Partida Rol por web

Joder con Frances, me quedo hasta embobado viendo cómo salta hacia atrás la tía, que parece una heroína de peli de acción. Desde luego si fuera por mí no habría llegado a atraparla, porque de pronto estoy como empanao de la vida, pero a ella le da igual, brinca, salta, corre por la pared y cae sobre la moto a mi espalda. 

—Vaya con la profe de música —le digo, con una sonrisilla de medio lado, me ha impresionado tela. 

Y acelero, acelero que te cagas, porque detrás de nosotros está la hermana-bruja psicópata multiplicada por tres con su disco luminoso, cada una. Creo que Kim y Jacob han optado por intentar aburrirlas hasta que se vayan, porque vaya discursos oigo ahí detrás. 

—Oráculo, ¿cuánto falta? —pregunto, porque cada vez se pone la cosa más chunga y el disco ese volador siento que lleva mi nombre escrito. 

«Buaaa, que placer» pensó en medio de su momento acrobático, incluso cuando cayó y comenzó a correr a la par con tal de saltar nuevamente con la intención de quedar abrazada a la espalda de Víctor. 

—¡Qué locura! Siempre quise hacerlo, aunque eso ahora nos perjudique, lo siento—comentó tras dejar un beso en la mejilla—. Me salvaste, eres un sol. 

No quiso dar demasiado la lata, eso ya lo hacía Jacob y Kim que no pararon de hablar. Al parecer algún tipo de efecto ejercía o Cora alias la bruja + se estaba cansando como ella de escuchar tanta letra. Esos dos juntos podían ser la muerte. 

—Voy a coger el disco, mantén la velocidad y veré si puedo hacer que rebote y golpee a dos de las versiones Psycho de mi hermana. No me lo tomes en cuenta, la quiero mucho. 

Sonrió por ello y cogió el disco, ahora tocaba hacer un movimiento estratégico para hacer un triple golpe. ¿Podría?

Bruja Plus 54, Bruja + 1, 57, Bruja + 2, 31,  Frances, 38, Jacob 12, Kimy 9, Víctor 84  

Kimy y Jacob se enzarzan en una conversación - discusión pseudo filosófica de novietes resentidos. Tienen sus razones, ¿es el momento o no han leído el peligro de la apurada situación? Bueno, a fin de cuentas, el Gamer es un crack en lo suyo, puede destruir mundos con una mano y comerse un sandwich con la otra. 

Mientras, los discos de dos de las réplicas son lanzados con inusitada fuerza y velocidad, pero hierran en sus dianas.

La pareja intenta un acercamiento a Cora. La Bruja Plus ya ha dado síntomas de cansancio. Por eso golpea con furia a la moto de Kim. Con una rabia procedente del efecto que, en realidad, le hacen esas palabras. De lo hondo que calan en ella. No quiero escuchar más. Kim se desestibiliza, Jacob pierde su disco entre las manos, Verdiman grita del susto, y a Oráculo se le encoge el corazón. 

Kim frena en una maniobra a todo o nada.

La embestida con otra motorcyclde de luz es brutal. 

Cora y su clon no miran atrás. Aceleran. Un nuevo disco de energía es arrojado con acierto, impacta en la moto a toda leche que conduce Víctor. Saltan cubitos de información, se zarandean sus dos ocupantes. Se mantienen sobre la moto de luz. 

Frances falla su primer intento. No así el segundo. Cora está encima de ellos ya. La otra Bruja más atrás.

El disco luminoso rebota contra el muro, cambia la trayectoria aumentando velocidad y se lleva por delante a uno de los duplicados. 

Cora embiste, con toda su mala leche, su magia, su poder en Jumanji. Frances, Víctor, su moto, vuelan lejos, impulsados por la tremenda colisión. Se estrellan contra el muro y ruedan y voltean de un lado a otro. El disco de Frances silba fugaz en su nuevo cambio de dirección hasta dar de lleno a su hermana Cora. 

El silencio sobreviene tan de súbito en los túneles del Jumanjiverso que casi duele a los oídos. 

De Musgoman solo quedan trocitos de césped desperdigados en un centenar de metros de restos de las dos motorbikes. Jacob, dolorido, magullado, pero no peor de lo que ya estaba. Oráculo está ahí, agazapada, angustiada.

Kimy...Kim está cerca, tirada en el suelo. Se siente mal. Muy mal. Rota por dentro y por fuera. Apenas puede moverse, un hilillo de sangre brota de su boca y la cabeza la tiene en una posición fuera de lo normal. A lo niña del exorcista. Sigue viva, cosas de Jumanji, ¿por cuánto tiempo?

