Partida Rol por web

-¡POR LOS MIL DIABLOS DEL OCÉANO INFINITO! QUÉ TENEMOS AQUÍ, HEMOS PESCADO A UNA BELLÍSIMA SIRENA Y UN TRITÓN DE OJOS DESCONFIADOS. ¡JAJAJAJAJAJAJA! -El pirata os echa un vistazo de arriba a abajo, extremadamente descarado hacia el cuerpo de Adèle. Pero hay algo en él hombretón que os da confianza. Su risa, sonrisa, su expresión alegre. Es un pillo, sin duda, pero no parece un asesino traidor como el indio Yo.

Bueno, es la impresión que os da, que estáis mareados y embobados con el delfín donde se pasea Indy.  

-HAHAHAHAHAHAHAHA! -atruenan sus carcajadas. Se balancea en su pierna de palo, abre de par en par los brazos-¡BIENVENIDOS A MI REINO, EL EMBRUJO DE JUMANJI! FEROZ VELERO PIRATA Y LIBRE, INVENCIBLE EN CIEN BATALLAS. QUE RUJAN LOS CAÑONES, QUE SE DESBORDE LA SANGRE EN CUBIERTA, QUE EL INFIERNO ARDA CON RON Y GROG. JAJAJAJAJAJAJA.

Le pega un golpetazo cariñoso en la espalda a Jonathan que casi vomita la dentadura, JAJAJAJAJAJAJA, ERES UN BLANDUCHO, JAJAJAJAJA. -Pelliza luego las mejillas de la damisela periodista. Riéndose sin parar. Observáis en derredor...no parece que haya nadie más, ninguna tripulación. El timón se mueve con solvencia, pero, aparentemente, solo. Con piloto automático. Y el único cañón a bordo, en la proa, viejo, herrumbroso, negro y agrietado, humea todavía, a su lado media docena de bolas de cañon, medio barril de pólvora y quilo y medio de metralla variada.

El capitán pirata se fija en Indy y los saltos del delfín.- POR LOS TENTÁCULOS DE CUTULU, SI ES WINTERINA LA DELFINA. QUÉ TE CUENTAS, CACHONDA Y LOCA CRIATURA. -El delfín, que puede ser una chica grandota y hermosota, le responde en su lenguaje marino, cristalino y alegre, agitando a la vez la cabeza y saltando tres metros en el aire, realiza una cabriola y el pobre Indy ahí, que parece un domador de caballos salvajes.

-HAHAHAHAHAHAHA, QUÉ MAJESTUOSA DELFINA. POR SAN LUCAS Y SAN BARRABAS, QUE NO ME HE PRESENTADO. QUÉ IMPRESENTABLE SOY, JAJAJAJAJA. MI MADRE ME PATEARÍA EL CULO SI VIVIESE, JAJAJA. SOY LORD CORNELIUS SABLECARMESÍ, JAJAJAJAJA. 

Todo esto lo podía observar Indy a lomos de su caballo de mar. Winterina la delfina iba a su rollo, cabalgando las olas...y...alejándose de la Roca Llorona...Lo mismo que el barco...El Oráculo de los Antiguos...sus amigos Nina y Michael...¿se habían olvidado de ellos? Allá arriba estaba Mr. Bean...

El capitán os grita para los tres.

-NECESITO UNA TRIPULACIÓN. OFREZCO LA MITAD DEL BOTÍN, TESOROS, SAQUEOS, BELLAS MUJERES, HOMBRES DE SANGRE CALIENTE, Y AVENTURAS SIN FIN. RON, RON, RON, LA BOTELLA DE RONNNNN. HAHAHAHAHAHA

Se apoya en su muleta y os traspasa con la mirada astuta y penetrante y arrogante y cautivadora. - OS VEO ENCLENQUES, GRUMETILLOS IMBERBES, PERO HUELO EL VALOR EN VOSOTROS TRES. Y NADA COMO EL GROC CALIENTE PARA FORTALECER VUESTROS ÁNIMOS Y BRAZOS. LA FORTUNA ESTÁ DE NUESTRA PARTE, AMIGOS.

