Partida Rol por web

Tras caminar un poco, llegaron hasta uno de los baños del castillo. Al ser un lugar hecho para que varias personas pudiesen usarlo a la vez, con respecto obviamente, era un area amplia con una gran tina en el centro, bordeada por rocas y rellena con agua cristalina que se iba por unos agujeros en uno de los laterales mientras era rellenada por unas aberturas en la pared de al frente. Junto a la tina habían varios valdes de madera y algunas esponjas. En ese momento no había nadie más utilizando el baño.

-Adelante -indico Arthas desde el otro lado de la puerta.

La habitación del príncipe era digna de alguien de la realeza. Todo estaba muy limpio y ordenado, con varios muebles para que al príncipe no le faltase nada, y aún así había espacio. Había una gran cama cuyas sabanas no tenían ni una sola arruga o mancha, y habían un par de ventanas que daban una hermosa vista el paisaje nocturno de la ciudad, pues la habitación del príncipe se encontraba en una parte alta del castillo.

Arthas te recibió con una amigable sonrisa mientras se apartaba de la ventana. Por otro lado, Mark no se encontraba presente.

-Todas tus visitas siempre son bienvenidas, aunque me resulta curioso que pidieras hablar en privado conmigo y Mark: ¿De que necesitas hablar con mi persona? -pregunto amablemente con esa sonrisa suya.

"Ah... Feris... jeje....".... -¡¿Fe-fe...feris?! "Es cierto... han ido juntos en.. mi...mi...misión... Espero que no le haya dicho nada..." Estaba tan avergonzado que no podía decir nada sobre ello aunque le salvó el hecho de llegar a los baños y entrar en ellos. 

Soltó un largo suspiro mientras se empezaba a quitar la ropa una vez dentro de los baños, no podía hacer nada tampoco y por su culpa su hermana estaba sucia pero... pero... -¡E-espera Hermana!... ¿Y...y la ropa de recam...bio?... Un escalofrío recorrió su columna vertebral, su hermana no sería tan burra de llevarlo ahí a drede para mantenerlo... "Mi amada hermana... no haría eso..." Sacudió la cabeza y se puso como un tomate mientras tapaba un poco su parte delantera y.. ¿El pecho? Desde pequeño tenía esa manía, quizá de imitar a su hermana en los baños. -Bu... bueno... seguro que.. que has mandado traerla... Después de todo fue su hermana quien directamente lo mandó a bañar, quizá ya lo tenía preparado con o sin sangre porque bueno... era ella.  Se sentó en una de las banquetas y suspiró mientras se quitaba los lazos que le sostenían parte del cabello. 

-Este... Cuando estés solo avisa y.. y... empezamos a lavarnos... ¿Cuanto hacía que no se bañaban juntos? Después de todo evitaba por todos los medios hacerlo y esta había sido una de esas escapadas fallidas... "Agh.. ¿Cu...cuando entenderá que soy un chico?... y... que estas cosas no deben hacerse..."Quizá hacía como un mes que lograba huir de estas situaciones por lo que las mejillas del hada estaban muy rosadas por la vergüenza.

Alrededor de su cuerpo se seguía sosteniendo la toalla que no parecía quererse quitar hasta que fuera estrictamente necesario, llenó uno de los baldes con agua y se lo echó por encima para intentar aclarar un poco su mente aunque la pregunta que soltó más adelante hizo que su piel  hirviera y todo de lo que le avergonzaba. - y.. y que... que... ¿Que...t-tal e-e-e-es... Feris?... Quizá era una pregunta sencilla de hacer, y muy probablemente la respuesta también lo era pero... quería saber la experiencia de su hermana de quien estaba algo celoso y a la vez agradecido por ser ella la que lo acompañara. 

-Aja, era mi compañero. ¿Acaso lo has olvidado? - dije con una gran sonrisa - A mi no  se me ha olvidado nada de lo de antes de la misioooon - Obviamente hablaba del trato y sonreí de una manera muy picara. Ya habiamos llegado al baño y una vez allí y al contrario que mi hermanito, me quité la ropa sin pudor alguno. Estaba con la persona que más quería en el mundo y a la vez mi misma sangre. Era imposible tener pudor con alguien tan importante.

