de los cristales... ¿ya estamos otra vez con lo mismo?

Sí, otra vez. Son muy cansinos. Dice Talon mientras se acomoda el albornoz azul celeste.

Pero creo que lo podremos llevar bien el lobo y yo. ¿Vosotras que opináis?

Nessa devuelve el codazo a Megan, con suavidad, después de escuchar su susurro y suelta un suspiro cuando Talon pide su opinion...

A mí no me preguntes. No te gustaría mi respuesta. Sonríe luego de oreja a oreja con mirada angelical. Había pasado un mal rato hasta decidir que iba a ayudarlos... no. Que iba a ayudar a Megan. "Pero creo que lo podremos llevar bien el lobo y yo" ¿Y ahora las dejaban fuera del grupo? Si pudieran hacerlo ellos solos, no habrían insistido tanto...

Mira de reojo a Wulf pero viendo que el color de sus mejillas parece ascender de nuevo, desvía la mirada una vez más a Kyrian.

Se queda mirando a Talon y le enseña el tatuaje de su muñeca.

Según tú, esto es un mapa. Así que o nos pedís educadamente que os ayudemos... o Nessa y yo iremos a nuestro ritmo sin contar tampoco con vosotros. - se cruza de brazos y sonríe con auto suficiencia.

Kyrian mira a un lado y a otro, escuchando la conversación de los que allí se encuentran y sonriendo de lado.

Creo que te tienen cogido por los huevos, Talon. Bueno, no literalmente, pero bien cogido, si señor. A ver, Megan... Talon... Wulf... Nessa... os necesitáis, todos y cada uno. Da igual que ella tenga el mapa, ante un grupo de Daimons ya puedes tener contigo a la guardia nacional que si no tienes a estos dos para protegerte, estar muerta. Y ellos... bueno... ellos te necesitan por que eres la hija de un Guardian y nuestro deber es protegerte. Dice suavemente Kyrian.

Así que... ¿qué tal si os dáis la mano y hacéis las pases?

En ese momento, Talon le extiende la mano a Megan, mientras que Wulf, se la extiende a Nessa, dejando caer sin querer ( o no ) el cojín que le cubría sus partes.

Sí, muy bien... ellos se necesitaban. Nessa sólo estaba allí por Megan. Nadie la necesitaba... aunque ella necesitara tanto a su amiga.

Sonríe de medio lado una vez más. Ese Kyrian sí sabía como tratarlos.

Pero... en vez de alargar la mano hacia Wulf, se agacha antes, recogiendo la ropa del lobo que seguía tirada por el suelo y se la tiende hasta su mano, con los ojos cerrados y la cara girada hacia otro lado.

No pienso tocarlo hasta que no se vista. Exhibicionista... A pesar de sus palabras... su tono de voz la delata, dejando ver que no está enfadada... sino divertida.

Megan iba a añadir algo como: "yo no necesito a nadie para defenderme de estos rubios que parecen esculturas de la antigua grecia, sé defenderme solita". Pero mira de reojo a Nessa y por alguna razón decide estrecharle la mano a Talon... hasta que Wulf deja caer el cojín hasta el suelo.

La chica se lleva la otra mano, la que no está cogida a Talon, a la boca, y se echa a reír sin dejar de mirarlo...

¡Pero si está bien dotado, Nessa! ¿¡De qué te quejas!?

Y venga a reír.

Wulf sonríe, mientras coge la ropa que le tiende Nessa y comienza a ponerse los pantalones, quedándose sin la camiseta.

Después, le guiña un ojo a la morena mientras le tiende nuevamente la mano.

¿Así está bien? Dice el Hunter mientras espera con la mano tendida que la chica se la coja.

Ni sé si está bien dotado ni me importa.

Contesta a su amiga aún con los ojos cerrados y la cara girada hacia otro lado. Hasta que escucha la voz de Wulf diciendo que ya está. Entonces vuelve a mirarlo y estrecha su mano sin una pizca de sonrisa ni amabilidad en su mirada.

Podría estar mejor, la verdad. Pero no suelta su mano. La estrecha con seguridad pero con suavidad a la vez, mirándolo directamente a los amarillos ojos ahora.

Wulf te sonrie maliciosamente mientras te estrecha la mano y levanta una ceja.

¿Seguro que no quieres saberlo? Te dice mientras hace un poco de fuerza con su mano, llevando la tuya rápidamente hacia su cremallera de sus vaqueros.

Talon mira la escena abriendo bien grande los ojos, al mismo tiempo que se golpea la frente con la mano abierta y niega con la cabeza.