En esto que la delfina redujo su velocidad y soltó un sonoro grito de sirena de bomberos...Puso sobre aviso al capitán Lord Cornelius, que palideció un poquito.

-MALDICIÓN. TÚ, BOTARATE ENCLENQUE, AL CAÑÓN. Y TÚ, LINDA SEÑORITA, A LOS ARPONES. -hay cuatro apoyados en el palo mayor. -¡¡PREPARARSUS PARA EL COMBATE!!

Cuando estáis a punto de marchar, de súbito Oráculo se estremece, alza la cabeza, sus ojos se giran, completamente blancas las órbitas ocultares. El escenario se transforma, más siniestro, más oscuro, ella misma se ve envuelta en nieblas, muda su aspecto, ahora sí parece una vieja. Más que una vieja, mucho más antigua que el primero de los hombres. 

Está como poseída, traspuesta, alucinando...Escribe con su lápiz sobre una página de un nuevo libro que aparece de pronto entre sus sarmentosas manos. Escribe rápido, sin mirar lo escrito, sus ojos llamean y brillan igual que dos focos. Termina y doble l papel varias veces.

-Tomad- su voz es aguardentosa, sus dedos de piel acartonada y ajada y casi negra, entrega el papelito a Lara- Todo tiene un motivo, los motivos contienen poder, todo encaja en el puzzle. Aquí, en estas palabras, hay secretos de Jumanji. Revelaciones de los Antiguos. Si no las averiguáis por vosotros mismos, las letras contienen el Saber. Pero el Saber tiene un alto precio: Uno de los cinco se quedará para siempre en esta Selva, no regresará al lugar del que habéis venido.

Luego, el frío se apodera de la cueva, un congelador que os hace tiritar. Oráculo vuelve a ser ella, se despeja, se sacude de encima la posesión infernal. -Wauuu. ¿Qué ha pasado? ¿Os han dicho algo interesante? Uy, menudo frío. Otra vez la dichosa calefacción. Va, largaos.

Regaló al profesor una tibia sonrisa correspondiendo a la suya. Observó a la pareja, preguntándose de nuevo qué veía su amiga en este hombre. Rodó los ojos, no juzgaba, si la frívola Ruby quería jugar con su marioneta un tiempo, que lo disfrutase. A fin de cuentas, Álex estaba flotando en una nube al lado de ella. Sus ojos parecían los de un fumeta cuando miraba a la cantante, y eso le dio la risa sin venir a cuento aparentemente.

La risa se extendió ante la respuesta de Ed. -Ya os vi desde el karaoke. Te maltrataron, te bañaron en cerveza y supongo que pronto te meterán en el horno. Conejo a la cerveza. Yo tuve un conejito de pequeña y no como de esa carne. -se giró hacia las otras chicas -¿vosotras, sí? Prefiero el pavo al horno, con especies, cava, bueno, aquí champán. O cerveza. Un poco, que paso del alcohol, queda diluido.

Se enrollaba. El pikachu parecía intimidado, cazado en un renuncio. Rose se presentó, a Verónica le dio la risa, curvando la boca en una mueca siniestra -Eres más auténtica que la auténtica. Y más malvada. Es un punto a tu favor -continuó la broma, aunque siempre con ese aire ambiguo característico de ella que no permitía ver por donde iba en realidad.

Miró hacia el karaoke, vacío. Le dieron ganas de subir y soltar unas lindezas, a modo de despedida. Verónica estaba en los límites manteniendo un perfil bajo.

-¿Erick? -compuso muecas reflexivas y exageradas a la pregunta de Ruby - Me ha regalado este sombrero * . Se lo dije y lo ha traído. En el fondo creo que pasa un poco de mí, jajaja. Y yo de él. Pero me da que a tu chico filósofo le gustaría su conversación. Sabes, Álex, Erick está deseando conocer a sus otros yo de la múltiples dimensiones existentes. No está muy conforme con su yo de aquí, de este mundo y de su presente. 

¿Nos vamos? Le faltó tiempo a Alex para aceptar. Con despedidas. -Las despedidas son inacabables, odio máximo. Nunca te vas. -Lanzó una carcajada que quiso eclipsar la risa de Ricitos cuando mencionó a Sophie -Tú quieres sangre, eh, víbora. No quiero a una tía camino del alcoholismo y que anima a su hermana a beber en nuestra fiesta privada. - Verónica volvió a reírse con ganas, pero era una risa muy ácida, igual que sus palabras.

