Partida Rol por web

Kimy! Dispárale! -​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​​-Grito con urgencia.  Antes de comprobar siquiera si lo hace, ya estoy lanzandome al agua a rescatar a la cara de almorrana.  La pequeña y torpe anormal de mi hermana.  Cora, por más señas.

Mierdamierdamierda!! 

Si le pasara algo, no me lo perdonaría.

Lara,  has lanzado por físico, que era necesario. Ahora otra de destreza, please.

KimyJones. Si vas a disparar, destreza y percepción. Si haces otra cosa, te digo o ya lanzaré yo.

Me sorprende lo que haya podido ocurrir para acabar viendo que todos estaban en el agua salvo el indio y que éste estuviera tratando de matar a mis amigos por medio del simpsoniano "golpe de remo" - la hooostiaa!! No se les puede dejar solos - Lara me saca del estupor gritándome para que intervenga, para que saque la pistola y le dispare, y hago exactamente eso de manera mecánica, a lo Clint Eastwood en los westerns: desenfundo, apunto y disparo.

al indio... 

Nada que nada, mientras los dientes me empiezan a castañetear, logro llegar a las malditas rocas lloronas... para llorar estoy yo, si es que quien nos manda fiarnos del indio de las narices... es entonces cuando reparo en que Cora-Bean se está alejando río abajo sin lograr más que chapotear como un perrillo asustado... y el maldito indio con el remo en ristre listo para cualquier maldad

Pienso en la cámara que quería y tentado estoy de tirársela a la cabeza a ver si lo derribo, porque empapada como está poco servicio me va a hacer de ahora en adelante por mucho que la meta en arroz.

(Si solo pudiéramos evitar que Yo nos acompañara podríamos evitar todo este embrollo... a ver cómo salimos de esta..., pienso realmente entristecido por el rumbo de los acontecimientos cuando algo en mi atolondrada cabeza se enciende)

-¡Claro!- exclamo solo para pegar un trago de agua que me hace toser estúpidamente, igual que cuando me atraganto con mi propia saliva y parece que mi existencia toca a su fin

No tengo ni idea de cómo funciona mi habilidad pero está claro que si hay un buen momento para usarla es éste... el indio a punto de arponearnos con los remos o matarlos a palazos si nos acercamos, Cora perdiéndose corriente abajo, y Jonathan, Adéle y yo medio congelados y a punto de ser arrastrados por la corriente... ¿qué tendré que hacer? ¿Desearlo? ¿Frotarme la frente como si fuera una lámpara mágica?

-Deseo retroceder en el tiempo hasta el encuentro con los indios- acabo diciendo en voz alta esperando que con eso sirviera

Me agarro a la ropa y voy flotando en el agua, intento patalear con las piernas más allá de que el cuerpo lo voy relajando para ser arrastrada contra la corriente. El esfuerzo es máximo, las ropas no ayudan y hay que mantenerse a flote, incluso a riesgo de chocar algo y perder lo único que tienes. Pero más allá de mi desempeño que está siendo en la línea media, es mi hermana que es arrastrada por la corriente mientras Jonathan sigue sus pasos. 

Esto nos deja a Teo y a mi juntos. - Glup... ¿Estás seguro? glup, glup... ¿De de que se puede revertir esto haciendo para atrás? glup glup, he muerto... y quedé donde estamos. -digo entre movimientos, algunas tragada de agua y demás cosas que van sucediendo en el medio. Pero es que las palabras de mi amigo me desconciertan, será que el juego te brinda aquello en verdad. No tengo idea. 

Mr Bean hace cualquier cosa menos mantenerse a flote. Surge de las aguas, una vez y otra, gracias a la habilidad natatoria de Cora. Pero la fuerza de la corriente y su lucha por la supervivencia merman sus energías. Por unos segundos ve a su amigo Jonathan nadar y bracear con inusitado brío hacia ella, recortando distancias a marchas forzadas. Y cómo no, el borde de su hermano encarnado en la atractiva cazadora de tesoros Lara, no lo piensa un solo instante. Se lanza en picado desde aquellos cinco metros de altura penetrando la superficie del río en una perfecta zambullida, buceando para emerger a un par de metros del  inglés y cerca del mujeriego Jonathan. Los dos alcanzan pronto a Mr Bean, que resiste los azotes de un río más tumultuoso por momentos, más turbulento. Lo pillan, evitan que sea engullido en el seno de las aguas revoltosas. Los tres de pronto se debaten contra los insospechados torbellinos alejándose de la Roca Llorona.