-¿Eh? - De nuevo me sorprendí ante su pregunta mientras lo miraba con una sonrisa muy pilla al ver su vergüenza, y ante su propia respuesta me puse pensativa para responder rápido - No. - Parece mentira que me conozca tan poco - Cogí la ropa suya y mia y con un simple gesto las dejé dobladas a un lado. - Pero no tienes por qué preocuparte. ¿O acaso no confías en mi? - Pregunté con un tono de tristeza a posta. Para cuando respondiera que si confiaba ponerme instantaneamente alegre. Cogí el jabón y entonces empecé a enjabonarlo entero de pies a cabeza.

Aunque me detuve a medio camino de la espalda cuando preguntó por Feris - Ains... - Pasé a las alas con mucho cuidaito y al igual que en todo su cuerpo, dediqué mucho mimo - Te gusta mucho ¿Eh? - Pregunté sin tapujos. - Ojalá pudieras quererme tanto a mi - Pues... Como he dicho antes, es muy fuerte y... en parte protector. Se encargó de atacar cuando entró el intruso en el castillo mientras yo levantaba una barrera. Imagino que... con un poco más de amistad, podría llegar a ser un gran protector. Imagino que con sus hermanas es así de protector.

Se notaba en mi tono de voz que hablaba con recelo de Feris. En parte porque era el gran amor de mi hermanito y a la vez por como notaba que podía ser Feris con sus hermanas. El limpiarle las alas se volvió un movimiento más lento - Y bueno... no he averiguado mucha gran cosa. Nuestra misión apenas nos ha dejado tiempo tranquilo para hablar. Para divertirse caza. Le gusta entrenar, supongo que en eso os pareceis al querer ser grandes guerreros reales. Su plato favorito es la carne de jabalí. No sabe cual es su color favorito y no le gustan las flores. Oh, también quiere a sus hermanas, bueno, dijo supongo, pero estaba muy claro que las quería. Se hace el tipo duro pero realmente parece mucho más tierno por dentro. En eso también os pareceis, ya que eres tierno por fuera y duro por dentro y además quieres a tu hermanita ¿Verdad? - Esperé a que respondiera y tras unos segundos después me acordé de algo más - Oh, y no le gusta que me ponga sobre su cabeza... Aunque aún no sé por qué.

Terminé de enjabonarle por completo y tras que se aclarara le dí el jabón y me puse de espaldas a él - ¿Me enjabonas a mi? Por favor. - pedí calmada y esta vez sin mostrar segundas intenciones, tan solo quería que me ayudara a enjabonarme y sentirme como siempre que nos bañabamos juntos

-Confío en ti... fue lo único que salió de su boca cuando comentó lo de la preocupación, tenía razón... era su hermana y no dejaría pasar algo como eso tan fácil, algo tenía planeado. 

La promesa... el vestido, asintió ligeramente cuando preguntó por el amor hacia Feris, estaba en las nubes pensando en el cuando esta lavaba cada rincón de su cuerp... -¡AHÍ NO! frenó a su hermana con un sonrojo y una vergüenza notables y le apartó la mano de sus muslos, sabía que la devoción de su hermana le llevaría a no darse cuenta de por donde estaba tocando y eso era un peligro constante. Suspiró y se dejó hacer en las alas, mientras escuchaba atento a su hermana... Apoyó sus manos en sus rodillas y se hizo una especie de huevito mientras dejaba que le acariciaran las alas, estaba soportando el hecho de que le cosquilleaba cuando tocaba las pequeñas escamas de sus alas. -No... no tardes mucho.... hace cosquillas. Sabía perfectamente que se estaba recreando en limpiarle las alas, aunque quizá también tenía que ver que estuviera hablando sobre Feris y que estuvieran manchadas de sangre seca y había que ir con cuidado. Cuando esta terminó no tardó en enjuagarse bien y girarse, le tocaba a ella. Para Fío, su hermana era como una delicada muñeca de porcelana que solo quería hacerse ver traviesa, no quería que sufriera daños pero era inevitable a veces. -Sí... Empezó a enjabonarla desde los pies, dejando la zona superior de los muslos para si misma, que ya eran mayorcitos. Le enjabonó bien por todo y como tampoco tenía mucho pecho, no le molestaba enjabonarla allí porque total... casi se parecían, solo había un pequeño abultamiento nada más. -Voy con... las alas. Siempre era callado, y era natural en el no hablar demasiado las cosas... - Oye Faith... ¿Crees que algún día tendré valor para ser como tú?... Con cuidado iba limpiando las escamas de las alas de su hermana, procurando no hacerle ni daño ni cosquilleo. Seguiría enjabonandole mientras escuchaba atento y al terminar dejaría que esta se enjuagara tranquilamente. 

