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Juramentos de la Marca de los Jinetes - Amanecen días rojos

Capítulo 4: Incursores del Río

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14/01/2019, 07:49
Grimborn

Tras sentaros en torno a la fogata, Dengal le pide a Grimborn que os cuente con detalles lo que ha sucedido y este no tarda en comenzar con su relato.

-Hace poco menos de dos semanas, Éogar dejó su hogar en el Abismo de Helm y emprendió su viaje por todos los asentamientos y fuertes que hay cerca del río Isen con intención de preparar personalmente las defensas y organizar las patrullas ya que como es habitual, los dunlendinos suelen realizar sus incursiones durante la primavera. No solo le seguían su capitana Mildryd y sesenta jinetes de su éored personal sino que también le acompañaban su esposa Esfled y su hijo Erkenbrand. Luego de haber pasado un tiempo en los fuertes de los Vados del Isen, la compañía se dirigió al suroeste visitando así los asentamientos que se encuentran entre el Isen y las Montañas Blancas, las cuales son las más cercanas a la Marca Occidental* -os comenta el Señor de Bosque Oscuro- Hace dos días, acamparon en un boscoso y verde valle con varias cataratas que hay entre las colinas cercanas al Isen y las laderas más bajas del Thrihyrne, el último pico de las Montañas Blancas, a unas 20 millas al sur del Paso de Rohan. En un principio no había problemas pero al caer la noche una densa niebla bajó de las montañas, la cual no solo hacía imposible que alguien viera más allá de sus manos sino que también impedía que la luz de la luna y de las estrellas iluminaran el campamento. Pasada la medianoche, los caballos comenzaron a inquietarse y a relinchar sin ninguna razón aparente y más de uno se soltó sembrando el caos y la confusión en el campamento, aunque al final el Mariscal y sus hombres controlaron la situación no tardaron en darse cuenta que Esfled había desaparecido. Haciendo honor a su impulsividad y al amor por su esposa, Éogar se subió a su caballo y se dispuso a ir a buscarla pero sus capitanes lograron convencerle y hacerle desmontar diciéndole no solo que se perdería en la niebla sino que podría alterar cualquier huella que los responsables hubieran dejado. A la mañana siguiente, sus hombres examinaron los alrededores descubriendo pistas que señalaban que un pequeño grupo de dunlendinos fueron los responsables del secuestro y de la inquietud de los caballos y también huellas que iban en dirección oeste, hacia el interior de la Marca Occidental*. Sin perder ni un solo instante, Éogar dio la orden de levantar el campamento y seguir las huellas pero, sabiendo que yo era el Señor más cercano, también envió un mensajero a Bosque Oscuro con una carta en la que me cedía temporalmente su autoridad para convocar a cualquier hombre capaz de portar un arma y en la que me ordenaba que luego de tres días de reclutamiento, debía marchar a su encuentro y ayudar en la búsqueda… o participar de la venganza en su nombre.

Después de hacer una pequeña pausa, el noble se queda mirando fijamente la fogata y por un instante creéis ver que el fuego también arde en sus ojos.

-Lady Esfled es una buena mujer con un gran corazón y nadie tiene derecho de hacerle esto…

Poco a poco la ira comienza a notarse en la voz de Señor de Bosque Oscuro hasta que finalmente descarga un poderoso puñetazo contra el tronco recostado en el suelo en el que está sentado, causándole una importante quebradura que por poco no lo parte por la mitad. Acto seguido, se pone de pie y lanza un grito cargado de furia que en cierta forma se semeja al rugido de un oso, el cual llama la atención de todos los jinetes del campamento.

-¡En poco tiempo cabalgaremos hacia la Marca Occidental* y aparte de nuestra furia llevaremos con nosotros nuestras espadas, hachas o lanzas! ¡Les enseñaremos a esos dunlendinos las consecuencias de esta afrenta! -exclama con fuerza Grimborn- ¡Y si un solo pelo ha caído de la rubia cabellera de la Señora del Folde Oeste, se lo haremos pagar con sangre!