 -Abi no abandonará su propia fiesta, tal vez luego se apuntase -confirmó el parecer de Rose.- Con Mike, sí, Mike me gustaría que viniese, pero está con Abi. Y no quiero a Abi cerca de mí esta noche -afirmó, con desparpajo y certeza en sus ojos. Tenía sus razones, ya antes hubo un ligero conato de incendio. Miró a Bella- Haremos lo que dices, enviamos un mensaje. 

Se giró hacia Ruby y Alex.- Nosotras nos vamos ya, a ver qué nos dicen los arlequines. Os esperamos fuera -sonreía, inquieta, algo nerviosa. Tomó la mano de Rose, también quería marcharse -Vamos. -afirmó, sonriendo a su bella y maléfica acompañante.

La acción se reveló frenética y aturdidora para los monos aulladores, testigos apostados en las copas de los árboles. Inaudito lo que veían sus grandes ojos. Una Lara Crof que abría fuego con sus dos pistolas contra la inmensa Bestia marina que pretendía comerse a sus dos amigos. Mientras que BastianJones usaba a su alter ego como un acróbata circense, volando, cabriolando en el aire denso de la jungla sobre el río, impulsado hacia la Cosa del Río, por la cola de la delfina. ¿Qué había sucedido? Que Winterina no estaba dispuesta a dar media vuelta ni por el delfín más atractivo del mundo, pero sí que impulso a Indy con la cola por el aire, justo después de que este diese buena cuenta del último perseguidor del mesozoico. O algo de eso.

Las cristalinas aguas verdosas del ancho río se teñían de rojo. 

Fue desmedido el movimiento y dinamismo trepidante y tremendo que se dio en esos pocos segundos en la orilla. Larita, animada por su alelado novio, descargó tres tiros contra Gozzila del Monster Hunter o del God of War, que se abalanzaba sobre Jonathan y Adèle. Nina debía de estar activando las teclas de manera frenética. De aquella garganta colosal surgieron aullidos de dolor y  a la vez grotescos rugidos de satisfacción cuando levantó sus zarpas para aplastar a periodista y caballero.

-¡Yo no se de eso, no soy hechicero, ella tiene ese poder!- gritaba la momia hacia el mujeriego, ladronzuelo, el catador y cazador de tesoros. 

Uno de los ojos rojizos del megaboss estalla en rojizas ascuas por los impactos de la pistola y también dejaron marcas en su cutis y poco más. Enfurecido hasta la indecencia lanzó un zarpazo que no acertó a nadie. Y otro.  Muy rápido y vivaz brincó Indy, trepó con la ayuda del látigo, sin niedo le disparó a bocajarro una bala sobrevolando con la ayuda de su látigo, en plena frente. De allí salto una piedra rojiza. Pero Indy fue tragado por el bicho, desapareció, engullido por las fauces del pequeñín. La gema que brotó de la testa del dragón saltó hasta caer en las manos de la ex primer oficial, un tanto atontada por la situación. Se trataba de un rubí del tamaño de una pelota de ping pong y con aroma y textura de gominola de fresa.

El monstruo estaría cegado pero sin duda se guiaba por otros sentidos. Parecía acabado, el cerebro hecho añicos, pero todavía en pie.

-¡Corred, corred, insensatos! gritó, apurado, Ramsey, incitando a la carrera hacia las entrañas de la selva

Y vosotros, Adèle y Jonathan, por pura inercia, y para salvar el pellejo, a correr selva adentro, comiendo ramas, hojas, raíces y bichines insectoides voladores, perseguidos por los bramidos y quejidos del boss molón y comilón.

Lara y Mr Bean se alejaban, arrastrados en su bote, aumentando la velocidad, más adelante de ellos, la delfina. Tras Wimperina se extendía una ligera mancha de la sangre que soltaba por la herida. Y más atrás se observaba más escarlata…quizá de los monstruos monstruosos. El cetáceo se sumergió saltando con un picado en las profundidades del río. Más adelante, aquel ruido sin duda es el fragor de las endemoniadas cataratas que ya se atisban...Y, ¡plof! , Indy reaparece en medio del bote, despistado, atolondrado, enterito, algo aturdido tras la experiencia de ser masticado y tragado por una criatura de leyenda. En su antebrazo quedaban una sola franja de color verde (y el equipo completo).