Giró la cabeza hacia atrás, deteniendo sus pasos momentáneamente antes de continuar alejándose por el pasillo.

-No rechazaría una propuesta así, así que brindemos por el futuro. Los alcanzaré en el comedor en poco más de media hora si eso está bien. Ahora, disculpenme.

Alanis entró en presencia del príncipe con expresión un tanto preocupada. A solas, era un tanto menos formal al menos con el príncipe, lo cual era inusual en contraste con su rígida actitud caballeresca usual. Incluso se permitió mostrar el estar un tanto exhausta en su expresión. Cerró tras de sí, y suspiró profundamente, como buscando expulsar el cansancio del día con ese gesto.

-Inicialmente quería preguntar qué estabas pensando. Me dió la impresión de que tenías algo en mente...quizá peligroso para tí mismo, luego de ver los sucesos en el pueblo. Pero, todas las noticias que se nos han comunicado en la reunión de la noche...son aún más preocupantes. Estás enterado imagino.

Sonreí cuando se quejó de por donde le estaba lavando y como me detuvo, hasta que le toqué la mano medio abrazandole y le dije - Tranquilo. Eres mi hermanito, tonto. No te voy a hacer nada - Le hablé con melosidad y una vez hubiera apartado la mano seguí limpiándole sin tocarle ninguna parte intima. Me hacía gracia como mi pequeño hermano seguía siendo tímido conmigo incluso sobre todo cuando le hacía preguntas que me gustaba oir su respuesta, y aún le seguía costando decir abiertamente que sí. En lugar de eso un lindo asentimiento de su cabeza me hacía sacar una sonrisa.

El empezó a enjabonarme y me dejé hacer tal y como el quisiera. Cuando llegó a las alas asentí - T-ten cuidado - Quizás las alas eran mi parte más sensibles, junto con las partes intimas - Hoy he usado mucho las alas... está bien descansarlas un rato. - Sonreí y cerré los ojos por un momento. Todo el cansancio que había acumulado e ignorado me dió ahora de golpe y poco a poco bajé las alas un tanto cansada. Abrí los ojos cuando escuché la pregunta de Fio mostrando sorpresa aunque no pudiera ver mi expresión. Busqué su mano con la mía para tomarla y acariciarla. - Fio... - Por una vez no le llamaba Fio de manera para regañarle - Ojalá yo fuera la mitad de valiente que lo eres tu. Yo no soy valiente... Siempre me escudo detrás de los demás, detrás de mis escudos, o detrás de mi sonrisa... Pero realmente yo... solo actúo para que los demás seáis valientes por mi, y sin ti... toda mi alegría, toda mi fuerza, toda mi energía. Desparecería sin más dejando ver lo miedica y triste que soy en realidad. - Pero no dije aquello que pensaba, en su lugar después de aquellos segundos que pensaba que decir, me giré sonriéndole como siempre - Tu ya eres muy valiente. Responder ante cada situación como lo haces y no ceder, pese a que explotes... eso te hace ser valiente. Y reconocer los sentimientos de tu corazón, también te hace ser muy valiente - dije pasando mi mano de la suya a su pecho, a la altura de su corazón. - No necesitas ser como yo, tan solo tienes que ser tu mismo y mostrar de lo que eres capaz siempre ayudando a los que lo necesitan.

Mi sonrisa se torcía un poco, volviéndose un poco más melancólica y reconociendo solo en expresión, que yo no era tan valiente como el. Pero luego volví a sonreír de manera pícara y acerqué mi cara a la suya para detenerme muy cerca de la suya - Pero si lo dices porque quieres conquistar a Feris, no te preocupes. Te ayudaré todo lo que pueda. - Y me alejé para guiñarle un ojo de manera cómplice.

