Partida Rol por web

El jefazo se había escapado, y no sabíais nada de Brooke aún. Habían pasado unas horas, así que Jonathan manda un mensaje para encontrarse en el piso franco principal de esa ciudad. También dio la información de que Wellan estaba malherido, aunque ya recuperado casi. Las balas no eran nada para él, aunque estuvo a punto de irse al otro barrio.

Jonathan salió a la calle arrastrando a Wellan. Lo posó sobre la acera y esperó a que pasara un coche. A punta de pistola, bajó al conductor.

-¡A tomar por culo del puto coche!

El tipo, un pijo guaperas veinteañero se escapó corriendo.  John apropió de su coche. Se sentó y notó el asiento húmedo. ¡Ese marica se había meado en el puto coche!¡Qué asco!. Bueno, no había tiempo. Arrancó quemando rueda mientras el conductor huía despavorido...hasta que se acordó. ¡Mierda, Wellan!

John dio marcha atrás. Por fortuna no había avanzado más que unos 100 metros cuando comenzó a retroceder. Oía en su mente los quejidos entrecortados de su compañero -¡Hi...jooo...de...puuuu...taaaaaa!.

Frenó y salió del coche dando una media voltereta hasta llegar de nuevo junto a Wellan. Las sirenas de policía sonaban acercándose. Cargó a su compañero y lo acomodó como pudo en el asiento de atrás. 

Volvió a salir quemando rueda. 

Condujo hasta un aparcamiento del medio oeste donde abandonó el coche y cogió otro robado. Un viejo truco que había aprendido con los años. Tardarían un par de días en relacionar ambos robos. Para entonces ya habría acabado aquello.

 Paró un momento delante del piso franco, subió a Wellan y se marchó con el coche para dejarlo tirado en un descampado cualquiera. Borró las huellas del volante y se volvió al piso.

Me dirigí al piso franco para ver qué fregado tenían entre manos aquellos inútiles. Seguro que habían dejado escapar al chino. Sonreí para mis adentros. Puede que todavía hubiera algo que pudiera hacer.

Llegué a la puerta, la abrí de una patata y entré con paso firme haciendo ruido con cada pisada - bien, chicos, ¿qué paso con el chino? ¿No me diréis que a unos campeones como vosotros se os ha escapado una presa tan fácil?

Brooke encuentra a la cuadrilla allí reunida, aunque Wellan está algo jodido, se va recuperando. Parece que le dieron algunos balazos esos cabrones.

Shadow se encuentra tirado en el sofá con su sombrero típico y sin decir ni mu, como siempre.

-Bueeno, nena. Quedamos en que yo me encargaba de crear la distracción y eso es lo que he hecho. Se supone que ellos tenían que entrar y hacer lo suyo. Rescaté a Wellan moribundo antes de marcharme, pero no es capaz de hablar aún. Y con Shadow...bueno, ya sabes como son las cosas. A ver si llegan los otros y nos comentan que tal les ha ido.

Me senté en un sillón y puse los pies sobre una mesilla sin mucho remilgo - osea, en resumen, que os han pateado el culo de lo lindo. Si no se os puede dejar nada, tendría que haberme quedado a coger al ratoncito chino, pero es que una no puede ni ir a tomarse una birra tranquila.

Miré a los presentes y detuve la mirada en Brooke.- Mientras nosotros hacemos el trabajo sucio, tú te tomas una birra, ¿quién cojones te crees que eres?.- Digo sin pestañear, aunque mi expresión no se puede ver bajo mi sombrero, ya que la sombra tapa mi rostro.

Me incorporo un poco, no sé que cojones decía el capullo de Jonathan.- Claro que puedo hablar, soplapoyas...- Dije, a pesar de tener vendajes por el torso para mí una vez medianamente curado esas heridas no me harían especial daño. No quería reconocer que me habían dejado muy perjudicado, así que hablé como si nada hubiera pasado.- Fui el único que subió a detenerlos mientras vosotros os dedicabais a jugar en la discoteca... si hubiéramos sido todos... le hubiéramos dado para el pelo. El cabrón escapó por...- toso un momento.- Por helicóptero, y tenía desplegado un verdadero ejército en la puta azotea. No os extrañe que nos esté intentando localizar en este mismo momento.- Sabía que esos putos chinos tenían el suficiente poder como para saber quiénes éramos y jodernos la marrana.

Jonathan se incorporó de un salto y adquirió su pose "tipo seguro de sí mismo". Miró a Wellan poniéndose de puntillas para hablarle desde arriba.

-Tío, menos humos que si no te llego a sacar de allí, no la cuentas.