Las cataratas llegan. Mejor dicho, vosotros a ellas.

Ramsey olió la cosa y la miró con detalle e interés.- Necesito mi laboratorio...-le dio una lamida-. Hum...Un corazón rojo, no puee ser más que...¿el poder? -la cabeza de momia se distrae con facilidad.- ¡Tú tienes ese poder! ¿No te acuerdas? Fíjate bien...es que yo tampoco, ¡solo soy una cabeza sin cuerpo! -se fijó en la lagartija monstruosa- ¡Osiris nos asista! 

Jonathan lanza la piedra. Distrajo, por increíble que parezca un poquito al rugiente y cabreado bicho. Debe ser el sentido del oído o la percepción de la criatura, atrofiados. Ambos corren por la orilla, cogidos de la mano, sorteando ramas gigantescas, troncos de palmeras datileras, aullidos de chimpancés y cantos de loros, corriendo, acarreando la chica con una soga más grande que ella. La ha pillado entre los restos del velero naufragado, y también encontró una botella de grog sin romperse, que lo ponía claro en la etiqueta, GROG, puede que para superar la desesperanza. Evitan un zarpazo y que la bestia aplaste a ambos, por muy poquito.

-¡Que no me acuerdo, te digo! ¡Tú sabrás, eres la periodista, la que escribe las noticias! -chilla la momia en sus aposentos húmedos en la mochila. 

Lara bebió el líquido de su cantimplora. Es poquita la cantidad. Huele a naranjas amargas, sabe a naranja amarga. Ahora, sí, y del potingue de Oráculo, no. Caprichosa, la animadora. Se estremeció toda ella, casi como Asterix y la poción mágica. No se hizo pis pero cerca estuvo. SuperLaraNina en Acción, sin transformaciones visuales, que el juego a veces es sobrio y sencillo.

Indy ya ha saltado hacia la liana, las cataratas ya abrazan la proa del botecito. No llega, Lara le aúpa, casi, no llega, , ¡el látigo los salva! El Dr. Jones se balancea igual que un mono, luego va la intrépida Lara, lo consigue. ¡Pero Mr Bean cae por las aguas rugientes y enfurecidas! Nina, es ella, corta otra liana, con los dientes, y sí, a lo Jane, o Tarzán, o Chita, como solo Lara Croft puede hacerlo, una elegancia pasmosa, atrapa en su vuelo, de la muñeca a Ismael, a la vez que lo hace Bastian, y los tres vuelan agarrados de las gruesas y elásticas lianas.

Adéle y Jonathan llegan a ese punto, en la ribera, no lejos el monstruo, oliendo el miedo. Eve arroja la cuerda...a la carrera, toda loca, lo suyo no es correr con esas estadísticas que se ha montado...sin embargo, no veas como lo hace esta vez, para apuntarse a los Olimpics games de Jumanji, no le va a la zaga ni retrasa a Jonathan...Y WUAAALAAAA, un tortazo tremebundo de la bestia parda que arranca palmeras, parte del suelo, piedras, monos y aves del paraíso, arañas y culebras, todo por el aire, incluidos Ismael y Eve, revueltos, entremezclados con hierbajos y animaluchos, dando vueltas sobre sí mismos como muñequines.

Hasta que justo chocan y se golpean con sus otros tres amigos que se zarandeaban como trapecistas de las lianas. Carambola plena en el aire, diez de diez. Menuda colisión estelar. *

El quinteto salió despedido después de semejante colisión en las alturas, volando sobre la peligrosa selva esmeralda y las cascadas de tres kilómetros o más de caída. El patoso y suertudo Mr, Bean sujetándose a la correa del zurrón de Indy. Este a la mano de una superLara. Mientras que Jonathan y Eve se mantenían también unidos de la mano, que no se le escapara la chica al galante caballero mosqueado desde el inicio.

