Partida Rol por web

3 días...parecía que habría pasado más tiempo del destrozo en la granja, supongo que los que actuaron aquí habrán ido en busca de más granjas, la cosa empezaba a ponerse interesante y eso alimentaba mis ansias de entrar en combate

-Creo que deberíamos parar aquí unas horas, calentarnos y alimentar a los caballos para poder proseguir el viaje sin problemas y si ocurre algún imprevisto que no nos coja en malas condiciones

Le contesto a Aldor

No dejo de mirar el terreno con el ceño fruncido. Nada de esto me gusta.

- Estoy con Aldor, Harot. No estoy cansado. Creo que lo mejor sería ir de inmediato; más tarde, puede que se nos eche la noche encima. No quiero estar en una granja en estas condiciones si no está el sol en el cielo.

Rebuscamos concienzudamente entre los restos que quedan en la casa y los alrededores, buscando más indicios sobre lo sucedido.
Aldor, a mi lado, se fija en una argolla que está arrancada y deformada, me giro hacia mis compañeros cuando estos empiezan a hablar y continuo una vez que ellos terminan. -Esto no pinta bien, no creo que un orco mugroso pueda estropear esta argolla de metal,¿quién o qué podría haber hecho esto?respiro profundamente y continuo-Solo se me viene a la cabeza un troll con su gran fuerza pero supongo que si hubiera sido una de esas estúpidas bestias hubiera dejado un rastro bien visible. Amigos tenemos que apresurarnos y llegar a la próxima granja antes de que aparezca el mismo ser que arrasó esta, tenemos que llegar con tiempo para preparar una buena defensa y alertar a las buenas gentes que vivan en el lugar.

-Estamos cerca de la siguiente granja,
no le veo la razón a parar aquí, vayamos al siguiente destino marcado del mapa y luego veremos que hacer.

Viendo que no hay nada más por descubrir en la granja y desoyendo el consejo de Harot, regresáis con los caballos y reanudáis la marcha esta vez en dirección sudoeste. Tras media hora de viaje y con el sol matinal ayudándoos a combatir el gélido viento, finalmente divisáis la segunda granja, la cual también se asienta en una pequeña colina. Sin embargo, vuestro corazón no tarda en dar un vuelco al ver que el techo de la casa comunal está hundido y que una de las paredes se ha derrumbado hacia afuera al igual que la granja anterior.

Avanzando con cautela, os acercáis a la granja hasta que a un par de metros de ésta unas figuras tendidas en el suelo os llaman la atención. La primera se trata de una mujer vestida con ropa de dormir y aunque no podéis determinar su edad ya que su rostro está totalmente desfigurado por uno o por varios golpes en la cabeza, imagináis que debió haber estado cerca de los cuarenta por las canas que se mezclan con sus rubios cabellos. El segundo cadáver, a un par de metros del primer cuerpo, es de un muchacho de no más de catorce inviernos con un profundo corte en la garganta que seguramente hizo que se desangrara rápido y otros tres más en el pecho de igual profundidad. El joven todavía lleva en sus frías manos la asta rota de una lanza y aunque imagináis que intentó defender valientemente a su madre, está más que claro que no tuvo ninguna oportunidad contra su enemigo, sobre todo teniendo en cuenta que también está vestido con ropa de dormir. 

Por la sangre que mancha la nieve y el estado de los cuerpos, imagináis que sus muertes ha sido cuestión de horas, tal vez antes del amanecer. Además, teniendo en cuenta que están a varios metros de la granja, es muy probable que los hayan matado cuando intentaban huir.

Llegamos a nuestro siguiente objetivo y de nuevo nos encontramos con la desolación, sus habitantes asesinados y la casa destruida, esto cada vez tiene peor pinta.
Miro por los alrededores intentando buscar alguna pista sobre los posibles autores pero con la máxima celeridad posible, luego me vuelvo hacia mis compañeros. -Debemos apresurarnos, quien está destrás de estas fechorias no tiene pinta que se vaya a detener, tenemos que llegar a la siguiente granja antes de que cometa otra atrocidad.

Me muerdo el labio con tristeza y rabia. La mujer me hace sentir mal. El niño me hace sentir muy mal. Le cierro los ojos y le pongo las manos en el pecho, sujetando la lanza rota. De rodillas junto a él, canto.

- Duerme, joven guerrero.
Duerme, otros ojos vigilan
lo que protegiste en vida.
Puedes ya dormir sin miedo.
Tu lanza está rota
y tu cuerpo, partido y hecho trizas.
Elegiste ser soldado, pero mira:
hoy eres el orgullo de Rohan.

Me pongo en pie, cogiendo al chico y juntándolo a su madre. Me vuelvo hacia mis compañeros, enjugando unas lágrimas.

- ¿Qué hay por ahí? ¿En qué puedo ayudar?