La acción también se desarrolla en otro punto del río. El demoníaco indio arroja el remo sobre las dos damiselas. Tanto Ram Ram como Adèle esquivan la jabalina improvisada, que estalla en decenas de trozos y astillas de madera contra las rocas. Con más gracia lo hace la francesa, no así la guitarrista, que se traga su buena dosis de río fresquito. Agarrándose con denuedo a los afilados salientes intentó una acción a la desesperada. Nada ocurrió, sea porque no se concentró lo suficiente, no lo deseó de verdad de la buena o no tenía idea de su ejecución. El agua agitada las sacudía, a las dos muchachas, y la resistencia de ambas se resentía, mucho más la de Maxine. Su guitarra se le escapó, Adèle se sostenía a ella misma y a Ram Ram. El agua las golpeaba contra las rocas, lacerando sus jóvenes cuerpecitos.

Fue cuando retumbó en la paradisíaca selva un sonido sordo, el disparo de un revólver. KimyJones abrió fuego desde lo alto de la Roca Llorona,  una flor roja se abrió en el pecho del indio Yo, y este cayó hacia atrás, rebotando en la canoa, que quedo volcada flotando. Yo se hundió y desapareció en las tenebrosas aguas,  entre glu,  glu, glus, aterradores. 

Allá donde el indio se ha perdido de vista, no tarda en burbujear el agua, formando remolinos.

Los tambores suenan una vez más, ominosos, siniestros.

La situación es fea. Muy fea. Entre sorbo y sorbo de agua presientes que algo mucho peor se avecina desde las profundidades del río allí donde las aguas bullen como en una caldera hirviendo.

También percibes otra presencia. Bajo la superficie. Al menos eso crees. No lejos de vosotras, se aproxima una criatura soberbia. Luminosa. Te lo dice tu instinto. O te engaña. Tus ojos se agudizan, tu corazón te susurra que confíes... La decisión está en tus manos...

Agua. Eso es todo lo que veo. Agua por arriba, por abajo, por todas partes. Mis esfuerzos por nadar hacia la roca con los demás no sirven de mucho en este cuerpo tan pesado y torpe. No paro de tragar agua, me duele la espalda un montón por el golpe contra la roca y al final ya no sé si estoy yendo hacia delante o hacia atrás. Sólo sé que la corriente es más revoltosa de lo que parecía y se me lleva. 

Entre remolino y remolino veo aparecer a Jonathan y Lara y extiendo los brazos a la desesperada para intentar alcanzar a alguno de los dos. El sonido del disparo hace que me hunda otra vez del susto, pero estoy tan aturdida que no me entero bien de lo que pasa. Siento algo de alivio cuando mi hermano y mi amigo me alcanzan y me sostengo en ellos para sacar bien la cabeza y coger aire profundamente. Qué mal lo he pasado, nunca lo había pasado tan mal en el agua. 

Les dedico una sonrisa enorme, que en la cara fea de Míster Bean parece una especie de pasa arrugada, pero antes de que pueda darles las gracias otra turbulencia nos hace girar a los tres y me alarmo otra vez. Pensaba que una vez me habían alcanzado ya estaba a salvo, pero no. La corriente se nos sigue llevando y cada vez nos alejamos más de los otros... y de la canoa.

Cora! Pedazo de imbécil..!-​​​​​​Le suelto en la cara nada más llegar a su lado.  Estoy tan contenta que la presencia del  frígido de Dom no acaba de molestarme..

Pero no hay tiempo para gilipolleces.  Nos la jugamos aquí...hablar con claridad se convierte en un lujo, respirar se vuelve opcional. El agua me zarandea como a una ramita seca.

El juego nos castiga por haber intentado una sidequest?☹️

Me..quiero..agarrar..a algo..ojo...

Si no.. aguantar hast fin...catarata una vida.. remolino? Me  encojo de hombros..como va el respawn?

No sueltes a Cora, Dominic...

Algo no sale bien y no solo no consigo que retrocedamos sino que pego otro trago de agua; suerte que es un río y no otra cosa o mi estómago lo aquejaría sin duda... para colmo Yo nos intenta golpear con su remo-jabalina haciendo que note como las rocas me cortan las manos, por no mencionar los golpes y arañazos que ya he recibido por culpa de la corriente al intentar asirme a esas malditas rocas puntiagudas

Pero los héroes entran en acción, como si aquello fuera una película, saltando Lara a por Cora y Dom mientras Kimy le pega un tiro a Yo en el pecho, acabando con él en un pis pas... Mi cara de asombro, asco y terror ante el disparo pugnan con la alegría de saber al indio muerto; suerte que era ella quien llevaba a Indi porque dudo que yo hubiera siquiera de empuñar la pistola.