Volaron y volaron, viendo el mundo, el tiempo, la vida, pasar. Leones y leonas les saludaron desde allá abajo, gatopardos, elefantes minúsculos y orangutanes a media siesta. Para aterrizar finalmente en el tormentoso río una vez más. un SSSSPPLLASSSSHSSSSS , tremendísimo. Se hundieron, fueron arrastrados por la corriente, una vertiginosa carrera tragando agua y más agua. Hasta que los trepidantes saltos de agua revoltosos los condujeron a una grieta angosta entre los márgenes de un recodo del río, los succionó lo mismo que un aspirador y se desplazaron por un tìpo de embudo que os impulso de manera violenta al interior de una caverna. Una cueva sorpresivamente iluminada. 

En la playita de la gruta, veis que la hembra de delfín zozobró a sus esfuerzos, está ahí tirada, tiesa, tiesa, entre sus últimos estertores, soltando mucha sangre y muriendo finalmente ante vuestro atónitos ojos.  Tras Wimperina se extendía toda esa pintura sangrienta y roja y con cierta tonalidad azul turquesa, que soltaba por la herida. Y más atrás se observaba más sangre…quizá de los monstruos monstruosos.
 

Larita desembuchó un torrente de información, entremezclada, aturullada. ¿Todo fue así, eran esas las palabras de Oráculo? ¿Qué puso de su cosecha, que quitó? Más o menos era eso, ¿no? Mr Bean asentía con su cabeza de muñeco risueño. Pues sería eso. Pero Lara se guardó el papelito con su peligroso contenido. Bueno, con sus secuelas. Luego miró con más detenimiento su equipo. Las balas normales. Pero al pararse en las flechas, descubrió que tres de ellas son distintas a las otras ocho que le quedan; disponían de un cilindro rojo en la punta. Incluso hasta a ella no le costó mucho averiguar que probablemente se trataba de un explosivo, cosa que le confirmó Adèle con un asentimiento de cabeza.

Indy también les instaba a comprobar el equipo, apoyado por el inglés más animado y reanimado, señalando aquí y allá cada cosa que veía, con esas carotas y carantoñas. Necesitaban un momento de descanso para compartir ideas, reflexionar, centrarse. Entretanto le da a beber a Winterina de su cáliz. Más que beber, derrama en el interior de su boca el precioso, valioso e irreemplazable líquido, ambarino, cálido. La delfina no reacciona, se agota hasta la última gota del cáliz y nada, está muerta bien muerta. Después de unos instantes es claro que se quedó sin líquido de vida ni la delfina iba a saltar más. Al menos en esta pantalla de este juego. Pero de pronto, empezó a vomitar por la boca aquella sustancia azul de su interior, no apestaba, curiosamente. Salió y salió de esa gelatina, de sus cavidades internas, se fue como deshidratando, deshinchándose, todo era algo así como una gelatina pastosa, tipo gel, azulada, grumosa aquí o allí.

Mr Bean se acerca y huele con su naricilla más allá de la grieta. Es estrecha, pero pueden pasar. Tiene que apartarse rapido, ya que la fisura en la roca se cierra igual que se abrió. A la vez, una nueva grieta aparece en la pared adyacente a la primera, a varios metros de esta.  De dimensiones y aspecto similar.

Conforme la francesa teclea sus memorias y aventuras del viaje en Jumanji, los dedos se le iban solos, tanto, que no pudo controlarlos, como si tuviesen vida propia. Escribía rápido, con frenesí, imparable, poseída por una velocidad y ansias de desgranar lo sucedido hasta ahora, incapaz de detener a sus manos. Y no solo eso, la hoja de papel no se agotaba nunca, salían chorros y chorros de la antigua máquina de teclear.

Mr Bean quiso aportar una idea. Sin embargo su amiga estaba como poseída por el artilugio. Le dolían las yemas de los dedos, ensangrentadas, pero ella dale que dale al teclado, imparable. La hoja de papel interminable se arremolina frenta a ella, se alzó en una columna tal alta como Lara, un torbellino, Adèle dejó de escribir, agotada, y la cabeza de la momia brincó, se introdujo en ese mini tornado, y al cabo de unos segundos se perfiló una silueta y finalmente ante los asombrados ojos de los aventureros Ramsey cobró forma.