Inmediatamente todos los presentes desenfundan sus armas y las levantan al cielo mientras se unen al grito de guerra en el que predomina el “Por Lady Esfled” o “Por la Señora del Folde Oeste”. Aunque estáis seguros de que varios de los presentes no están de acuerdo con la forma de gobierno de Éogar, no os cabe ninguna duda que todos respetan y admiran a su esposa.
Una vez que los vítores terminan y todos regresan a sus tareas, las cuales realizan incluso con más ánimo, Grimborn respira pesadamente hasta que al final se tranquiliza y vuelve a sentarse.

-Os pido disculpas por el exabrupto pero no tolero la situación y si fuera por mi ahora mismo estaría uniendo fuerzas con Éogar. Además, la espera no ayuda en mucho… -os comenta el señor- Como os iba diciendo, el Mariscal me ha dado tres días y aunque le debo mi lealtad, también se la debo al Rey. Nominalmente, la Marca Occidental* está bajo el dominio de la corona pero en realidad se encuentra dividida entre los nuestros, los Gáesela** y los Wulfingas***, por lo que llevar un ejército allí causaría bastante problemas. Debido a ello, envié a mi sobrina Rynelda a Edoras para que le advierta al Rey Thengel de la situación y que este se una a nosotros o nos ordene quedarnos en donde estamos -os explica Grimborn- Como veis, se trata de una situación complicada: Si avanzamos es muy probable que empecemos una guerra mientras que si nos quedamos condenaremos a Lady Esfled…

Notas de juego

*Marca Occidental: Es la región triangular delimitada por las Montañas Blancas y los ríos Isen y Adorn. En teoría le pertenece enteramente a la corona de Rohan pero en realidad está dividida en tres zonas de influencia: los rohirrim (en la parte noreste), los wulfingas (en la parte sureste) y los dunlendinos Gáesela (en la parte oeste).

**Gáesela:  Son un grupo de clanes dunlendinos que viven en la parte oeste de la Marca Occidental, por lo general son los más pacíficos de los suyos y podría decirse que los más civilizados. El cazador Imhar Alcance-Lejano, al cual conocisteis en la aventura anterior, pertenece a esta facción.

***Wulfingas: Son un pueblo que tiene tanto sangre rohirrim como dunlendina y que en su tiempo siguieron a Wulf, hijo de Freca, en su guerra contra Helm Mano de Hierro. Ahora son vasallos del Rey de Rohan (por lo menos nominalmente) y su líder es Frána, Señor de Frecasburgo.

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14/01/2019, 23:13
Dengal

La sorpresiva palmada del Señor de Bosque Oscuro me hace tambalear debido a la gran fuerza con la que lo hace, cuanta más fuerza mayor estima, asi que me alegra que casi me rompa un hueso. Es broma, pero quedo un poco dolorido a decir verdad. Mientras Grimborn nos da detalles de los últimos sucesos que acontecieron, veo los rostros de mis compañeros que se horrorizan frente a lo que pudiera pasarla a la Señora del Folde Oeste siendo cautiva del enemigo.

Luego de escuchar sus declaraciones y ver el apoyo de sus hombres, espero que termine de hablar para darle nuestro apoyo.

-Mi Señor Grimborn, compartimos el dolor por el secuestro de Lady Esfled y nos ponemos a disposición de lo que necesite siendo usted quien lidere la búsqieda por orden del Señor Éogar. Como ya sabe, nuestro grupo encontró y acabó con el troll asesino de campesinos, por lo que no nos falta habilidad para rastrear y pelear. Además, se ha unido a nosotros Narieth Linduin, enviada de los elfos y al servicio de la familia real, por lo que contamos con su sabiduría élfica- aclaro mi voz tratando de hacerla más seria-Díganos que podemos hacer y nos aprestaremos a ello.

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17/01/2019, 07:31
Grimborn

-Si, he oído de la nueva emisaria que hay en la corte. Es un placer -dice Grimborn haciendo una breve inclinación con la cabeza en forma de reverencia hacia Narieth.

Luego de un breve tiempo de silencio en el que el Señor de Bosque Oscuro se rasca la barba de forma pensativa, este os vuelve a hablar.

-Lo único que podéis hacer aquí es ayudar con el campamento y esperar varios días hasta que recibamos la respuesta del Rey -os dice Grimborn- Sin embargo, si al igual que yo preferís actuar en vez de esperar, podríais unir fuerzas con Éogar y sus hombres y colaborar en la búsqueda de Lady Esfled. El anterior campamento del Mariscal está a un par de días de aquí pero no sabría deciros donde se encuentra ahora aunque después de vuestra cacería del troll no os costará mucho hallarle.