A Frances le da vueltas la cabeza, la espalda le cruje, el pecho le arde. Nada roto, rasguños, arañazos. Busca a Víctor, más alla, tumbado boca abajo. Medio inconsciente. La pierna izquierda fracturada. No tiene el juego, se le ha caído, pero no anda lejos, a unos metros cerca.

La Bruja Plus no está. ¿No? ¿Destruida?

Cora tiene sus recursos. Es la Señora de la Destrucción. Entre las ruinas, el polvo flotante y el humo que inunda los pasadizos, su moto ruge, agresiva, atemorizante, poderosa.

Se detiene más allá. Deja caer alguna cosa, una bolita que rueda ligera hasta la salida cercana. El objeto se abre, se agranda, se multiplica por mil y incrusta en el hueco de la siguiente casilla, bloqueándolo.

La hermanísima os mira. Tiene media cara volada, a lo terminator. Su sonrisa es un rictus macabro de muñeca diabólica.

-Game Over, escoria rebelde. -Aquí deja traslucir una risilla y un placer nada disimulado- Game Over, Jacob. Te di una oportunidad. No sabes cuando callarte ni cuando retirarte de una pelea. Te puede tu ego.

Da media vuelta a la moto de luz y acelera, perdiéndose en el túnel que va desapareciendo a su paso dejando solo oscuridad impenetrable tras ella.

Los tambores, imperturbables, se alzan por encima del caos circundante. Ajenos a la tragedia. Llamando a un nuevo lanzamiento de dados. 

Dejo marchar a Cora.  Paso de su cara medio rota y de su discursito final. La ignoro activamente, como si no estuviera ahí.

Kimy a mi lado está hecha polvo.  No muerta, a pesar de la gravedad mortal de sus heridas.  Levanto la vista hacia mi hermana y hacía Victor antes de arrodillarme  junto a Kim.

—No hemos ganado por poco.  La próxima vez ni nos va ni a tocar, ya veréis.  Por un lado, estoy contento.  Que no hayamos muerto todos quiere decir que estamos llevando avatares y éstos pueden ser mejorados, buffeados, sanados y cambiados.  (Me viene a la cabeza la cueva esa de los espíritus animales, habría estado de lujo poder fundirse con uno de esos...si tan solo hubiese habido cuatro de ellos, claro.)

Por otro lado...  no hemos aprovechado la sorpresa, el momento en que Cora ha venido sin pensar en nada más, sin Vrajito a su lado, sola frente a sus hermanitos.

—Además, a Cora le hemos dado bien dado —no me refiero a físicamente, si no moralmente—. Alguna duda le ha entrado fijo y eso está bien, puede que podamos acabar de convencerla, más tarde.

A ver, ¿A quien le toca tirar?

Intento incorporar a Kim. Vaya, que mala pinta el cuello, así como de lado. Yo creo que no lo tenía asi, estoy bastante seguro.

—Kimy, ¿Como estas? ¿Te duele algo? Responde.  Mira, aquí tienes los dados —se los pongo en la mano —Venga, tira, tu puedes.  Verdi está bien, creo que ha caido rodando por un conducto.

[Pausa pensativa]

 ​​​​​—Anda, si me toca a mí. Con lo del atajo, había perdido el hilo. Perdona, Kimy —le quito los dados de la mano y tiro.

—Ora—pienso muy fuerte —necesitamos healing, tía

—¡Maldita! ¡Juro que quemaré tu colección de Billie Eilish! ¡Los haré añicos si no entras en razones!—dijo un tanto enfurecida, ella la sacó barata pero Vic y Kim no—. Maldita... 

Fue lo único que se atrevió a decirle, lo había intentado pero el accidente los dejó así, en el suelo. Rápido se acercó a su amigo que estaba un tanto inconsciente y tocó su cuello para saber que todavía seguía ahí. Pensó en hacerle rcp y también darle un beso como en las películas de Disney. 

Difícil decisión...

Acercó su rostro y le susurró desde la cercanía. 

—Vamos Victor, tienes que despertar... Vic, vamos... Arriba—intentó darle alguna que otra caricia, lo movió un poco para dejarlo boca arriba y volvió a lo mismo—. Vamos, arriba, abre esos ojos por favor...

Sin más le dió un pequeño beso en los labios, en Jumanji sucedía cualquier cosa y quizás, algo de Disney tenía. Los besos del verdadero amor despertaban princesas, rompían embrujos, hacían milagros. 

—¡Frances! —lo flipo —Luego te das el lote, va, atenta al cambio de escenario.  