Lara había visto antes este tipo de estatuas o ídolos. La Bruja del Mar, sí, Adèle acertó. Una bruja o diosa. Cecaelia. Por tanto, debía ser una cripta, capilla, altar.  La decidida periodista fue la primera en acercarse al enorme busto. Husmeando el aire helado, a playa y marisco. Dijo de no tocar, pero el Señor Bean el Curioso no hizo caso o no atendió a la recomendación, empujado por su líbido. Que él dirá que es otra cosa, pero en Jumanji hasta los pensamientos se escuchan, se oyen, igual que mecanismos de un mecano. Menos mal que no pasó nada, ni bueno ni malo. El silencio seguía ahí, no aparecieron ni Nemo, el dios, ni Nemo el pececillo. Tampoco la efigie gritó de dolor por el retorcimiento de pezones. Por si acaso, Ramsey, con expresión de horror, se apartó un par de pasos de Mr Bean, no fuese que le cayese un rayo o se lo tragara la tierra por semejante sacrilegio.

Las Brujas del Mar. Lara las conocía de los relatos que le contaba su padre. O en la programación de su personaje. Hechiceras poderosas, capaces de lanzar sortilegios para enfurecer las aguas, gobernar tormentas. Ofrecer la forma humana a incautas sirenitas a cambio de su inmortalidad. Pero estamos en un río...¿hay mar en Jumanji? Seguro que sí. En otras latitudes, tal vez. Se le ocurrió rezar. A Jonathan algo parecido, aunque la trotamundos arqueóloga le puso más ganas y poesía. Tampoco sucedió gran cosa. Bueno, en realidad nada. Fue un buen intento de todas formas. 

Adèle no descubrió mucho más, ni salidas, ni puertas, ni agujeros en las paredes ni ocultas trampillas o palancas. Fue Mr bean el que, claro, se fijó más en los detalles, buscando a saber qué, y porque en el fondo era un suertudo, y al inclinarse hacia la estatua pudo leer impresa entre los dos senos en letra menuda, una sentencia de siniestro contenido:

INSERTAR MONEDA PARA CONOCER SU DESTINO

Jonathan no estaba para trepar por la estatua de una cobra gigante. Bastantes sustos se había llevado ya. Y desde ahí arriba la vista no superaba al resto de inmensos árboles que forjaban una selva hermética y compacta. Aunque tal vez sí que pudiera localizar el brillo de una moneda entre el follaje. Pero como que no escaló. Se negó a ello.

Lara tampoco quiso mover el culo esta vez. No para escalar al menos. Poca colaboración, pero claro, la carrera que se pegaron no fue moco de pavo. Aparte de que Lara prefirió vigilar pistolas en manos, el lugar y sobre todo el silencio sepulcral que lo envolvía igual que un manto irreal que cubriese un panteón de la época modernista, dama mucho yuyu.

KimyJones no dio con la hucha por ningún sitio, ni más arriba ni abajo ni en el frontal ni en la parte trasera. Sí que notó que a la izquierda de la ranura vertical para la moneda se encontraba otra rendija horizontal más ancha. Después buscó por aquí y por allá, lo mismo que Jonathan. Entre hierbajos, arbustos, altas hierbas, hojas grandes como camiones, entre las piedras, hasta en el interior del hueco de algunos troncos. La suerte no les acompañaba, ¡hasta que por fin! , el arqueólogo de leyenda encontró una monedita oxidada, mordida, envejecida, sucia.

La introdujo tal y como rezaban las instrucciones. A los pocos latidos de corazón surgió una tarjetita de color azul celeste acompañada de un corto lápiz.. Una cara estaba en blanco, en la otra más instrucciones:

ESCRIBIR SU PREGUNTA EN EL REVERSO. DEVOLVER EN RANURA TARJETA Y LAPICERO

la confusión ahora cobraba forma de otra manera. Vaya lío. Intercambios de personajes, ¿en serio? Con cara de circunstancias Jonathan, se da un masaje en la frente. Mira a Mr Bean, a Ramsey y a Adèle, alternativamente.