Tomó la mano de su hermana, dejando que esta se la acariciara mientras hablaba y cuando se giró sonriente, no pudo evitar hacer lo mismo de vuelta. Lo animaba mucho y eso lo apreciaba... "Explotar" parpadeó unos pocos segundos mientras su hermana seguía hablando y colocando su mano sobre el pecho del joven. Asintió algo distraído, su cara se había empezado a poner pálida, comenzaba a recordar y la guinda la puso Faith, acercándose a escasos centímetros de el para decirle aquello....

-B-beso... un beso...

Tras unos segundos de decir aquello se puso las manos sobre los labios y sus mejillas recuperaron el color.. demasiado, se había puesto como un tomate de pronto y con ello empezó a taparse. -Me a-asustó y... y... mi energía y... luego... el beso..... ¡¡¡Aaaaagh!!!.... Llenó rápido un balde de agua y se lo lanzó a la cara a ver si espabilaba, aunque lo único que logró fue quedar empapado de nuevo y agachar la cabeza derrotado. "Ha... soy de lo peor... creo que hice algo malo..."

-¿Eh? - Mostré una expresión de sorpresa mientras mis mejillas se sonrojaban muy poco a poco - ¿Q-quiere que le consiga que Feris le de un b-beso? O... o q-quizas quiere... ¿Q-quiere que le de un beso? - Cada vez mis mejillas se ponían más y más rojas - U-un beso... y-yo también quiero un beso tuyo - Poco a poco volví a acercar mi cara a la suya, esta vez si poniendo morritos en el camino para darle un beso, pero cuando estuve muy cerca... Fio habló y de nuevo me sorprendí dejando de poner morritos y con mi cara totalmente roja

-¿Eh? - En el momento en el que se giró aproveché para meter mi cabeza en uno de los baldes con agua que había allí y que no había cogido Fio - No quiere un beso mio - No me despegué de el, simplemente pensaba metida dentro - Nunca lo va a querer - Aproveché para soltar lagrimas dentro, hasta que me di cuenta de lo que había dicho - E-espera... ¿Un beso? ¿Le han dado un beso? - Poco a poco me iba calentando y dentro del agua empezaban a salir burbujas - ¡¡¡¡¿LE HAN ROBADO EL PRIMER BESO A MI HERMANO?!!!! ¡¡¡¡¡ME HAN ROBADO SU PRIMER BESO!!!!! - Saqué mi cabeza fuera del agua para mostrar un gran enfado e ira mientras miraba a mi hermano.

-¡¿QUIEN HA SIDO?! ¡¿QUIEN TE HA BESADO?! - Con un movimiento rápido de alas, me quité todo el jabón y agua de ellas - LE VOY A MATAR ¡¿QUIEN HA SIDO?! - Mi cabreo hizo presente también los celos por el amor que le tenía a mi hermano y no iba a dejar que quien le haya besado, se saliera con la suya.

Estaba tan abstraído en sus cosas que no se dio cuenta de que su hermana le había intentado dar un beso, pero en consecuencia de lo que había pasado había encendido el fuego de la ira de su hermana.

-¿He... hermana?... C-calma fue... fue... un dragón yo...no recuerdo bien y.. " Pensandolo bien... quizá sí funciona lo del beso... después de todo me calmé" (Error, se calmó porque toda la energía salió de su cuerpo) Miró a su hermana unos intrantes y con toda la inocencia del mundo le plantó un beso en los labios, que no duró demasiado pues se apartó y le sonrió. -¿Te ha calmado?  A veces quizá no se sabía si Fío era ingenuo o simplemente idiota.... Pero bueno, así era el. 

Mi cuerpo estaba rabioso, explotando en un ardor incontrolable. En mis manos ya se veia como se preparaba el conjuro que iría a lanzar y cuando las palabras salieron de los labios de mi hermano más tenía claro que iba a lanzar mi hechizo hacia ese objetivo. Mis pelos se levantaban en el aire y comencé a flotar en el aire hasta que...