Llegamos a la siguiente granja y una escena muy similar se enfrenta a nosotros. Lo que me hace pensar que los autores de los asesinatos son los mismos. Por el estado de los cuerpos tiene toda la pinta que el ataque se hizo por la noche, aunque es difícil de saber a ciencia cierta.

Hay algo brutal y salvaje en la escena, parece un acto de pura maldad, no parece haber ningún motivo aparente para los ataques más que el placer oscuro de matar por matar, además a granjeros indefensos… Aunque sospecho que hay algunos miembros de la familia que faltan, reviso la casa para saber el número de dormitorios, pero  es difícil de creer que esta madre y este muchacho adolescente fueran los únicos habitantes…

Parece que los atacantes se han llevado prisioneros, quizás aquellos que mejor pueden servir como esclavos, o sencillamente aquellos que parecían más apetitosos…

Me bajo del camino y rastreo la zona en busca de huellas frescas, si encontramos un rastro podríamos darles caza.

Debido a que en los alrededores de los cuerpos hay zonas donde la nieve se ha derretido completamente, se os hace difícil encontrar alguna pista clara pero aún así lográis averiguar dos cosas interesantes: que el atacante era un único individuo pero de gran tamaño y que cerca del cuerpo del muchacho hay unas pequeñas manchas de sangre aunque esta no es como la de cualquier persona sino que es negra. Sin embargo, antes de que podáis investigar a fondo, escucháis de repente un gemido de dolor que proviene del interior de la derruida edificación, por lo visto alguien sigue vivo.

Apurándoos pero manteniendo al mismo tiempo los sentidos alerta, avanzáis hacia la sala comunal e ingresáis a ella por donde estaba la pared que ahora se encuentra desperdigada por todo el suelo. De inmediato, notáis que recostado contra una de las columnas de la casa se encuentra una persona que todavía respira. Se trata de un hombre de la Marca que puede que todavía no haya llegado a los cincuenta, de cabellos y barba grisáceos y que también lleva su ropa de dormir. Sus temblorosas manos empapadas de sangre intentan cubrir la profunda herida de su vientre y en sus labios podéis notar también el rojo de la sangre, a su lado yace una espada rota con su hoja quebrada manchada con sangre negra. También descubrís que en las cercanías hay unas huellas marcadas nítidamente en la nieve: un par de pisadas enormes, salpicaduras de sangre roja pero también negra y unos surcos profundos, como si algo pesado hubiera sido arrastrado desde la casa colapsada hacia afuera

Cuando os acercáis, el hombre herido abre los ojos y os habla con voz áspera, claramente en sus momentos finales.

-¡Vino de Grimgelad! ¡Del barranco maldito! Vino durante la noche, antes del amanecer… Mis caballos, Melena plateada y Casco férreo, se los llevó… Casco férreo lucho como un guerrero pero no pudo resistir mucho ¿Quién podría enfrentarse a semejante bestia? Todos mis vecinos muertos y sus caballos devorados, les he fallado… le fallé a mi familia, no pude defender a mis seres queridos ni a mis fieles monturas ¿para qué sirvo entonces? Me reuniré con mis ancestros y seré una vergüenza para ellos…

El hombre levanta su mirada hacia al cielo y podéis ver que unas lágrimas comienzan a rodar por sus mejillas. Desde un árbol cercano una pequeña bandada de cuervos comienza a graznar ruidosamente, como si estuvieran celebrando el cada vez más cercano festín.

Comienzo a buscar rastros en el suelo, huellas, pisadas, o manchas lo que sea que pueda ayudarme a dilucidar que es lo que esta ocurriendo. El ataque ha sido llevado acabo por una gran y única criatura, de sangre negra…. Debe tratarse de un Troll. Eso explicaría las paredes de las casas que son directamente arrancadas desde el exterior, es un Troll que ataca a los granjeros pare robarles los caballos y comérselos.

Cuando ya me disponía a sacar el mapa para ver el radio de acción de la criatura basándome en sus ataques previos… oímos unos gemidos lastimosos. No tardamos de encontrar a un varón muy malherido, seguramente se trata del granjero, todo indica que presento batalla y cayo.

Con un hilillo de voz y escupiendo sangre apenas consigue vocalizar pero nos confirma que la criatura viene de Grimgelad…

Girándome hacia mis compañeros y apartándome un poco del granjero digo: -Alguno de vosotros tiene algún conocimiento curativo? Hay algo que podamos hacer por él? ­Yo me reconozco un auténtico ignorante en la materia pero puede que alguien sepa más y que incluso pueda ayudar al granjero.