​​​​​​Me picaba mucho menos que mi hermana fuese morreandose con mi mejor colega que el hecho de que estuviese actuando como una noob, sin darse cuenta que estábamos en juego de nuevo   .

​​​​—Siempre estás igual, hermanita. 

-Tienes razón. Habéis removido su interior. -coincide Oráculo con Jacob-. Pero ha bloqueado la entrada al lugar que me señalaron los Antiguos - su voz suena espectral en vuestras agitadas consciencias.

-¿Por qué no ha acabado con nosotros? ¡Os ama! -se fija en la Oscuridad que crece tras ella y avanza hacia vosotros. -O será que deja el trabajo sucio a la Neblina Negra.

No suena bien eso, hasta el parasitomontes lo sabe. El bicho se empieza a pensar si es buena idea quedarse dentro del cuerpo de Jacob o mejor hace las maletas.
Jacob está dispuesto a lanzar los dados. Aunque sea para que los tambores cesen de sonar.

-Vuestra amiga está fatal. No aguantará mucho. - En su corazón,  Jacob siente que Oráculo cierra los ojos, su tristeza es real, su aflicción no fingida. 

A todo esto, Frances aprovecha para probar los labios de Víctor. Es Disney pero sin transformaciones ni curaciones. Recuerda a lo sucedido en Lasciénagas en otra vida. Si Víctor se espabila, con ese besazo se queda un poco tonto. O muy listo, para recibir otro. 

Jacob abre el juego. 

Hay una resquebrajadura en zig zag que va de un lado a otro  del tablero. Ahora brilla parpadeando el token del cocodrilo, su camino de casillas es cortado por un tramo de la sinuosa raja. 

Estábamos hablando las cosas pero se ve que Cora no le gustaba. Siempre había sido una niña muy retraída. Total que, en un arranque de ira, nos embistió con la moto. Yo que frené y ella que embistió, el pifostio fue espectacular. Salí volando, y me di un trastazo increíblemente fuerte. Cerré los ojos del impacto.

Los volví a abrir. Estaba en el suelo, vi de lejos a Cora o lo que le quedaba, le faltaba media cabeza y eso que ella siempre había sido muy inteligente, pero le faltaba media cabeza. 

Intenté levantarme pero qué va, me dolía todo el cuerpo un montón. Vi a musguito destrozado. Jacob se ponía de pie, no sé qué gestos más raros hacía. Supuse que se los estaba haciendo a Cora o quizás a Frances y Victor. Desde mi posición no era capaz de verlos. Luego vino hacia mí.

- No me puedo levantar, me duele mucho... todo - aunque claro, me di cuenta que estaba en el juego. Si salía de allí, en principio volvería a estar normal, en principio; de igual modo Jacob recobraría la juventud que le habían robado las sirenas - Jacob, pausa el juego y carga la última pantalla otra vez - si volvíamos a la escena anterior o donde fuera que hubiéramos salvado la partida igual podríamos mejorar la acción de esta escena, superarla vaya - si funciona, ya sabes lo que no hay que hacer.

- Los jugadores que no consiguen acabar el juego se quedan para siempre en Jumanji pero ¿Y si la espichas aquí? - igual no se moría nadie ¿O sí? Me entraron las dudas porque si no se muere nadie, eres poco menos que invencible. Pero si te morías aquí, igual automáticamente te expulsaban de Jumanji. O igual volvías a la vida y quedabas atrapado, no lo sabía a ciencia cierta - Oráculo ¿Hay por aquí algún tanque de energía, botiquín de salud, metralletas, equipo...? Oh, vamos... algo tiene que haber... 

No me iba muy allá el cuello, me dolía horrores. Pero notaba que algo se me había clavado en la cadera ¿Quizás el manillar de la moto? Hurgué con mi mano esperando no encontar algún hueso dislocado. Era algo pequeño, conseguí sacarlo - Oráculo ¿Para qué sirve ésto? - tenía una moneda, me la había encontrado en la cueva de los parasitomontes.

—¿Qué pasaría si el juego se romp..?

—Shhh, no hables tanto, Kimy.  La conozco, empezará a pensar mientras habla y a llegar a conclusiones. ​​​​​​Este Jumanji es un juego de mesa, quizá no se puede resetear, ni cambiar de pantalla.  Pero me callo, claro.  Lo de la curación va en serio.  Y mi teoría de los avatares es casi la última bala que tengo en la recámara.

—Si mueres, serás musgowoman.

Una bromita para aligerar la tristeza infinita que me haría perder a Kim.