-Soy Ramsey. Pero ahora en la piel de Jonathan. -Mostró su antebrazo, solo le quedaba una vida-  Y Ramsey es el anterior Jonathan. Que infernal embrollo. Debe ser cosa de Anubis. Me temo que sí, Anubis. Confabulado con la bruja demonio.  Debemos salir de aquí inmediatamente o acabaremos idos de la cabeza. Excesivamente turbio para mi sabiduría ancestral.

Hubo conteo de vidas: A Mr. Bean y Jonathan les quedaba una franja verde a cada uno. Al resto de amigos, dos. Y Ramsey no tenía marca alguna. Jonathan se rascó ahora la barbilla mirando a Lara -Tengo la sensación que un grupo eran eso que llamas npcs y otro gente como vosotros. Pero no estoy seguro, aprendo sobre la marcha. Yo quiero regresar a Egypto, Adéle. O a París.

Estaba apesadumbrado. Alzó la vista hacia el cielo y el pájaro- Observad el sol. No se mueve, ¿cómo saber dónde estamos y cómo orientarnos? Ni siquiera por las plantas o los árboles se puede deducir - Es cierto. La posición del solecito es la misma que al inicio de la partida. Y no hay brújula. ¿Ahora qué?

La respuesta llegó enseguida, como si las reflexiones del actual Mr Bean tomasen forma material dándole la razón a sus pensamientos acerca del juego. Una respuesta igualmente a la propuesta de Lara. Un rumbo. ¿Hacia dónde? Un ruido entre el follaje, podría ser un animal. Pero no.

Es el comité de bienvenida a la nueva pantalla.

-Ah, los conejitos. Me gusta cazar conejitos. Y una momia. Mola. Será más divertido.

Algo os hace presentir que no está solo. En particular el ronroneo suave de motores. Pronto, tras el tipo, una docena de moteros y dos todoterrenos a rebosar de mala gente surgen de la maleza. 

no voy a mlagastar mis dias en alragarlos

me molesta que m digan como tengo que vivir

¡¡PUUMBOUM!! 

El tipo aquel respondió con fuego a los sospechosos movimientos de la momia controlada por Ismael, que no parecían tener efecto alguno. Ni tormentas de arena ni escarabajos dientesdesable salieron por su boca. -Tú eres el conejito payaso, ¿no?

Ramsey encajó el tremendo impacto en las costillas, se le rompieron y volaron media docena de ellas del lado izquierdo. Pero no sintió dolor ni se murió. Ni revivió tampoco, claro. Se cayó de espaldas y ya. 

El pecho del cazador humeaba también debido al tiro muy acertado del profe. * Se tambaleó unos grados, sin embargo, apenas pareció sufrir las consecuencias del impacto, sonriendo muy maliciosamente. Crujió el cuello moviéndolo de aquí para allá, preparándose para la siguiente descarga. 

KABOOMM

Esa respuesta tan bestia y sonora fue la que recibió Indy tras disparar muy deprisa, desenfundando a lo Clint Bosquedeleste. En pleno pecho lobo le reventó el cartucho. El impacto propulsó al Dr. Jones como diez metros más allá hacia atrás, hasta detenerse el hombre bala contra el tronco de una palmerita linda, con un "bujero" tremendo en el tórax, se veía el otro lado a través de él. Allí se quedó, despatarrado, entre las altas hierbas, las florecillas y los arbustos de intenso verde jade. Al menos el sacrificio de Jones, Indi Jones, da esos segundos a sus amigos, para seguir las claras indicaciones de Mr T, digo Mr Bean. El inglés lo tenía claro. Salir por piernas. 

 -¿Decías..?  ¡¡JAJAJAJA!! El cazador desvió unos centímetros el cañón de su arma apuntando...apuntando hacia los seis.

 Se quienes sois y qué hacéis aquí. Adèle susurró algo a Mr Bean, a la vez que un revivido Indiana Jones, apareció junto a ellos, enterito, con la mismita cara traviesa de siempre. Y una vida menos en su antebrazo.

 -Monadas,  sois presas. Yo soy cazador. Y la cacería ha comenzado.