Notas de juego

Todos: Ahora os toca decidir si os quedáis tres días en el campamento de Grimborn a la espera de las órdenes del Rey u os adentráis en la Marca Occidental para ayudar en la búsqueda de Esfled. Independientemente de la elección, la noche ya está por caer así que tendréis que descansar si o si en el campamento.

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17/01/2019, 11:44
Narieth Linduin

Hago una reverencia hacia el capitán rohir cuando me reconoce en el grupo, y miro con agradecimiento cómplice a Dengal por su presentación. Parece que mi posición cercana al Rey empieza a ser conocida en estas tierras, aunque eso no quiere decir que sea respetada. Dependerá de mí actuar de una forma en que mi nombre y presencia no generen desconfianza y desdén.

Las opciones que nos propone Grimborn nos sitúan en una disyuntiva. Estando al servicio del Rey, lo lógico sería no actuar sin esperar sus órdenes. Pero por otro lado nuestra misión es ganarse la confianza de los Mariscales por encima de todo. No creo que si dejamos a Esfled en manos de los dunledinos tengamos ninguna posibilidad de pedir posteriormente a Eogar ningún otro esfuerzo por su parte.

No tengo dudas -exclamo tras oir a Grimborn-, por difícil que parezca la elección. Para calmar los ánimos en La Marca debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos, y la necesidad no tolera a los faltos de decisión. Propongo marchar lo antes posible en busca del campamento del Segundo Mariscal, y perseguir cualquier rastro que encontremos allí.  

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17/01/2019, 11:55
Eothred

Eothred se mesa la barba y mira a sus compañeros.

-No sé la opinión del resto, pero creo que esta noche, al menos, deberiamos dormir aqui. Disculpadnos, mi señor si, con vuestro permiso, nos levantamos y vamos a por nuestros pertrechos para hacer noche, ya que hoy poco mas se puede hacer.

 

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18/01/2019, 08:40
Aldor

.-Coincido con ambos.-les digo a Narieth y Eothred. Debíamos irnos los más pronto posible y ayudar al Rey pero la dura marcha hasta aquí había pasado factura a todos y necesitábamos descansar, tanto humanos como monturas:-Un grupo pequeño puede pasar más desapercibido que uno grande como es el caso. Y si las tensiones entre los tres clanes, ya son de por si delicadas. Ahora con lo ocurrido, un mal movimiento puede desencadenar una guerra en la que muchos morirían.-expuse casi sin darme cuenta para lo callado que suelo ser.

 

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18/01/2019, 08:47
Aldor

El tono en mis palabras dejaba notar mi preocupación por la situación en la que me encontraba, mi pasado podría alcanzarme y, tan solo por el hecho de ser quién soy, podría llevarme a la muerte:-Y algunas lealtades podrían verse cuestionadas.-dije para mis adentros. 

Narieth era la única que conocía mi pasado y esperaba que se diera cuenta de la posición en la que me encontraba. 

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20/01/2019, 12:03
Barald Viento de Lanza

Tras ser recibidos por el señor Grimborn, oimos de su propia boca las malas noticias que recorren estas tierras.

Escucho en silencio todo lo que tiene que decir hasta que después de ofrecernos su hospitalidad regresa a los preparativos del ejercito. Durante un rato quedo sumido en mis propios pensamientos, parece que hay una guerra en ciernes de la que será complicado que no estalle, hasta que escucho las reflexiones de mis compañeros y me vuelvo a concentrar en la empresa que tenemos por delante.

-Creo que deberiamos descansar lo justo para recuperarnos de la última cabalgata para a continuación partir raudos hacia la zona del conflicto. Como muy bien dice Aldor, en ocasiones se solucionan mejor los problemas con un grupito de intrepidos aventureros que con un poderoso ejercito. Estoy seguro que el Rey lo último que quiere es una guerra dentro de sus propias fonteras.

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20/01/2019, 14:47
Dengal

El cansancio ya me estaba ganando, por lo que pasar la noche allí no lo veía con malos ojos. Mís compañeros coinciden en quedarse y por lo que los conozco seguramente prefieren avanzar y ayudar en la búsqueda, lo que dice Grimborn es cierto, quedarnos podría condenar a Lady Esfled.