Dejando la vida del granjero a algún otro compañero que tenga hábiles manos y hablando para todos sin dirigirme a ninguno en particular digo: -Esto tiene toda la pinta de ser un Troll. Deberíamos ir al barranco a ver si diéramos con su madriguera por pura fortuna… seguramente lo mejor sería hacer un descanso a media tarde para dormir y descansar un tiempo ya que deberíamos pasar la noche en pie, buscándolo… ya sea en el barranco o patrullando por entre las granjas que aún no han sido asaltadas.

"No..."

- ¡Rápido! ¡Necesita ayuda!- Le aguanto la mano.- Aguanta, amigo. ¡Estamos aquí! Nos ha enviado el magistrado para ayudaros. ¡Aguanta! La ayuda ya está aquí.- Me giro a mis compañeros.- ¡¿Alguien sabe cómo curarlo?!

El cuerpo se me había congelado, no era el frío de la intemperie, era ver el sufrimiento de ese hombre, tanto físico como en su orgullo. Ya los cuerpos de madre e hijo fueron demasiado impresionables para mi que no pude seguir el canto de Galadan y sólo podía dar vueltas buscando pistas sin éxito.

Cita:

-Ah... Ehhh....- comencé a decir petrificado ante la escena, pero luego de los gritos de mi compañero sólo pude atinar a decir - No tengo idea sobre curaciones- y un nudo en la garganta crecía y evitaba que las lágrimas cayeran.

Parece de locos porque mientras seguimos examinando los destrozos,todo parece indicar que han sido causados por un solo individuo que debería tener una fuerza y un tamaño colosal.
Cuando seguimos indagando sobre los hechos ocurridos increiblemente encontramos un superviviente aunque está muy mal herido.
Me acerco a su lado a examinar sus heridas, no tengo grandes nociones de medicina pero parece que el resto de mis compañeros tienen incluso menos conocimientos que yo.
Me pongo en cuclillas a su lado y le hablo con un tono despreocupado. -Amigo mio, saldrás de esta, tienes que recuperarte para ayurdanos hacer justicia con tu familia e impedir que este ser siga repartiendo dolor entre las buenas gentes de Rohan.Y comienzo a curar sus heridas.

A pesar de sus limitados conocimientos, Barald no tarda en darse cuenta de que ya es muy tarde para intentar cualquier curación, la herida es demasiado profunda y el granjero ya perdió demasiada sangre como para tener cualquier oportunidad de recuperarse. Debido a esto, el hombre lo sujeta del brazo y lo mira a los ojos.

-Ya es muy tarde para que podáis hacer algo, dejadme marchar… -le dice el granjero pero es interrumpido por una repentina tos.

Tras un breve instante tosiendo y escupiendo sangre, el hombre os mira a todos y vuelve a hablar.

-Era una gran bestia de la montaña, un ser de ojos salvajes… una criatura con la piel tan dura como el hierro… -os dice el granjero mientras intenta contener el dolor que siente- Regresó al Grimgelad, buscadlo allí y matadlo… ¡Vengad a nuestra gente allí donde yo he fallado!

Luego de estas palabras, las últimas fuerzas abandonan el cuerpo de granjero y tras una exhalación la vida se le escapa, el hombre ha fallecido. Los cuervos, como si supieran esto, comienzan a graznar con todavía más ímpetu.

Heruwyn, conteniendo sus sentimientos y con voz ligeramente temblorosa, le responde a Aldor.

-Si vamos a ir tras la criatura, deberíamos hacerlo de inmediato y olvidarnos del descanso -dice la guerrera- Si es un troll, de seguro dormirá durante el día y podríamos aprovechar eso para así atacarle por sorpresa y tener ventaja. Además, lo mejor sería evitar pasar la noche en el Grimgelad. Hay historias tenebrosas sobre ese lugar, no solo de criaturas que acechan en la oscuridad sino también de espíritus malévolos que buscan la muerte de todos los vivos que entran en el barranco maldito.

Mordiendo mi labio, le cedo el lugar a un rohirrim.

- Es uno de los vuestros. Vosotros sabréis qué hacer o decir para... para hacerle el paso lo más cómodo posible. Creo que es lo menos que podemos hacer. Eso, y dar venganza sobre la criatura.

Salgo afuera de la granja para observar el cielo invernal sobre los pastos de Rohan. La descripción de la criatura me ha dejado turbado. "No estoy del todo seguro... Pero puede ser un troll, como dice Heruwyn...". La miro y asiento. Cuando estemos listos, montaré en el caballo y saldré junto a mis compañeros en busca de la criatura.

El tamaño de las huellas, la fuerza con la que han derribado las paredes de las granjas y la brutalidad de los ataques son claros indicios de un troll pero el modo de actuar no es normal. Aunque lo intenten, esas criaturas no son para nada sigilosas y ni siquiera serían capaces de sorprender a una familia de granjeros incluso si estos estuvieran durmiendo, por lo que es posible que se trate de una especie diferente a la que conoces.