*Muacks*

Todo se paralizó. Por segundos, todo el mundo se detuvo. Tiempo, espacio, temperatura, emociones... Todo. Noté que mi corazón dejaba de latir. Noté como el fulgor de mi rabia se desvanecía por momentos de mi cuerpo. Noté como un calor nuevo inundaba mi cuerpo desde los labios de Fio hacia mi interior. Noté como todo se calmaba, y que por un momento, nada importaba. Y después...

-... - silencio, hasta que caí de espaldas con la cara totalmente roja y la mente en blanco. Del infierno pasé al cielo más puro sin responder y mostrando una tonta sonrisa en mi cara mientras cual bolita hacia la croqueta en el suelo muy avergonzada y al mismo tiempo feliz porque mi hermanito me había besado. - ¡¡¡¡FIO ME HA BESADO!!!! LO HA HECHO POR PROPIA VOLUNTAD. ¡MI HERMANO ME QUIERE! - En mi cabeza saltaba de felicidad aunque sabía que nunca me amaría por ser su hermana. Por un momento incluso me había olvidado de que Fio estaba allí, hasta que me dí un golpe en la cabeza. 

-¡AUCH! - Si antes no tenía fuerzas por el cansancio, ahora estaba muy torpe por la emoción que sentía. Me quedé en el suelo boca bajo con las rodillas el pecho y sujetandome la cabeza en le parte trasera donde me había golpeado. - Dueleee - aunque en realidad solo era una excusa para que Fio no viera lo colorada que estaba

El silencio, el tambaleo de su hermana y su forma de actuar hicieron sonreír satisfecho y feliz a su hermano. -¡Lo sabía! Esa dragón me besó para calmar el caos que estaba saliendo de mi. ¿ves? A ti te ha calmado.... Se quedó mirándola mientras esta se sujetaba la cabeza hecha bolita diciendo que le dolía y se agachó para acariciarle la cabeza algo avergonzado, empezando a canturrear una cancioncilla típica del bósque de las hadas, de cuando estaban en su infancia y se hacían daño, pero se "curaban" porque les cantaban y ya no dolía.  Cuando terminó la canción-nana-curita dejó de acariciarle la cabeza y sonrió. -¿Estás mejor?... vamos a... v-vestirnos? te de....debo una eh... p-promesa y hoy hay... hay... f-fiesta con todos no te... podrás qu-quejar... ¿Eh? Estaba acojonado, pero se lo debía a su hermana a quien le hacía una ilusión tremenda ver a su hermanito vestido como chica, pero... ¿Que dirían los demás? Hacía años que no vestía de mujer, desde que unos bastardos empezaron a burlarse de el por ello y ahora lo sentía entre nostálgico y algo aterrador. Esperaba con toda su alma no pasar un mal trago...

No me enteré de lo que dijo Fio. Entre mis pensamientos en las nubes y luego el dolor en la cabeza no presté atención a sus palabras. Hasta que puso la mano en mi cabeza y empezó a cantarme aquella canción que hacía mucho que no nos cantaban. Mi rojez persistió, pero fue menguando. Cada vez lo tenía más claro - Puede que mi hermanito no me ame nunca como a otras personas... Pero estoy segura de que soy la persona a la que más querrá pese a todo... - _{Te quiero hermanito} - dije por lo bajo al terminar la canción.

Le miré extrañada ante lo que estaba empezando a balbucear hasta que caí en ello - A-ah sí, los vestidos - dije sonrojada. Me levanté corriendo y al primer paso, tropecé y caí de bruces al suelo, pero esta vez no me lamenté. Me levanté de nuevo y con más cuidado fui hacia la ropa que había dejado doblada y la extendí mostrandosela a Fio - Tadaaaaa... - Eran las mismas ropas pero después de un segundo le expliqué - B-bueno, iba a usar mi hechizo de transformación. Por eso te dije que confiaras. - Con un pase de izquierda a derecha usé mi hechizo, pero salió mal. Los vestidos estaban todos irisados - E-e-e-esto... ESTO NO ES LO QUE QUERÍA - sonrojada me excusé y miré preocupada los vestidos - Mierda, mierda, mierda... Mis emociones no me dejan controlar mis poderes. Calma, calma - pensaba para mi misma, cuando sin querer al pasarlos para transformarlos, los junté en un solo vestido

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAHHH! - Miré a Fio asustada y triste - P-pe-perdona... N-no sé... que me pasa. Esta vez lo haré bien de verdad - Le di la espalda a mi hermanito y me encogí solo un poco sin agacharme abrazando el amasijo de ropa - Calma, Faith, calma. Piensa en otra cosa. En Feris... No... es de quien estoy celosa y a quien estoy haciendo de Celestina... Piensa en Zedron y Yurrax... - Mi pensamiento se paró por un segundo - No vale si tan solo son hojalatas. Piensa en... - Abrí los ojos muy amplios y de repente me calmé un poco.