Pero vuelvo a centrarme cuando veo que el trío que lucha por llegar hasta nosotros se sigue alejando, viendo como el peligro no ha pasado, y Adéle a mi lado está tan falta de aptitudes para lograr solucionar el tema como yo mismo... me intento serenar, pensando como un jugador y no como Maxine

(¿Cuando te atascas en un juego qué haces, Teo?, pienso brevemente abstrayéndome del momento ¡Buscas ayuda! Aquí no hay libros, ni internet. Si no sabes cómo va algo... usas la ayuda! Todos los juegos tienen una pequeña ayuda, tutorial o guía para saber solucionar algunos asuntos, ya sea el cómo funciona una habilidad o como se activa un poder o incluso pistas de cómo avanzar en la historia... esto es como una mezcla de aventura gráfica y arcade, así que debe haber algo así en el juego)

Aun a riesgo de parecer un loco o un idiota, puede que ambas cosas, doy una patada fuerte al agua para poder sacar la cabeza un poco más de lo normal y decir alto y claro

- Abrir la ayuda- esperando que funcionara 

Si no lo lograba, intentaría con variantes tipo "Usar ayuda", "abrir tutorial"  o "usar guía"  ... lo que fuera por intentar solventar aquello o poder encontrar algo con lo que hacerlo

Si pese a todo no pasaba nada tocaba improvisar.

- Frances, coge la cámara- le diría mientras yo sujetaba la correa - Ponte a un lado de una roca y yo al otro; puede que entre los dos nos sea más fácil subir sin resbalarnos - añadiría intentando hacer de contrapeso para que ella pudiera subir y luego me ayudara a mi

Donde pongo el ojo pongo la bala - así fue como eliminé al indio, con cierta satisfacción por cierto - cuanto más grandes son, más ruido hacen al caer - después de cargarme al elefante con plumas, me fijo en el panorama en el que se encuentran mis amigos, vi como Lara se lanzaba a rescatar a sus hermanas, así que, consideré hacer lo propio con Jonathan y Maxine - ¡¡Aguantad que voy!! - para no cometer el mismo error que ellos, consideré sacarlos del agua y no necesariamente meterme yo, ya que parecía un problema por lo escarpadas que eran las piedras del río para salir de allí y yo tenía un látigo que a fin de cuentas tenía la misma función que una cuerda si se sabía utilizar con destreza, así que, me acerqué corriendo a donde se encontraban, saqué el látigo y lo lancé para que se agarraran a él. Como parecía bastante urgente, mejor que se agarraran los dos y tirando tratar de orillarlos para sacarlos uno detrás de otro. También miro si puedo lanzarles la canoa o algo que flote (no un cocodrilo), para que se agarren y al menos no se ahoguen.

Vale, idea tonta la del látigo, desde aquí no llego. Trato de descender sin descalabrarme para poder llegar hasta Maxine, que es la que considero que más necesita ayuda para salir del aprieto. No tengo prismáticos para saber qué le ocurrirá a Jonathan, de todas maneras el salvapatrias que es Dom, seguro que consigue salir de cualquier embrollo. 

También me fijé en el otro grupo, no fuera que estuvieran peor aún con la ayuda de Lara, nunca se sabía...

Me mantengo como puedo en el agua, es evidente que la corriente nos arrasa y no es posible mantenerse a flote. Tanto Teo como yo lo venimos sobrellevando mientras veo a mi hermano que se lanza por Cora y Jonathan mientras Indy intenta salvar a Maxime, vale. Como no soy una opción de momento prefiero seguir mi instinto, así que tras hacer un gesto de que confíe en mí a mi amigo, directamente inhalo aire para llenar los pulmones y me sumerjo en lo más profundo. Desapareciendo de la vista de los demás. 

Al diablo. ¿Quién necesita ayuda? - pienso al comenzar a buscar en el fondo de aquel río lo que ha llamado mi atención, así que voy haciendo subacuático dentro del movimiento general de las corrientes, así busco aquello. Cuando me quedo sin aire, intento salir a la superficie, aspirar y vuelvo a meterme. Creo en lo que veo, no me importa perder una vida porque quizás sea nuestra salvación y a ello voy. A testaruda nadie me gana. 