Todo el mundo gira y se mueve a mi alrededor cuando salgo despedido. Vuelo, ruedo por el suelo, no lo sé muy bien la verdad, solo noto los golpes por todas partes, la violencia del choque y, al final, silencio. Silencio relativo, porque a mí me zumban los oídos con un ruido blanco que amenaza con arrastrarme a la inconsciencia. La vista se me nubla, parezco un televisor mal sintonizado en punto de nieve. Me duele la pierna, eso sí lo noto, porque me envía señales palpitantes hasta el cerebro. Joder. Vaya hostia.

Oigo la voz de Frances de lejos, mezclada con el zumbido. No sé qué quiere, no la entiendo ni una palabra. Solo quiero quedarme así, con los ojos cerrados y dejarme ir hasta que deje de doler. Intento hablar, pero solo me sale una especie de gruñido sordo de la garganta. 

Y entonces, sus labios, dulces, suaves, y ya no quiero hablar. «¿Pero qué…?» Tampoco quiero pensar. Me dejo llevar por el beso, por la calidez cosquilleante que vibra desde nuestros labios unidos, y consigo hacer el esfuerzo de levantar una mano para enredar los dedos en los cabellos de su nuca. «Qué bien huele… ¿siempre ha olido así de bien?». Hasta se me olvida el infierno que tengo en la pierna. 

Cuando se separa la miro a los ojos, con la mano todavía entre su pelo y los labios aún entreabiertos, como pidiendo más. Pero ahí vuelve el dolor de golpe y aprieto las mandíbulas con un gemido.

—Creo que me he roto la pierna —digo, pero intento estirar el cuello para mirarla a ella—. ¿Tú estás bien?

Oigo los tambores de fondo, las voces de los otros dos. Parece que estamos todos vivos, a punto de descubrir qué tiene el juego para nosotros en la siguiente casilla. Busco la mano de Frances para entrelazarla con la mía antes de que la niebla lo llene todo. Espero que no haya que correr, porque no estoy ni para ponerme de pie.

Víctor, apurado, con la ayuda de Frances, logra ponerse en pie. Caminar es un suplicio, pero parece que aquí en Jumanji el dolor o el daño es menor. De todas formas, duele un montón. Y con todo el golpetazo, las carreras y demás, la energía extra con la que contaba, se le ha esfumado, no queda ni el poso de un café.

Kimy delira bastante. Más de lo acostumbrado. Normal, con el ostión que lleva encima. Y menos mal que Jacob le sostiene la cabeza, que si no, el cuerpo para aquí, la cabeza para allá. Un Jacob que, a su estilo, da ánimos. Nunca se sabe si es mejor que mantenga la boca cerrada. Y Frances...pues se ha flipado un poco con ese beso de amor y curación.

La Bruma Negra avanza por el túnel.

-Si se rompe, nadie puede salir. Nadie puede entrar. -responde Oráculo a la pregunta inacabada de Jacob. Después observa la moneda a través de los ojos de su anfitrión, la moneda que le muestra una muy dolorida Kim.

-Es una moneda de la Fortuna. Te ha salvado la vida -por ahora- . Solo las he visto en mis sueños y premoniciones, no asi, en vivo. Si consigues tres, tienes acceso libre de vuelta a tu hogar. Nunca ha sucedido eso. Una sola moneda te sirve para negociar en Jumanji. O para esas máquinas tragaperras que te responden a preguntas de tu futuro. O para decidir a sueltes, ya sabes, cara o cruz. De recuerdo también. 

Lo mismo vale para las maquinitas de premio. A saber. 

-Es una maldita, sí. Ahora comprendo que nos haya dejado. La Bruma Negra, la casilla bloqueada. El juego roto. Se lo que pretende. Ahora lo se. Ahora cobra sentido su Game Over. 

Se le nota un tono muy serio y grave. Desolado.

-Hay lugares para curarte, cierto. Si mueres aquí, te quedas muerta. Tanto aquí como allí. Cuando sales de aquí, las consecuencias se evaporan. Jumanji no engaña en eso. Bueno, siempre queda alguna secuela de lo sucedido.

Jacob, impaciente, lanza los dados. De momento no retrocede, avanza...y se detiene después de cinco casillas, el crocrodrilo no puede superar la grieta frente a él, se queda atascado. Lo intenta, pero parece un trenecito con la vía cortada. - En ese momento, Oráculo..."sale" del cuerpo de Jacob. Vuelve a ser ella, en un tono de color más apagado, más...cadavérico. Más pálida.