Cerré los ojos y solté un leve suspiro y de nuevo lancé el hechizo dando una vuelta sobre mi misma.

Sin abrir los ojos me sonrojé pensando en lo que tenía en mente, unos conjuntos que Fio y yo nos poniamos de pequeños, pero esta vez haciendo su versión "adulta". Unos vestidos a juego representando a cada uno y a su vez la unión de ambos. Abrí los ojos poco a poco mirando que esta vez el hechizo si había funcionado y luego miré a Fio con preocupación y casi ocultando mi cara tras los vestidos. - ¿T-te gusta? - pregunté - L-la verdad... no se me ha ocurrido otro, pero siempre me gustó cuando mama nos vestía iguales, pero de manera contraria y este vestido en especial... es el que más me gusta... - Esperé entonces a la respuesta de mi hermanito después de la explicación dada.

Abrió los ojos con sorpresa al escuchar sobre lo que había sucedido y no pudo evitar preocuparse mientras pensaba como podrían afrontar esa situación. No creía en las visiones de futuro y el destino estaba en manos de cada uno, pero también entendía que si se tomaban a consideración las predicciones del rey por parte de los caballeros mas notables, algún motivo existiría. 

Pensativa, empezó a caminar hacia la salida pero fue interrumpida al escuchar a Sutera proponer que quedasen para confraternizar. No era la persona mas sociable pero tras la misión la consideraba una compañera y no quería hacerle un desplante, asintió con la cabeza antes de responder.

— Perfecto, yo también me apunto. En un rato nos vemos. 

Esbozando una media sonrisa abandonó el salón principal con pasos ligeros y silenciosos, tratando de no llamar la atención. 

Una vez abandonó la sala, sintió el impulso de ir a buscar a Arthas para hablar sobre lo que acababa de escuchar, pero entendía que presentarse en sus aposentos cubierta de tierra y sudor de la última misión no era lo más adecuado, así que optó por ir a su dormitorio a darse un baño. 

Mientras se levaba estuvo hablando con Bhlade sobre lo sucedido.

— ¿Que opinas? ¿Crees de verdad en esa predicción? Yo no estoy segura de que creer. Pero...el destino no está escrito, ¿No?

Suspiró y se vistió con ropa limpia antes de subir dando grandes zancadas hasta los aposentos del príncipe, únicamente portando a Bhlade, sin llevar mas armas o armaduras. Una vez estuvo 

- Se presenta Ameline para una visita personal al príncipe Arthas si su agenda le permite recibirme. 

Ha pesar de que tu te relajaste al estar a solas y mostraste tu expresión de preocupación y algo de cansancio, Arthas mantenía esa sonrisa en un intento de no mostrarse mal ante ti, aunque si que su expresión cambio un poco cuando aclaraste la razón de tu visita.

-Estoy enterado, si. Supongo qué, como la mayoría de veces... Tenía en mente todo y a todos, excepto a mi. No me gusta decir que sacrificaría mi bien estar sin pensarlo al menos un poco por salvar a un pueblo, pues también debo considerar que todo un reino depende de mi, pero... Ese pueblo llevaba siendo atacado desde un periodo que desconocemos. De no ser por Mark, tal vez ni siquiera hubiera pueblo al que visitar. Los Caballeros Reales cumplen su función, pero no pueden estar en todas partes a la vez: En este momento alguien podría necesitar ayuda, pero nadie podría alcanzarlo por más que quisiese. Supongo qué... Quise ayudar ahora que podía alcanzarlos -el príncipe hizo una pausa mientras iba a sentarse a su cama, acariciándose un poco la barbilla de manera pensativa antes de volver a dirigirte la mirada. -. Estamos por empezar a atravesar una situación complicada. Como príncipe, debo hacer todo a mi alcance por ayudar a que el reino se mantenga en una pieza y que todos puedan disfrutar sus vidas sin temores... Je, supongo que es un sueño un poco grande, pero... Si mi abuelo pudo acabar con la guerra, yo debo hacer todo por cumplir su objetivo y hacer de Aztora un lugar pacifico.