-Señor, ayudaremos en lo que se pueda, somos gente poco afín a la espera y de fácil movilidad en las búsquedas- hago silencio y saco mi mandolina-Pero eso creo que deberemos discutirlo mañana luego de descansar y planearlo como es debido, por ahora si necesita música para calmar la mente en esta noche puede requerir la melodía que más le apetezca.

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21/01/2019, 09:54
Narieth Linduin

Mientras cae la noche, y todos nos preparamos para descansar lo mejor posible en el campamento, observo que Aldor se encuentra algo inquieto. Se le ve un hombre acostumbrado a las incomodidades, y en nuestro tiempo juntos siempre me ha parecido que no le costaba nada dormir al raso o bajo poca protección. Su cuerpo aprovechaba cada instante de descanso que pudiera tener. Pero no esta noche. Hoy lo veía removerse entre las frazadas, inquieto, sin encontrar una posición que lo calmara. 

Recuerdo entonces lo que me dijo, unas noches atrás, sobre su origen. Sangre dunledina corría por sus venas, mezclada con la de los rohirrim. Sólo por eso, muchos de los Jinetes condenarían a un hombre valiente al ostracismo, al margen de la lealtad que hubiera demostrado hasta ahora. ¿Quizás si nos encontrábamos con los raptores de los dunledinos, alguno pudiera reconocer a Aldor? O ¿por qué no? ¿quizás Aldor también sentía respeto por su parte de hombre de las colinas, y no deseaba derramar la sangre de sus parientes? A buen seguro no se encontraba en una posición cómoda. No era de extrañar que no pudiera dormir.

Me aproximo a él, con el sigilo de mi raza, para no despertar a los demás. Arrodillándome a su lado, pongo una mano sobre su hombro. Primero salta en su duermevela, pero parece calmarse a reconocerme bajo las estrellas:

Haré todo lo que esté en mis manos para evitar cualquier derramamiento de sangre si encontramos a los secuestradores. Lo prometo. -

Hombre de pocas palabras, Aldor no me da ninguna respuesta. Pero veo cómo enseguida cierra los ojos, y parece que deja de girar de lado a lado en su improvisada cama. Mi promesa es bastante vacía al no saber a qué nos vamos a enfrentar, pero quizás es mejor que nada. O, al menos, saber que no está solo en su secreto.

Notas de juego

Nerghan, he interpretado un poco a tu personaje para la escena. Perdona si algo no te cuadra con Aldor; lo puedo cambiar sin problemas, o tú mismo hacer una respuesta variando lo que necesites.

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22/01/2019, 22:34
Aldor

Notas de juego

Me ha gustado bastante, la verdad. 

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24/01/2019, 08:00
Director

Coincidiendo en que lo mejor sería ayudar en la búsqueda de Esfled pero también en que ya es muy tarde para volver a los caminos, decidís pasar la noche en el lugar aunque no lo hacéis al raso sino que Grimborn os cede un par de tiendas, las cuales montáis en un espacio libre dentro del campamento. Tras compartir cena con el Señor de Bosque Oscuro y sus guerreros de confianza, os retiráis a descansar aunque debido al cansancio o la inquietud por lo que os espera, algunos lográis conciliar el sueño con más facilidad que otros.

Completamente recuperados del cansancio que habéis ido acumulando desde que dejasteis el Vado del Entaguas, a la mañana siguiente os despertáis con las primeras luces del día y tras tomar un frugal desayuno, os despedís de Grimborn y os ponéis rumbo a la Marca Occidental. Tras unas horas de viaje yendo en dirección suroeste, con las escarpadas orillas del Río Isen a vuestra diestra y los últimos picos de las Montañas Blancas a vuestra siniestra, os dais cuenta que poco a poco vais entrando en una región mucho más agreste que las otras por las que habéis pasado. Los bosques de las laderas de las montañas son más abundantes debido a que parecen que nunca han conocido un hacha, los fértiles y verdes valles están vacíos ya que en ellos no hay cultivos ni animales que pasten, las colinas cubiertas de hierba se intercalan de manera que no podéis ver bien el horizonte y los caminos se difuminan entre la vegetación, desapareciendo para volver a aparece varios metros más adelante, incluso los granjeros y pescadores de las pequeñas aldeas que dejáis atrás os resultan extraños ya que algunos parecen gente de la Marca, otros dunlendinos y otros tienen características de ambos pueblos… Sin embargo, todos coinciden algo: cogen sus armas y se refugian en sus casas en cuanto os ven u oyen el relincho o el sonido de los cascos de vuestras monturas. Por lo visto da igual que sangre corre por sus venas, todos desconfían de cualquier grupo armado que se aproxime, independientemente de cuál sea su origen.