La sin par KimyJones, tras cargarse al indio del demonio, se metió el gran hostión cuando quiso descender por las resbaladizas rocas. Perdió pie cerca ya de las dos chicas, trató de sujetarse, se le torció un tobillo y fue directa a las frías y revueltas aguas. Solo hubiese sido un chapuzón sin más, de no ser porque dio brutalmente con la cabeza en un saliente de roca. Se escuchó un horripilante ¡crack! Indy desapareció en las entrañas del río y sufrió un fundido en negro similar al que le sucedió antes a Adèle.

Al otro lado Lara la indómita logra alcanzar una rama larguísima que cuelga de uno de los frondosos árboles junto a la orilla. Eso permite afianzarse. El primero en aprovechar la ocasión es Mr Bean con un fervor inusitado, agarrándose a Lara, a Jonatha, al brazo del árbol, parece un chimpancé joven y no tarda en llegar a las rocas de la orilla, trepar por ellas y quedarse tirado en la superficie de una de tantas. No está muerto, pero ahí anda. No le van a la zaga Jonathan ni Lara, ayudándose mutuamente o todo lo contrario, van a dar con sus huesos tumbados cada uno al lado de Mr Bean. Los tres  boquean igual que peces fuera del agua, ansiosos por una bocanada o filete de aire selvático.

Maxine se sube a la roca. Ve morir a Indy. Ve perdida su guitarra. Y ve como la loca de Adèle se sumerge en las procelosas simas del río. La situación es crítica. Una nueva idea peregrina libera su mente libre de toxinas. No sucede nada. ¿Ayudas? ¿Qué tonterías de ayudas de juego en Jumanji? Hay que ser idiota. Tanto como la periodista trotamundos, zambulléndose en busca de, quizás, el faro de Alejandría. O de sus pendientes de plata, ¡qué contratiempo! Porque la cabeza momificada la conserva. Oh, mon dieu!

Y con lo que se topa y casi la engulle es con un descomunal delfín sonriente y risueño,

que veloz pasa junto a ella. Adèle se coge la aleta dorsal y no deja escapar a este tren, segura y fiel a sus instintos. Emerge igual que una diosa o valkiria sobre la descomunal criatura en un salto magnífico, frente a los ojos atónitos de Ram Ram.

…”Usar guía…”

Alguien tira de la muñeca de Maxine y la lanza en volandas sobre la espalda del delfín. Es una joven guerrera, aparecida de sopetón desde lo alto de la Roca,

invocada por la demencia juvenil de Ram Ram, y que, tras un sorprendente salto desde allá arriba aterrizó al lado de la jugadora suplicante. También esta pelirroja se sube a la grupa del caballo marino. El animal salta varios metros, se hunde en el agua con las tres chicas y cuando emerge ahora son cuatro los pasajeros, ya que un renacido y aturdido KimyJones cabalga en su lomo también.

La siguiente pirueta del delfín le hace penetrar la superficie del río lo mismo que una afilada aguja. Levanta tanta agua capaz de barrer de su lecho duro e improvisado en las piedras de la ribera a Mr Bean, Jonathan y Larita. Otra vez en caída libre chapotean dentro de las heladas aguas, y al ascender el colosal delfín causa una carambola entre los tres que terminan igualmente subidos a la grupa del bicho.

Este se aleja saltarín, alegre, juguetón, corriente abajo, comiéndose metros y decenas y centenas de metros del cauce del río turbulento.

Lo conseguimos..-consigo decir tras coger aire suficiente- qué subidón, caraculos, jajaja.  Estoy verdaderamente cansada y no tengo fuerzas ni para pensar en algún insulto ingenioso.  No me doy ni cuenta del estado casi moribundo de Dom, a mi lado.  Y justo cuando me incorporo para seguir...un estruendo nos alcanza, una explosión de agua, barro y grava nos arrastra, indefensos...

...solo para acabar sentaditos como en una conga, mis brazos agarrando la reconfortante cintura de Kimyndiana Jones y en los lomos de un delfin gigantesco cabalgado por la mismísima Red Sonja.  La velocidad del delfin mágico es tal que nos azota una incesante neblina de frías y diminutas gotas.

Aun tienes el mapa, hermanita? Estáis todos bien?