El príncipe volvió a sonreír con naturalidad se puso de pie para luego extender una de sus manos hacia ti.

-Lamento haberte preocupado: Supongo que tenerte de protectora me hace pensar que sin importar que decisión tome, estaré seguro y a salvo.

-Como siempre, me honra que te sientas protegido por mi presencia...

Actualmente se vio un poco sorprendida por el gesto, y tardó un momento en reaccionar, estrechando la mano ofrecida al interpretar que debía ser la razón de acercarse.

-Honestamente me preocupaba que fueras a decidir algo como irte en un viaje en solitario y en cubierto para conocer tu reino, como en varias historias populares. Hacer eso sería un gran riesgo. No digo que lo haya pensado o no, pero si llegara a surgir, siempre es bueno clarear las intenciones con la familia y llevar protección.

Alanís hizo lo mejor posible por expresar preocupación sin decir de forma demasiado brusca que le preocupaba que huyera para aprender más del mundo como en canciones e historias.

-El mundo es un lugar tanto hermoso como cruel. Cómo humanos...como mortales, debemos aceptar que no podemos salvar a todos. En mi caso particular, he sido entrenada y criada para poder hacer mi mejor intento al respecto, pero sé que momentos así llegarán. Porque está en la naturaleza impredecible del mundo y quiénes lo habitamos el no poder mantenernos estáticos.

Guardo silencio unos momentos.

-Quizá debería doblar tus horas de entrenamiento, para aumentar su destreza guerrera. Aún no encontramos el arma ideal para tu persona.

El príncipe escucho con atención la opinión que tenías y las razones que tenías para estar preocupada. Luego de haberte escuchado explicar la posibilidad de que escapase y se perdiese en alguna parte del reino como un poblador más para ver como vivían, Arthas simplemente empezó a reír.

-A-Alanís, por favor, deja de escuchar a los trovadores de la ciudad o a los aventureros de los bares -dijo entre risas antes de recuperar la compostura luego de unos segundos. -. En el hipotético caso de que llegue a hacer eso, seguramente me lleve a alguien de confianza conmigo por si sucede algo; después de todo, si me descubren, necesitaría a alguien que me escoltase de vuelta -aclaró antes de dedicarte una sonrisa.

Ante el comentario sobre el entrenamiento, Arthas soltó una risa un tanto nerviosa.

-A este paso terminare pasando más tiempo entrenando contigo que haciendo cualquier otra cosa -bromeó mientras reía un poco. -. Si te parece que así sera mejor, entonces haré que acomoden mi agenda para tener tiempo para el entrenamiento.

Y antes de poder decir algo más, alguien toco la puerta...

Arthas te dio unos segundos para que recuperaras la aptitud formal, y luego respondió al llamado con un "Adelante".

Bhlade se había pasado callado durante toda la reunión para no sobreponerse a lo que decían los demás. Ya en privado, pudo dar su opinión al respecto, cuando preguntaste.

-Más que el destino, nos enfrentamos a presentimientos... Nunca escuche que el rey pudiese predecir el futuro como tal, pero por lo menos era capaz de adelantarse a algunos hechos; podía decir que haría mal tiempo, pero no sabría si era una simple llovizna o una terrible tormenta. El hecho es que ya han pasado muchos años desde su mandato, y no se que tan fiable pueda ser su predicción... Tal vez solo haya sido un mal entendido -dijo Bhlade mientras tomabas un baño.

Los caballeros que cuidaban los aposentos del príncipe te informaron de que la Caballera Alanís ya se encontraba con él, pero igualmente te permitieron pasar para que pudieses tocar y pedir reunirte con Arthas, pues se supone que no faltaba mucho para que Alanís saliese.

Tras tocar suavemente la puerta, escuchaste la voz del príncipe luego de unos segundos.

-Adelante.