Para cuando el sol llega a medio camino entre el cénit y el horizonte, vosotros termináis de subir una elevada colina y desde allí podéis ver que delante vuestro se abre un amplio y verde valle que limita con un pequeño bosque ubicado en las laderas más bajas de las montañas y en el que el único ruido que se escucha es el rugido que produce el agua al caer desde la altura, lo que señala que cerca debe de haber unas cascadas. Como si todo lo anterior no fuera suficiente para que os dierais cuenta de que este es el lugar donde Éogar y sus hombres acamparon y donde Lady Esfled fue secuestrada, también vislumbráis a la distancia un campamento de casi la mitad del tamaño que el de Grimborn y que pareciera encontrarse abandonado. Sin perder ni un solo instante, azuzáis a vuestras monturas y os dirigís hacia él pero antes que podáis ingresar, una docena de jinetes emergen de entre las tiendas y os interceptan con las armas desenvainadas y los arcos tensados.
Los doce desconocidos no parecen ladrones, ni saqueadores y mucho menos dunlendinos ya que además de montar en recios corceles, están equipados resistentes cotas de malla, yelmos con crin de caballo y armas fabricadas con buen acero. Los jinetes llevan una barba muy corta pero irregular, sus ojos son claros y sus cabellos varían entre el pelirrojo y las distintas tonalidades de rubio, aunque también notáis que a pesar de tener complexión de guerreros, sus edades varían entre unos pocos menos de veinte hasta los veinticinco como mucho. Sin lugar a duda se tratan de jinetes que forman parte del éored de Éogar pero que han sido dejado atrás, tal vez debido a su juventud, para que protejan el campamento y las pertenencias de sus compañeros hasta que estos regresen con Lady Esfled.

-Este campamento le pertenece a Éogar, Segundo Mariscal de la Marca y Señor del Abismo de Helm -os dice el de mayor edad del grupo y el que parece ser el líder aunque lo hace con una voz clara y fuerte pero que también está cargada de desconfianza y de furia- ¿Quiénes sois y que queréis? Hablad directamente y con rapidez.

Notas de juego

Todos: Debido al descanso en un lugar seguro, los que tenían un punto de Cansancio (todos menos Dengal y Galadan) lo eliminan y ahora se encuentran en plena forma.

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25/01/2019, 14:04
Eothred

Eothred se adelanta.

-Somos gentes de la Marca y el elfo esta con nosotros. Venimos del campamento de Lord Grimborn quien esta reuniendo hombres para ayudar con la busqueda, nosotros nos hemos adelantado para ofrecer nuestra ayuda en la medida de lo posible.

 

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25/01/2019, 22:24
Barald Viento de Lanza

Después de un apresurado viaje ya empezamos a divisar el campamento de Eogar pero nuestra presencia no pasa desapercibida, una docena de soldados salen a nuestro encuentro con las armas prestas para la lucha, retengo a mi montura  y evito que mi mano se acerque a la lanza.

Eothred es el primero en intervenir y después de que termine de hablar alzo la mano en señal de saludo y tomo la palabra.

-Saludos caballeros de la Marca, como os ha dicho mi amigo  venimos a galope tendido para poner granito de arena en esta empresa, nosotros servimos a Rohan y después de que Grimborn nos contara los problemas que sufris nos hemos trasladado  para colaborar en la busqueda ¿Hay alguna novedad sobre la dama desaparecida?

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26/01/2019, 19:14
Narieth Linduin

Espero a que respondan a mis compañeros, ya que sin duda la presencia de los Jinetes Eothred, Dengal y Aldor calmarán los ánimos de estos jóvenes.

Por su actitud airada, no parece que vayan a poder darnos buenas noticias. Cuando hayamos hecho las presentaciones y nos dejen paso libre, preguntaré si ha habido algún rastro de los secuestradores que el Mariscal haya seguido, o si nosotros mismos podemos examinar el campamento en busca de rastros o pistas. Estoy segura de que Barald tiene el olfato de un cazador, y será difícil que algo se le escape.