A continuación, en una fracción de segundo, pegó un giro espectacular hacia la chica, empezando por los pies, siguiendo por la cadera, cuerpo, hombros y al final la cabeza y la miró fijamente.

-Y tú, morena. No me han tocado ni un pelo. Ni uno, así que nada de palizas ¿eh?. Hicimos un buen trabajo ahí dentro, pero apareció la Poli ¿Como es posible?¿Eh?¿Qué me dices a eso?¿Sabes como es posible? Porque tenemos un topo en el grupo. Es obvio. Con lo poco que tardaron en aparecer, es obvio que la poli nos estaba esperando. 

Sonreí ante las bravuconadas de los chicos, desde luego no había nada como un montón de testosterona suelta para ablandar los cerebros masculinos.

- Pobrecitos, no te preocupes, Sahdow, la próxima vez mami ira con vosotros para que no os pase nada - le contesté a Shadow con una vocecita de niña buena y una mirada burlona.

Sin embargo, mi gesto se volvió sombrío cuando Jonathan mencionó algo de un topo - ¿como que un topo? - mi mirada se fue estrechando - ¿un topo de la poli entre nosotros? ¿acaso me estás acusando de ser un topo de la pasma?

Alguien llama a la puerta.- Buenas, le traigo la comida china que habíais pedido.- dice desde detrás de la puerta alguien, obviamente con acento chino. Parece un hombre.

Desde el sofá miro incrédulo hacia la puerta.- ¿Alguien ha pedido comida china? yo no he pedido esa mierda.- digo para mis compañeros, sin que se pueda enterar el hombre de detrás de la puerta.

Estabamos justo para comida china. Aquello pintaba a secuencia barata de película cutre de adolescentes. ¿Y ahora qué? Abrimos como idiotas y nos cosen a balazos?

- Propongo meterle un par de tiros a través de la puerta y coger la comida, por si acaso.

-Dejadme a mí.

Sin esperar respuesta, Jonathan sale por la ventana del edificio y de un salto, llega al suelo dispuesto a coger al chino por detrás. Se acerca sigiloso hasta el rocodo y mira lo que está sucediendo. 

Jonathan da un salto increíble y llega al suelo sin despeinarse, corre hacia arriba y cuando llega al piso hay un chino vestido de la cadena de comidas "WingHunTeng", muy conocida allí. Lleva una bolsa en una mano y otra bolsa en otra. Te mira y te dice.- ¿Eres plopietalio?.- Dice con una sonrisa.

Jonathan se queda mirando al chino y por un momento no sabe que decir.

Pero...esto no era así ¿verdad? ¡Ah! no, solo tenía que mirar desde el recodo. ¡Mierda, mierda, mierda!

-Estooo...depende. Osea, no. Pero me alojo aquí...y no hemos pedido comida china así que o me das una explicación rápida de qué es lo que haces aquí o te vas a acordar de mis botas el resto de tu vida. 
 

El chino sigue sonriendo y le tira a Jonathan la comida para distraerlo y ponerse a pegar patadas. Con una sola patada rompe la puerta del local y entra, haciendo piruetas, con dos dagas en la mano.- ¡Venid a por mí!.- parece muy rápido y está dispuesto a degollar a más de uno de vosotros. Se pone como un loco a pelear con el primero que se le cruce...

Jonathan recibe estoicamente una lluvia de comida china directa a su cara. Con su mano derecha, se quita de delante de los ojos una plasta de tallarines con gambas que caen al suelo con un sonoro ¡plofff! dejando tras de sí una cara de enfado monumental.

-Ahora sí, Chino, la has cagado.

Isildur cierra su puño derecho con tanta fuerza que palidece hasta tomar un color semejante al del metal e igualmente duro y sin más contemplaciones, se abalanza sobre su agresor, dispuesto a hacerle morder el polvo.

Fundido en negro. Imagenes en tono sepia de un joven Johnny golpeando a una viga de acero a puñetazos, con los puños ensangrentados mientras lágrimas de dolor recorren su cuerpo. Su padre lo contempla. "Así es Johnny, si quieres que tus puños se conviertan en acero, deberás templarlos con acero".Fundido en negro

- ¿Qué cojones...? Parece que Jonathan ha empezado la fiesta sin nosotros, pero qué poca consideración - me reí y moví rápido hacia la puerta. De una patada, abrí la puerta y vi a nuestro compañero intercambiando cortesías con un chino. 

- Bueno, parece que no vamos a comer comida china - sin más palabras, salté sobre el chino e intenté cruzarle la cara de una patada.

Me levanto de mi sitio, saco mi revólver y me pongo a pegarle tiros al chino cabrón. ¿Sería la mafia china la que mandaría al chino ese a darnos ese... aviso?. Pero parezco estar inspirado, pues no doy ni una hoy.