-Os puede conducir a un solo lugar. El resto será cuenta vuestra. A una casilla de sanación. A una casilla donde podéis borrarle los recuerdos a Cora, si la atraéis de nuevo hacia vosotros. La Bruja Plus no conoce ese lugar, ni Vrajito tampoco. Hay secretos. El Underground de Jumanji. O a una casilla casi al final del camino. Sola a una de esas tres. Mi poder es limitado. Decidid ya, o la Bruma Negra nos engullirá y no es agradable la sensación. 

No tenía claro si era por la situación o por el hecho de que quizás había una tensión escondida entre Victor y ella, la cuestión es que le beso no sólo le sorprendió sino que le había encantado. Tanto que ni se acordó de su novio, aquel muchacho que pesea a ser una era buena persona, a veces no le entendía sus malos días y no soportaba a Jacob bajo ningún término. Estaban en un punto flaco de la relación, aunque no era tan evidente hasta que sucedió esto y desde la forma en que lo correspondió Frances, se hubiera quedado un buen rato así. 

Menos mal que tenía a la mosca de su hermano, el juego en sí y que no podía perderse en aquellos ojos otra vez. Al menos hasta salir del juego, arreglar su situación y quizás intentarlo. ¿No? De repente como si hubiera salido de una ensoñación o de un instante mágico, escuchó sus palabras e intentó ayudarlo para que se ponga de pie, era conveniente seguir avanzando porque el juego no había terminado. 

—Estoy bien, apóyate en mi que debemos seguir—comentó entre susurros y agregó—. No me arrepiento de lo de recién, lo hablamos cuando termine el juego...

Le dio a entender que no quedaría ahí, sólo que debían avanzar y esa casilla donde curarse estaba siendo ahora mismo el mayor objetivo. Muy poco se podría avanzar así. 

—Casilla de sanación, Oráculo. A ese lugar por favor. 

- JA, JA, JA - como musguito dice - qué gracioso, me parto - por supuesto que se me notaba que no estaba de humor. Intento levantarme y no puedo, además me doy cuenta de que Jacob me sujeta la cabeza - estoy peor que tu hermana, que ya es decir - Cora era un juguete roto y yo algo parecido - no sabe conducir ¿Has visto? No deberían de permitir en Jumanji dejar conducir a menores - ¿Cora aún seguía siendo menor? Claro, no había avanzado porque no había salido del juego - sigue siendo una niña pero ahora se ha vuelto mala.

Veo a lo lejos que Víctor apenas se puede poner en pie - estamos para el arrastre.

—No es que tengamos muchas opciones.  La niebla negra suena a desintegración, nunca hemos existido y eso — lo típico, vamos—. Salir no podemos sin destruir o mover la bola esa que ha puesto Cora ahí —aunque no hemos probado a intentarlo. Shame on us —. Y lo de la penúltima casilla a la que nos manda Ora donde borrar la memoria a Cora, suena al trillado final agridulce en el que alguien pierde diez años de recuerdos o alguien se tiene que cambiar por alguien o hay que pasar por huevos por algún sacrificio personal y eso que suele pasar.

Buah, Kimy ni me responde a las puyas, eso es que está medio muerta. Qué bajonazo.  Miro a mi alrededor, busco algo que puede usar, algo que nos de ventaja.  La moneda de Kimy puede ser útil, puede pagar algo con ella, sustituir algún sacrificio, pero ya veremos.

—Coged los discos de energía. Vamos a esta puñetera casilla, Oráculo. Frances, hermanita — se me olvidaba —. Solo tenemos esta ocasión de convencer a Cora, eres la única que puede hacerlo.  Luego iremos con nuestra hermana a la casilla final y gritaremos Jumanji.  

Oráculo, si estaba nerviosa e intranquila, que seguramente sí, no daba señales de eso. Más bien parece haber tomado una decisión de las difíciles que suelen ser las más correctas. Estaba awaiting.  Le da unos toquecitos en la frente al oldyearman. Esta vez no hay visiones.

-No he dicho que sea la penúltima casilla. Y la de borrar recuerdos, no se de otra, visto lo visto, pero no es la misma que la anterior. Son tres diferentes. ¿Capicci?

Se pone en cuclillas al lado de Kimy -Estás horrible. Quiero decir, que no tan mal. -hay un atisbo de sonrisa. Después pone un par de dedos en la esfera central del juego, sus dedos penetran en esa neblina de colores que intenta formarse y no puede, lo mismo que el token del drilo no avanza debido a la raja que atasca su camino.

-Esto que vamos a hacer es muy...es una irregularidad muy gorda. -afirma, resignada- ¿Cuál es esa puñetera casilla? -Sus ojos van de Frances a Jacob, pasando por Kimy y Víctor. 

Esperando una last decisión.