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27/01/2019, 11:06
Aldor

La noche no había sido de las mejores que había pasado, pero aún así me levanté con el cansancio reflejado en mi rostro, me equipé y desayuné con el resto. Montamos y abandonamos el campamento de Grimborn, Señor de Bosque Oscuro, y emprendemos la marcha.

Le viaje es interesante al ver el cambio de paisaje entre las distintas regiones de la Marca y la diversidad de vegetación y geografía que hay. Alcanzamos subir la inmensa colina cerca del mediodía y advertimos que el campamento de Éogar esta cerca. Le pido a Orlin que acelere el paso y nos aproximamos con premura al campamento. Justo al llegar nos salen al paso doce hombres, jóvenes y fornidos guerreros del éored de Éogar, parecen haber sido dejados atrás para defender el campamento. Tiro bruscamente de las riendas para que Olrin se detenga a trompicones y no arrollar a los guerreros:-Rohirrim! Venimos del campamento de Grimborn, Señor de Bosque Oscuro, para prestar nuestra ayuda en la búsqueda de Lady Esfeld. Bajad las armas y dejadnos ayudar.- digo para apoyar lo que mencionan Eothred y Barald. 

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27/01/2019, 12:10
Dengal

Eran jóvenes como nosotros, encueltos en problemas a los que debieron enfrentar y hacerse cargo debido a las circunstancias de lanvida, en muchos de ellos se veía el miedo de un niño. Algo había sucedido comp para que estén tan alterados y ko hayan tendio tiempo ninsiquiera de recortarse las barbas. Esperaba que este presentimiento solo sea un error mío.

-Como mis compañeros dicen bien, venimos a prestar ayuda en la búsqueda de Lady Esfled. Mi nombre es Dengal, juglar de La Marca.

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30/01/2019, 20:02
Director

Al presentaros como amigos de Rohan, los jinetes dejan de apuntaros y envainan sus armas aunque aún así no dejan de miraros con el ceño fruncido.

-Si hubiera alguna novedad de Lady Esfled nosotros no estaríamos cuidando un campamento vacío -responde de mala manera el líder del grupo- Y si en verdad venís a ayudar en la búsqueda, tendréis que continuar ya que aquí no hallaréis nada -os dice el jinete para luego señalar en dirección oeste- En la otra punta del campamento no solo encontraréis las huellas de los secuestradores sino también las de Éogar y su éored y si la seguís, tarde o temprano os toparéis con el Mariscal y él os dirá en que podéis ser útiles. Sin embargo, desconozco cuanto tiempo os llevará encontrarle aunque imagino que ahora mismo debe de estar cerca del Bosque de Derne, por lo que escuché de los exploradores antes de que se marcharan el rastro de los dunlendinos iba en esa dirección -agrega el líder del grupo respondiendo a la pregunta de Narieth.

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02/02/2019, 18:56
Barald Viento de Lanza

No esperaba que saltasen de alegría al vernos pero una recepción tan glacial, asi que ignorando a los caballeros giro mi montura hacia mis compañeros y les digo con voz seria -Amigos parece que aquí no hay más que hacer, deberiamos partir en pos de Éogar ya que en este lugar ni somos utiles ni somos bienvenidos. Y giro de nuevo mi caballo en dirección al otro punto del campamento mientras espero la reacción del resto del grupo.

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03/02/2019, 12:48
Narieth Linduin

-Estoy de acuero, Barald. No perdería el tiempo aquí, donde los rastros ya tienen días. Hay buenos cazadores entre los rohirrim, así que confiaría en su sentido de la dirección de los secuestradores-. 

Miro entonces a lo lejos, en la dirección en la que el guardia indica que se encuentra el bosque de Derne. 

¿Sabéis a cuánta distancia está el bosque de aquí? Deberemos espolear a nuestras monturas para llegar lo antes posible, pero si sabemos el trecho que nos espera no las forzaremos innecesariamente-. Pregunto a los guardias.

Tanto si mis compañeros están de acuerdo en salir ya al galope como si no, seguramente en algún momento habremos de ir en busca de Eogar y los suyos igualmente.