El tipo tiene malas pulgas. Maxine delante de Momi, Momi levantando las manos buscando un poder inexistente, va de Dr. Manhattan pero solo el exterior, en todo lo demás es la momia querida de Frances. Buen intento. Y Mr Bean siempre con sus rarezas, sacando juguetitos de los bolsillos de su chaqueta inmaculada.

El cochecito es arrojado con la habilidad de un pitcher de cuatro años. Pasa al lado del cazador sin rozarle para nada, aunque lo distrae momentáneamente -¿Qué..? , se ríe de la tontería del inglés y de lo penoso de su habilidad lanzadora. Y dispara, que el tío es muy bestia. Solo que esa distracción hace desviarse un centímetro el disparo, despeina a la valerosa Ram Ram, y acierta en el hombro azul de Momi.  El dolor es agudo, empuja hacia atrás a Momi/Frances. Aunque sucede algo extravagante, la gelatina azul detiene el impacto y no sufre daños.

El Leyland Mini rueda por el suelo, se detiene en una roca, y un camaleón que pasaba por allí se lo traga presto y rápido con su pegajosa lengua. Risas y carcajadas se escuchan desde detrás de los grandes arbustos de frondosas y grandes hojas.

-Corred, conejitos…uno…dos…tres…cuatro…cinco… -El rugir de varios motores se escuchan, ruidosos, amenazadores, inquietantes. Suenan como a media docena de motos.

Lo intentáis una segunda vez, los cuatro, y nada de nada, el bichejo que salta aquí y allá, correteando, os saca la lengua, burlón. Otro ¡BOOMM! , el cazador falla, de poco. Se ha cansado de contar,  y bueno, que es un tramposo. Momi/Frances le suelta una hostia, acierta de pleno, en toda la cara, lo lanza al suelo, gana algo de tiempo, aunque Van Pelt se recupera rápido, muy rapidito.

Hay que correr. Salen más tíos y tías de entre los árboles, con cadenas, bates de beisbol, cuchillos, y unas pintas muy raras. Van montados en motos, rugientes, ruidosas, gaseando la atmósfera pacífica de la jungla, contaminando terriblemente.

Y os echáis a correr como almas que lleva el viento. Pero es que el camaleón os sigue ahora. Y se va haciendo grande. Qué curioso, eso parece.  Las motocicletas aceleran, sus motores ensordecen.

El pobre Mr Bean se cae. Vaya. Si es que…Uy, como que la tribu motorizada le va a pasar por encima...

Notas de juego

La imagen no es que sea acorde con el texto, pero me molaba XD

kaboomm

Mientras Mr Bean, desesperado, arrojaba piedras, ramas, palos, un camaleón, lo que fuese, contra los malos, y Adèle, igualmente desesperanzada, pensaba y barajaba la idea de lanzarse al vacío, hasta dar con los huesos allá abajo en el revoltoso río, Indy decidió inmolarse para salvar a sus amigos. Eso es lo que hace un valiente. Un héroe. O un memo. No entremos en disquisiciones baldías. Le dio la otra galleta a la periodista, nada leyó en el paño, y, bueno, más o menos, invocó a su manera romántica, la ayuda del juego. 

La mujer apareció tras unos breves segundos de parpadeos y oscilaciones en al aire dulzón de la jungla. Cobró forma frente a vosotros, entre los madmaxes y los aventureros. Van Pelt maldijo herejías, los dos motoristas se lanzaron a por ella. La "Ayuda", enarboló su enorme hacha doble, golpeó a un lado y a otro, a los dos vehículos, en un movimiento circular más veloz que el ojo humano. Motos y jinetes eléctricos salieron despedidos hacia el precipicio, cayendo entre gritos, ¡aaahhhhhhh! , desapareciendo en lo profundo del río. El malvado cazador disparó por dos veces, proyectiles que detuvo la chica con la hoja del hacha. 

-¡Maldita seas, Sonja! -vociferó entre espumarajos que se le formaban en la boca- ¡Un día se te acabará la suerte!

-¡Pero no hoy! -bramó la pelirroja con voz grave y poderosa. -Val Pelt se subió al coche que quedaba y, con los suyos, dieron media vuelta perdiéndose en la densidad de la vegetación de la selva.